9 febrero 1989

Jaime Peñafiel, Jesús Mariñas y Antonio Herrero descalificaron a los famosos que criticaban a la prensa del corazón tras beneficiarse de ella

Polémico programa de ‘Derecho a Discrepar’ de Miguel Ángel Gozalo (TVE) dedicado a la Prensa del Corazón

Hechos

El 9.02.1989 el programa ‘Derecho a Discrepar’ presentado por D. Miguel Ángel Gozalo estuvo dedicado a la prensa del corazón, contando entre sus asistentes con D. Antonio Herrero, D. Jaime Peñafiel y D. Jesús Mariñas.

Lecturas

PROTAGONISTAS DEL PROGRAMA ‘DERECHO A DISCREPAR’ SOBRE PRENSA DEL CORAZÓN 

zap_gozalo1 D. Antonio Herrero, Director de ‘Primera Hora’ en ANTENA 3 RADIO defendió a la prensa del Corazón y aseguró que los famosos que demandaban a periodistas eran generalmente, porque tras haber ganado dinero gracias a la prensa rosa, ahora querían ganar más demandándola. Dijo que a él le interesaba el ‘affaire’ de D. Alberto Cortina, por las connotaciones en el mundo financiero que tenía al ser hasta ese momento el Sr. Cortina la ficha del Gobierno y D. Mariano Rubio para acabar con D. Mario Conde en la lucha por los bancos Banesto y Central. También criticó a D. Miguel Boyer y también a Dña. Isabel Pantoja de la que dijo que había demandado a los medios que difundían las imágenes de la muerte de su difunto marido ‘Paquirri’, no por motivos éticos, sino porque no le estaba permitiendo ganar dinero a ella.

zap_gozalo2 D. Jaime Peñafiel, periodista, ex director de LA REVISTA. Aseguró que él nunca publicaba nada sobre la vida íntima de las persona. Criticó a al fallecido Duque de Cádiz por no haber respetado su apellido real y ‘había hecho tonterías’. Aseguró que D. Miguel Boyer quedó desacreditado cuando fue a ver a la Sra. Preysler al día siguiente de que se oficializara su separación con el marqué de Griñón tapado con una manta. También aseguró que Dña. Isabel Pantoja estaba descalificada para alegar la defensa de la intimidad por haber negociado sus primeras declaraciones a la muerte de su marido por 20 millones de pesetas (a ¡HOLA!).

zap_gozalo3 D. Jesús Mariñas, comentarista de cotilleos en la revista ÉPOCA y en la emisora RADIO ESPAÑA (Cadena Ibérica). Aseguró que Dña. Isabel Preysler había usado como cebo para captar a D. Miguel Boyer había sido ‘el carrete’, que definió como una técnica sexual oriental que había aprendido en Filipinas. Calificó a D. Julio Iglesias como ‘un muerto’ y criticó a Dña. Lola Flores que al poco de morir su madre ya estuviera negociando con los periodistas por la exclusiva por tomarle aquellas fotografías. Sobre D. Alberto Cortina, vicepresidente del banco Banesto, se preguntó «si no puede controlar su corazón, como va a poder controlar el dinero de un banco». Cuando el Sr. Peñafiel aseguró que el periodismo del corazón se estaba corrompiendo, el Sr. Mariñas le recordó que como director de LA REVISTA pagó 23 millones a Dña. Carmen Sevilla por la exclusiva de su segunda boda.

zap_gozalo5 D. Luis Zarraluqui, escritor, fue el que más se enfrentó a los tres periodistas a los que acusó de no dejar hablar y les advirtió que estaban sacando nombres, algo que él, como abogado, no consideraba pertinente, y dijo que que no se podía llamar periodismo a lo que era ‘el cotorreo’. D. Jesús Mariñas le respondió que a él los libros del Sr. Zarraluqui sí que le parecían cotorreos.

zap_gozalo6 Sr. González Ballesteros, profesor. Mantuvo un tono de perfil bajo en la tertulia. Cuando D. Antonio Herrero sacó el pleito de D. José Luis Roca contra D. José María García, le recordó que no era un pleito por la información que dio, sino por los calificativos que usó.

zap_gozalo4 D. Xavier O’Callaghan, juez intentó mantener un orden cuando el Sr. Gozalo le pidió ayuda para frenar a los tres periodistas. El defendió el caso de Dña. Isabel Pantoja para acabar con la emisión de las imágenes de la muerte de su marido, a lo que D. Antonio Herrero replicó diciendo que sólo lo hacía porque quería ser ella la que pudiera negociar por la venta de esas imágenes a cambio de dinero.

05 Febrero 1989

El Respeto a la vida privada

ABC (Director: Luis María Anson)

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En las naciones occidentales democráticas existen ciertas publicaciones sensacionalistas o amarillistas que hozan en las vidas privadas de los personajes políticos, financieros o artísticos, sorteando con audacia las limitaciones de unas leyes cada vez más severas. Pero las revistas de información general, los diarios serios y las emisoras responsables, o bien silencian o bien tratan estos asuntos con la prudencia que exige el rigor informativo. En España, no. En España los buitres plantean en ocasiones desde publicaciones teóricamente serias.

Un asunto protagonizado por un empresario respetable [D. Alberto Cotina], asunto que pertenece a su vida privada y que privadamente debe resolver, ha sido ocasión para que el cielo periodístico se nuble por el aleteo de tanto buitre dispuesto a la más baja insidia, entrando a saco en la vida privada de varias personas a las que, ya se ve que inútilmente, protege, en su privacidad, la Constitución. Es un espectáculo bochornoso. Es un espectáculo que produce vergüenza ajena. Estamos en un patio de monipodio. España se convierte a gran velocidad en una corrala de comadres, maledicentes y calumniadores. Somos ya la nación del chisme, el correveidile y la murmuración. Vivimos en un patio público de comadrejas y habladurías. Son muchos los que piensan que habrá que reaccionar frente a todo esto si no queremos degranar definitivamente la vida en una nación de vieja historia, de profunda cultura, de religiosidad acentrada, de respetabilidad mantenida a lo largo de los siglos, como es España.

La opinión pública responsable reacciona ya con asco ante lo que está ocurriendo en nuestro país.

11 Febrero 1989

"No queremos ser escandalosos"

José Miguel Contreras

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Cerca ya de las 23.30 del pasado jueves, tras hora y media de debate, el moderador de Derecho a discrepar, Miguel Ángel Gozalo, despidió el programa: «Agradecemos a los invitados que hayan venido a hablar de un tema polémico, pero de inevitable actualidad, el gran debate de esta semana en España. Creo que lo hemos hecho, a pesar de que han salido los nombres, porque era inevitable, de personas a las que nosotros respetamos y no queremos por supuesto ofender». Así finalizaba un coloquio en el que dos grupos de profesionales, del Derecho unos y de un determinado estilo periodístico otros, discutieron desde dos mundos diferentes. No hubo confrontación. Eran dos idiomas diferentes que cada vez que intentaban entenderse se introducían el caos.El sereno magistrado Xavier O’Callaghan relexionaba sobre la dificultad de determinar el concepto jurídico de vida pública y vida privada; el profesor González Ballesteros intentaba desviar la atención sobre las relaciones entre el periodismo y el ordenamiento juridico; Luis Zarraluqui insistía, por su parte, en la importancia de no generalizar para «no juzgar a todo el mundo por el mismo rasero».

Otra batalla

Frente a ellos, los tres periodistas estaban mientras tanto en otra batalla. Jaime Peñafiel discutía sobre «el derecho de Marta Chávarri a su propia sexualidad»; criticaba a Isabel Pantoja «por haber negociado su intimidad» al vender un reportaje sobre la muerte de Paquirri; y afirmaba que «Miguel Boyer estaba descalificado» por haber ido a visitar «tapado con una manta» a Isabel Preysler el día despues de su separación del marqués de Griñón. Jesús Mariñas no aceptaría quedarse por debajo de «el maestro», tal y como calificó a Peñafiel. Explicó su versión delcarrete, «el secreto sexual oriental con el que la Preysler conquistó a Boyer»; resaltó que él fue el que dió la exclusiva de que «Marta Chávarri estaba metida en un lío de cortina» y recordó las tardes que pasaba en casa de una amiga asomado a la ventana situada en frente del apartamento «donde se reunían Isabel Preysler y Miguel Boyer». Antonio Herrero, en un combate particular, no dudaba en enfrentarse a quien fuera: «¡Ese profesor sólo decía tonterías!», «¡Los jueces están en las nubes!».

Gozalo intentaba mediar en ocasiones y cuando la situación se llegó casi a desbordar no dudó en pedir ayuda: «¡Modérese, señor Mariñas! ¡Ayúdeme, señor juez!». Al final renunció a detener aquello y prefirió el recurso del humor para hacer de puente entre los dos planetas que por el destino electrónico compartieron la órbita durante un programa de televisión.

Errores de apreciación

Miguel Ángel Gozalo se equivocó objetivamente en dos apreciaciones. La primera, cuando en el comienzo del espacio afirmó: «Nosotros no queremos ser escandalosos, pero sí claros y divertidos». La realidad fue otra. El escándalo ha surgido, la claridad quedó tapada por el fuego cruzado de las invectivas lanzadas en el coloquio y la diversión quedó ensombrecida por un sentimiento de vergüenza ajena. Su otro error de visión quedó como despedida: «Nos vemos la semana que viene. Nosotros seguiremos contándoles las cosas que pasan en este país».

José Miguel Contreras

TRANSCRIPCIÓN DEL DEBATE

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Jaime Peñafiel– Un político, un banquero, un hombre público, no vamos a hacer la lista de españoles que se considera ‘hombres públicos’ de la palabra, aunque algunas veces también se les podría aplicar otros calificativos. Pero, el presidente del Gobierno, el vicepresidente, los banqueros, el Sr. Alberto Cortina, son personajes públicos y tienen derecho a que la vida privada y la prensa bucee hasta donde pueda bucear en su vida privada, que es la familia, sus entradas, sus salidas, sus amistades. Lo que la prensa no tiene derecho, y eso se lo digo a mí querido amigo Jesús, a lo que no tiene derecho es a entrar en la intimidad de las personas.

Jesús Mariñas- ¡Perdona, pero yo no entro en la intimidad de las personas!

Jaime Peñafiel- Sí. En la intimidad de las personas yo tengo. Cuando yo dirigía LA REVISTA, recuerdo que al producirse la separación de Isabel Preysler y del marqués de Griñón, una persona que había sido su ama de llaves me escribió un delicioso serial en el que yo le puse una única condición: separar la vida privada de lo que había sido entre Isabel Preysler y el marqués de Griñón – y últimamente del Sr. Boyer, del que habría mucho que contar-  y puse como condición de que no quería secretos de alcoba, en los que ningún periodista tiene derecho a entrar jamás.

Jesús Mariñas- Bueno, pero yo comenté en su época la historia del carrete, que era una historia que estaba en la calle y a cualquier fiesta que ibas y a cualquier reunión te contaban que uno de los cebos de Isabel Preysler para enganchar al Sr. Boyer, hoy felizmente casados con un matrimonio con mucha armonía era el carrete, que era una técnica sexual oriental que ella había aprendido en Filipinas.

Miguel Ángel Gozalo- Le ruego… Jaime Peñafiel- Por eso, creo que te demandaron. Jesús Mariñas- ¡Me demandaron!

Jaime Peñafiel- El derecho a la intimidad lo tiene el Sr. Alberto Cortina. El Sr. Alberto Cortina no ha negociado su vida privada, el artículo 18 de la Constitución le ampara y no deja de ampararle, pero en el momento en el que el Sr. Cortina no es discreto… cuando se tiene un cargo o un apellido estamos obligados a muchas cosas. No quiero citar a una persona recientemente fallecida que llevaba un apellido muy próximo a la Familia Real española, pero el solo hecho de llevar ese apellido, el sólo hecho de ser primo hermano del Jefe del Estado, eso obliga muchísimo. El hecho de llamarse Alberto Cortina y ser una persona que controla, que domina, un paquete muy importante de la economía española, también tiene la obligación de mantener un comportamiento discreto. Los famosos, como la mujer del César, no necesariamente tienen que ser eso – que me da igual, es su vida privada – pero deben parecerlo.

Jesús Mariñas- Jaime, en el caso concreto que el Duque de Cádiz, al que tú no has querido nombrar, no sé por qué.

Jaime Peñafiel- Bueno, pues el Duque de Cádiz.

Jesús Mariñas- Yo creo que sí llevó una vida privada discretísima. Todos sabíamos su relación de ocho años, su convivencia casi diaria con Mirta Miller y nadie les hizo un reportaje…

Jaime Peñafiel- Yo no me refiero a ese tema… Jesús Mariñas- Yo sí me refiero a las temas… Jaime Peñafiel- Sino a las tontería que hacía…

Jesús Mariñas- También los políticos hacen tontería. Jaime Peñafiel- El Sr. Boyer ha mantenido una actitud seria, digna y ha habido un momento en el que se le han roto los esquemas. Y el Sr. Boyer hoy tampoco cuida su vida privada… también ha colaborado con su mujer con reportajes gráficos donde habla de su perspectiva de vida…

Jesús Mariñas- Pero Jaime…

Miguel Ángel Gozalo- ¡Pero no monopolicen ustedes el debate!

Jaime Peñafiel- Hay un caso muy concreto. El otro día salió de una junta de propietairos que manifestaron su disgusto de que el matrimonio Boyer vaya a vivir ahí porque van a ser causa de que la intimidad de las personas que viven en esa zona residencial de Madrid se vea invadida por los teleobjetivos, los parados, por la indignación

Jesús Mariñas- Y por los cerdos, que también les echaron cerdos en la parcela. Zarraluqui- Yo tengo la sensación de que los tres queridos periodistas no van a dejar hablar… (…)

González Ballesteros- El Sr. Boyer cada cosa que hace la convierte en pública. Porque lo público es en función a la persona y en función al hecho en sí, por lo que cada cosa que haga se convertirá en pública.

Antonio Herrero- Si quiere.

González Ballesteros- No, no, quiera o no quiera

Antonio Herrero- ¡No! ¡Sí quiere! Fíjese, yo le pongo ejemplos. La mujer de Miguel Boyer, estamos citando ejemplos concretos

Jesús Mariñas- ¿Cuál de ellas?

Antonio Herrero- La primera, Elena. Esta mujer estaba casada con Miguel Boyer, se tendría que haber vuelto popular porque la arrastraba toda la vorágine periodista a la que estamos aludiendo, pero esta señora es una mujer discreta, se ha querido quitar de en medio y se ha quitado de en medio. No habrá visto usted en las revistas, ni en las del corazón, ni en las otras, ni su casa, ni nada.

Jaime Peñafiel- Antonio, y la mujer de Mariano Rubio.

Antonio Herrero- ¿Carmen Posada?

Jaime Peñafiel- No, la primera Jesús Mariñas- Y la primera mujer de Federico Carvajal lo mismo.

Antonio Herrero- ¿Qué es lo que ocurre con Miguel Boyer? Que Miguel Boyer no se ha quitado de en medio, Miguel Boyer ha estado o por desconomimiento o por las cosa de su mujer ha estado veraneando en Marbella, en la vorágine del volcán, no iba a comer a sitios discretos sino a la Fonda donde estaban todos. No puede reclamar vida privada yo lo siento mucho. Un señor que sale en una revista con una regla midiendo cuando mide su casa…

Jesús Mariñas- Y en programas de radio (11:50) En cambio,. (…)

Jesús Mariñas- Y luego hubo dos, de los que puedo dar los nombres: Otero y Agustín, de la agencia EFE, que rompieron ese plante de cámaras para retratar a Julio Iglesias, que los compañeros les decían ‘¡Esquiroles, cabrones! Etc’. Y ellos seguían haciendo fotos, unas fotos que no interesaban nada porque era Julio Iglesias saliendo del hotel Andalucía Palace para ir a cenar a las cinco de la mañana…

Antonio Herrero- Estaba invirtiendo para luego…

Jesús Mariñas- Exacto, pero luego Julio siempre se queda sólo. Aquí, Jaime y yo podemos hablar de la historia de Julio Iglesias, pero bueno, es un muerto, dejémosle descansar en paz. Jaime Peñafiel- Los famosos, los populares, las personas de vida pública, ya no solamente porque vendan su vida privada y su intimidad, a veces también sus comportamientos… tienen que hacerse ellos merecedores de un respeto. Yo, Miguel tú lo sabes, he tenido siempre un gran respeto por todo el mundo y procurado respetar, todos aquellos que, como dice Antonio Herrero…

Antonio Herrero- Como se merecen

Jaime Peñafiel- Y como se merece y como se hace respetar.

Miguel Ángel Gozalo- He leído en algún lado que uno de los lemas del Sr. Peñafiel es ‘para el pan como hermanos, pero en las noticias como gitanos’. ¿Es cierto? Jaime Peñafiel- Eso, como diría un pedante, está sacado de contexto.

Jesús Mariñas- Pero está en la conversación

Miguel Ángel Gozalo- Sigan, sigan…

Jaime Peñafiel- Una persona que hemos sacado varias veces porque coinciden lo económico, por la venta de su vida privada y por sus comportamientos, yo cuando dirigía LA REVISTA, el mismo día de la separación del marqués de Griñón, el Sr. Boyer intenta entrar en Arga uno para convivir con Isabel Preysler después de haber salido el marqués.

Jesús Mariñas- Tenía prisa ¿eh?

Jaime Peñafiel- Y el Sr. Boyer, que ve en su primer intento que la casa está sitiada por los reporteros, se ve que comunica por teléfono que la cosa es imposible si no quiere ser fotografiado. Y no sé qué presiones personales tuvo que tener – desde ese día, el Sr. Boyer está descalificado – el Sr. Boyer entró en la casa tapado con una sábana en el asiento trasero del coche. Yo tuve esa fotografía porque fue un fotógrafo de mi revista el que la hizo. Yo tengo un gran respeto por la vida privada y por la intimidad y eso sí que pertenece a la intimidad más grande del Sr. Boyer y decidí no publicarla, pero el Sr. Boyer en un alarde de respeto a la libertad, intentó presionar a una persona que tenía mucho que ver con LA REVISTA para que yo interrumpiera la publicación del serial al que me he referido antes de la persona que había estado a su servicio durante 20 años en casa de los marqueses de Griñón. Yo, ahí le dije al intermediario  que le dijera al Sr. Boyer, que no se preocupara que yo no iba a publicar eso jamás, porque creo que no se deben publicar jamás los secretos de alcoba. Los secretos de alcoba, que se queden en la alcoba que es su lugar. Se quedó tranquilo. Ni yo publiqué nunca los secretos de alcoba, ni la fotografía aquella, pero para mí desde ese día el Sr. Boyer quedó descalificado. Como está descalificado el Sr.  presidente del primer banco de España, un señor, que no es capaz de aguantar un día o diez en una situación de crisis emocional por parte de los perdedores y por parte de la ganadora, ese señor creo que él mismo se ha calificado.

Antonio Herrero- Hay otros muchos casos en el Gobierno de gente que se ha separado y lo ha hecho con una discreción ejemplar. Un ministro de la época de Boyer, Lluch, que fuera ministro de Sanidad. Este señor se ha separado ¿ha aparecido alguna fotografía? ¿Hace ostentación de su situación?

Miguel Ángel Gozalo- Pero algo estará pasando sobre ese tema, Señor Juez, señor Zarraluqui, señor González Ballesteros, cuando en Inglaterra estos días según información que hemos podido ver estos días en los periódicos, se está discutiendo en el Parlamento Británico, una ley que regule la libertad de expresión y armonice el derecho a la información  con el derecho a la intimidad. ¿Usted conoce esta ley?

Juez- En España lo que ha habido en ese tema, no es tanto demandas por la intimidad, que son pocas, como demandas del honor. Alguien que se considera herido en su honor porque se ha dicho esto o lo otro y resulta que es verdad, el honor aquí no existe. El honor lo perdió cuando hizo eso.

Antonio Herrero- Eso es muy importante…

Zarraluqui- La injuria y la calumnia. La calumnia permite precisamente la prueba de la veracidad.

Antonio Herrero- Es que nosotros, por ejemplo, en ANTENA 3 yo tenía el caso de José María García, ni el famoso Porta ya desaparecido que resucitará , por asunto de estos tuvo a José María García en solfa durante mucho tiempo, con una constatación plena, un video emitido en la televisión, en el programa de Tola famoso en el que el perrito Oscar aquel, ya fallecido iba a hacer pipi, García lo grabó y lo emitió

González Ballesteros- Realmente la condena civil a José María García fue… ¿por los hechos que explicó o por la forma en que dijo los hechos que explicó?

Antonio Herrero- Aquella vez por los hechos que explicó, pero no hubo condena porque por defecto de forma el caso salió adelante. Ahora hay otro que está en cartera, que es el caso del turista este, Roca, este hombre de Alianza Popular y presidente de la federación, que es un hombre que ha estado tomando el pelo a todos los españoles diciendo que vivía en un pueblo y cobrando unas dietas, cuando en realidad vivía en Zaragoza, José María García a acreditado  ante los tribunales donde vivía este hombre y como ha cobrado dietas irregularmente, engañando al parlamento, a los aragoneses, a todos los españoles y llevándose un dinero que no tenía que haberse llevado y está todavía pendiente en el Tribunal Constitucional este asunto…

González Ballesteros- ¿Pero cómo se dice?

Antonio Herrero- ¿Cómo se dicen las cosas? Pues de una manera que te entiendan. Cuando se llama chorizo a una persona o se dice que es un sinvergüenza dicen que hayy un ánimo de atentar contra su honor. ¡Que se lo hubiera pensado antes de cobrar las dietas y no le llamarían nada! Estamos hablando del lenguaje de la calle.

Zarraluqui- Estamos hablando de dos cosas diferentes.

Juez- (…) Se debe ser optimista. Hay que ver la ética profesiona de los propios profesionales de la información y la creación de unos criterios profesionales claros, que pueden matizar los conceptos de honor, intimidad e imagen y dar una situación más segura

Miguel Ángel Gozalo- Pues lo celebraremos, señor juez, yo agradezco a los seis invitados que hayan acudido a ‘Derecho a Discrepar’ a hablar de un tema polémico pero de ineludible actualidad, el gran debate de esta semana en España. Creo que lo hemos hecho, a pesar de que han salido los nombres, porque era inevitable, un poco como nos pedía Valler en LA VANGUARDIA, no deslizarlos por la senda de la demagogia basada en el juico a personas públicas y la intimidad expuesta en evidencia, a la que nosotros, naturalmente respetamos nosotros y no queremos en modo alguno ofender. El derecho a la información estará en el punto en el que deba estar, sin duda. Y nosotros seguiremos contándoles las cosas que pasan en este país. La semana que viene hay un tema también controvertido para ustedes, es el legado Dalí, algo sobre lo que ha habido distintas opiniones, como saben ustedes muy bien y que nos gustará mucho conocer a fondo con opiniones diversas aquí, en ‘Derecho a Discrepar’. Una hora más de radio a través de Radio 5 y, deseándoles una noche feliz, agradeciéndoles su compañía, les deseo muy buenas noches.