27 noviembre 1999

Además acusa a Pedro J. Ramírez (EL MUNDO) de haber cobrado del CESID y a Luis María Anson (LA RAZÓN) de haber cobrado de la Guardia Civil cuando la dirigía Roldán, también acusa al juez Baltasar Garzón de haber cobrado hasta 1990

Rafael Vera acusa a los periodistas Carlos Dávila, Jaime Campmany y Lorenzo Contreras de cobrar de los Fondos Reservados con UCD

Hechos

  • El 27.11.1999 el periódico DIARIO16 recogió declaraciones de D. Rafael Vera sobre presuntos cobros de los Sres. Carlos Dávila, D. Jaime Campmany, D. Lorenzo Contreras y D. Luis María Anson.

Lecturas

El 27 de noviembre de 1999 el periódico Diario16 (Grupo Voz) dirigido por Luis Ventoso Castiñeiras  publica las acusaciones del ex secretario de Estado Rafael Vera Fernández Huidobro contra periodistas por haber cobrado de los fondos reservados durante la etapa de Juan José Rosón como ministro de Interior.

Entre los periodistas que lo habrían cobrado según la información que Diario16 estarían Carlos Dávila Pérez de Camino, Jaime Campmany Díez de Revenga, Lorenzo Contreras y D. Pedro José Ramírez Codina cifrándolo en 150.000 pesetas al mes. También asegurará que a D. Luis María Anson Oliart el director de la Guardia Civil, Luis Roldán, le pagó 100 millones de pesetas para que desde ABC mejorara la imagen de la Guardia Civil.

Jaime Campmany y Carlos Dávila anunciarán desde ABC que se querellarán contra Vera y Diario16, desde La Razón lo harán Anson Oliart y Contreras aunque retirarán su querella tras publicar un desmentido de Rafael Vera.

27 Noviembre 1999

LA ACUSACIÓN DE RAFAEL VERA CONTRA PERIODISTAS Y CONTRA GARZÓN RECOGIDA POR DIARIO16

Rafael Vera

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Contra periodistas:

«La lista de periodistas que cobraban de lo que durante la UCD se llamaba fondo de reptiles era muy extensa. En la última etapa de Rosón les pagaba el comisario Pedro García Juarranz. Algunos eran invitados a jugar con Rosón al póquer los sábados. Al acabar, Juarranz les entregaba los sobres. Carlos Dávila era uno de los fijos. Algunos estaban casi en nómina, como Campmany y Lorenzo Contreras. Por término medio, Rosón les pagaba 150.000 pesetas al mes. En aquel tiempo, Pedro J. Ramírez cobraba de los fondos reservados que administraba el CESID. Caso aparte es el de Luis María Anson: Roldán le pagó cien millones por encargarse de la imagen de la Guardia Civil. Nadie puede negar que gozó de excelente imagen». 

Contra jueces:

«A principios de 1990, el presidente de la Audiencia Nacional nos comentó que las medidas especiales de seguridad encarecían el gasto de la Audiencia. Tras un encuentro en el que participó Garzón, se decidió que se entregarían a la Audiencia Nacional dos millones de pesetas al mes, siempre a cargo de la partida de fondos reservados. Ese dinero se le entregaba a primeros de mes a la secretaria judicial de Baltasar Garzón, que se convirtió en administrador de los fondos reservados de la Audiencia. Cuando llegó Rafael Mendizábal a la Presidencia de la Audiencia, nos pidió que cambiásemos el procedimiento y que los dos millones se los hiciésemos llegar directamente a él.  Así se hizo. Y así siguió con Clemente Auger, al menos hasta 1995».

28 Noviembre 1999

UNA INFAMIA

Jaime Campmany

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Leo en algunos periódicos que Rafael Vera ha cometido la infamia de atribuirme la vergüenza de haber recibido dineros de los fondos reservados en tiempos de la UCD y acusando por tanto al ministro Juan José Rosón de haber dispuesto irregularmente de ellos, es decir, de haber cometido un delito semejante al que cometieron Rafael Vera y sus compañeros del Ministerio de Interior. Más me duelo de la mentirosa imputación a Rosón que de la falsedad contra mí, porque yo puedo decir hoy públicamente y a todo pulmón que Rafael Vera miente como un bellaco, y así lo digo. En cambio, Rosón está muerto, y tiene la memoria limpia pero la boca cerrada.

Al conocer la delirante afirmación de Rafael Vera, he telefoneado a Pedro García Juarranz, a quien Vera ha atribuido el oficio de repartidor de sobres a los periodistas, y a mí entre ellos. Antes aún de que pudiera preguntarle si él había inventado esa vileza, García Juarranz, me aseguró, con sorpresa e indignación que jamás ha dado dinero a un periodista, ni ha visto que se le diera, ni ha dicho nunca ocsa que se le parezca, y que de sus palabras podía hacer yo desde este momento el uso que me pareciera oportuno además de estar dispuesto a ratificarlas ante quien fuese, incluidos los tribunales de justicia.

A ellos recurriré, naturalmente, aunque comprendo que la condena que pueda merecer la afirmación injuriosa de rafael Vera es un grano de arena en el mar comparada con las penas que ya le han sido indultadas y las que previsiblemente le caerán en las causas que tiene pendientes. Ya sé que en las difamaciones como ésta que sufró hoy, del agua vertida, la mitad recogida. Pero las personas decentes no tenemos otro recurso ante los difamadores que proclamar la verdad y acudir a los jueces. Y eso es lo que hago.

Reciba, señor director, mi gratitud y mi abrazo.

Jaime Campmany

27 Noviembre 1999

JAMÁS RECIBÍ DINERO

Carlos Dávila

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Del Rey Abajo Ninguno, escribía ayer. Y así ha empezado a ser. La fábrica de escatología gerenciada por Rafael Vera está lanzando sus siguientes productos. Uno de ellos está dedicado a este cronista. Un periódico de Madrid [DIARIO16] sin consulta previa al interesado, ha dado pábulo a la más sucia insidia, una calumnia que relaciona al periodista con el cobro de una sustanciosa, por repetida, cantidad de fondos reservados en la época del fallecido ministro Juan José Rosón. La especie se adorna con elementos aún más repugnantes, como es el que, según la deslizante maquinación, el dinero se entregaba en mano después de que se cumpliera una partida de póker con el títular del Deparamento y algunos ejecutivos más en la propia sede de Interior. Se asegura incluso que el portador del cohecho era un policía (o policía o guardia civil), García Juarranz, que luego colaboró con Vera en la Secretaría de Estado de Interior como director de Extranjería o algo similar.

La imputación ya está en poder del correspondiente abogado que decidirá el procedimiento jurídico más adecuado para la respuesta. Con personajes del jaez del ex secretario de Estado (¡Dios mío!) para la Seguridad no existe otro camino más correcto. Mientras tanto, dos o tres precisiones obvias: ni un solo céntimo de los fondos reservados que administraba Rosón llegó nunca, nunca, jamás, a mi bolsillo. Todos los colaboradores del ministro, felizmente vivos, pueden acreditar la veracidad de este aserto. Carezco de interés por el poker y solo con tres amigos, tan inexpertos como yo, jugué en una noche de sábado. Nunca más. El citado Juarranz debe atestiguar si es que no es cómplice de Vera y en consecuencia carece de dignidad y honor, que nunca, tampoco nunca, entregó a este cronista la menor cantidad de dinero. Y poco más. No han conseguido los protagonistas del complot del GAL el mínimo amedrentamiento, ni más leve ruptura de nervios. Seguimos en el mismo sitio. Eso sí, tomando todas las precacuciones posibles. En todos los ámbitos. Sobre todo, el personal.

Carlos Dávila