Repentina muerte del Presidente de la COPE, Álvaro García Lomas, por derrame cerebral

A toda persona que ha sido una figura relevante en la vida económica de un país siempre se le recuerda por un hecho destacado. Muchos recordarán a Alvaro García-Lomas por haber sido el hombre que luchó en primera línea para que España se desprendiese de uno de sus mayores recuerdos industriales: Seat. Como responsable máximo de la empresa automovilística (fue consejero delegado), García-Lomas se pasó días enteros reunido con los exigentes alemanes para venderles una empresa que perdía dinero hasta por las esquinas. Por fin, en 1986, la Sociedad Española de Automóviles Turismo se fue a manos de Volkswagen y con ella la España de los Planes de Desarrollo. Alvaro García-Lomas, padre de ocho hijos, nació en Madrid el 1 de enero de 1947, el año en que España era una isla en el mundo. Su buena educación, su título de licenciado en Económicas y sus imponderables relaciones con el Opus Dei y con la Conferencia Episcopal le hicieron el camino más corto y más seguro. En 1973 Alvaro García-Lomas fundó junto con varios amigos y conocidos el Instituto de Empresa, escuela de jóvenes leones de la economía. En 1977 su carrera profesional empezó a salirse de la órbita de lo cotidiano para entrar en esferas más elevadas. Fue un director administrativo de Campsa, cargo donde conoció a los que después serían sus inseparables amigos en los negocios. En 1980, pasó a sentarse en el sillón más ejecutivo de Seat, el del consejero delegado. Por más que lo intentó, García-Lomas no pudo inyectar vitalidad en un diplodocus que, como todos los dinosaurios, estaba condenado a desaparecer. Fue entonces, cuando comenzaron las negociaciones con los alemanes. Pasada esa etapa, Alvaro García-Lomas, sin imaginarlo, entró en el peor periodo de su vida. En 1986 fundó con sus viejos amigos Eurocapital, un huevo que daría lugar a numerosos polluelos: Banco Europeo de Finanzas, Ecofinance, etcétera. Con el auge de la Bolsa de los dorados ochenta (de 1986 a 1989) el negocio creció. En 1989 Repsol, la mayor empresa española, salió a Bolsa. Aquello fue la locura. Era como comprar duros a peseta. La sociedad de García-Lomas se inventó unos compradores en Suiza a los que endosó una serie de acciones. Cuando la Comisión de Valores investigó el asunto, descubrió que no existían esos ciudadanos suizos. Le abrió un expediente y la multó. El año pasado, siguiendo con el colapso financiero de este país, el Banco Europeo de Finanzas fue intervenido por el Banco de España. Varios de sus socios ingresaron temporalmente en la cárcel. Este affaire deterioró su fama como hombre de negocios. Afortunadamente, una mano redentora le había situado en la presidencia de la Cope. El lunes, mientras viajaba en el Tren de Alta Velocidad hacia Sevilla, sufrió un derrame cerebral. El tren paró en Ciudad Real desde donde García-Lomas fue trasladado urgentemente hasta Madrid.

La muerte de Álvaro García Lomas, presidente de la COPE desde el 13 de febrero de 1991, ha abierto el tarro de las incógnitas en la Cadena que dirige José Andrés Hernández. Bernardo Herráez, consejero delegado de la Cadena, se perfila, según fuentes de la Iglesia consultados por ABC, como el nuevo hombre fuerte de la emisora.

Bernardo Herráez, que estaba considerado, según fuentes de la Iglesia, como uno de los principales rivales de Álvaro García Lomas, pertenece al sector de la cadena radiofónica que desde hace tiempo mantiene un duro enfrentamiento en el que cuenta con el beneplácito de Ángel Suquía.

García Lomas, que contaba con el apoyo incondicional de Suquía, se vio sometido en los últimos meses, según ha señalado a ABC, Bernardo Melero, consejero económico de la Iglesia y amigo personal del fallecido, a duras presiones por parte de Herráez.

Melero, que tacha a Herráez de ‘mitra frustrada’, dice que éste provocó la salida de Luis del Olmo de la emisora. «Es una lástima que se haya agotado una vida y, en gran parte, por la culpa de personas tan incapaces. El único pecado cometido por Álvaro fue soportar las insidias de Herráez».

La Cadena COPE, que en la última Junta General de Accionistas, aprobó una ampliación de capital cercana al 20%, sacará en septiembre a la venta un nuevo paquete de acciones. Esta operación tendrá que efectuarse con el visto bueno del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, que según ha podido saber ABC de fuentes de la Iglesia, podría perder la mayoría absoluta. En la actualidad, la Conferencia Episcopal tiene un 51%.

Sectores católicos.

En este sentido, la voz de la Iglesia ya se ha dejado oír: los nuevos socios deberán ser seglares católicos que puedan contribuir a realizar una gestión eficaz en la emisora, pero sin perder su carácter confesional.

Respecto a qué persona podría sustituir en la presidencia a García Lomas, un portavoz de la Cadena COPE señaló ayer a ABC que el Consejo de Administración de la compañía tiene prevista una reunión para el día 21 y que en él se detemrinará quién asumirá la presidencia, ya sea con carácter provisional o definitivo.