28 mayo 1998

Acusado de 'blando' durante su etapa se ganó la Liga de Campeones por primera vez desde hacía 32 años

El presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, despide a Jupp Heynckes como entrenador a pesar de haber ganado la Séptima

Hechos

El 28.05.1998 D. Jupp Heynckes fue reemplazado como entrenador del Real Madrid para ser reemplazado por D. José Antonio Camacho.

Lecturas

El periódico MARCA (Grupo Recoletos) dirigido por el Sr. Manuel Saucedo tituló en portada «Lorenzo Sanz le dio las gracias Y ADIOS», dentro de la línea de apoyo habitual del periódico deportivo a las decisiones del presidente del Real Madrid.

SanzContraHenkes El diario AS (Grupo PRISA) dirigido por D. Alfredo Relaño publicó uan entrevista al presidente del Real Madrid, D. Lorenzo Sanz, en la que este acusa al Sr. Heynckes de haber ‘menospreciado’ a la plantilla, para explicar su decisión de despedirle.

camacho1998  El nuevo entrenador del Real Madrid será D. José Antonio Camacho.

29 Mayo 1998

Quien lo iba a decir

José Vicente Hernáez

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Los partidos duran noventa minutos y las temporadas nueve meses. Qué lejos queda ya aquella paliza del Real Madrid al Barcelona en la Supercopa. Aquel 4-1 en el Bernabéu que llevó a decir a Lorenzo Sanz estas palabras: “Hemos visto más fútbol en noventa minutos que en toda la temporada pasada”. Nueve meses después, ebrios de gloria todavía por la consecución de la séptima Copa de Europa, los aficionados del Real Madrid reclamaban a través de MARCA, el regreso de Fabio Capello.

De nada le ha servido a Heynckes conquistar la Séptima. Su marcha estaba cantada desde hace tiempo. El alemán, impasible el alemán, negó la evidencia hasta el último momento, a base de culpar siempre a los periodistas. Incluso llegó a hablar de malos tratos. Pues bien, cuando ayer le llamó Lorenzo Sanz ya sabía lo que le esperaba: se le oyó decir en la COPE la noche anterior.

El presidente, por cierto, comunicó la noticia en plena calle, en una acera, con tantos periodistas a su lado que hasta provocó un pequeño caos circulatorio. Y tampoco ésas parecen maneras de anunciar una noticia de tal calibre. El Real Madrid es el Real Madrid. Siete copas de Europa. El mejor club del siglo. El más laureado de la historia. ¿Se merece eso?

Heynckes llegó realmente a pensar que la séptima Copa de Europa podía evitar su cese. Iluso. Llevaba mucho tiempo sentenciado. Desde que perdió en Mendizorroza con el Alavés. Pero no se irá de vacío. Se llevará una “morterada”. Como tiene que ser, claro. No va a perdonar una peseta. Normal. Al Tenerife le ha estado reclamando cinco millones hasta hace poco. Pero se lo ha ganado. Quién le iba a decir al Real Madrid que Heynckes le daría la Séptima.

José Vicente Hernáez

29 Mayo 1998

Heynckes: adiós con el corazón

Alfredo Relaño

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Frío, soso y con color de salmonete. Incluso le llamaban en voz de baja El Salmonete en algunos círculos del club. Un buen hombre, sin duda. Demasiado bueno para este mundillo atrabiliario del fútbol de alta competición, hecho de vanidades, de rivalidades periodísticas, de histerias colectivas, de casualidades mal entendidas. Heynckes dio permiso en agosto a Mijatovic y Suker para dejar la concentración en Mallorca e ir a Puerto Portals a ver qué barco querían comprarse; en octubre dejó ir a Hierro y Redondo al homenaje a Baresi en vísperas del Barça-Madrid. Y así, siguiendo, hasta estos días en que Panucci se escaquea con descaro.

Víctima de su condescendencia, de su propia debilidad, Heynckes ha acabado por ser algo así como un huésped molesto en este Madrid campeón de Europa. Un jefecillo blandurrón y consentidor al que no atribuimos ningún mérito en el logro histórico que supone esta Copa de Europa, 32 años después.

Y sin embargo no esoty seguro de que seamos justos con él. Quizá haya sido más sabio de lo que pensamos. Quizá lo suyo ha sido un laissez faire, laissez passer, le monde va de soi meme, al estilo de Molowny. Quizá haya sido consciente de la situación. Quizá haya mirado para otro lado porque le ha parecido lo más sabio y lo más prudente. Quizá haya dejado cuerda larga a sus superestrellas, confiando en que a la hora de la verdad acudirían todos, como un solo hombre, a la batalla final, dispuestos a todo. Quizá haya sido el hombre del a séptima. Nunca lo sabremos. En todo caso, adiós con el corazón.

Alfredo Relaño

29 Mayo 1998

Fernando Hierro, lo suyo debe ser jugar y callar

Paco González

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Uno de los mejores juzgadores del Madrid (y probablemente del mundo en su puesto), Fernando Hierro, ha dicho esta semana que ‘lo que no puede ser es que el club haya estado buscándole sustituto a Heynckes desde hace seis o siete meses”.

El razonamiento de Hierro es lógico, pero rechina precisamente cuando viene del malagueño. Lo dice él, que tras el primer choque de Liga – empate a uno con el Atlético en el Bernabéu en un partido que no pudo disputar por arrancar la liga cumpliendo un partido de sanción-comentó en un restaurante que aquel partido con Capello no se hubiera escapado (y a Jupp se lo contaron inmediatamente). Lo dice él, que lleva todo el año diciéndole de Pirri que ‘este tío es muy malo y hay que echarlo’; él, que lleva todo el año hablando de y con Capello.

Sólo la gente más cercana a Heynckes sabe las barbaridades que el entrenador alemán soltó de Hierro después de que el Madrid perdiera un lunes en el Santiago Bernabéu contra el Valencia; aquél partido no lo jugó Hierro, a pesar de tener el visto bueno del doctor; Heynckes pensó que se había borrado se subió al coche, con su mujer y con su representante, Enrique Reyes, y – se quedó a gusto.

Pero así se escribe la historia. Resulta que el malo es el club. Querido Hierro, aprende de Redondo, al que Heynckes ha puesto en público como ejemplo de jugador y persona.

Paco González