31 agosto 2013

La productora La Fábrica de la Tele seguirá encargándose de la noche de los sábados, pero con un nuevo programa presentado por Emma García y titulado 'Abre los Ojos y Mira'

Mediaset suprime ‘El Gran Debate’ de Jordi González y lo reemplaza por ‘Abre los Ojos y Mira’ con Emma García

Hechos

El 25.07.2013 el canal de televisión TELECINCO, de Mediaset España, comunicó que el programa ‘El Gran Debate’ que La Fábrica de la Tele emitía para aquel canal dejaría de emitirse a partir de septiembre.

Lecturas

EL ÚLTIMO FICHAJE DEL PROGRAMA FUE BEATRIZ MONTAÑEZ

beatrizmontañez_gran_debate Durante su último mes de emisión, en julio de 2013, ‘El Gran Debate’ contó con un último fichaje. Dña. Beatriz Montañez como co-presentadora. Para reemplazar a Dña. Sandra Barneda que durante el verano se haría cargo de las mañanas de TELECINCO. La actriz Sra. Montañez había sido célebre por su etapa en el programa de Globomedia ‘El Intermedio’, emitido en LA SEXTA.

EL REEMPLAZO: EMMA GARCÍA

emma Dña. Emma García reemplazó a D. Jordi González al frente de la noche de los sábados con el programa ‘Abre los Ojos y mira’, que en su comienzo no logró mantener el liderazgo.

DESPEDIDA DE JORDI GONZÁLEZ Y ‘EL GRAN DEBATE’:

28 Julio 2013

Éxito indiscutible en ‘El Gran Debate’

Luis María Anson

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Has tenido el honor, querido Jordi, de ser pisoteado por las pezuñas de algún dirigente letrinal. Por eso, frente a las cicaterías de unos y los sarcasmos de otros, te felicito públicamente por la gran labor realizada.

Querido Jordi…

En más de una ocasión he escrito que en tus programas de televisión has demostrado calidad periodística, sentido de la actualidad, capacidad de comunicación con el gran público. Por eso el éxito te ha acompañado siempre y los premios más prestigiosos subrayan tu carrera.

En ‘El Gran Debate’ has demostrado una vez más la objetividad que te distingue y has realizado entrevistas, disparando las preguntas a quemarropa a políticos del más diverso pelaje, sin dejarte acongojar por las volteretas de algunos. Además has sabido prestar atención a las manifestaciones de la cultura, ese viento, como diría Valle-Inclán, que se retuerce ululante y soturno, en la vida española. Intelectuales de primer orden, actrices de relieve, actores singulares, directores y artistas han debatido contigo y con tus colaboradores en un espacio estelar que ha proporcionado a TELECINCO largos y continuados éxitos.

Así es, mi querido Jordi, que, ahora, cuando tu programa llega a su fin, te pongo estas líneas que son las de un espectador agradecido por el magisterio con que has dirigido y presentado un espacio especialmente difícil. También las de un compañero profesional que conoce lo complicado que es hacer televisión de éxito. Has tenido el honor, querido Jordi, de ser pisoteado por las pezuñas de algún dirigente letrinal. Por eso, frente a las cicaterías de unos y los sarcasmos de otros, te felicito públicamente por la gran labor realizada. Habrás tenido defectos, claro, como los tenemos todos, pero, en sus líneas generales, en el balance entre lo positivo y lo negativo, tu Gran Debate ha sido un ejemplo de calidad audiovisual y de seriedad profesional. Un éxito, en fin, en el que sería injusto olvidar al equipo que contigo ha colaborado.

Luis María Anson

26 Julio 2013

El último giro de 'La Noria': balance de un programa 'asediado' por la hipocresía

J. F. Lamata

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'La Noria', encargada a Adrián Madrid-Óscar Cornejo sería un programa mucho más criticado, por no decir linchado, que su antecesor, prácticamente uno de los programas más linchados de la historia de la televisión.

Allá por agosto de 2007, TELECINCO anunciaba la supresión de ‘Sábado Dolce Vita’ y la creación de un nuevo programa de televisión para las noches de los sábados, que iba a incluir algo de política.

Teóricamente, la desaparición de ‘Salsa Rosa’ (que, al igual que su sucesor, también cambió de nombre) se producía dentro de una estrategia de la cadena de Fuencarral para blanquear su imagen que también incluía cepillarse ‘A Tu Lado’ de Emma García. De ser así, la estrategia blanqueadora no resultó.

‘La Noria’, encargada a Adrián Madrid-Óscar Cornejo sería un programa mucho más criticado, por no decir linchado, que su antecesor, prácticamente uno de los programas más linchados de la historia de la televisión.

El éxito de Jordi González

La elección de Jordi González para presentar el programa fue mal recibida. Los críticos se pitorrearon de aquella elección, por considerar que el presentador catalán era ‘el gafe de la televisión’ en aquel momento.

Sus dos últimos proyectos televisivos, ‘La Casa de Tu Vida’ y ‘Díselo a Jordi’, habían sido sendos fracasos. A ‘La Noria’ / ‘El Gran Debate’, bajo la batuta de Jordi se le podrá acusar de muchas cosas, pero no la de fracaso. Ambos programas mantuvieron con éxito el liderazgo de audiencia de la noche de los sábados que habían heredado del programa de Santi Acosta, y lo han hecho con éxito durante los seis años que ha durado el formato.

El auge de las tertulias periodísticas

En los primeros programas de ‘La Noria’ parecía que aquello iba a ser una especie de reedición de los debates de ‘Moros y Cristianos’, que el propio Jordi había presentado tiempo atrás. Temas polémicos y crispantes como la prostitución, la virginidad o la homosexualidad con tertulianos que podían ir desde los Giménez Arnaú y Polainos, hasta los Ynestrillas.

No obstante, poco a poco el programa fue evolucionando y empezó a ganar peso ‘la mesa política’ en un momento en que las tertulias políticas se habían puesto de moda gracias a Globomedia y sus ’59 Segundos’. A partir de ‘La Noria’ incrementaron su fama de una manera espectacular tertulianos como Enric Sopena, Miguel Ángel Rodríguez, Isabel Durán, María Antonia Iglesias, Alfonso Rojo, Ernesto Ekaizer o Alfredo Urdaci. A través de ellos pudimos ver los puntos de vista de ‘las dos Españas’ en todos los sucesos políticos de la segunda legislatura de Zapatero y parte de la de Rajoy. Y, de paso, también pudimos ver que los modales de nuestros periodistas no se diferenciaban demasiado de los de un Giménez Arnau o un Ynestrillas.

Pero si es un hecho que las discusiones políticas de ‘La Noria’ no eran, precisamente, un intercambio de argumentos para enriquecimiento cultural, sino la versión moderna de las viejas luchas de gladiadores en el coliseo, lo que nadie podrá negar es que el programa lograba captar la atención de sus espectadores que difícilmente bostezarían ante tantos despellejamientos que han dejado frases célebres como «¿de qué pizzería te has escapado tú?», que dijo el director de un digital a otro, o el «machista cabrón» de una ex directiva de TVE a un ex Secretario de Estado. La mala uva de las columnas periodísticas trasladada a un plató, para recordarnos que los periodistas son tan humanos como los colegas de taberna.

La actualidad mediática

Uno de los méritos que nadie le podrá negar a ‘La Noria’ / ‘El Gran Debate’ es que se mantuvo en vanguardia de toda la actualidad mediática. En un país en que los medios de comunicación grandes suelen plantear dificultades para hablar de las empresas del sector, bajo las cámaras de Jordi González vimos tratar directamente todas las principales polémicas del momento, desde la marcha de Jiménez Losantos de la COPE a la querella contra García Serrano en Intereconomía.

¿Echaban a Melchor Miralles de Veo7? Aparecía para contarlo ante Jordi González. ¿Patadón a Paco González en la Cadena SER? A ‘La Noria’ a contar su versión. ¿Polémica por la portada de La Razón por ‘los malos estudiantes’, ahí que estaban las cámaras del programa de Telecinco para dar la versión de LA RAZÓN y de los estudiantes. ¿Pilar Rahola era despedida y luego readmitida del Grupo Antena 3? Se analizaba. ¿ERE en El País? Se comentaba. ¿Resines cargaba contra Plural? ¡A contarlo! ¿Puigcorbe contra Globomedia? A contarlo. El programa abrió su plató a un tipo de polémicas que, hasta ese momento, sólo se veían en digitales.

Junto con eso, una destacable sección de entrevistas de trayectoria por la que se revelaron muchos célebres sucesos político-mediáticos con personajes queridos como Luis del Olmo o detestados como Emilio Rodríguez Menéndez.

Políticos se rinden ante el show

La presencia del ministro José Blanco en ‘La Noria’ en mayo de 2010 desató la ira de algún periódico, que se irritaba de la presencia de un político en un programa que igual hablaba de los trajes de Camps que de Mourinho o de Belén Esteban; como si en ese periódico no se hablara desde temas deportivos hasta otros de puro cotilleo (las ganas del papel de tener el monopolio de ser multitemáticos).

Al igual que Blanco, por allí que pasaron Tomás Gómez y Trinidad Jiménez para hablar de las primarias, Artur Mas y Jose Montilla para hablar de las catalanas, José Bono, Carla Antonelli, Cándido Méndez o Marina Geli. Los políticos tuvieron que rendirse ante la audiencia de Jordi González.

Desde el Estatut al caso Bárcenas fueron tratados –o más bien gritados– por los tertulianos de ‘La Noria’/’El Gran Debate’. Digan lo que digan sus detractores, no sólo fue un programa periodístico, sino que fue probablemente uno de los programas periodísticos de mayor audiencia.

Tema aparte es preguntarse por qué los espectadores españoles prefieren enterarse de noticias por los chillidos tertulianoides.

El linchamiento de los hipócritas

Desde su estreno el programa fue objeto de ataques furibundos. Pero si parte de los contenidos del programa de ‘La Fábrica’ generaban rechazo, no era mucho menor la hipocresía de los atacantes.

«¡Los de ‘La Noria’ son una panda de hijos de puta! ¡Habría que arrojarlos desde la atracción de feria!», dijo el presentador de una cadena de la competencia en 2007 ante el aplauso de todos los críticos, con más interés en vapulear a ‘La Noria’ que en analizar lo que suponía que un programa guionizado incluyera tales insultos.

Despreciar a ‘La Noria’ se convirtió en lo ‘guay’, lo ‘políticamente correcto’, lo que estaba de moda. Jordi entraba en el club de los presentadores de TV a los que sólo se podía citar en prensa para vapulearles. Antes que él entraron en ese club Julián Lago, Sardá, Nieves Herrero, Pepe Navarro o Jorge Javier. Es el de los presentadores de programas que triunfan sin que nadie reconozca verlos.

Programas con tertulias políticas casi idénticas a las de ‘La Noria’ la hacían ascos, una incoherencia en la que también participó al responder el propio Jordi González, protagonizando situaciones absurdas como ver cruces de ataques entre ‘El Gato al Agua’ y ‘La Noria’ cuando la mitad de sus tertulianos eran los mismos.

La hipocresía estaba servida. Si lo hacían otros estaba bien, pero si lo hacía ‘La Noria’ era porquería. Las broncas políticas en las TDT o en ’59 Segundos’ eran muestra de pluralidad, pero en ‘La Noria’ eran ‘mierda’. Si INTERVIÚ entrevistaba a Violeta Santander para decir barbaridades, era culpa de Violeta Santander. Si ‘La Noria’ entrevista a Violeta Santander para decir barbaridades, era culpa de ‘La Noria’. Si la madre del Cuco iba a ANTENA 3 a defender a su hijo, se cargaba contra la madre del Cuco; pero si iba a hablar a ‘La Noria’, se cargaba contra ‘La Noria’. Profesionales que sabían que habían hecho cosas similares en sus cadenas callaban mientras se zurraba a ‘La Noria’/’El Gran Debate’.

Cuando toda la televisión se cimenta en el arte de despellejar, que una parte de de los despellejadores critique a los otros, precisamente por despellejar supone fariseismo por antonomasia.

Muchas son las críticas merecidas que se deben lanzar contra ‘La Noria’/ ‘El Gran Debate’, y tal vez tengan sentido si se lanzan desde los tribunales morales o desde los tribunales de la ética. Pero no si se lanzan desde tribunales mediáticos o periodísticos, puesto que esas críticas sonarán más a la crítica del mal perdedor, del incoherente que critica linchamientos mientras busca fama a costa de linchar, cuando no del enrabietado que critica como protesta porque no le invitaran a la función.

Ahora vuelve Emma García y se anuncia una temática más social. ¿Acaso un retorno al estilo ‘Dolce Vita-A Tu Lado’? Sea lo que sea, ni se puede quitar a ‘La Noria’ su puesto en la historia de televisión y el periodismo / ‘bronquismo’, ni a los críticos su derecho a que ya preparen artículos para decir que el futuro programa de Telecinco será otra ‘telebasura’.

J. F. Lamata