15 febrero 1994

Antes del escándalo, el 28 de enero, ya se había anunciado el fin del programa por su poca audiencia, pero Wyoming y Trueba han aprovechado las circunstancias de su cierre para presentarlo como 'una censura'

TVE adelanta la supresión de ‘El Peor Programa de la Semana’ del Gran Wyoming por intentar una entrevista a Quim Monzó después de que este ridiculizara a la infanta Elena

Hechos

El 15.02.1994 la dirección de RTVE, a propuesta de la directora de contenidos, Dña. Victoria Lafora, decidió la supresión de ‘El Peor Programa de la Semana’ que dirigía D. Fernando Trueba.

Lecturas

TVE YA HABÍA DECIDIDO PRESCINDIR DE WYOMING EL PROGRAMA ANTES DE LA ENTREVISTA A MONZÓ

(La prensa recogió ya el 28 de enero, antes de la entrevista a Monzó de febrero, que no iba a renovar el programa del Gran Wyoming)

Casi un mes antes del escándalo, la dirección de TVE ya había comunicado a los responsables de ‘El Peor Programa de la Semana’ su decisión de poner fin a este espacio por su poca audiencia y su elevado presupuesto. Los responsables del programa decidieron despedirse con polémica y realizar en el que iba ser su último programa al trasgresor Sr. Quim Monzó, que participó en un programa de TV3 que causó gran polémica por humillar a la Infanta Elena sacando imágenes de su cara a cámara lenta mientras lloraba y le salían mocos.

Al enterarse la directora de Programas de TVE, Dña. Victoria Lafora, de aquella invitación se negó a ello por ser contraria a que en una televisión pública «se humillara a una mujer», la negativa de los responsables de ‘El Peor Programa de la Semana’ a aceptar lo que ellos consideraban ‘un veto’ al Sr. Monzó, la Sra. Lafora anunció el fin de emisión del programa, lo que probablemente contribuyó a incrementar más el escándalo que lo que hubiera pasado si el programa se hubiese emitido.

PROTAGONISTAS DE LA POLÉMICA

fernando_trueba D. Fernando Trueba era el director de ‘El Peor Programa de la Semana’ de TVE.

david_trueba D. David Trueba, hermano de Fernando, le ayudó a dirigir ‘El Peor Programa de la Semana’ de TVE

lafora Dña. Victoria Lafora, directora de contenidos de TVE, decidió adelantar la supresión del programa después de que el Sr. Trueba desobedeciera a la dirección e invitara al Sr. Quim Monzó.

quim_monzo  D. Quim Monzó había logrado mucho popularidad en 1994 a base de mofarse de la hija del Rey en TV3, el hecho de que fuera invitado a ‘El Peor Programa de la Semana’ desató la rechazo de la cúpula de RTVE.

LA ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DEFIENDE EL DERECHO DE TVE A CANCELAR A WYOMING: «LLAMAMOS CENSURA A CUALQUIER COSA». 

El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, D. Jesús de la Serna Gutiérrez Repide manifiesta el 16 de febrero de 1994 a Servimedia a no emitir el programa ‘El Peor Programa de la Semana’: «No creo que sea un atentado contra la libertad de expresión, sino que está en juego la libertad que pueda tener el director de TVE para tomar una decisión. Llamamos censura a cualquier cosa. Cuidado con la palabra, la censura es una cosa que te viene de unos poderes determinados, yo he vivido la censura de verdad. Esta es una censura en letra menor del propio medio sobre sí mismo, que determina que ese programa no sale. El director de TVE tiene toda la legitimidad de decidir no emitir un programa porque es el responsable de lo que emita. El director tiene derecho a vetar todo el material que se pueda emitir bajo su criterio mientras sea el director».

17 Febrero 1994

A cuerpo de rey

Quim Monzó

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La cosa funciona así: te llaman, te invitan, tú aceptas encantado y lo anotas en la agenda.

Llega el día, coges el coche, vas al aeropuerto, subes al avión, escuchas los saludos del comandante, la curiosa pronunciación inglesa, la cursi grabación en catalán. Lees la prensa, llegas a Barajas, tomas un taxi, te vas al hotel (Miguel Ángel, cinco estrellas) echas una meadita, te lavas la cara, sales a pasear, entras en un bar, pides una cerveza y te la sirven acompañada de una tapa. Valoras positivamente esa costumbre ausente de los bares barceloneses. Pagas, sales. Otra cervecita en La Segoviana, también con tapa de regalo. Otra en la Taberna Andaluza. Y, ya sin más, al Asador Frontón. Allí te invitan a almorzar: pimientos de Padrón, espárragos, envidias, chuletón de buey y un Viña Ardanza. Acabado el almuerzo, los que te invitan se van a lo suyo. Tú, taxi hasta el hotel y (como el rioja te ha dejado cabezón) siesta hasta las 7 y pico. Después, ducha e inauguración del minibar. ¿Coca-cola? Coca-Cola.  Te vistes y esperas que vengan a buscarte.

Pero, en vez de eso, te llaman para decirte que no vendrán: no hay programa. Sales directamente a pasear y, cuando te cansas, de nuevo taxi. Calle de las Postas, plaza Mayor, pescadito frito en La Torre del Oro. ¿Una visita al sex-shop de la calle de la Montera? ¡No se hable más! Después, pasito a pasito hasta Chicote. Gintónics. Al cabo de un rato, para cambiar de aires, más gintonics en el Cock, justo detrás. A las 2, un taxi y a dormir. Al día siguiente te levantas sin prisa, con la satisfacción del deber cumplido. Almuerzas leyendo la prensa. Acto seguido, taxi al aeropuerto y fin de la bonita excursión turística.

17 Febrero 1994

TVE vuelve a las andadas

EL PERIÓDICO (Director: Antonio Franco)

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Como en los peores tiempos de la censura, el escritor Quim Monzó fue vetado por TVE para el espacio ‘El peor programa de la semana’. El programa al final se suspendió por la solidaridad que mostraron hacia el escritor las demás personas que iban a intervenir.

La decisión de TVE no respondía a una cautela sobre lo que el escritor pudiera decir. Era un veto personal, puro y duro, atribuible a la participación de Monzó en el polémico programa de TV3 ‘Persones Humanes’ dedicado a la infanta Elena. Es verdad que aquel programa no resultó especialmente glorioso. Recordemos que Jordi Pujol se excusó de su contenido ante la Zarzuela. Pero la culpa no fue, evidentemente, de Quim Monzó. ¿Tomará la misma represalia TVE respecto al President de la Generalitat, que asumió frontalmente su responsabilidad política por el carácter público de la cadena catalana? ¿Dejará de aparecer Pujol en Televisión Española?

Pero además de esa incoherencia, es grave que la televisión pública haya actuado frente al escritor como lo hacía durante el franquismo, cuando tantos escritores, cantantes, catedráticos y personas de todo tipo estuvieron en las llamadas listas negras de TVE y de las JONS. Los tics perviven. Cuando la cadena estatal rezuma más telebasura que nunca, se toma la molestia de vetar a un escritor. Y además lo hace en silencio, sin abrir un debate sobre el reflejo de la monarquía en los medios de comunicación o el respeto que merece Elena de Borbón. Es una sinrazón y TVE debería enmendarla pública y urgentemente.

19 Febrero 1994

Un error de cálculo

Rafael Torres

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Hay que agradecer a TVE sus esfuerzos por desmantelar la ambigüedad, el equívoco, por dejar claras las cosas: el que se mueva, no sale en la foto. El Gran Wyoming, que venía de moverse en la noche autonómica madrileña, y que por ello fue contratado por la cadena estatal, se ha movido, al parecer, demasiado, y no sólo no va a salir en la próxima foto, sino que le han mandado el motorista.

No quiero creer, aunque Televisión Española se empeña brutalmente en vencer mi escepticismo, que el deceso de Wyoming se debe al tira y afloja suscitado por la abortada presencia en su programa de Quim Monzó, un escritor al que TVE quiere hacer famoso. No quiero creer que la liquidación de El peor programa de la semana tenga algo que ver con la deriva que anunciaba Wyoming llevando a su predio a un ciudadano que había osado meterse un poco con la institución monárquica, aunque, la verdad, no sé por qué no me lo creo, pues la crítica a la Corona sigue siendo tabú.

Lo cierto, en cualquier caso, es que le han dado la licencia absoluta a Wyoming, y no contentos con eso, los jerifaltes de la Casa se han sentido en la obligación de mostrarse todavía un poco más mezquinos y han dicho que se sentían defraudados por el poco éxito de público, que no de crítica, del programa. Podían, después de todo, haberse callado, haber cumplido estrictamente con su obligación de arrancar la mala hierba y haberse callado, pues demasiado saben que al contratar a Wyoming no ficharon a un Merlín de audiencias masivas, a un hacedor de crímenes, penes truncados, tetas, culos, vísceras, desaparecidos o amores cutres, que es, según les consta, lo que encandila a las multitudes.

La gente que va por libre, como Wyoming, interesa a las cadenas, pues se las sabe dueñas del secreto de seducir a ese sector de la audiencia que odia la televisión, pero resulta peligroso ceder a la tentación de hacerse con sus servicios. No todo el mundo, por mucho que hoy se piense lo contrario, hace dejación de sí, de su talento y su libertad, y se vuelve blando, y ñoño, y servil, a cambio de un poco de fama y dinero, y tal vez, aunque no estoy seguro, ha habido en los que ficharon a Wyoming un error de cálculo: esperaban su domesticación, cuatro chistes presuntamente atrevidillos, un par de transgresiones suaves, y el chico ha salido con que quería entrevistar a Quim Monzó. Se acabó El peor programa de la semana; ahora serán todos igual de malos.

20 Febrero 1994

Más Wyoming

Carmen Rico-Godoy

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Es bastante alucinante lo que ha sucedido con el programa del Gran Wyoming en la televisión pública, justo además en La 2, que se supone que está destinada a las minorías minoritarias.

Se supone que ‘La 2’ existe precisamente para emitir programas especiales, experimentales, diferentes, inhabituales, todos los que por su formato o contenido no tienen cabida en la parrilla dirigida al llamado Gran Público. Programas que interesan a diferentes pequeños públicos.

‘El peor programa de la Semana’ era uno de ellos y no hacía honor a su nombre sino todo lo contrario. Era un programa que no se parecía a ningún otro, lleno de humor – que no de gracietas ni de chistes de Lepe – de inteligencia, de afán por encontrar cosas nuevas, de ir más allá de los tópicos, de la vulgaridad y de la mediocridad reinantes. Sin ir más lejos, el decorado de Gerardo Vera daba un tono de buen gusto, de eficacia y de originalidad a años luz de los horrores que suelen verse habitualmente.

El propio Wyoming es un regalo que a lo mejor no nos merecemos. Es divertido, ocurrente, inteligente, irónico, original, más sarcástico consigo mismo que con los demás, culto, divertido pleno de recursos y habilidades escénicas. Nos trajo a us programa para que pudiéramos verlo, a personajes interesantísimos que no salen con frecuencia por la pantalla como la intrépida pero timidísima corresponsal de guerra Ángela Rodicio, al genial Cabrera Infante, al polifacético Pedro Beltrán, a Chavela Vargas y a otros muchos talentos que se prodigan poco en los medios.

La anunciada presencia del original Quim Monzó – que nos hizo los diálogos de ‘Jamón, jamón’ para Bigas Luna – desencadenó en la plana mayor de La 2 el pánico, no fuera a ser que el escritor catalán volviera otra vez a montar un número como el que montó en TV3.

So pretexto que el programa no tenía la audiencia esperada, no sólo suprimieron el programa en cuestión, sino los tres que aún quedaban por emitir. Pues que bien. No más Wyoming por La 2 y a joderse tocan. Si a La 2 ahora le preocupa la audiencia igual también nos quitan los conciertos o los reportajes de Carmen Sarmiento.

Los ‘pocos’ seguidores del programa no hemos hecho nada para merecer esto, sinceramente. Ahora lo único que podemos hacer es lo que hacemos siempre, culparnos por nuestra rareza y nuestra falta de aptitud para ser como todo el mundo y hacer cursillos para disfrutar con las memeces habituales.

Carmen Rico-Godoy

28 Febrero 1994

Wyoming, víctima de la censura de TVE

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Corto y accidentado ha sido el paso del Gran Wyoming por RTVE. Su espacio, «El peor programa de la semana», ha sido suspendido definitivamente por haber cometido el gran delito de invitar al escritor Quim Monzó, que había realizado unos comentarios sardónicos en TV3 sobre la infanta Elena. Jordi García Candau, director general de RTVE, decidió suspender la emisión y, posteriormente, rescindir el contrato al Gran Wyoming. Con ello, García Candau le ha hecho un gran favor al singular e inteligente Wyoming, que pasa así a formar parte de la lista de las víctimas de la censura de la televisión pública. Puede que las palabras de Monzó fueran discutibles, pero lo que es absurdo es negarle a priori el derecho a pisar el plató de una televisión pública, como si fuera un apestado. La fuerza de la razón no estriba en contar con la razón por la fuerza.

21 Febrero 1994

La fatwa de TVE

Fernando Savater

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Al día siguiente de que se cumpliera el primer lustro de la fatwa de Jomeini contra Rushdie, TVE ha lanzado su particular maldición contra Quim Monzó. Muy oportuno el homenaje. El pecado de Rushdie, como es sabido, fue insultar a Mahora; el profeta quedó seriamente digustado y se lo hizo saber al imam en una de sus habituales apariciones. A Jomeini no le quedó otro remedio que condenar a muerte al escritor. El pecado de Quim Monzó han sido unos comentarios humorísticos sobre los monarcas en general y una infanta en particular, realizadosen cierto programa de TV3. La Casa Real en su advocación del señor Almansa, se ha aparecido a los responsables de la cadena autonómica y al mismísimo presidente Pujol para notificarles su desagrado. Consecuentemente, TVE, ha vetado a Monzó en el programa del Gran Wyoming y este peligroso sujeto, en lugar de acatar la fulminación, ha hecho causa común con el blasfemo. Por cosas parecidas (pero en islámico) han liquidado ya a varios traductores y a un editor.

¿Por qué diablos no van a poder hacerse bromas sobre los personajes de la familia real? ¿Se teme acaso que haya ganas tan feroces de reírse de ellos que más vale no abrir nunca la veda? ¿No se les elogia lo suficiente para compensar cualquier irreverencia irónica? ¿Es la televisión el lugar en el que todos podemos reírnos de todos salvo de la monarquía, lo cual equivaldría a decir que ésta se ríe en silencio de todos nosotros?

Quizá sea sólo exceso de celo por parte de TV·. Preocupa tanto celo protector por sus futuras implicaciones. Por ejemplo, TVE prepara un nuevo programa sobre libros, necesario hasta lo vergonzoso. Ojalá salga muy bien, pero ¿seguirá vetado allí Quim Monzó, uno de los escritores jóvenes con más carisma? ¿Se vetará a cualquier escritor poco afecto al régimen monárquico, en broma o en serio? ¿Se vetará a Camino José Cela, autor del chiste monárquico más celebrado, el de que ‘tenemos un Rey que no nos lo merecemos’? Otrosí: ¿invitará TvE a su conmovedor ‘Perdóname’ a Quim Monzó y a la Infanta? Lloraríamos todo mucho.

Más preguntas. ¿Por qué no dicen nada de este asunto los bocazas que tanto aseveraron sobre ‘El Peor Programa de la Semana’, descalificándolo de antemano como domesticada prebenda a los supuestamente progubernamentales Wyoming y Fernando Trueba? ¿Hubieran guardado tanto recato si se hubiese vetado a alguien cuyas bromas recayesen sobre González, Guerra o Eligio Hernández? ¿Creen que hay chistes que pueden hacerse y chistes que cuando los hacemos no pueden? ¿No decían que hay que renovar TVE, cambiar de modos y modas, plantear programas alternativos que no fuesen la consagración del humorismo rutinario y conformista? ¿No hemos quedado en que es obsceno y ridículo que los espacios de la segunda cadena oficial, la más cultural y atrevida, se rijan por la dictadura comercial de la audiencia? ¡Santo varón, el imam Jomeini! Deberíamos agradecerle que con su ferocidad oscurantista nos permita aliviarnos farisaicamente de nuestros oscurantismos cotidianos.