27 febrero 1979

"¿Así que tú eres la revolucionaria guapa de los carteles? ¡Pues ahora verás como te cambiamos la cara!", bramaron los fascistas contra ella

Ultraderechistas apalean a Pina López Gay, líder de la Joven Guardia Roja y número 2 del Partido del Trabajo (PTE, extrema izquierda)

Hechos

El 27.02.1979 Dña. Josefina López Gay, Secretaria General de la Joven Guardia Roja y número 2 de la candidatura por Madrid del Partido de los Trabajadores de España fue víctima de una agresión.

Lecturas

En plena campaña electoral es víctima de un atentado con arma blanca la secretaria general de la Joven Guardia Roja de España, Dña. Josefina López López-Gay [Pina López Gay], candidata nº 2 del Partido del Trabajo de España (PTE, maoísta) por Madrid.

Los terroristas fascistas trataron de desfigurar la cara a la candidata al grito de: “¿Tú eres la guapa roja de los carteles? ¡Pues te vamos a cambiar la cara!”. La resistencia de la propia Sra. López-Gay y el auxilio que recibió de varios transeúntes obligó a los terroristas a huir sin haber podido hacer todo el daño físico que aparentemente pretendían a la candidata.

NAZARIO AGUADO PIDE CÁRCEL PARA BLAS PIÑAR

nazario_aguadoblas_piñar_1987 Tras la agresión a su compañera, el cabeza de lista del Partido del Trabajo de España (PTE) D. Nazario Aguado, considerado de extrema izquierda por la prensa, pidió que se encarcelara a D. Blas Piñar López, cabeza de lista de la coalición Unidad Nacional, considerada de extrema derecha, al que culpó de la violencia. El Sr. Piñar aseguró que él no tenía nada que ver con la agresión y que tanto Unidad Nacional como su partido Fuerza Nueva reprobaban la violencia.

11 Marzo 1979

Pina López Gay

Francisco Umbral

Leer

Eladio García, del PTE, habla en el Siglo XXI. La extrema izquierda ingresa así en la Orden de los Caballeros Templarios de la derecha española. Armado caballero con un golpe de oratoria y candelabro, Eladio anuncia la fusión PTE/ORT. Pina López Gay, menuda y de larga melena, con el maquillaje atroz de la agresión ultra en la cara, me dice:

-Ya me han quitado los puntos del pecho.

Con Franco, estos chicos y chicas estarían haciendo el bachillerato intensivo y nocturno de la revolución maoista u otra. Lo bueno de la democracia -con ser tan mala- es que les da el oro bebedizo del buen whisky de los clubs financiero/políticos y eso les calma mucho

-A mí siempre me acompañan dos chicos -me dice Pina con su voz de novia andaluza- Pero se habían adelantado a por el coche, y como los otros me vigilan siempre, pues me cogieron. Luego me han llamado por teléfono: «La próxima será la última.» Y yo: «Tus muertos.»

Con Franco, estos chicos y chicas estarían pastando en los manuales revolucionarios de Ho-Chi-Minh y el Ché. Lo bueno de la democracia, con ser tan mala, es que Pina López Gay ha traído al Siglo XXI su largo pelo que, como en las heroínas de García Lorca, huele a caballo y a sombra.

Gil-Robles y Gil-Delgado, Antonio Alvarez Solís, Emilio Romero,un republicano kitsch que llama franquista a Suárez y estalinista aCarrillo (con las protestas de Eladio, claro), Julio Diamante, Lauro Olmo. Raúl Morodo y sombras de progres barbados que se pierden y despistan por los espejos y las cornucopias del Club, como revolucionarios al ojeo.

Cenamos en una sala que preside un mural franquista: Franco, pintado con una técnica involuntariamente irónica, pero respetuosa, parece ahora un Franco del Equipo Crónica. Alguien le pone una medalla y él saluda con la mano mala. Al lado de Pina se sienta Orozco, un hombre de Cambio.

-¿Es su novio? -pregunto a mi infiltrado en el PTE.

-Es un asiduo. A veces le sacan en Diario 16 o en Cambio, pero en la sección de mujeres.

-¿Tiene otro hombre?

-Yo creo que sí.

Hay como una cansada resaca de catacumba en la que ya no entra el mar, de gruta marina en la que ya no resuenan las grandes palabras de la revolución. Cenamos una tortilla, un bistec como de Magritte, solitario y perfilado, un helado que no me tomo. Hay café, copa y puro, como en los toros y como en las cenas político/ burguesas. Mientras Eladio habla y habla, Pina se está en silencio, con su esparadrapo en la frente, como si le hubieran sellado la frente, los ultras, para que no piense cosas malas.

Tiene veintisiete años la secretaria general de la Joven Guardia Roja. Y tiene la sede de su partido ( o cual es una locura) en la calle de Velázquez, o sea en zona nacional. De la filosofía y la antropología ha llegado a la política. Andaluza y revolucionaria, es la eterna Marianita Pineda que lo borda sempiternamente una bandera a la Tercera República. Española. Eso le preguntaron a Eladio en la cena:

-¿Y la forma del Estado?

-Ya veremos.

Hoy son demócratas porque son pocos. O a la inversa. Pina López Gay dice que en Rusia no hay libertad, que la Rusia de hoy no tiene nada que ver con el comunismo:

-Quizá la Rusia del 17.

Hace ocho o diez años, cuando los estudiantes de toda España discutían con los caballos franquistas en los campus universitarios, esta niña guapa y lista, menuda y morena, nacía a la lucha política, puñado de mujer hacia la Historia.

A Pina López Gay le han partido la carita. Pero eso pasa, Pina, pasa siempre. «Me irrita la mujer pasiva. Yo soy muy cabezona.» De la moqueta de los campus, pisada por el caballo de Atila, a la hierba elegante del Siglo XXI. Bajo Franco estaría bordando una bandera por las noches, Pina López Gay. Lo bueno de la democracia, siendo tan mala, es que ahora Pina vive la ebriedad callada de la marginación y la minoría. La verdad parece más cuando está menos repartida. Pina, con la carita rota, amenazada de muerte, es una Rosa Luxemburgo/planta juvenil de El Corte Inglés. Y no tiene novio

Francisco Umbral

25 Julio 1979

La escala represiva contra la juventud

Pina López Gay

Leer

De gran actualidad están siendo estos días las masivas detenciones de jóvenes -redadas en toda la geografía española-, la formación de piquetes de vecinos para «reprimir» directamente a la delincuencia juvenil, la profusión de. estas noticias en la prensa, así como otros fenómenos que van en una misma dirección: movilizar a la opinión pública contra los jóvenes, reprimir a éstos y presentar a la juventud ante los ojos de la sociedad como una banda de degenerados de los que hay que defenderse.Tal profusión de «noticias» referentes a los jóvenes no son ningún hecho anecdótico; forman parte de una estrategia cuidadosamente delineada por el gran capital y su más cualificado representante: UCD. Esta estrategia se llama, de un modo generalizado, «estrategia de la tensión».

Lo que se pretende es claro: desviar la atención de los españoles de los auténticos y profundos problemas de España (paro, estatutos de autonomía, consolidación de la democracia … ) hacia otros como el terrorismo, el peligro de un golpe de Estado, la delincuencia…. que son utilizados por UCD como argumentos para que los ciudadanos acepten conscientemente como mal menor las medidas restrictivas a la democracia que UCD necesita para aplicar sus planes económicos y, mientras, seguir sin solucionar las verdaderas y graves dificultades planteadas al país.

Basta recordar que con el pretexto de ETA se ha negado hasta ahora el reconocimiento de los derechos nacionales del pueblo vasco; que con el pretexto de la seguridad ciudadana se considera casi «terrorista» el formar piquetes de huelga; que con el pretexto del terrorismo se han aprobado leyes y medidas que recortan los derechos democráticos, medidas qtre no han erradicado el terrorismo y que, sin embargo, están convirtiendo la democracia, la Constitución, en papel mojado. Mientras, siguen aumentando los precios, el paro, las necesidades…

Pues bien, en el marco de esta estrategia es dónde se sitúa la actualidad de la juventud y de las noticias que estos días recoge la prensa. En efecto, en el próximo verano y otoño, UCD se apresta a tomar medidas contra los trabajadores (estatuto del trabajador), a aprobar la nuclearización del país (PEN), a restringir los derechos democráticos aún más, a considerar criminal cualquier protesta (ley del Código Penal, y de Enjuiciamiento Criminal), a seguir subiendo los precios y a dejar que continúe aumentando el paro. Para evitar que la sociedad se centre en estos problemas y se movilice, UCD necesita recrudecer toda su «estrategia de tensión» en fechas próximas. Recrudecimiento íntimamente unido a la «cuestión juvenil».

En efecto: hoy el problema de la seguridad ciudadana preocupa cada vez más a un número creciente de españoles, sobre todo en las grandes ciudades. El Gobierno de UCD, por pluma de Martín Villa -en un artículo aparecido ,en Ya, el 28 de febrero- y por boca del actual ministro del Interior, señor Ibáñez Freire -ante el Pleno del Congreso-, dice que la causa del clima de inseguridad ciudadana es el aumento de la delincincia, sobre todo juvenil.

A partir de aquí se desarrolla toda una ofensiva orientada a presentar, a través de TV, Prensa y Radio, a los jóvenes como degenerados a los que hay que reprimir, y UCD solicita toda una serie de leyes que «criminalizan» a amplios sectores de la juventud. ¿Cómo puede entenderse, por ejemplo, que se fije la mayoría de edad penal en los quince años cuando en casi todos los países, está en los dieciocho y veintiuno?

Sin embargo, el origen de la inseguridad ¿no será el paro, causa de que miles de hombres no tengan qué comer? ¿No es la falta de cualquier tipo de medios e instalaciones en las ciudades que perinitan un ocio y tiempo libre activo a los jóvenes? ¿No es, muchas veces, la presencia provocadora de la policía y las cargas que ésta realiza como el caso reciente de Malasaña? ¿No es la acción impune de grupos fascistas, cada día más «incontrolados»? ¿No es el profundo subdesarrollo y atraso de Andalucía, Extremadura, de zonas enteras de nuestra geografía?

Muchos de los delincuentes, muchos de los jóvenes acusados de degenerados por UCD -la gran mayoría me atrevo a decir-, no son más que víctimas de esta situación, víctimas de un sistema que cierra todas las salidas a la juventud, que la condena al paro, a la marginación más absoluta; víctimas de un sistema en el que muchas veces hay que robar para comer; víctimas que querrían tener trabajo, estudios, medios…, pero que no los pueden alcanzar porque les son negados precisamente por UCD y el gran capital.

Al contrario de lo que dice UCD, para conseguir un mayor clima de seguridad no hay que perseguir y reprimir a los jóvenes, (últimamente se acercan a 3.000 los detenidos semanalmente); ésto genera una mayor violencia ciudadana, una mayor insolaridad social, un enfrentamiento entre jóvenes y mayores dentro de las mismas familias….

Un auténtico clima de seguridad -lo que queremos todos los jóvenes- ha de basarse en una erradicación del paro, sobre todo del juvenil; en una mayor y mejor infraestructura de medios de ocio, en una mejor enseñanza, en una amplia formación y difusión cultural; esto es precisamente lo que no hace UCD, sino todo lo contrario.

De hecho es UCD, y no la juventud, el auténtico delincuente; es UCD, y no la juventud, quien genera la inseguridad ciudadana con la política que practica; es UCD, y no la juventud, la responsable de lo que ocurre en nuestras ciudades y pueblos; es a UCD, en fin, a quien hay que exigir responsabilidades, a quien habría que juzgar por su política. Es más: lo que está en juego en estos días no es si se captura a tal o cual delincuente, como dice UCD y algún otro partido, sino la misma democracia, de la que UCD, con su política, está expulsando a toda la juventud de nuestro país, sentando así las bases de ruptura entre los jóvenes y el resto de la sociedad, como está ocurriendo en otros países. Sin la juventud, la democracia en nuestro país habríd nacido muerta. UCD está facilitando la lucha generacional en el mismo seno de las familias, entre jóvenes y mayores; se está poniendo en peligro, pues, no sólo la democracia, sino la propia sociedad.

Por ello es responsabilidad de todos nosotros, de todos los que queremos una España democrática y progresista, oponernos a los planes de UCD y defender a la juventud y a otras víctimas de su sistema, luchando todos unidos por el pan el trabajo y la libertad.