5 octubre 1910

Preocupación en la monarquía española porque pueda haber un efecto contagio

Una revuelta republicana depone al Rey de Portugal, Manuel II y establece una República

Hechos

El 5.10.1910 fue depuesto el Rey de Portugal, Manuel II.

Lecturas

Tras el asesinato de Carlos I, en 1908, Manuel II se vio incapaz de mantener el sistema monárquico. Sin embargo, la república, proclamada en 1910 resultó tan inestable como el antiguo régimen. Entre 1911 y 1926 hubo veinte revoluciones y golpes de Estado, ocho presidentes y 44 gobiernos.

La lucha entre las fuerzas radicales y moderadas para la proclamación de una república se venían gestando ya en POrtugal desde principios del siglo XIX. El asesinato de Carlos I en 1908 no había provocado indignación alguna; al contrario, influidos por doctrinas revolucionarias, muchos vieron en el atentado un medio legítimo para emprender cambios. Los republicanos aprovecharon el regicidio perpetrado por los miembros de una sociedad secreta de signo radical-democrático para sus fines populistas; crearon fondos de ayuda para los familiares de los autores ya ejecutados del atentado y los convirtieron en mártires por la causa de la libertad.

Tras su victoria electoral en agosto de 1910 en las principales ciudades, los republicanos planearon una rebelión para el 20 de noviembre de manera que estallara simultáneamente en varios regimientos. El almirante Cándido Dos Reis debería sumir el mando de la escuadra y el político Miguel Bombarda, el de las milicias civiles. Pero tras el asesinato de Bombarda el 3 de octubre, se propagó el rumor de que la revolución fracasaría.

Al día siguiente, al amanecer, los buques de guerra dieron la señal que no fue atendida.  A raíz de diversos malentendidos entre los revolucionarios, el almirante Cándido Dos Reis se suicidó al considerar malograda la revolución. Con todo cuando los barcos bombardearon el palacio, Manuel II se rindió sin oponer resistencia. Los lisboetas apoyaron a los soldados y al grito de ¡Viva la república! se dirigieron al ayuntamiento. Los rebeldes proclamaron la república y el joven rey, de veinte años, abandonó el país clandestinamente. El levantamiento militar significó el fin de la dinastía de los Baranza que había reinado en Portugal desde 1640.