15 mayo 2013

El presidente asegura que abandona el partido por 'motivos personales' y la redacción rechaza las 'primarias'

Arantza Quiroga se convierte en la nueva Presidenta del PP vasco tras la retirada de la política de Antonio Basagoiti Pastor

Hechos

El 15.05.2013 Dña. Arantza Quiroga fue elegida nueva presidenta del PP vasco por la junta nacional del partido, tras la dimisión presentada por D. Antonio Basagoiti.

Lecturas

D. Antonio Basagoiti Pastor ocupaba la presidencia del Partido Popular en el País Vasco desde el congreso regional de julio de 2008, fecha en la que reemplazó a su antecesora, Dña. María San Gil, que rompió con la dirección del partido que encabezaba D. Mariano Rajoy.

Durante su mandato al frente del PP vasco los populares contribuyeron tras las elecciones autonómicas vascas de 2009 a desalojar al PNV del Gobierno vasco mediante un pacto parlamentario con el PSE-EE que hizo lehendakari al Sr. Patxi López. 

Dña. Arantza Quioga asume ahora la presidencia del PP vasco que ocupará hasta octubre del año 2015.

OYARZABAL SEGUIRÁ SIENDO SECRETARIO GENERAL:

oyarzabal D. Iñaki Oyarzabal, el hombre de confianza de D. Alfonso Alonso – y ‘bestia negra’ para el sector mediático liberal-aguirrista seguirá siendo Secretario General del PP vasco. La cohabitación entre el Sr. Oyarzabal y la Sra. Quiroga sólo durará un año tras el cuál el Sr. Oyarzabal será destituido.

LA DERROTA DE SANTI ABASCAL:

abascal El ex dirigente del PP vasco, D. Santiago Abascal, dirigente de la plataforma DENAES firmemente apoyado por los liberal-aguirrista manifestó su deseo de aspirar a la presidencia del PP vasco en unas primarias. Pero la dirección del partido rechazó las primarias y optó por el sistema de la designación directa por la Junta Nacional controlada por D. Mariano Rajoy y Dña. Dolores Cospedal.

16 Mayo 2013

Dos despedidas

EL PAÍS (Javier Moreno)

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El líder del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti, ha formalizado su despedida de la política activa. Le sustituye Arantza Quiroga, expresidenta del Parlamento de Vitoria. El día 4 se despidió también, votando su disolución, el colectivo Gesto por la Paz. Ambas decisiones tienen en común no haber sido resultado de petición o presión alguna, sino de la libre voluntad de quienes la han adoptado. Aunque muchos políticos y miembros de colectivos cívicos declaran frecuentemente que no piensan profesionalizarse en esa tarea, son pocos los que, llegado el momento, no encuentran pretextos para seguir. Solo por eso merecen resaltarse estas renuncias a sentirse imprescindibles.

Hay en la trayectoria política de Basagoiti, iniciada hace 18 años como concejal de Bilbao, un gesto que le define. Apenas cerradas las urnas de las autonómicas de 2009 dijo públicamente al candidato socialista, Patxi López, que su voto para la investidura ya lo tenía y sin contrapartidas, pero que consideraba mejor un acuerdo que recogiera las prioridades del nuevo Ejecutivo. Así se hizo, y fruto del pacto fue un Gobierno que contó con mayoría garantizada durante algo más de tres años, y cuyo principal logro fue una política de deslegitimación de ETA y su entorno, decisiva para crear un clima social que favoreció el cese de la violencia. El carácter escasamente sectario de Basagoiti y su inclinación al pacto provocaron sordos reproches de sectores de su partido que confundieron lealtad ideológica con inflexibilidad política. Las urnas no le fueron favorables en las autonómicas, pero deja un partido que ha salido del aislamiento en que le quiso confinar el nacionalismo radical y hoy es considerado imprescindible para cualquier iniciativa hacia la pacificación definitiva.

Gesto por la Paz fue recibido desde el campo de la resistencia a ETA con condescendientes aires de superioridad, porque se manifestaba en silencio (tras cada asesinato) y trataba de agrupar a gente de diferentes ideologías y con diferentes experiencias de vulneración de derechos humanos. Ahora ha votado disolverse por considerar alcanzado su principal objetivo, el fin del terrorismo, no sin hacer un llamamiento a mantener una memoria viva de lo ocurrido que incluya el reconocimiento crítico de la vulneración de derechos humanos, sin que la existencia de otras formas de violencia pueda servir a la izquierda abertzale de pretexto para no asumir su responsabilidad específica por haber contribuido decisivamente a la practicada por ETA.

El Análisis

BASAGOITI, PRESIDENCIA MARCADA POR UN ÉXITO

JF Lamata

El sector mediático liberal-aguirrista – y otros – criticaron duramente a D. Antonio Basagoiti en sus balances por considerarle ‘traidor’, dado que fue él quién reemplazó a Dña. María San Gil cuando esta rompió con el PP vasco en una crisis que combinó las diferencias internas de los populares vascos con la tensión nacional sobre si el Sr. Rajoy continuaría o no como presidente. Pero considerar ‘traidor’ al Sr. Basagoiti por pactar con el PSE-EE y gobernar con él una legislatura es, en el fondo, el mayor éxito de los populares vascos: desalojar al PNV del poder tras las elecciones de 2009. Digan lo que digan después, ese fue siempre el objetivo tanto de Dña María San Gil como de D. Jaime Mayor Oreja, sólo que ellos no lo consiguieron y el Sr. Basagoiti sí. Es cierto que el Sr. Basagoiti bajó de votos en las elecciones de 2012, pero lo mismo podría decirse de Dña. María San Gil en las de 2005.

El Sr. Basagoiti que, como el resto de dirigentes del PP vasco se enfrentó a las dificultades de la formación en esa comunidad, puso la cara y no le tembló la mano al denunciar los manejos peneuvistas en los medios de comunicación. Nada más paradójico que, después de soportar que en Euskadi le acusaran de ser un anti-vasco, tener que soportar encima que desde Madrid le acusaran de pro-batasuno.

J. F. Lamata