17 octubre 1991

El mismo día al Teniente Francisco Carballar y mutiló a Rafael Villalobos

Brutal atentado terrorista contra una niña de 12 años, Irene Villa, y su madre, María Jesús González

Hechos

El 17.10.1991 se produjo un atentado terrorista contra la mujer policía Dña. María Jesús González y su hija, Dña. Irene Villa (de 12 años), ambas quedaron mutiladas, ese mismo día fueron asesinados D. Francisco Carballar y mutilado de las dos piernas D. Rafael Villalobos.

Lecturas


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1991_Irene_Villa Las brutales imágenes de Dña. María Jesús González destrozada, pero viva, se quedaron grabadas en la retina de muchos españoles.

irene_villa_3 Aunque lisiadas y sin piernas, las dos mujeres sobrevivieron, convirtiéndose en un símbolo de la lucha antiterrorista.

 

18 Octubre 1991

Su moral y la nuestra

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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UN FAMOSO dirigente de Herri Batasuna acaba de declarar, en la presentación de unas jornadas sobre medios de comunicación organizadas por su partido, que la prensa tiene un «importante papel que cumplir para superar el actual clima de enfrentamiento y crispación en Euskadi». Para ello, los medios deberían evitar, sobre todo, «simplificar la situación del país (como si se tratase de una confrontación) entre buenos/demócratas y malos /violentos». Pero para que los periodistas y muchas otras personas pudieran abandonar esa distinción sería preciso olvidar que, desde comienzos de año, ETA ha asesinado a 37 personas y herido a bastantes más. Tendrían que fingir, por ejemplo, que no se han enterado de que sujetos a quien ese dirigente considera heroicos patriotas montaron, instalaron y activaron los artefactos que ayer estallaron en Madrid, segando la vida de un teniente y mutilando cruelmente a otras tres personas. Es cierto que hay quienes prefieren hacer como que no ven, pero son cada vez menos. Y ello incluso entre los sectores hasta hace poco más sensibles a los mensajes de los profetas armados: según un estudio del Gobierno vasco, el porcentaje de jóvenes de esa comunidad que justificaban el terrorismo había des cendido desde el 36,3% de 1986 hasta el 27,4% registrado en 1990. Y si hace cinco años el 20% de los vas cos de entre 15 y 29 años manifestaba que nunca votaría a HB, en 1990 la proporción era ya del 30%.

Pero, siendo condición necesaria, el desgaste de los apoyos sociales no basta para acabar con ETA. Pues, por grande que sea su aislamiento, es difícil de imaginar que unos dirigentes en cuyo currículo figura, entre otros muchos crímenes, la orden de matar a Yoyes y a Pertur vayan alguna vez a aceptar tomar la decisión de disolver el tinglado que les permite seguir en la brecha y hasta contar con la admiración de los dirigentes de HB y otros famosos teóricos. Teóricos que desde hace años vienen sosteniendo la moral de ETA con el argumento circular de que, por una parte, la existencia de una cruenta lucha armada demuestra la gravedad del problema vasco; gravedad que, por otra, justifica el recurso a la violencia.,

Según los documentos capturados hace poco por la Ertzaintza, los dirigentes así adoctrinados han ordenado a sus comandos realizar cuantos atentados puedan, a fin de «reforzar la moral de los presos». Cuesta trabajo creer que haya seres humanos para quienes la visión de una niña de 13 años mutilada por una bomba sea motivo para recobrar cualquier clase de moral. Pero apenas cabe imaginar una mejor definición de cuál es la que a ellos les anima.

19 Octubre 1991

Dudas y certezas

Manuel Hidalgo

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EL dolor. Hay dolor en la vida española. Hay, ante nuestros ojos, miseria y sufrimiento. Me impresionan las piernas cortadas de Irene Villa, trece años, víctima de las bombas de ETA. Me impresionan las patrullas desesperadas de ciudadanos contra la droga. Me impresionan los yonquis, guiñapos de personas, pañuelos arrugados sobre las aceras. Temidos. No sé si compadecidos. Leo análisis, editoriales, columnas. Escucho juicios, recetas, diagnósticos. Razones de unos y de otros. Sin razones también. Hay desorientación, argumentos para todos los gustos. Falta claridad, clarividencia, convicción. Todo es complicado. Difícil. ¿Qué hacer?, ¿qué pensar?, ¿quién tiene la clave y la razón? Fines, medios, realidad, causas, efectos, culpables, inocentes. libertad, seguridad, ideas, sentimientos, principios, pragmatismo. ¿Por dónde tirar? iQué lío! Vamos a ver. ¿En quién creer? ¿Cómo acertar? Creo en los que hacen algo por remediar el dolor de los demás. Creo en la gente solidaria, generosa y leal. Creo en los que se olvidan de sí mismos, en los que dan sin esperar nada a cambio, en los que se sacrifican, en los que no se miran el ombligo, en los que emplean su tiempo y su energía en hacer algo por los otros. ¿Han muerto las ideologías? ¿Son ya inútiles las recetas? ¿Han desbancado los nuevos problemas a las viejas soluciones? ¿De quién hay que fiarse? Hay que fiarse de quienes son decentes, sinceros, enteros, valerosos, constantes, rigurosos, cariñosos, desprendidos, fieles, sobrios, profundos, alegres. Ya. ¿Pero a quién voto? Y yo que sé. Váyase a la mierda. No me haga preguntas estúpidas. ¿Qué importa a quién vota? Lo que importa es si es capaz de dar algo propio en beneficio de otro. Importa si es capaz de no sucumbir a la bobada, a la trivialidad, al egoísmo, a la chapuza. Importa que sea capaz de tender una mano, de no arrugarse, de no escaquearse, de no pensar en sí mismo por encima de cualquier cosa. Ya. ¿Pero qué es progresista y qué es reaccionario? Váyase a la mierda mil veces. Donde vea dolor trate de mitigarlo. Donde vea pena ponga risa. Donde vea desamor ponga amor. Ya. ¿Pero quién es mi enemigo? Su enemigo es la comodidad, el egoísmo, el narcisismo, el individualismo, la tontería, el figurar, el dinero, la traición, el dogmatismo, el absolutismo, la violencia, la intransigencia. Ya. ¿Pero hay que dar la independencia a los vascos? ¿Hay que reformar la Constitución? ¿Hay que admitir a los inmigrantes? ¿Hay que legalizar la droga? iY yo qué sé! Lo que yo sé es que hay que hacer las cosas bien, a conciencia. Que hay que perseguir la calidad y el rigor. Que hay que intentar eliminar la miseria, la injusticia, el llanto. Usted es un predicador, un cristiano. iY yo qué sé! Usted no sabe nada. Pues no sé nada. Sólo sé que hay que ser mejor persona para empezar a arreglarlo todo. iPues vaya! Lo siento. No sé nada más.