18 diciembre 2007

La 'víctima', que denuncia el caso en EL PAÍS, no ratificará su denuncia en el juzgado

Campaña contra Roberto García-Calvo, el magistrado del TC enfrentado al Gobierno: le acusan de haber encañonado con una pistola a un individuo durante una bronca por un coche

Hechos

  • El 18 de diciembre de 2007 el diario EL PAÍS informó en portada de un presunto altercado entre el magistrado D. Roberto García Calvo y D. Vicente Garcerán Martínez.

Lecturas

El magistrado reconoce que el incidente existió, aunque puntualizó que lo provocó el otro conductor, que circulaba a gran velocidad en un BMW de gama alta, y que paró delante de él, salió del vehículo y se le encaró. García-Calvo manifestó que en ningún momento bajó de su vehículo y tampoco exhibió una pistola. El magistrado dispone de licencias de armas cortas y posee una pistola Beretta, que él asegura que no portaba en el momento del incidente.

18 Diciembre 2007

Denunciado un juez del Constitucional por amenazar con una pistola

Francisco Mercado

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"Te meto un tiro. No sabes quién soy", asegura Garcerán que le dijo García-Calvo

Vicente Garcerán Martínez, de 24 años, vecino de Carabanchel (Madrid) y cerrajero de profesión, sufrió el pasado 13 de julio un incidente de tráfico a las 21.45 horas con el magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García-Calvo, de 65, en una carretera del término municipal de Boadilla del Monte, que desembocó, según narraron a EL PAÍS los dos implicados, en un enfrentamiento. Los hechos están siendo investigados por un juzgado de Móstoles.

Garcerán asegura que el conductor con el que se enfrentó sacó una pistola en plena discusión y le apuntó, al tiempo que le amenazaba: «No sabes con quién te metes; soy juez». Así reza en la denuncia que presentó al día siguiente en la comisaría de la Policía Nacional de Carabanchel. García Calvo, sin embargo, sostuvo ayer en conversación con este periódico que la versión de Garcerán es falsa. El magistrado del Constitucional sostiene que en ningún momento se bajó del coche y que nunca sacó pistola alguna. García -Calvo ignoraba que el caso hubiera sido denunciado y que un juzgado de Móstoles lo estuviera investigando.

García-Calvo explicó que, efectivamente, posee varias armas, entre ellas una pistola Beretta, además de rifles, que utiliza para una de sus grandes aficiones, la caza. Sin embargo, aseguró que nunca lleva la pistola encima: «De eso se encargan mis escoltas».

Garcerán, que tiene antecedentes policiales por el robo de un vehículo hace varios años, hecho que está pendiente de juicio, denunció los hechos en la comisaría de policía de su barrio y aportó la matrícula del vehículo que conducía García Calvo, un Toyota Land Cruiser de color verde oscuro, así como la descripción física de la persona que, supuestamente, le apuntó con la pistola. «60 años, 1,72 metros de estatura, pelo canoso y una verruga encima de la boca», según el testimonio que ofreció a los agentes.

En el escrito de denuncia la policía hace constar que, consultado el servicio informático de la Dirección General, no pudo identificar inicialmente al propietario del vehículo, ya que no constaba en su base de datos la matrícula del mismo. La placa no aparece en el registro de la Dirección General de Tráfico por razones de seguridad, al tratarse de un magistrado de la más alta instancia judicial de España.

Garcerán ignoraba que estaba denunciando por amenazas al magistrado Roberto García-Calvo y Montiel, perteneciente al sector conservador del Constitucional y elegido para ese cargo a propuesta del PP.

Fue la investigación abierta en el juzgado de Móstoles a raíz de la denuncia presentada la que ha permitido conocer la identidad del propietario del vehículo todoterreno. Garcerán conoció ayer, a través de EL PAÍS, la identidad de la persona con la que había tenido el incidente.

El denunciante, que trabaja en la empresa de cerrajería de su padre, explicó ayer a EL PAÍS que no sabe nada de la investigación judicial y policial en curso ya que todavía no ha sido llamado a declarar ni ha recibido notificación judicial alguna.

Copas en Boadilla

El denunciante ofreció ayer un pormenorizado relato de los hechos, siempre según su versión: «Yo iba con mi mujer a tomar algo a Boadilla [municipio próximo a Carabanchel, donde reside] aquella noche en el coche de mi padre, un BMW 530. Y, de pronto, un coche, un Toyota Land Cruiser de color verde oscuro, se nos echó encima. Tuve que frenar y echarme para un lado para esquivarlo, porque nos echaba de la carretera. El hombre que lo conducía parecía que estaba hablando por teléfono o mirando papeles, y se cruzó de carril y casi nos dio un golpe. Entonces, yo me puse con el coche a su altura y le dije: ‘Estás loco. Casi me das’. Y él se puso a chillarme como un energúmeno. No sé si el hombre estaría enfadado o qué. Y, a continuación, ese hombre me adelantó y me frenó. Me puso el coche delante y me hizo frenar bruscamente. Entonces, más adelante yo se lo hice igual. Paró el hombre y le dije: ‘Casi me matas’. Entonces se bajó él. Y me sacó un carné como de juez de no sé qué y me dijo: ‘No sabes con quién te estás metiendo’. Y acto seguido se fue al maletero y sacó una pistola».

Y añade: «Me apuntó. Y me dijo: ‘Te pegó un tiro’. Me apuntó décimas de segundo. Y yo le dije: ‘No tienes cojones’. La tuvo un rato en la mano, y luego la guardó. Era una pistola pequeña. Yo presenté denuncia en la comisaría. Era muy delgado. Muy poquita cosa, pero con muy mala leche». Garcerán ofrece en su denuncia detalles sobre la vestimenta del juez: «Tendría unos 60 años, mucho pelo blanco, una verruga encima de la boca, y vestía un pantalón de pinza y un polo de igual color (marrón claro)».

16 Abril 2008

El Supremo archiva el caso contra el juez García-Calvo

Julio M. Lázaro

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La Sala Penal del Tribunal Supremo ha archivado las diligencias abiertas al magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García-Calvo, a quien un joven acusó de haber sacado una pistola durante una discusión de tráfico.

El Supremo explica que cuando el denunciante, Vicente Garcerán Martínez, prestó declaración en el Supremo, no ratificó la denuncia y se limitó a decir que se trató de una discusión «sin especial agresividad» y que en un momento determinado «el denunciado sacó un objeto del vehículo sin que pueda determinar qué fue».

Los hechos, según Garcerán, «tuvieron una corta duración y escasa intensidad». A la vista de esta declaración, el Supremo, de acuerdo con el fiscal, ha sobreseído las actuaciones.