9 mayo 1970

¿Fin del fondo de reptiles?

«Canon Prensa»: Franco ordena la subida del precio de los periódicos para poner fin a la subvención a la industria papelera

Hechos

El 8 de mayo de 1970 el Consejo de Ministros aprobó el aumento de precio de los periódicos.

Lecturas

En el Consejo de Ministros de ayer fue aprobado el aumento del precio de los periódicos. La medida tiene como finalidad el sustituir la subvención que hasta ahora recibía la industria papelera y que se financiaba con el impuesto llamado ‘canon Prensa’. Ante esta disposición anunciada con anterioridad se han producido diversas corrientes de opinión que ofrecemos a nuestros lectores.

YA

En un editorial publicado el pasado 21 de abril YA escribía “El déficit económico en la prensa es un mal de trascendencia social. El aumento esperado del precio de los periódicos debe ser destinado a resolver la crisis que sufren las empresas periodísticas y no a pagar un aumento en el precio del papel nacional en sustitución de la subvención que recibe la industria papelera, subvención que viene siendo financiada con un impuesto llamado ‘canon Prensa’ existente con este fin específico desde 1928 y que subsistía.

Lo que actualmente paga el ministerio de Haciende – añadía YA – a los fabricantes de papel pasaría al Ministerio de Información para un llamado plan de reestructuración de la Prensa. Claro es que si este Ministerio recibe esta cantidad será para verterla en beneficio de la Prensa. Pero ¿cómo? ¿Con qué criterios? ¿En función de qué factores? EL sistema objetivamente no nos parece acertado. Un régimen de acción concertada entre la Prensa y un Ministerio de naturaleza esencialmente política se presta inevitablemente a suspicacias y recelos que todos, por bien de todos, debemos evitar.

El día 7 de mayo YA volvía sobre el tema, a raíz de la entrevista del Ministro de Información y Turismo con el Grupo Nacional de Diarios: “Desgraciadamente, hoy nos vemos en la obligación de Informar que las noticias últimas nos alarman más todavía, porque parecen dejar en manos de una Comisión interministerial, en definitiva política, unos determinados fondos para distribuirlos sin normas objetivas preestablecidas y públicas. Y sin intervención de los representantes de las empresas periodísticas. La alarma se hace mayor a la vista no sólo de las circunstancias políticas del país, sino de la exigencia concreta de Ley de Prensa (…). Reiteradamente hemos dicho en estas columnas que para nosotros la Prensa Libre es la que goza de una doble libertad: de un lado, frente a la presión política; de otro, frente a la coacción económica, cuya amenaza contempla la propia ley de Prensa vigente. Sin la conjunción de estas dos libertades sentiremos alarma por cuanto se haga se puede hacer. Confiamos en el sentido político de todos. Confiamos en que se tenga presente el interés del país, y confiamos en una apreciación objetiva y certera de las circunstancias políticas del momento.

NUEVO DIARIO

También NUEVODIARIO se hizo eco de la inquietud, y así lo expuso en su editorial de ayer. Entre otras cosas, decía: ¡Se pretende una reestructuración de la empresa periodística? Usense entonces criterios objetivos, predeterminados, conocidos por todos, por las empresas y por los lectores, que sean a su ez pieza ejemplar de una política informativa abierta.

El plan sobre la Prensa sigue adelante, sin duda porque no se ha meditado con suficiente serenidad acerca de las consecuencias que su implantación obligatoria podría entrañar. No tiene otra explicación el comprometer la posibilidad de que España tenga una Prensa a la altura de las necesidades de un país desarrollado. Y por ello ahora, que aún es tiempo, consumimos otro turno de apelación a la prudencia y el buen sentido.

ABC

Tampoco nosotros – decía ABC el 28 de abril – somos partidarios de semejante solución. Ni atentos a nuestra independencia profesional y empresarial, ni considerando que la única justificación de una acción concertada, en este caso, sería haber colocado a las empresas periodísticas con erróneas medidas de intervención, en una situación de grave crisis económica. Adóptense medidas acertadas, hágase buena política económica para este sector, y ninguna falta harán las acciones concertadas.

¿Qué fin tiene recargar el precio del papel-Prensa con unos impuestos cuyo importe se hace volver a los periódicos por cauces que podrían ser discriminatorios?

Fíjese por la Administración el precio justo del papel-Prensa en fábrica: libérese al mismo de estos impuestos “que van y vienen” y atempérese, gradualmente, el precio de venta de los periódicos hasta que se restablezca, en la medida de lo necesario, el equilibrio entre el precio del papel-Prensa y el precio de venta de los periódicos.

En un nuevo comentario, publicado el 7 de mayo ABC hizo patente su honda y leal preocupación por las manifestaciones del Sr. Ministro de Información y Turismo. Y escribió: “Sea cual fuere su bautismo o nominación administrativa, cualquier subvención o compensación a los periódicos que no sea atribuida con arreglo a la objetividad de una norma prefijada o de un acuerdo libremente adoptado – como los que hasta ahora ha hecho el Grupo de Diarios – nunca podrá librarse de ser sospechosa de distribución arbitraria o discrecional. Palanca de premio o acicate de sanción, según un criterio depura y simple predilección administrativa.

Pero la gravedad del riego se acentúa, si abe, al considerar el momento político que vive el país de cara E

INFORMACIONES

También INFORMACIONES opinión sobre el tema al día siguiente, precisamente comentando los párrafo anteriores: “En cualquier caso, es fácilmente demostrable que el Estado. Puede ayudar a la Prensa sin necesidad de provocar ningún…

El día 7 de mayo el diario de la tarde decía: “La libre información” de la que habla la ley no debe quedar sujeta a supuestas normativa morales particulares, sino a criterios acordados conjuntamente entre la Administración y los periódicos.

Si se considera a la Prensa como un nuevo sector industrial, que sea un Ministerio técnico – como el de Industria – sí que reparta las subvenciones con arreglo a esos criterios elaborados conjuntamente. Si se considera a la Prensa en su discusión completa, reconociendo su importantísimo cometido social, aléjese, salvaguárdese la función de administrar las subvenciones estatales de la política.