19 diciembre 1989

Crisis en LE MONDE por la jubilación de André Fontaine y el apoyo insuficiente a su sucesor Daniel Vernett

Hechos

Danniel Vernet candidato a la dirección de LE MONDE obtuvo el apoyo del 42% de los periodistas de la Sociedad de Redactores de LE MONDE, en lugar del 60% requerido.

Lecturas

El Sr. Vernet hubiera sido el quinto director de LE MONDE después del fundador Sr. Hubert Beyve-Mery (recientemente fallecido) que lo dirigió de 1946 a 1969, D. Jacques Fauvet (1969-1982), D. André Laurens (1982-1985) y D. Andre Fontaine, que lo dirigía desde entonces.

08 Diciembre 1980

Sus estatutos, enemigos de «Le Monde»

V. S.

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EL más prestigioso periódico francés -y, quizá de toda la Europa continental, Le Monde, acaba de fracasar por segunda vez en su intento de encontrar sucesor a André Fontaine en la dirección del diario. El complejísimo sistema de votación entre personas y grupos de «amigos» del diario está llevando a éste a la parálisis. El pasado lunes (ver EL MUNDO del 4 de diciembre), la sociedad editora dio el 44% de sus votos al actual director de la Redacción, Daniel Vernet, elegido por Fontaine como sucesor «in péctore». Necesitaba el 75%. Hace un año, la Sociedad de Redactores ya había rechazado a Vernet al no concederle el 60% de sus votos en un paso previo imprescindible para el voto del conjunto de la sociedad editora. En septiembre pasado, Vernet sobrepasó al fin esa cota. Un candidato avalado por la Sociedad de Redactores solía ser automáticamente aceptado por la sociedad editora; esta vez, no. Algunos reprochan a Vernet su proyecto de «troika», en el que debía estar acompañado de un director de la Redacción, Bruno Frappat, y de un director gerente llegado de fuera de la casa, Jacques Guiu. El razonamiento, que a otros les parece endeble, es que «en tiempos difícilés tiene que haber un solo responsable». Y son difíciles: 800 millones de pesetas de déficit en 1990, con el patrimonio ya vendido en la anterior crisis. Pero, en una reciente conversación con EL MUNDO, Fontaine señalaba el problema de fondo: es «más que difícil» gestionar hoy una empresa con un accionariado tan peculiar y dividido como el de Le Monde: el gerente, Fontaine, tiene el 6,9% de los votos; la sociedad de lectoresque preside el antiVerne Alain Minc, un 11,3%; la sociedad de empresas amigas, un 8%; la sociedad de los mandos intermedios de la casa, un 8%; la sociedad de empleados, un 4%; la sociedad de redactores, un 32,3%, exactamente igual que la asociación Hubert BeuveMéry de fundadores, de trece miembros, en su mayoría viudas octogenarias de los fundadores del diario en 1944… Todos se han comprometido a encontrar solución antes de fin de año. Y Fontaine, el miércoles, pedía una «pronta reforma» de este alambicado estatuto.

19 Diciembre 1989

Una larga trayectoria

La Vanguardia

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Daniel Vernet, que en mayo cumplirá 45 años, no lleva como André Fontaine 42 años en el diario, ya que se incorporó a él en 1973. Vernet nació en Cimalieres (Puy de Dome), la ciudad de la que es alcalde Valery Giscard D´Estaing. Diplomado del Instituto de Estudios de París, comenzó su carrera en 1969 en el diario LA MONTAGNE, de Clermont-Ferrand, capital de su región y en la Compagnie Francaise d´Edition, de revistas especializadas. Al ingresar en LE MONDE fue destinado a la redacción internacional y en 1977 fue nombrado corresponsal en Bonn hasta 1981. Estuvo después en Moscú dos años y otros dos en Londres, de donde volvió a la redacción de París, en 1983, como adjunto del servicio extranjero. Dos años más tarde, al acceder Andre Fontaine a la dirección, le fue confiado el cargo de jefe de redacción.

Al contrario que Fontaine, alto y estilizado, Vernet es bajo y fornido. Es un gran trabajador que pasa en la redacción casi doce horas diarias, desde las siete de la mañana las siete de la tarde. Sus colaboradores dicen entenderse muy bien con él, porque sabe escuchar y conserva la calma y la serenidad en las ocasiones difíciles. Por su mesa pasan todas las informaciones internacioales o nacionales, así como las colaboraciones. A todas les presta igual atención aunque se sienta inclinado por aquellas que se refieren a las distintas partes del globo.