3 diciembre 1986

Matías Cortés forma parte del Consejo de Administración del Grupo PRISA desde 1977

Cruce de acusaciones entre el poderoso abogado Matías Cortés y el que fuera su pasante Javier Sainz Moreno

Hechos

Los días 1 y 2 de diciembre de 1986 se hizo pública la demanda de D. Matías Cortés a D. Javier Sainz Moreno.

Lecturas

El enfrentamiento entre el abogado Matías Cortés y su antiguo pasante Sainz Moreno se ha convertido, aparentemente, en el detonante de un escándalo que aún no ha reventado del todo, peor que amenaza con reducir a la nada a destacados personajes de la derecha española, supuestamente relacionados con toda una serie de escándalos económicos aderezados con el ingrediente del sexo.

Matías Cortés se puso en contacto con su hermano Antonio, perteneciente al Opus, para que a través de Instituto le fuera encargada la defensa de Ruiz Mateos.

Durante los meses de enero y siguientes, Antonio Navalón acudía al despacho de Matías Cortés con un maletín que en tres ocasiones pudo comprobar que contenía dinero.

El dinero del maletín pudiera ser para comprar la agencia periodístico OF THE RECORD y para constituir un lobby empresarial con Pío Cabanillas y Terceiro.

El dinero también podría ser para, a instancia de Ruiz Mateos, llevárselo a Suiza. Matías Cortés y Antonio Navalón estuvieron un mes en Suiza en una cura dialéctica.

Para justificar sus inversiones, Matías Cortés llevaba una doble lista de minutas de honorarios en su despacho.

LO QUE DICE MATÍAS CORTÉS

Conoció a Ruiz Mateos en la toma de posesión de Barrera de Irimo como ministro de Hacienda. El empresario le llamó en marzo de 1982 para pedirle que se ocupara de algunos asuntos de Rumasa.

En los meses de marzo, abril y mayo del 83, Ruiz Mateos le pagó cuarenta millones de pesetas por los servicios prestados por el equipo jurídico.

Durante 1982 vio en diversas ocasiones a Antonio Navalón para pasear con él o para mantener una relación personal, pero en ningún caso contactó con él para tratar de temas de Rumasa.

Denuncia la desaparición de la mesa de su despacho de una cartera de tamaño intermedio con documentos y notas personales, con el pasado y con divisas. Especialmente notó la falta de tres agendas correspondientes a los años 1981, 82 y 83.

«Clubes de prostitutas y homosexuales».

El debilitado semanario de sucesos EL CASO (propiedad de D. Eugenio Suárez) y la popular revista de información política TIEMPO (dirigida por D. Julián Lago y propiedad de D. Antonio Asensio Pizarro) recogieron muchas informaciones de D. Javier Sainz Moreno destinadas a hacer quedar mal al Sr. Matías Cortés o dejarle en una situación comprometida con sus clientes. Uno de los casos fue la información recogida por TIEMPO que aseguraba que el Sr. Matías Cortés firmaba con el nombre del exministro D. Alfonso Osorio (actualmente, uno de los vicepresidentes de Alianza Popular) en distintos clubes de prostitutas y homosexuales, lo que llevó a ABC a publicar un editorial al respecto.

SERIAL EN ‘EL CASO’ CONTRA MATÍAS CORTÉS

La revista EL CASO publicó una gran ofensiva de reportajes sobre supuestos negocios y chanchullos del abogado Sr. Matías Cortés, en los que también implicaba a otras figuras como D. Antonio Navalón, D. Juan Garrigues Walker, D: Carlos Bustelo (presidente de ACESA), D. Pío Cabanillas Gallas, D. Luis Valls, D. José B. Terceiro o el marqués de Cubas en una actitud que fue reprochada por ABC.

El periódico EL CASO es propiedad de ‘Empresa Eugenio Suárez’ y en estos momentos tiene un ‘director en funciones’, D. Jesús Fernández Sedano. Le acusan de servir los intereses de D. José María Ruiz Mateos.

03 Diciembre 1986

El abogado Matías Cortés denuncia a su antiguo pasante por el robo de importantes documentos de su despacho

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

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El abogado Matías Cortés, uno de los más influyentes de Madrid, denunció el pasado martes ante el juzgado de guardia el robo de importantes documentos de su despacho profesional; la denuncia se centra en la persona de Javier Sainz Moreno, antiguo pasante del letrado. Asimismo, Cortés ha elevado otra denuncia contra Sainz Moreno ante el Colegio de Abogados de Madrid por revelación del secreto profesional.

Paralelamente, el catedrático de Derecho Financiero ha presentado querella por presuntas injurias, calumnias y revelación del secreto profesional contra el confidencial Eurocentral Press y el semanario sensacionalista El Caso y prepara, según sus propias manifestaciones, acciones judiciales contra las revistas Tiempo y Época, que han publicado sendos reportajes con declaraciones de su antiguo pasante.Matías Cortés denunció el pasado martes a Javier Sainz Moreno por el hurto de diversos objetos personales e importantes documentos de su despacho profesional. Concretamente, en la denunciase menciona la desaparición de su cartera personal, un volumen de divisas sin cuantificar, las agendas personales correspondientes a los años 1981, 1982 y 1983, documentos relacionados con las declaraciones de renta, carpetas de asuntos profesionales (como las de la agencia informativa Off the record, Felipe Acha, marqués de Perinat y Casino de Teoro), así como numerosos papeles.

Según Matías Cortés, Sainz Moreno -«que entró a trabajar conmigo por ser hijo de mi maestro, el catedrático Sainz de Bujanda y que nunca, en los 16 años en que permaneció, llevó asunto importante alguno»- «ha utilizado los documentos sustraidos en varias ocasiones, para entregárselos a algunos medios de comunicación». En la denuncia se citan los ejemplos del semanario El Caso, que en los últimos números está publicando una serie titulada «Delincuentes de guante blanco», en la que se reproducen varias hojas de las agendas personales de Cortés y se vincula al abogado en casos tan espectaculares como UTECO (cooperativas), ACESA (autopistas), Disneylandia y Rumasa.

Otro ejemplo que cita es el de la publicación confidencial Eurocentral Press, que se ha referido a Matías Cortés en distintos números, el último de los cuales hablando del caso Bokassa (una actuación profesional como abogado de un empresario malagueño que importaba café de la República Centroafricana). Por ello, el catedrático ha ampliado la denuncia al director de este último medio, Pío Sánchez Pérez.

Presencia de Ruiz-Mateos

Los semanarios Tiempo y Época se han referido también al robo de documentos en el despacho de Matías Cortés en el número que en la actualidad se vende en los quioscos. En las dos publicaciones se insinúa, a través de declaraciones de Javier Sainz Moreno, que Matías Cortés habría recibido 1.000 millones de pesetas de José María Ruiz-Mateos, acusación que el financiero jerezano ha lanzado en numerosa ocasiones. El abogado madrileño afirma que «no he recibido de José María Ruiz-Mateos ni u sólo céntimo, a excepción de 4 millones por mi minuta profesional, como ha reconocido el propio Ruiz-Mateos en una carta autógrafa dirigida al decano de Colegio de Abogados de Madrid Antonio Pedrol, en el moment en que estaba en discusión la concesión de la venia de abogado a Crispín de Vicente». Los reportajes abundan en acusaciones contra el abogado, al que trata de implicar en un escándalo de sexo y dinero que afectaría a la derecha española. Sainz Moreno reconoce en estos trabajos periodísticos estar en posesión de la agendas de Cortés.El catedrático ha presentado también querella contra Sainz Moreno por las declaraciones hechas a Tiempo y Época, «y preparo las acciones judiciales pertinentes contra ambas revistas» Javier Sainz Moreno ha declara do ya en el Juzgado número 28. Al parecer, el pasante se puso en contacto con el hijo de Ruiz-Mateos, Zoilo Ruiz-Mateos, y por ello fue llamado a declarar como testigo a favor del financiero jerezano en su querella contra Valls Taberner y Antonio Navalón.

07 Diciembre 1986

Un escándalo de sexo y dinero salpica a políticos de la derecha

TIEMPO (Director: Julián Lago)

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Una complicada historia en la que se mezclan el sexo y el dinero estalla tras la denuncia por parte de un ex pasante del abogado Matías Cortés, de que éste firmaba en algunos clubes 'gay' de Londres con nombres de dirigentes políticos de la derecha. La desaparición de las agendas y los documentos del bufete de Cortés marcan el inicio de un rocambolesco e inacabado asunto. Políticos, empresarios y hombres de negocios, se han sobresaltado durante la última semana ante el temor de que sus nombres figuren en este asunto.

«Estimado señor Osorio: lamento tener que poner en su conocimiento, aunque creo que es mi deber comunicárselo, que Matías Cortés, abogado con despacho en Velázquez, 20, firma como Alfonso Osorio cuando entra en los clubes de putas y gays de Londres.

Alfonso Osorio, vicepresidente de Alianza Popular, no salía de su estupor cuando el pasado día 15 de noviembre leyó esta misiva. Aquella mañana, Nieves, su eficaz secretaria, le había pasado la correspondencia a su despacho de consejero delegado, en la quinta planta del edificio de Petromed. Entre el correo se encontraba aquella carta cuyo contenido era el típico de un anónimo, pero que no lo era.

El mensaje venía escrito en un tarjetón con membrete y firmado con un nombre y dos apellidos: Javier Sainz Moreno. Abogado de cuarenta y un años, Sainz Moreno es, además, director del departamento de DErecho Tributario de la Universidad Autónoma de Madrid. Su nota no era más que el prólogo de una historia que, a lo largo de la pasada semana, ha conmocionado a numerosas personalidades de la política y el mundo empresarial y profesional madrileño.

«Al principio no le presté atención al asunto, aunque me pareció que, si era verdad, se trataba de una broma de muy mal gusto», relata Alfonso Osorio. Sin embargo, poco después, Alfonso Osorio recibió una llamada telefónica del propio Matías Cortés Domínguez, el prestigioso abogado que dirige uno de los más importantes bufetes de Madrid, que ejerce gran influencia en medios políticos y financieros.

«Es absolutamente falso que yo haya hecho algo así», le aseguró Matías Cortés a Alfonso Osorio, quien no podía hacer otra cosa que tomarse a risa una historia en la que él no era más que la víctima inocente de una broma bastante pesada. Una broma que no habría tenido más trascendencia si detrás de ella no exsistiera una segunda parte.

La segunda carta

«Javier Sainz a sido pasante en mi despacho durante dieciséis años y ha ido llevándose mis agendas personales y otros documentos. Quiere vengarse de mí con campañas de descrédito sobre mi persona», la explicó Matías Cortés a Osorio. ¿Qué alcance real tenían aquellos documentos que tantos nervios estaban desatando en Matías Cortés?

Tras estas afirmaciones de Matías Cortés aumentó el asombro de Alfonso Osorio, que se vio obligado a mandar una nota a Javier Sainz, solicitando aclaraciones, dada la gravedad de las imputaciones. Como respuesta a sus dudas, el viernes 21 de noviembre Alfonso Osorio recibe una nueva carta de Sainz, esta vez de dos folios y también con membrete.

«A la vuelta de sus viajes de Londres, Matías Cortés me comentó riendo que había estado en un club de putas en el que había gays y cómo le habían hecho firmar a la entrada y no pedían la documentación, había puesto el nombre de Alfonso Osorio», dice la segunda misiva. Pero la carta no termina ahí.

Los dos folios están llenos de implicaciones contra Matías Cortés. Algunas son puras anécdotas, como la de que ha bautizado a su perro con el nombre de Eduardo, ‘por Eduardo García de Enterría’. Otras se refieren a asuntos financieros de gran envergadura, que podrían salpicar no sólo a Matías Cortés, sino a algunos políticos de la derecha. «De todo esto pueden dar fe Rafael Pérez Escolar y Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Asuntos Exteriores, al conocer el asunto y saber que se le citaba como testigo.

Estalla el escándalo

El domingo 23 de noviembre, Alfonso Osorio asiste a una cacería de perdices. Durante el refrigerio, una dama llega abanicándose con el diario ABC, visiblemente escandalizada. «¿Habéis visto qué barbaridad? Aquí dice que alguien va firmando con el nombre de un vicepresidente de Alianza Popular en los clubes gays de Londres. Pobre fulano, dice citando el nombre de un vicepresidente del partido de Fraga que no es Alfonso Osorio.

Nobleza obliga, Alfonso Osorio se ve forzado a deshacer el malentendido: «No, hija, el nombre con que firman no es el de quién tu dices, es el mío».

La información piedra de escándalo tiene una fuente: un boletín confidencial, Euro-central Press, detrás del que se dice que aparece la influencia de José María Ruiz Mateos.

Ya está. El puzzle empieza a encajar: Ruiz-Mateos y Matías Cortes, su antiguo abogado, cuyas relaciones habían terminado como el rosario de la aurora.

A partir de ese domingo un fantasma comienza a recorrer los despachos de la derecha española. Es el síndrome de Londres. Políticos, empresarios e importantes profesionales se atemorizan ante la posibilidad de que se les relaciones con ambientes dudosos de la capital inglesa y con negocios poco claros.

De pronto, mucha gente importante descubre que ‘jamás he ido a Londres’, o que lo ha hecho ‘hace mucho, muchísimo tiempo’. La capital inglesa se convierte en algo tan lejano como la de Mongolia exterior.

07 Diciembre 1986

Periodismo amarillo-marrón

ABC (Director: Luis María Anson)

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Es lamentable el proceder de algunas publicaciones al acoger reportajes con escandalosos titulares en su portada. Recientemente un gran affaire de dinero y homosexualidad salió a la luz para salpicar a políticos de la derecha. Ya tenemos así unido el término homosexual al término derecha. Se publica a continuación la fotografía de un abogado madrileño [D. Matías Cortés], asegurando que firmaba con  nombre supuesto en un club de homosexuales londinense, pero resulta que es nombre supuesto era de un vicepresidente del partido conservador [D. Alfonso Osorio, Alianza Popular]. Aparte de esa broma siniestra, la revista publica a gran tamaño la foto del abogado en cuestión, la del actual ministro de Asuntos Exteriores [D. Francisco Fernández Ordóñez], la de algunos políticos conservadores, la de un prestigioso jurista y juez ajeno a todo el asunto. Y de este modo tenemos impresas en un reportaje sobre homosexualidad las imágenes de media docena de respetables hombres públicos españoles. Estamos ante una triste especie de periodismo amarillo, habría que decir en este caso de periodismo marrón. En una democracia en la que las garantáis jurídicas protejan a los ciudadanos, un caso de esta especie hubiera costado centenares de millones en concepto de indemnización a los afectados.

04 Enero 1987

En caso de conflicto, escuchar a las dos partes

Ismael López Muñoz

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En los primeros días de diciembre el abogado Matías Cortés denunciaba en Madrid, ante el juzgado de guardia, a su antiguo pasante Javier Sainz Moreno como presunto autor del robo de importantes documentos de su despacho profesional. En la denuncia se mencl onaba la desaparición de su cartera personal, un volumen de divisas sin cuantificar, las agendas personales correspondientes a los años 1981, 1982 y 1983, documentos relacionados con las declaraciones de la renta y otras carpetas de asuntos profesionales.

Este periódico publicó el día 3 de ese mes la información en la página 62 de la sección de Economía, firmada por EL PAÍS. El relato, basado en las diligencias de la comisaría de Buenavista elevadas al juzgado de guardia, añadía unas declaraciones de Matías Cortés, primer abogado de José María Ruiz-Mateos cuando la expropiación de Rumasa, quien afirmaba que su colaborador había utilizado los documentos sustraídos en varias ocasiones para entregárselos a distintos medios de comunicación, como realmente se ha podido comprobar durante estas últimas semanas al ser publicados en diversos semanarios.

El denunciado, Javier Sainz Moreno, ha recurrido al ombudsman para quejarse por considerar que la información ha sido parcial, y ha señalado, primero en conversación personal con el defensor del lector y más tarde en carta manuscrita: «Ningún periodista de EL PAÍS me llamó por teléfono (teléfono que figura tanto en la guía telefónica como en la guía del Colegio de Abogados, como en la de la universidad Autónoma de Madrid) ni se puso en contacto conmigo para contrastar la información ni verificar los hechos’para escuchar mi versión de los mismos, así como cualquier dato o aclaración».

El redactor jefe de Economía, Joaquín Estefanía, explica brevemente los pasos que se siguieron con la citada noticia: «El director del periódico me pidió que fuese yo mismo quien hiciese esa información. Al tratarse de una querella (interpuesta por el abogado Matías Cortés por el robo de documentos en su despacho profesional) y obtener el texto mismo de la querella, era una noticia objetiva que no necesitaba de la contrastación de ninguna otra parte en conflicto. El texto fue elaborado y posteriormente revisado por la dirección del diario, que conoció y aprobó la forma y el lugar de presentación del mismo».

En este caso no se ha aplicado una de las normas fundamentales del Libro de Estilo del periódico: «En los casos conflictivos hay que escuchar o acudir siempre a las dos partes». No hay excepciones.

08 Febrero 1987

Matías Cortés, bajo los focos

Raúl Heras

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Tiene cuarenta y nueve años recién cumplidos. Es bajito, redondo y sonrosado. Desprende amabilidad, ríe fácilmente y es un mal enemigo. Nacido en Granada, pero la atracción por estar en el centro del poder le llevó rápidamente a instalarse en la corte madrileña. Es ambicioso, cerebral, muy listo, con las pasiones bien ocultas y una interminable lista de amigos importantes. Se llama Matías Cortés.

Siempre le ha gustado moverse en la penumbra, lejos de las luces y las candilejas de los primeros actores. Es una mezcla de Peter Lorre y Charles Laughton. Tenaz hasta conseguir el triunfo. Ambicioso. Apasionado por la música y el arte. Le gusta sentir el poder y comer bien y rodearse de belleza.

Desde que tenía 26 años Matías Cortés es catedrático. Y desde los 32 es titular de la cátedra de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Autónoma de Madrid. Su única aventura política conocida fue el Partido Popular de Pío Cabanillas en los inicios de la transición política. Sus otras aventuras, los negocios, son menos conocidas. Como no lo son tampoco sus asesorías a empresas, sus dictámenes a sociedades importantes. Lo guarda todo con celo profesional. Lo guardaba hasta ahora.

Envidiado en un país donde la envidia es el vicio nacional guarda una tranquilidad notable ante los ataques que recibe. Espera poder devolver los golpes. Cada uno a su tiempo. Tal y como debió aprender durante sus tiempos de estudiante en Granada, donde nació el 19 de enero de 1938.

Tal y como comprobó que hacia la vida cuando acompañaba a su padre por los Juzgados de la patria chica de García Lorca. Como comprobó cuando viajaba por primera vez a Madrid a instalarse en el Colegio Mayor César Carlos.

Allí conocerá a un sacerdote llamado Jesús Aguirre, hoy duque de Alba. Compañeros de entonces llegarán a ser ministros. A tener prestigio, influencia, relaciones. Poder.

Matías Cortés Domínguez vive en un gran chalet de Puerta de Hierro. Tiene otro en Palma de Mallorca. Un apartamento de lujo en Londres. Su bufete en la calle Velázquez. Su corazón en la música y su estómago en el restaurante Jockey.

Instalarse en Madrid.

Se doctoró en Derecho en la Universidad italiana de Boloña. Allí conoce a una persona que será muy importante en su carrera: Evelio Verdera, catedrático de Derecho Mercantil y director del Colegio de España. Hombre de buenos y abundantes contactos en los Estados Unidos le presentará al estudiante Matías Cortés a Amintore Fanfani, en aquellos tiempos sumo sacerdote de la Democracia Cristiana italiana.

Con el doctorado en el bolsillo regresa a Madrid como adjunto de la cátedra de Fernando Sainz de Bujanda, padre del que luego será su pasante, compañero de despacho y hoy acérrimo enemigo Javier Sainz Moreno.

Sainz de Bujanda es también granadino y conoce a la familia Cortés y a todos los hermanos de Matías, que se hacen también abogados, empezando por el mayor, Antonio, que se traslada a vivir a Barcelona e ingresa en el Opus Dei.

En la cátedra de Sainz de Bujanda coincide con un antiguo compañero de colegio: Jaime García Añoveros. Sus relaciones con María del Carmen Rivas Gómez, cristalizan en bda, que se celebra en Málaga, donde el padre, militar retirado ha fijado su residencia.

En 1965 gana la cátedra de Economía Política y Hacienda Pública de la Universidad de Granada y pasará cinco años en esa ciudad.

Vuelve a Madrid y junto a las clases en la Autónoma inaugura bufete en unión del hijo del teniente general Díez-Alegría. Sobre sus cabezas, en el piso superior, otro abogado que se hará famoso en los últimos años del franquismo: Antonio López. Por el despacho de la calle Segre pasan varios personajes de la transición democrática y Matías Cortés aprovecha el tiempo. Hace años que ha descubierto que las amistades son importantes.

La muerte de miles de mejillones tras el choque de dos barcos en la ría de La Coruña le proporcionará uno de los casos más importantes de aquellos primeros años, comienzos de la década de los setenta.

A Franco le da el primer ataque de flebitis y se percibe en todos los círculos políticos y económicos que el cambio en la cúspide del Estado está próximo. Matías Cortés rompe con Manuel Díez-Alegría e instala su bufete en la calle Velázquez.

Los tres de Juan de Mena.

Allí estará hasta que la dimisión de Barrera de Irimo de la cartera de Hacienda arrastra a Francisco Fernández Ordóñez, en ese momento presidente del INI, a dejar la Administración y proponer a su compañero y amigo montar un nuevo bufete. A los dos se unirá Rafael Pérez Escolar, que djea la secretaría del consejo rector de Banesto.

El despacho de Ordóñez, Cortés, Escolar en Juan de Mena es en 1976 un continúo trasiego de nombres y relaciones. Pérez Escolar apuesta por Fraga para suceder a Carlos Arias Navarro, lo mismo que Matías Cortés y dejan a un dubitativo Fernández Ordóñez, con sus poesías, sus teléfonos y sus continuas conversaciones con periodistas.

El que será por tres veces ministro, primero con UCD y luego con el PSOE, abandona el bufete y se traslada con sus muebles a la calle Serrano, a la empresa Laing.

Es Juan de Mena Matías Cortés se encuentra con uno de los grandes temas de la época y que llegará hasta hoy: la absorción del Banco Coca por Banesto. Ignacio Coca le elige como abogado y comienza una relación que se romperá cuando el banquero piense que sus intereses no están bien defendidos.

La aventura de Bokassa.

Lleva también la asesoría del industrial malagueño Felipe Acha Yagüe en sus relaciones con un emperador de opereta: Jean Bedel Bokassa.

A lo largo y ancho de 1977, 1978, 1979 Matías Cortés y Felipe Acha viajan a Bangui, la capital del Imperio Centroafricano. Compiten en influencia cerca del emperador con el mismísimo Giscard d´Estaing, y consiguen la firma de un importante contrato para construir desde un hospital a una pista de aterrizaje por valor de más de trece mil millones de francos.

El 11 de junio de 1979 Acha y Cortés cursan un télex al presidente David Dacko en el que le piden una transferencia de 50 millones de francos y otros 50 adicionales, tal y como habían acordado con el mismo Bokassa durante la audiencia que les concede el 7 de abril de ese mismo año en su residencia de Berengo.

El ministro del Tesoro Público centroafricano librará una letra, con vencimiento de 1 de abril de 1980, a nombre de Felipe Acha. Cantidad: 20.667.814,96 francos franceses.

Tiene también como clientes a la empresa Babcok Wilcox y a Virginia Mahou, heredera de la fábrica de cervezas a la muerte de su tío y que conocerá una complicada peripecia de la misma, con renuncia y posterior compra de las acciones a la segunda mujer del dueño de Mahou. Una separación de bienes ante el notario Giménez Arnau, una cuenta abierta en el Banco Internacional de Comercio y la posterior fuga de Herráiz, su marido, a Brasil, dejarán a la heredera sin ochocientos millones de pesetas.

Sus relaciones con Gregorio Marañón Beltras de Lis le abren a Matías Cortés las puertas del Banco Urquijo y de su filial Bankunión, así como las que mantiene con Luis Valls le abren las del Banco Popular.

Le gusta estar bien relacionado con los banqueros. Y va a ser testigo en los años siguientes de la desaparición de varios de ellos o su absorción por otras entidades, como serán los casos del banco Ibérico de los Fierro, el Coca, el Occidental y el Urquijo…

Acerca y los Rothschild

Bankunión, como principal accionista de Acesa, será el principal perjudicado por el escándalo. Un préstamo de una de las entidades Rothschild, tramitado a través de una sociedad radicada en Suiza llamada Creafin S. A., y que cobrará un interés desmesurado por su gestión.

El propio crédito tendrá un interés muy alto y el presidente y el director financiero de Acesa, González Vallés y Fernández de la Puebla, recibirán parte de los beneficios de la operación a través de otra sociedad, denominada Geficoes.

Antonio Gisbert, amigo personal de Matías Cortés, ha estado en Acesa y en ese momento está al frente de Barosa, que también pasará la correspondiente factura. En Creafin, S. A. no sólo está Antonio Gisbert, está también Francisco Palazón, el diplomático procesado en 1985 como cerebro de una red dedicada a la evasión de capitales

Otra sociedad que saldrá a relucir durante la investigación será Proyectos e Informes, pertenecientes al ex ministro de Obras Públicas Luis Ortiz y al cuñado del ex presidente Calvo-Sotelo, Domenech.

Todo el tema de esta sociedad será lento y tedioso. Desde la querella del fiscal general del Estado, Burón Barba, y el posterior vaivén de la misma entre Madrid y Barcelona, hasta la devolución de 540 millones por parte de González Vallés, que llegarán a España desde Panamá supuestamente para una empresa de construcción radicada en Marbella.

Francisco Fernández Ordóñez le presenta un día en el despacho del periodista Antonio Navalón. Nace una amistad que sólo se romperá en las horas malas de Rumasa, cuando un Ruiz Mateos exiliado en Londres empiece a atacar a sus antiguos colaboradores.

Adolfo Suárez está en el poder, pero UCD es un agujero de grillos donde varios amigos de Matías Cortés quieren llevar la voz cantante, desde Óscar Alzaga a Herrero de Miñón, desde Calvo-Sotelo a Rafael Arias Salgado. La cuñada de éste, Isabel Garrigues, le ha decorado al abogado su despacho de Juan de Mena.

Adiós a UCD.

El partido centrista se descompone y Matías apoya la solución Calvo-Sotelo. Pío Cabanillas también trabajo en la sombra. El 23 de febrero de 1981 el teniente coronel Tejero irrumpe en el Congreso de los Diputados. Los disparos que rompen el techo del hemiciclo van a romper definitivamente a UCD, aunque tengan que pasar veinte meses para que el fracaso su confirme.

Sus relaciones con Antonio Navalón y Luis Valls le llevan a un hombre que se cree todo poderoso gracias a su enorme imperio económico: José María Ruiz Mateos. El 26 de junio de 1982 se produce el primer contacto. Las auditorías aprietan y el empresario jerezano intenta ganar tiempo y colocarse en mejor posición ante las autoridades montetarias del Banco de España.

Las conversaciones y contactos de Matías Cortés y Navalón se hacen casi diarios. El abogado granadino habla con Calvo Sotelo, no en balde ese mismo año se comprará su casa en Mallorca, lo que le transformará en vecinos. Con Blas Calzada, con Alfonso Escámez, con Pío Cabanillas. Es un mes de febrero con una agenda muy cargada.

Están también Río Tinto minera, la BAD, Larios, el Citybank. Los viajes a Londres, Zurich y Ginebra. Los conciertos en el Real. Nuevo York: un largo viaje que dura nueve días de abril y tras el cual se reúne a cenar con Pío Cabanillas, Valls y Navalón.

Esta Promociones Saturno, la sociedad que crea junto con Óscar Alzaga y Gregorio Marañón, hoy dueña de uno de los locales donde está instalado uno de los Vips madrileños.

Del despacho de Alzaga y Marañón saldrá un importante dictamen sobre el juego para la patronal Facomare. Del de Matías Cortés, otro sobre tributación para la empresa Cirsa, contolada por los hermanos Lao, junto a Ricardo Franco los que controlan el mercado de las máquinas tragaperras.

Los asuntos de toda índole caen sobre el despacho de Velázquez, donde se ha trasladado Matías Cortés tras dejar a Pérez Escolar, como la lluvia sobre las calles, de una forma constante y machacona.

Llega el PSOE.

Llegan los socialistas al poder y la vida de Matías Cortés se acelera. Despide el año 82 en su inmenso chalet de Mallorca en un largo fin de semana y en el mismo lunes 3 de enero se va a París. Está toda la semana para aterrizar el domingo en Ginebra y el martes en Montreux. Anota en su agenda: “Buscar resguardos” y una cantidad: 1.140.

El miércoles 12, está de regreso en su corte madrileña. A las 4,30 de la tarde tiene consejo en ‘Off the Record’ y por la noche cena con uno de sus contertulios favoritos: Valls.

Y de la cena a la comida del jueves con otro incombustible a todo tipo de situaciones: Pío Cabanillas. Por supuesto en Jockey.

El viernes habla con Antonio Gisbert, tras comer previamente con Gregorio Marañón y deshacer una cita con Antonio Navalón. Sus personajes favoritos entran y salen como si de una comida británica se tratara.

El sábado habla con el arquitecto Carlos Ruiz de la Prada sobre su chalet en Colmenarejo y dedica parte de la tarde a su antiguo capellán y hoy duque de Alba: Jesús Aguirre. El domingo no para: Navalón a las once y media y Raúl Morodo para comer.

Comienza la semana del 17 pensando terminarla en Marbella. Tiene que atender sus compromisos profesionales respecto a los casinos y los bingos, aparte de su representación de la British American Tobaico en Tabacanaria.

El lunes como con Luis Valls. El miércoles pasea por el Retiro en compañía de Navalón. Habla del tema del oro con Rafael Oliva. Ve dos veces a Manolo de la Concha y vuelve a conversar largo y tendido con Antonio Navalón, esta vez mientras comen el viernes en Edwards en la calle Zurbano.

De punta a punta.

El 26 de enero se marcha a Buenos Aires, pero ante cena con Horacio Oliva y ve en el despacho a Antonio Gisbert. El Banco Popular Argentino le espera. Come en el Claridge y tras atender a sus negocios el jueves y el viernes decide cancelar su vuelo a Londres y pasar el fin de semana en Bariloche.

El 1 de febrero pasa por México. Come con Emilio Casinello y esa misma semana habla en Miami con Juan Gisbert, el que fuera uno de los puntales del equipo español de tenis de Copa David junto a Manolo Santana y José Luis Arillas.

La semana del 7 al 13 de febrero pasa muy rápida- Los contactos y amigos de siempre: Navalón, Pío Cabanillas, Horacio Oliva, Gregorio Marañón, el duque de Alba, Antonio Gisbert. Su red, su extensa red de influencias y negocios. La que le permite sonreír detrás de sus cien kilos está en perfecto estado. Lo mismo que sus negocios y los de sus amigos, Wisseman llega desde Miami y hay que atenderle pese a que cancele una cena y una comida, dos de sus aficiones favoritas y más lucrativas

Viaja a Lisboa durante dos días y regresa con los días justos para atender sus compromisos con Anglomediterránea, con Gestino y con los amigos: Gregorio Marañón, Pío Cabanillas y Oliva. Le esperan las pistas invernales de Saint Moritz.

Sábado 19, domingo, lunes, martes 22 de febrero: regresa urgentemente a Madrid. El miércoles 23, apunta en su agenda: nacionalización de Rumasa. Esa mañana habla con Navalón y Ruiz Mateos. Come con Carlos Rodríguez, habla por la tarde con Petra Mateos, la mano derecha de Boyer, y se reúne con su cliente al que le ha estallado todo su mundo en pedazos: Ruiz Mateos.

Toda la mañana del 24 se la dedica a Navalón. Conversaciones y conversaciones. Come en casa con Pío Cabanillas y su hermano Valentín y por la tarde recurre a lo consejos de Luis Valls.

La polémica expropiación de Rumasa. El gran asunto jurídico para cualquier abogado. El gran golpe económico del Gabinete socialista se ha producido y Matías Cortés, el sonriente y frío Matías Cortés, que tiene en sus manos desde hace meses la patata caliente de Rumasa, dedica el viernes a intensas conversaciones con Navalón, con Ruiz Mateos, a comer con Pío, Antonio Gullón y Valentín Cortés. A ver de nuevo al empresario expropiado y a coger el sábado el avión para Sainz Moritz. Las nevadas pistas le esperan.

Los siete magníficos.

Despide febrero y comienza marzo con más y más reuniones de abogados. El asunto Rumasa es tan grande que propone a Ruiz Mateos la única vía posible: un equipo que pueda