7 septiembre 1978

Protestas de los senadores cesados: "Es un triunfo de la partitocracia"

UCD y PSOE suprimen la figura de los senadores reales anulando cualquier poder del Rey en cámaras legislativas

Hechos

El 7 de septiembre de 1978 UCD y PSOE acordaron que en la Constitución no figurarían Senadores por Designación real ni tampoco Consejo del Reino.

Lecturas

Durante la Dictadura de Franco existían dos cámaras, Las Cortes Generales y el Consejo del Reino. En ambas el Jefe de Estado se reservaba la designación directa de una parte de sus miembros. La Ley de la Reforma Política del Gobierno Suárez suprimió ambas cámaras para reemplazarlas por un Congreso de los Diputados y un Senado. La primera, la Cámara Baja, el Congreso, quedó al margen del Jefe del Estado, y sus miembros serían designados en listas cerradas por los partidos políticos que habían de ser refrendadas en elecciones democráticas por los ciudadanos. Pero en la segunda, el Senado, se permitió que la mayoría de sus miembros fueran elegidos por los ciudadanos en listas abiertas, pero una minoría, 41, fueran designados directamente por el Jefe del Estado: los «senadores por designación real».

Sin embargo en la sesión de debates constitucionales del 7 de septiembre de 1978 los grupos mayoritarios UCD y PSOE, acordaran votar la supresión de los senadores por designación real en presencia de estos, que se quedaban así sin voz.

LAS PROTESTAS DE LOS ÚLTIMOS SENADORES REALES ANTE SU SUPRESIÓN

D. LUIS OLARRA: «No sé cómo UCD ha podido dejar en tal situación al Rey. Que hubiera senadores independientes de los partidos podía aportar mucho. Qué se comparen mis intervenciones con las de D. Francisco Ramos. Creo que el pueblo español se dará cuenta de cuál es el comportamiento de UCD y de Adolfo Suárez».

 D. JULIÁN MARÍAS: «Es un error, pues implicará que la totalidad de la Cámara Alta quedará obligada por la disciplina de los partidos. Por lo que se ve y como era de temer los dos partidos mayoritarios, UCD y PSOE, se han salido con la suya. Aun cuando queda por celebrarse el Pleno del Senado para aprobar la Constitución, mucho que temo que los artículos, tal como quedaron redactados ya no sufrirán modificación».

 D. CARLOS OLLERO: «La presencia de un grupo de senadores independientes que no deben su presencia en el Senado a ningún partido político, sino al Rey, hubiera introducido al Senado un factor de moderación y un engranaje objetivo e imparcial entre intereses opuestos. Por tanto, creo que la desaparición no resulta beneficiosa para el Senado. Lo preveía desde que vi la actitud de UCD.

 D. JUAN DE ARESPACOCHAGA: «La figura de los senadores reales está presente en muchas constituciones extranjeras, creo que en una Cámara Alta como la nuestra, el grupo resultaba eficaz. No existía mayor independencia que el haber sido nombrado directamente por Su Majestad».

 Sr. PEDROL RIUS: «Creo que fue un acierto incluir a hombres independientes de los partidos en el Senado para contribuir al examen de la Constitución. La decisión tomada a cabo por UCD y PSOE confirma la rígida formación de un modelo partidista».

ALMIRANTE MARCIAL GAMBOA: «Me parece una equivocación. Tal como se están desarrollando las cosas, el Rey está siendo privado de sus prerrogativas y está siendo convertido en una figura decorativa».