28 octubre 1984

Las fotos las tomó el marqués de Villaverde

LA REVISTA de Jaime Peñafiel publica las fotos de la agonía del dictador Francisco Franco causando una demanda de su familia

Hechos

En octubre de 1984, en su segundo número desde su creación LA REVISTA, propiedad de D. Antonio Asensio, dirigida por D. Jaime Peñafiel, publicó las fotos del General Franco en su operación.

Lecturas

Cuando el que fuera dictador de España durante casi 40 años, el general Francisco Franco, se estaba muriendo en noviembre de 1975 entre dolores y yacía en una cama desnudo y tapado únicamente por trozos de sábana, su yerno, D. Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, que tenía acceso a esa sala por su condición de médico, tomó una fotografía.

Nueve años después esa fotografía aparece en la portada de LA REVISTA, la publicación del Grupo Zeta que dirige D. Jaime Peñafiel y es propiedad de D. Antonio Asensio Pizarro. La publicación pretendía competir con ¡HOLA! y aunque la publicación de las fotos será un éxito de ese número supondrá la destrucción de la revista porque dejará de verse como una alternativa a ¡HOLA! que jamás hubiera publicado una foto tan morbosa.

El marqués de Villaverde, D. Cristobal Martínez Bordiú, reconoció ser el autor de las fotografías, pero aseguró que alguien se las había robado para publicarlas en prensa.

25 Octubre 1984

Las fotografías de Franco

Carlos Luis Álvarez 'Cándido'

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La muerte puede ser absurda, impúdica, cruel. Las fotografías que publica LA REVISTA que dirige Jaime Peñafiel son a la vez conmovedoras y aleccionadoras. La conservación tecnológica del último espasmo vegetativo de Franco es un ejemplo terrible de lo que no se puede hacer con un hombre. Defiendo con vehemencia la actitud de Jaime Peñafiel publicando esas fotografías. Franco no merecía acabar convertido en la terminal de una computadora, en una pieza de un complejo mecanismo industrial. La inrremediable agonía del régimen de Franco quiso paliarse con un sueño sin sentido, el de prolongar la agonía de Franco. Y así se entró a saco en el misterio del destino personal de un hombre con cables y toda suerte de artificios. La figurilla del hombre atrozmente desgastada por el sufrimiento, está en esas fotografías a punto de convertirse en un émbolo o en cualquier accesorio de una estructura mecánica. Retrocede uno, se encoge el corazón ante la indiferencia maquinal que le rodea. Tendido allí, patética criatura, el infinito dolor de su cuerpo nos llega con todo el verídico pavor que desprenden las fotografías.

Quizá este documento gráfico que sacudirá los sentimientos del mundo, genere discusiones y polémicas y se ponga en entredicho la decisión de publicarlo. El hecho es que nada dice ese documento acerca de Franco. Habla, y con gran elocuencia y a gritos de quienes le rodeaban y decidían a la hora de su muerte. Fue instrumentalizado hasta la barbarie no tanto por una razón de Estado, que sería igualmente condenable, sino por el estado putrefacto de la razón y del recto sentimiento humano. No puede haber impunidad moral para quienes llevaron a un hombre a esos extremos en los que le arrebataron su propia muerte para dejarlo morir no como un hombre, sino como un mecanismo. ¿No decía el poeta Rilke que todo hombre tiene derecho a vivir su propia muerte? A Franco le negaron ese derecho. Cuando murió ya estaba muerto. Y esas memorables fotografías son tan inesquivables como una conciencia. ¿Qué hicistéis con ese hombre?

25 Octubre 1984

Fundación Franco: "La familia Franco repudia la publicación de las fotos"

Gutiérrez Cano (Comunicado a Efe)

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La viuda e hija del anterior jefe del Estado, Francisco Franco, lamentan, repudian y censuran la publicación en una revista nacional de fotografías del general durante su agonía en un hospital madrileño.

La Fundación Nacional Francisco Franco ha remitido un comunicado a Efe en el que, tras subrayar que actúa en nombre y representación de Carmen Polo, viuda de Franco y señora de Meirás, y de Carmen Franco Polo, ‘lamenta y repudia la publicación en una revista española de fotografías que dicen corresponder a la persona del excelentísimo señor don Francisco Franco Bahamonde’.

La Fundación Francisco Franco dice que la publicación de esta fotografías, del ‘que fue en vida caudillo de España, generalísimo de sus Ejércitos y jefe del Estado y del Movimiento Nacional, tomadas aparentemente durante su última enfermedad en una clínica madrileña, constituye una clara violación del derecho a la imagen de las personas reconocido por las leyes vigentes.

«La familia Franco – añade la nota – expresa, por ese conducto, su dolor y su censura ante este atentado a lo que constituye su patrimonio más entrañable».

25 Octubre 1984

"No hemos pagado ni un duro"

Jaime Peñafiel

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Jaime Peñafiel, director de LA REVISTA aseguró a DIARIO16 que, pese a todos los comentarios surgidos en la mañana de ayer «No hemos pagado ni un duro por las fotos, aunque cueste trabajo reconocerlo. Yo las iba a publicar sin más para que la gente viera cómo murió Franco».

Asimismo, Peñafiel afirmó que ‘no ha sido ningún médico, ni ATS, ni auxiliar de clínica quien nos las ha facilitado, no sé el motivo de por qué esta persona tenía las fotos. No se trata de ningún amigo mío como también sé que ha sido. Y no ha cobrado ni cinco’.

«Su única condición fue que hiciera un uso honesto, respetuoso. Es una persona que me confió las fotos para que los españoles se concienciaran del derecho a morir dignamente. El general Franco sufrió una larga agonía que como yo he publicado, impresionó incluso a sus detractores. Ignoro cómo se hicieron las fotos».

Según Jaime Peñafiel, el ‘donante’ de las fotos las tenías desde 1975. «A mí me ha confirmado uno de los doctores del equipo médico habitual, Hidalgo Huerta, que corresponden a cuarenta y ocho horas antes del morir el paciente, porque él reconoce un drenaje que le hizo. Esta persona que trajo las fotos las guardó como oro en paño hasta ahora».

25 Octubre 1984

"Creo que es un montaje"

Dr. Alfonso Cabeza

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El doctor Alfonso Cabeza sigue insistiendo que las fotos que publica LA REVISTA sobre los últimos días de Franco en la Ciudad Sanitaria La Paz, son «un montaje; no de la revista, sino del que hizo esas fotos. Esta mañana ha estado hablando precisamente con Peñafiel y con Arriazu para deshacer el entuerto».

Alfonso Cabeza dice que «hay en las fotografías cosas que no me cuadra pero que prefiero no decirlas. También me extraña mucho que en la UVI de un hospital las enfermeras vayan sin guantes, con los relojes puestos y con el pelo suelto. Esto no es una UVI completamente aséptica. Otro detalle que me ha llamado la atención es que en una foto aparezca dándosele sangre a Franco por el brazo izquierdo y en otra por el derecho». Cabeza dijo reconocer a una de las enfermeras que aparece en una foto, perteneciente al servicio de neurofisiología de La Paz.

Otro aspecto en el que se basa el doctor Cabeza para mantener que «es un montaje», es el detalle de que Franco «cuando ingresó aquel siete de noviembre de mil novecientos setenta y cinco por la tarde en el hospital, pesaba poco más de treinta y cinco kilos, y el que aparece en la foto aparenta pesar más, ¿no?».

01 Noviembre 1984

El marqués de Villaverde dice que él hizo las fotos de Franco

Declaraciones a DIEZ MINUTOS

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El marqués de Villaverde se declara autor en un semanario de las polémicas fotos de la agonía de Francisco Franco, y su hija Arancha dice, a otra revista, que quien las hizo no respetó a un moribundo indefenso.

Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, ha reconocido que él fue el autor de las fotos de la agonía de su suegro, Francisco Franco – cuya publicación desató todo tipo de reacciones – pero ha asegurado que a él le fueron robadas.

El marqués asegura a DIEZ MINUTOS que cuando legó a sus manos la pasada semana la revista que hizo públicas las fotografías [LA REVISTA] no dudó de que se trataba de las que él había tomado y que, por tanto, no podía tratarse más que de un robo.

«Las que yo mismo había tomado – dice textualmente el marqués – como se tomó todo el proceso de la enfermedad de mi suegro de cara a un historial clínico».

Mientras, otra revista, en este caso SEMANA, recoge unas declaraciones de una de las nietas de Francisco Franco e hija del marqués de Villaverde, Arancha Martínez Bordiú.

Arancha manifiesta que toda la familia está indignada con el asunto de la publicación después de nueve años de la muerte de su abuelo, y añade que ‘el que hiciera las fotografías tampoco respetó a un moribundo indefenso».

Después de comunicar que en muchos casos de fotografías o filman cuestiones médicas, el marqués de Villaverde admite que se cuestione sobre el buen o mal gusto de tomar las fotografías, pero ‘lo que no puedo aceptar es que hayamos sido saqueados. Por eso hemos iniciado ya las acciones legales», puntualiza.

Cristóbal Martínez Bordiú asegura que las fotografías permanecieron durante mucho tiempo, junto a otros documentos reservados, en uno de los cajones del despacho del centro sanitario donde trabajaba, bajo llave.

El yerno de Francisco Franco declara que cuando fue destituido y expulsado de dicho centro sanitario, donde era jefe de servicio, no le dieron tiempo de recoger sus cosas, aunque pensaba que estaban seguras hasta que ‘obligaron a mi secretaria, Arancha, a entregar las llaves, puntualiza.

Cristóbal Martínez Bordiú era jefe de servicio del centro sanitario Ramón y Cajal de Madrid. Según sus propias palabras, tardó dos meses en ordenar el traslado de sus cosas, que él no dirigía, puesto que ‘no podía volver a aquel lugar’.

Más adelante comunica que tiene perfectamente localizadas a las personas que tocaron los cajones y que durante el tiempo que tardó entre abandonar el centro y el traslado hubo tiempo suficiente para ordenar y revisar sus documentos.

El marqués destaca que le han dado el disgusto del siglo y se muestra horrorizado de pensar que alguien pueda creer que las fotografías hayan salido de sus manos.

Para terminar, dice: «Las fotografías son mías, pertenecen al historial de la enfermedad de Franco. No sólo clínicamente, sino por la categoría excepcional del personaje, era necesario hacerlas y conservarlas».

El Análisis

El yerno presuntuoso y el periodista errado

JF Lamata

D. Jaime Peñafiel intentó poner un halo de misterio al origen de las fotos que, como exclusiva logró publicar en su nueva LA REVISTA (la publicación que había creado tras romper con ¡HOLA!). Pero siempre fue un vox populi que el autor de las fotos fue el marqués de Villaverde. Donde queda el misterio es de como las fotos pasaron del marqués al periodista Sr. Peñafiel. Pero al margen de eso, llama la atención que el marqués de Villaverde no tuviera empachos en tomar una foto a su suegro en tan penosas circunstancias. La humanidad es tan discutible que el propio D. Francisc Franco Martínez Bordiú me reconocía que le costaba entender aquella actitud de su padre.

En lo que se refiere al periodista, si pensó que aquellas fotos iban a ser el trampolín para lanzar a la fama LA REVISTA erró completamente. Los lectores de ¡HOLA! deseaban fotos de bodas y de príncipes sonrientes, no de viejos decrépitos y moribundos. El Grupo Zeta debía haber desplazado esas fotos en INTERVIÚ o en TIEMPO. Publicarlo por LA REVISTA supuso, a la larga, el fin de la revista.

J. F. Lamata