DIARIO16 publica en plena campaña un organigrama sobre entidades investigadas por Interior como sospechosos de golpismo

Habría de ser el organigrama de la trama de la conspiración, que DIARIO16 atribuye a la Brigada Antigolpe, un documento serio con todas las garantías de autenticidad, y un periódico responsable se guardaría mucho de darle una publicidad que evidentemente comprometería la investigación. Pero cuando en el documento aparecen personas e instituciones respetabilísimas que están fuera de toda duda, y el Ministerio del Inteiror desmiente categóricamente su autenticidad, su publicación reviste una gravedad que no necesitamos encarecer.

La respuesta apropiada, por cuanto a nosotros concierne, puesto que YA figura también en la relación, se la hemos dado DIARIO16 mediante la querella criminal que hemos interpuesto; y, naturalmente no sólo nosotros. Otra clase de réplica equivaldría a un diálogo que nos obligaría a descender a un nivel que no es el nuestro. Pero hay una consideración de carácter general que algúna vez hemos apuntado y no tenemos más que remedio que reiterar. Nos referimos a la parte que corresponde a la destacada intervención del periódico citado en la creación de un clima malsano de sospecha e indignación que es el caldo de cultivo más propicio para aquello que dice combatir. En ese sentido, podría muy bien afirmarse que, para agente provocador del golpismo, DIARIO16.

Poco más vamos a añadir. Hablamos de un periódico que, en línea con la más triste tradición incivil y bochornosa, viene dando constantes motivos de rubor a cuantos ejercemos el periodismo con un sentido de dignidad y de la propia estimación. Hasta ahora le censurábamos por su lamentable ejecutoria de agresividad. En el editorial con el que presenta el organigrama afirma, intentando torpemente curarse en salud, que su propósito no es fomentar insidias en torno a personas honorables, a algunas de las cuales descargas expresamente de culpa. Pero aun respecto de éstas, desde el momento en que los nombres aparecen, incriminados quedan. No es difícil adivinar adónde apunta con ello, en las actuales circunstancias electorales, una publicación que nada tiene de candorosa. Ese procedimiento de la previa exculpación añade un nuevo rasgo a su ya poco atrayente fisonomía moral: la hipocresía.

La inclusión de ABC en un denominado organigrama que se dice hipótesis de trabajo para llegar al corazón de la trama golpista y que, evidentemente, no pasa de ser un alucinante entramado de insidias contra no pocas personas, instituciones y organismos respetables ha puesto ya en marcha la debida acción legal de nuestro periódico contra el diario que ha publicado esa pseudoinformación y que jamás merecerá para nosotros, en adelante el tratamiento de colega. Confiamos en la independencia de los Tribunales y nada más tenemos que puntualizar en este terreno a los sujetos que han decidido y realizado esa publicación. Pero sí debemos hacer, en otros aspectos de este turbio asunto, varias consideraciones muy graves.

La primera se refiere al origen del organigrama. Si fue trazado y entregado al ministro del Interior, por una brigada policial, para el desarrollo de las investigaciones sobre el golpe militar o de Estado, no es tolerable, ni lícito, que esta documentación pase al libre uso de un periódico. ¿Cómo se ha producido este insólito trasvase? ¿Por qué unos documentos de trabajo policial se entregan a un periódico para que los publique? ¿Cómo se entiende en el Ministerio del Interior la responsabilidad administrativa, y de gobierno, ante los derechos e los ciudadanos y de las entidades legalmente constituidas?

En segundo lugar, la composición del organigrama estimula cualquier sospecha de que sirva, publicado en plena campaña electoral, a inconfesables fines políticos. La prudencia política más elemental reclama en cualquier democracia verdadera, tanto de un Ministerio como de las fuerzas policiales, que no se divulguen documentos incriminatorios en los que no falta ni siquiera la mención destacada de Embajadas de países que mantienen normales relaciones diplomáticas con España.

En tercer lugar, no es explicación suficiente, ni justificante, ni que deje zanjado el asunto, la mera comunicación del Ministerio del Interior, asegurando ser falso del organigrama, falsa la información que lo explica, falso, en fin, todo lo publicado, cuando al desmentido no van unidas de manera inmediata – por más que se hayan producido dieciséis horas después – las acciones legales correspondientes contra los falsificadores de noticias injuriosas para muchos y también para una brigada policial y un Gobierno, dado que los Ministerios implican en sus actuaciones al Consejo de Ministros.

No podemos aceptar estos métodos. Reclamados todas y cuantas sanciones procedan contra quienes se amparan en una falsa interpretación extensiva del derecho a la libre expresión para injuriar a personas, organismos, entidades y grupos que consideran adversarios. Demandamos la máxima responsabilidad ante la entera ciudadanía de un Ministerio, el del Interior, y de unas fuerzas, las de Policía, cuya función principal es precisamente salvaguardar los derechos constitucionales. Si la sociedad no se protege contra esa suerte de gansterismo impreso, se abre la puerta a la indefensión colectiva y desaparece la ética social. Es el arranque de un peligroso camino, que pone en juego la convivencia civil y abre la puerta a toda defensa propia.

Cuando episodios de esta naturaleza se producen en cualquier democracia, una de las dos partes enfrentadas sufre las consecuencias: o cae un ministro o paga un periódico.

¿Hubo alguna vez dos demócratas en España? ¿Existe algún español que no sea golpista? DIARIO16 parece empeñado en imitar torpemente a La Codorniz Lo que en la desaparecida revista de humor, que tomó el relevo de La Ampetraladora, era felicísimo alarde de ingenio, lo ha convertido DIARIO16 en taza de retrete de ferrocarril subdesarrollado. La Ametralladora fue un grito de liberación y de rebeldía contra la cárcel de humor en que se convirtió ‘Gutiérrez’. Después de un largo guadianeo por las alcantarillas masónicas, reaparece ‘Gutiérrez’, envejecido y protervo, maloliente y ratuno, con pretensiones cabalísticas en su cabecera, bajo la guía espasmódica de un scoundrel-boy, con vocación paranoica de murderer who kill with a paper. En definitiva, todo un liberal de la escuela bostoniana del clan K.

La última revelación de DIARIO16, escupidera oficiosa de las pandillas de cazamoscas adueñadas de los Ministerios del Interior y de Defensa, parece confirmar la inquietante sospecha de que el transaccionismo democrático ha degenerado irremisiblemente en algo peor que pintoresca corte de los milagros. Es difícil precisar si asistimos a un estrambótico baile de alucinados o si somos víctimas de las pataletas de un Estado manicomio.

DIARIO16 rizaba el rizo de lo estrambótico, con un fantástico desplegable compuesto en sus largos meses de ociosidad por la Brigada Antigolpe. Lleva por título ‘Organigrama y conexiones’. Informe sobre la trama y operativos. No me explico cómo pervive este zarrapastroso sistema político, después de que los más conspicuos demócratas están empeñados en cargarse la democracia: los que aparecen en el organigrama, por su proclividad a las tramas; y los que se quedan fuera, ahora en vociferante campaña justificatoria del golpe electoral, por su empecinamiento en procurar argumentos a sus tramadores, merced a una gestión tan desastrosa que sólo se explica en una íntima vocación conspiratoria encaminada a la destrucción planificada de cualquier atisbo de convivencia nacional.

Pilar Urbano nos ilustraba el domingo con una revelación de Arzallus sobre Múgica, más conocido como el judío rampante: “Tenemos que hablar de la LOAPA y del general Armada… porque ahí estuvieron los socialistas metidos hasta el cuezo’. Y al día siguiente ¡zas! Contemplamos a Múgica y a Solana metidos en el organigrama sobre la trama, compuesto por la Brigada Antigolpe para alimento de los folletines a que tan afectos se evidencian Rosón y Laína.

Desde que los chicos de Laína y de Manglano pusieron patas arriba el golpe de risa, la prensa del unte ha divulgado abundante información confidencial sobre la trama, repleta de llamativas revelaciones: resulta, por ejemplo que Juan Sevando Balaguer es yerno de Blas Piñar y que lo coultaba a todos, incluso a su legítima esposa y que el SIS, dirigido hasta su extinción por Vicente Cebrián, era un peligroso centro golpista, que el comisario Ballesteros no sabe si está desactivado, aunque rememore nebulosamente que se trataba de una castaña.

INTERVIÚ, TIEMPO, Actual, CAMBIO16, DIARIO16 y EL PAÍS, flanqueados por quintacolumnistas de estipendo moncloaca, reciben puntualmente material corralesco sobre los entresijos del golpismo. Me temo mucho que el Fouchito, aquel esquizofrénico perseguidor de tramas de ultratumba que creía muerto, haya sido contratado por Rosón y Oliart para dirigir la BEDITAD (Brigada Especial e Interespacial de Tramas Antidemocráticas).

Me he entretenido en componer el cuadro de las confidencias aireadas estos días por la prensa del unte y en someterlas a la prueba de fuego del organigrama de la Brigada Antigolpe, para luego seguir los pasos de las acciones golpistas a través del laberinto de las conexiones. Son geniales estos golpistas: resulta que los escritos de la UME los redacta la Conferencia Episcopal, los imprime el YA, los depura Alianza Popular, los transporta Valls Taberner, los supervisa Todman, los empaqueta la Editorial Rioplantese, los escolta Assiego y entran así en vía militar. ¡Alucinante, querido Rosón!

Mientras tanto, el terrorismo enriquece de muescas las culatas y España se hunde en la ruina, la corrupción y el deshonor. ¡Viva la democracia!

Ismael Medina

Yo he cerrado EL HERALDO ESPAÑOL. Y desde junio me hallo apartado de la política, por lo que todo lo que se pueda publicar sobre mis actividades en este sentido es una falacia. Precisamente ahora me voy a marchar al extranjero, porque me da asco la situación española actual. Aquí hay una cosa clara, según pudo verse en la última sesión de la Diputación Permanente del Congreso: mientras una parte de la sociedad pretende defender el Estado de Derecho, otra parte es partidaria de detener a la gente sin más, con una sola sospecha como base. Están todos locos.

Julio Merino