30 octubre 1986

Dimite el Presidente de Castilla y León, Demetrio Madrid López (PSOE) tras ser procesado por presunta corrupción

Hechos

El 30 de 0ctubre de 1986 dimitió el presidente de Castilla y León, D. Demetrio Madrid,  tras ser procesado por la justicia. El nuevo presidente sería D. José Constantino Nalda.

Lecturas

La carrera política de D. Demetrio Madrid López (PSOE), primer presidente de Castilla y León elegido en las elecciones autonómicas del 8 de mayo de 1983 quedó truncada cuando el presidente de la Audiencia Territorial de Valladolid, Teófilo Ortega, anunciaba el 29 de octubre de 1986 de procesar tanto a D. Demetrio Madrid López como a su hijo D. Adolfo Madrid López. También al socio de estos D. Esteban Cisneros le obligará a dimitir de todos sus cargos políticos.

El proceso investiga si hay indicios racionales de que la venta del taller PEKUS fue realizada por los tres socios de manera fraudulenta menospreciando los derechos de sus trabajadoras. 11 de ellas presentaron la querella que llevo al banquillo al presidente de Castilla y León.

La empresa PEKUS había sido fundada en 1978 por D. Demetrio Madrid López y la ruina de esta empresa ya causo problemas al político. En 1984 estuvo a punto de decretarse el embargo del sueldo de Madrid como consecuencia de juicios ejecutivos seguidos contra él para hacer frente a deudas contraídas con los proveedores de material. Ante eso el PSOE optó por retirar al Sr. Madrid López como líder del partido en Castilla y León, pero seguía siendo el presidente de la Comunidad. Para poder desentenderse de las deudas de PEKUS D. Demetrio Madrid trató de desvincularse de la empresa vendiéndola, pero fue precisamente esa venta lo que precipitó su final.

Las trabajadoras de PEKUS se declararon ‘burladas en sus derechos laborales’ por considerar lo absurdo que era una persona insolvente y con deudas como D. Esteban Cisneros comprara PEKUS. Para ellas estaba claro que D. Esteban Cisneros se limitaba a ejercer de testaferro o mandado para tratar de desvincular al político de la incómoda empresa. El juez decretó una fianza de 17 millones de pesetas a D. Demetrio Madrid López, que fue tanto como decretar la muerte política de este. La oposición encabezada por D. José María Aznar López (Alianza Popular) pidió su dimisión y el PSOE le negó su apoyo.

D. Demetrio Madrid será forzado a dimitir por un PSOE que quiere sentar el precedente de que todo presidente autonómico procesado debe dimitir para que D. Jordi Pujol Soley hiciera lo propio si al final era procesado por el caso Banca Catalana, algo que – finalmente – no se produjo. El juicio a D. Demetrio Madrid Lopez no lograría acreditar delitos en la venta de PEKUS, pero el político no lograría recuperar su puesto ni en el partido ni en la comunidad.

31 Octubre 1986

Procesamiento y dimisión de un presidente

EL NORTE DE CASTILLA

Leer

El procesamiento del presidente de la Junta de Castilla y León Sr. Madrid, parece carente de toda significación y toda consecuencia políticas porque ha sido seguido de su rápida dimisión; pero las cosas son algo complejas a este respecto.

Dejemos bien sentado, por lo pronto, que el procesamiento de cualquier ciudadano, erigido en autoridad o no, presupone en modo alguno su culpabilidad segura. Esto es algo que conviene recordar en nuestra todavía incipiente democracia que no ha tenido tiempo de suministrarnos hábitos democráticos ni ese sentido natural de todo ciudadano de un Estado de Derecho. EL Tribunal dirá en su día, en efecto, si existe esa culpabilidad o no, y este es un tema que debe ser radiado de todo comentario y que ‘el fair play’obliga también a no utilizar, ni el estado de insinuación, como baza política de ninguna clase.

Pero es indudable que este procesamiento tiene una significación política y no dejará de tener consecuencias políticas, e incluso hay quienes piensan que podría estarse instrumentalizando ya desde el punto de vista político. Por lo pronto, en efecto, el delito de que se le acusa al ya ex presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León: la venta fraudulenta de su empresa, y una venta que ha tenido consecuencias de perjuicio para los trabajadores de ella es de un carácter económico-social que no casa muy bien con la ideología y la militancia socialista del encausado, e independientemente de la culpabilidad penal si es que ha habido ciertos manejos en este sentido, es inevitable que éstos destiñan tanto sobre la personalidad del encausado como sobre su propio partido. Y, obviamente, lo mejor que se ha podido hacer, para evitar un asunto de este tipo, ha sido la dimisión del Sr. Madrid que se dice que ha sido impuesta por las altas instancias del partido.

La declaración hecha por el propio Sr. Madrid alude sólo y exclusivamente a una decisión tomada personalmente por razones de dignididad personal y de conveniencia para las propias instituciones castellano-leonesas y el Partido Socialista, y desde luego no es indiferente que esto haya sido así realmente o que, como acabamos de señalar, esta dimisión haya sido impuesta, incluso si esta imposición coincide con la propia actitud del Sr. Madrid, por una razón muy sencilla. Porque, en el caso de que esa imposición se haya dado para obligar a una dimisión en las horas siguientes al conocimiento de procesamiento, hay muchas razones para pensar que, mediante ella, se está algo así como ‘matando a dos pájaros de un tiro’, o, lo que es lo mismo en este caso, apuntando en Castilla y tirando en Cataluña.

Todo el mund sabe perfectamente que la tesis y la postura de los socialistas catalanes y sin duda del PSOE entero, incluyendo seguramente al Gobierno de Madrid, es que el honorable Pujol dimita de su cargo si llega a ser procesado, ¿y no se ha querido sentar una especie de ‘jurisprudencia práctica’ por así decirlo, o de costumbre política al subrayar un tanto oficialmente que todo presidente de Comunidad Autónoma que es procesado debe dimitir ipso-facto? ¿No está revistiendo el PSOE de fuerza moral para pedir la dimisión del Sr. Pujol, en el caso de que sea procesado, cuando ha hecho caer a una de los suyos? Porque, además, resulta que los sucesos de Murcia y las implicaciones de su presidente, no hubo procesamiento sino destitución pura y simple, ¿Y no ha tenido tiempo el partido de hacer otro tanto con el Sr. Madrid, si es que se le considera culpable siquiera de leyes manejos no honorables? ¿En qué medida, pues, no esa la vez el Sr. Madrid ‘cabeza de turco o ejemplaridad?

El hecho central e importante, sin embargo, es que este procesamiento significa pura y sencillamente que el derecho está ahí y los Tribunales están ahí, y que están ahí para todos: y lo único lamentable es que el acusado en su declaración oficial, a la vez que hacía hincapié en su inocencia – a lo que tiene todo el derecho del mundo y que juega a su favor totalmente durante todo el proceso – haya seguido ‘la moda’ de poner puntos y tildes sobre la decisión judicial alegando que lamentaba que el Tribunal no hubiese tenido en cuenta las pruebas y descargos por él presentados, porque sin duda alguna el Tribunal ha tenido en cuenta todo eso y suponer lo contrario no es sencillamente de recibo: una nota oficial debería estar redactada con mayor cuidado. No es un exutorio personal para el que pueden tener todas las compresiones del mundo.

Y por lo que respecta, de nuevo la dimisión automática de un alto cargo en cuanto está involucrado al menos en apariencia en asuntos judiciales o no pero que merman su autoridad moral, personal y de las instituciones que representan, lo que no puede dejar de subrayarse, en fin, que es una sana práctica democrática, y que ciertamente no sólo debiera funcionar en los niveles de presidentes autonómicos.