27 octubre 2020

Desde que el jugador Messi anunció su deseo de marcharse el presidente azulgrana estaba sentenciado

Dimite el presidente de Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu Floreta tras intentar sin éxito aplazar la moción de censura

Hechos

El 27 de octubre de 2020 dimitió la Junta Directiva del Fútbol Club Barcelona Josep María Bartomeu.

Lecturas

El 26 de octubre de 2020 el presidente del Fútbol Club Barcelona D. Josep María Bartomeu Floreta comparece ante los medios para anunciar que no va a dimitir, en medio de una grave crisis económica del club, deportiva, moral por el anuncio de su mayor símbolo – el jugador D. Lionel Messi Cuccittini – de que quiere irse y con un voto de censura presentado por el socio D. Jordi Farré y respaldada por otros 20.000 socios, congelada a la espera que la Generalitat le ponga fecha.

Tan sólo un día después el 27 de octubre de 2020 D. Josep María Bartomeu Floreta vuelve a comparecer para anunciar su dimisión alegando la imposibilidad de afrontar ni logística ni moralmente el voto de censura.

Ante la dimisión del Sr. Bartomeu Floreta se forma una gestora presidida por D. Carles Tusquets que deberá convocar las elecciones presidenciales para el club azulgrana. Entre los socios que ya han anunciado su deseo de presentarse se encuentran D. Joan Laporta Estruch, D. Antoni Freixa Martí y D. Víctor Font Manté.

25 Octubre 2020

Una derrota que puede acabar en dimisión

J. Mª Casanovas

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El clásico del silencio dejó mudo al Barça y dio alas al Madrid. Los blancos llegaron muy tocados al Camp Nou y salieron vivos. Los blaugranas necesitaban la victoria para calmar su crisis institucional y encajaron una dolorosa derrota que significa otro dolor de cabeza para Bartomeu. Un punto de nueve posibles en los tres últimos partidos es un duro revés para Koeman después de un inicio ilusionante. Messi volvió a salir del campo cabizbajo y decepcionado. No lo dijo en público pero lo pensó: este equipo no da más de sí.

Un Madrid mediocre, pero sólido y combativo, puso en evidencia a un Barça en construcción con la ayuda del VAR. Tiene razón Koeman cuando se queja que en cinco partidos de Liga el VAR solo ha analizado jugadas contra el Barça y ninguna a su favor. Es un dato revelador e injusto. A Messi en Vigo y Getafe le hicieron penaltis más claros que el señalado ayer a Ramos. Cierto que Lenglet le estira la camiseta, pero el capitán madridista no se cae como consecuencia del agarrón, sino que se tira en sentido contrario haciendo un auténtico piscinazo. Se equivoca el VAR si solo contempla la imagen a cámara lenta del agarrón a la camiseta.

El VAR volvió a echar una mano al Madrid, pero también hay que reconocer que quedaban treinta minutos de juego y el Barça no hizo méritos para dar la vuelta al marcador, no tuvo poder de reacción. Por si fuera poco, el estadio vacío fue un hándicap ya que el equipo encontró a faltar la pasión y el calor de los aficionados. Koeman estuvo lento con las sustituciones y hay que decirle que no por poner más delanteros se crean más ocasiones de gol. El bajón físico del equipo en las segundas partes sigue siendo evidente, en especial de Messi, lo que provoca que los rivales se crezcan.​

Tras este mazazo inesperado, los aficionados se preguntan: ¿Qué consecuencias tendrá de cara a la moción de censura? Hay rumores e interpretaciones para todos los gustos. Desde los que aseguran que es la gota que puede llevar a la directiva a dimitir en bloque a los que creen que si se aplaza la votación del 1 y 2 de noviembre por el estado de alarma, Bartomeu es partidario de alargar la agonía aunque cada día está más solo. Hay encuestas que aseguran que si se vota la moción, la junta actual perderá por goleada, entre el 83 y 88% de votos contrarios a su gestión. Algunos directivos intentarán el lunes convencer al presidente para dimitir en bloque, en caso negativo no se descarta que cuatro directivos se marchen para evitar la humillación de las urnas. Hace veinte días la directiva intentó que la moción de censura fuera paralizada por la Guardia Civil. Hace diez días creían que unos buenos resultados podrían salvarles. Ni lo uno ni lo otro. El Barça es hoy un barco a la deriva. La derrota de ayer es también consecuencia del desgobierno que vive el club. Marejada con riesgo de tormenta en el palco. Marejadilla en el vestuario por las rebajas salariales. El pronóstico para los próximos días anuncia fuertes turbulencias y riesgo de rayos y truenos.

29 Octubre 2020

Bartomeu se fue, el Barça sigue

Alfredo Relaño

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“Un bel morir tutta la vita onora”, dejó escrito Petrarca. Eso esperaba yo de Bartomeu, que al menos diera una salida digna a su mandato. Pero no lo hizo. Tuvo la ocasión cuando en un tiempo récord aparecieron más de 20.000 firmas contra él, lo que hacía patente un repudio muy extendido. Pero regateó para seguir, se parapetó en el tiempo y en la Guardia Civil y se despidió el día siguiente de decir que pensaba continuar, en una comparecencia mala, despechado, con resabios y sin humildad, y dejando sobre la mesa ese recado inquietante de la Superliga europea, en la que dijo haber enrolado al Barça justo la víspera de marcharse.

Y me apena que salga así, porque he tendido a comprender sus dificultades. Llegó con un equipo excelso llamado a iniciar la cuesta abajo por razones biológicas. La sustitución de Puyol, Xavi e Iniesta era imposible y con ellos se fue no sólo el funcionamiento sino también un modo de comportamiento del vestuario muy distinto del que luego se generó, interesado y caprichoso, que se le subió a la chepa. Tampoco le ha sido fácil convivir en su mandato con el ‘procés’, ante el que sectores influyentes de la prensa y la sociedad le han acusado de tibio. Entre unas cosas y otras, ha actuado nervioso y sin tino. Le ha venido grande la situación, en suma.

Página pasada. Bartomeu no está y el Barça le despidió con una victoria convincente en Turín que alivia el chasco ante el Madrid. Marcó Dembélé, gustó Pedri y el Barça regresa sereno tras un partido que tuvo la rareza de tres goles anulados a Morata por fuera de juego. Su tendencia a caer en ello es su gran defecto. También ganó el Sevilla, por un gol tras más de 20 ocasiones, algunas falladas por causas que sólo puede explicar la parasicología. Como también ganó anteayer el Atleti, en gran noche de João Félix, el saldo de la jornada europea es bueno, Madrid aparte, que al menos salvó los muebles. Como dijo Laporta, al loro, que no estamos tan mal.

30 Octubre 2020

Tú votas, yo confino

Santiago Nolla

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La decisión de no aplazar el voto de censura previsto para este fin de semana se volvió ayer más inexplicable. El Govern confinó desde hoy viernes hasta el lunes, apelando a la responsabilidad de la gente a no salir de casa. Dos días antes se había mostrado inflexible en que el voto de censura en el Barça debía llevarse a cabo el mismo fin de semana, a pesar de la petición de aplazamiento del club blaugrana. La decisión se oficializó el último día de plazo para no vulnerar los estatutos, a pesar de estar negociando desde el 15 de octubre. Ayer quedó más claro lo inaudito de aquella decisión. Los departamentos que firmaron la carta (Presidència, Interior, Salut i Esports) no es posible que no supieran nada dos días antes de confinar a toda la población. La injerencia política en una institución independiente como el FC Barcelona nunca ha sido bienvenida por sus socios. Los 20.000 que suscribieron la moción querían que se votara pero ninguna de las tres partes da la sensación de que lo haya querido realmente. El Govern podía haberlo hecho dando cobertura legal al club y aplazándola (no anulándola) El Barça, también, poniendo la fecha del 15 y 16 y resistiendo la demanda judicial. Y los organizadores hubieran podido pactar hacerlo el 15 y 16 entendiendo que se podía aplazar 15 días para montarla con seriedad y rigor.

No fue posible. En cada decisión hay un trasfondo electoral. La propia moción, totalmente democrática y un ejemplo de movilización de un amplio sector de socios, tenía un trasfondo electoral, porque el paso más lógico hubiera sido dejar cerrar las cuentas a esta Directiva, elegir a un presidente en marzo (ya se había comunicado la celebración de elecciones) hacer una transición tranquila y rigurosa y llegar al poder sin mochilas de nadie. Pero la dimisión precipitada de esta Junta impone un nivel económico muy alto a los candidatos (deberán avalar también la totalidad de las pérdidas de la temporada) limitando la posibilidad de que surjan nuevas candidaturas