26 febrero 1995

Amusátegui está harto de las píldoras de la emisora de Jesús Gasulla

El Banco Central Hispano prohíbe por vía judicial a RADIO INTERECONOMÍA ‘mencionarle’ tras la campaña contra ellos

Hechos

  • El 6.02.1995 la revista ÉPOCA se hizo eco del pleito entre Radio Interconomía y el Banco BCH.
  • El 4.03.1995 el diario LA VANGUARDIA informó de la prohibición judicial a Radio Intereconomía de citar al Banco BCH.

06 Febrero 1995

LAS PÍLDORAS DE INTERECONOMÍA SACUDEN MADRID

Jesús Cacho

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El mundo bancario anda conmocionado y revuelto por culpa de dos medios de comunicación que han decidido tirar por la calle de en medio llamando a las cosas por su nombre. Se trata de uno escrito, la revista quincenal BANCA15, que dirige Ángel Gómez Escorial, y otro radiofónico, la emisora INTERECONOMÍA, antigua RADIO INTERCONTINENTAL, propiedad de la familia Serrano Suñer y cuya licencia pose ahora Jesús Gasulla.

El pollo estalló cuando, semanas atrás, INTERECONOMÍA, decidió incluir unas ‘píldoras’, unas cuñas que emitía 17 veces al día, poniendo de chupa de dómine al Banco Central Hispano y a su presidente, José María Amusátegui. De aquél, las píldoras de Gasulla cuestionaban su capacidad para superar la crisis provocada por la fusión y otras desventuras, y de éste su idoneidad para dirigir tan hercúlea tarea.

La aparición de las píldoras produjo un verdadero shock en los medios financieros y bancarios madrileños. En el BCH el asunto no se echó precisamente a humo de pajas. Muy al contrario, Amusátegui estableció un comité de crisis encargado de seguir el problema, vigilar la salida de depósitos (al parecer significativa), y ver posibles vías para neutralizar el virus.

A Gasulla y a través de su abogado, García Trevijanoo, primero, y después de los populares Encarna Sánchez y José María García, de quienes aquél había sido comercializador, comenzaron a lloverle llamadas y ofertas a la negociación y la concordia por parte de BCH. La versión del banco asegura entre líneas que el lío tiene su raíz en el despecho del gestor de la radio a quien la entidad había negado un ‘crédito’ de 50 millones para instalar la emisora. ‘Esas cosas hay que demostrarlas’, asegura el propio Gasulla, ‘he tenido 1.200 millones en una cuenta al a vista en el BCH y no he necesitado sus créditos para montar la emisora’. Luego comenzaron a llegar las ofertas de compra. ‘Sobre nosotros han caído más de una docena de hampones dispuestos a quedarse con la emisora y cerrarla por el dinero del BCH”. Por los mentideros ha circulado la cifra de 400 millones de pesetas, a la que Gasulla habría respondido pidiendo 1.000 millones. “Eso tampoco es cierto: la oferta mínima que me han hecho era de 550 millones, y algunos intermediarios llegaron a ofrecer 2.000… Hubo un momento en que estuve a punto de abandonar, tantas eran las presiones, pero cuando vi que las intenciones de los negociadores eran las de cerrar la emisora, di marcha atrás y me negué”.

El lunes 9 de enero, una jueza de Madrid ordenó la suspensión cautelar de los pildorazos de INTERECONOMÍA, medida que concede al banco un plazo de 8 días hábiles para presentar la correspondiente demanda. ‘Voy a defender esto con uñas y dientes’, asegura Gasulla. ‘Lo que pasa es que no soy un suicida, y sé que he montado un cristo del que puedo salir sin un duro’.

El BCH, por su parte, sostiene que lo que hace INTERECONOMÍA es ‘terrorismo informativo’, algo difícilmente imaginable en otro país europeo que no sea España. Entre los grandes bancos se han cruzado consultas para acabar con unas píldoras que iban a tenerse que tragar casi todos, uno detrás de otros.

Jesús Cacho