4 noviembre 2017

Consecuencia del caso de Harvey Weinstein

Escándalo de abusos sexuales masivos en Hollywood: tras Weinstein caen Kevin Spacey, James Toback, Brett Ratner y Louis C. K.

Hechos

El 4.11.2017 Netflix anunció la cancelación de la presencia de Kevin Spacey en todos sus proyectos incluida la popular serie ‘House of Cards’.

Lecturas

PESOS PESADOS DE HOLLYWOOD ACUSADOS DE ABUSADORES SEXUALES

Como consecuencia del caso de Harvey Weinstein se produjeron una ola de acusaciones contra figuras de Hollywood por abusos sexuales.

 Kevin Spacey, el célebre actor de Hollywood, ganador de dos Oscar y que se mantenía como un peso pesado del momento por protagonizar ‘House of Cards’ ha sido acusado en octubre de 2017 por varios jóvenes como Tony Montana o el Anthony Rapp de haber abusado sexualmente de ellos. En noviembre Ridley Scot anunció que Spacey sería borrado y reemplazado de su película de inminente estreno ‘All the Money in the World’.

 El director de Hollywood James Toback nominado a Óscar por ‘Bugsy’ (1991) se encuentra ahora con el que puede ser el fin de su carrera ante la denuncia de hasta 300 mujeres en octubre de 2017 a través del periódico Los Ángeles Times, de haber sufrido abusos por parte de él.

 El más grande de los afectados por el escándalo a nivel directivo, el director de cine Brett Ratner, conocido por títulos como la franquicia ‘Hora Punta’ o poseer una productora, RatPac, de gran tamaño que ha ayudado a financiar películas como ‘Gravity’ o Warner Brothers, ha quedado en la cuerda floja al ser acusado en octubre de 2017 de abusos sexuales por seis mujeres entre ellas Olivia Munn o Natasha Henstrige, a los 19 años. Warner Bros a anunciado la ruptura de relaciones con Rathback y lo mismo ha hecho Playboy.

 El cómico Louis C. K. ha sido acusado de haberse masturbado delante de mujeres. El estreno de su última película, I love you, daddy por la distribuidora The Orchard fue cancelado. Su aparición en el programa de variedades de Stephen Colbert, también. La HBO anunció que retiraba de catálogo bajo demanda todo el material de Louis C.K. y que no contaría con él para un próximo evento benéfico en el que iba a participar y Netflix anunció que no producirá un nuevo especial que tenía planeado con el cómico.

 El mítico actor Dustin Hoffman también se encuentra entre los acusados de abusos sexuales entre otros le acusan Anna Hunter, Wendy Riss por abusos ocurridos en los años 80.

 El directivo de Amazon Studios, Roy Price, fue despedido tras ser acusado en octubre de 2017 de haber realizado abusos sexuales contra mujeres.

 El director creativo de Pixar (Disney) y ‘padre’ de la saga de películas ‘Toy Story’, John Alan Lasseter anunció su dimisión ‘temporal’ tras ser acusado de haber realizado abusos y tocamientos a empleadas.

El productor judío Andrew Kreisberg de Warner Bros Televisión, productor de películas como ‘Supergirl’, ‘The Falsh’, ‘Legend of tomorrow’ y ‘Arrow’ fue despedido después de que se recogieran 19 testimonios de hombres y mujeres que aseguraban haber padecido acoso sexual por su parte.

Otros señalados como abusadores sexuales son el analista Mark Halperin, que ha visto canceladas sus apariciones en televisión como analista político y que Penguin cancelara un libro suyo que iba a publicar y HBO una serie basada en una de sus obras o el actor Jeremy Piven, que ha visto como era cancelada a última hora su aparición en The Late Show with Stephen Colbert.

31 Octubre 2017

KEVIN SPACEY, EL ÚLTIMO ÍDOLO CAÍDO

Pablo Scarpellini

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Hace unas semanas eran millones los que sabían poco o nada de un tal Harvey Weinstein, productor de cine y fundador de Miramax junto a su hermano Bob. Hoy, tras una imponente cascada de acusaciones por acoso sexual, queda cristalino su enorme peso en la industria hollywoodiense aunque solo sea por la onda expansiva que aún sigue cobrándose víctimas. El último ha sido Kevin Spacey, un mito en la meca del cine que ha visto su expediente emborronado por la acusación de acoso sexual a un menor de edad. Lejos de esconderse, Spacey ha dado la cara, reconociendo que pudo haberse pasado de la raya en una fiesta hace más de 30 años, allá por 1986. Si no está seguro es por el tiempo transcurrido, alega. Tan decidido ha salido al paso de las acusaciones del también actor Anthony Rapp, entonces un muchacho de 14 años, que incluso ha roto una regla de oro sobre su preciada privacidad. Ha reconocido que es gay.

«Tengo un montón de respeto y admiración por Anthony Rapp como actor», comenzó escribiendo el protagonista de House of Cards y American Beauty en su cuenta de Twitter. «Estoy más allá de estar horrorizado por escuchar su historia. Honestamente no me acuerdo del encuentro. Han pasado más de 30 años. Pero si actué entonces como describe, le debo mi más sincera disculpa por lo que hubiera sido un comportamiento profundamente inadecuado de borracho, y lamento mucho los sentimientos que describe y que le han acompañado todos estos años».

Una vez enviadas sus disculpas, el actor de 58 años reconoció que la situación le había hecho reaccionar y tomar la determinación de hablar sobre su orientación sexual, pese a haber sido extremadamente celoso sobre asuntos privados en entrevistas con la prensa. «Sé que hay historias sobre mí ahí fuera y que han surgido por el hecho de haber protegido tanto mi privacidad. Como ya sabe la gente más cercana a mí, en mi vida he tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. He querido y he tenido encuentros románticos con hombres a lo largo de mi vida, y ahora elijo vivir mi vida como un hombre gay. Quiero lidiar con esto de forma honesta y abierta y eso comienza examinando mi propio comportamiento».

Tendrá que empezar por remontarse a esa fiesta en 1986 que describe con detalle BuzzFeed. De acuerdo al relato de Rapp, actor de teatro conocido por su trabajo en Rent y otras obras en Broadway, el acoso sexual por parte de Spacey sucedió en su apartamento de Manhattan. Ambos se conocían de la escena teatral. Rapp estaba trabajando en Precious Son y Spacey, que entonces tenía 26 años, en un revival de Largo viaje hacia la noche. Coincidieron en un ágape unos meses antes y Spacey aprovechó para invitar al joven a la celebración en su casa.

Cuando ya habían desfilado por la puerta el resto de los invitados, Spacey aprovechó la soledad del momento para agarrar a Rapp, tumbarlo sobre la cama y tratar de mantener relaciones sexuales con él. Dice que el actor de LA Confidential le agarró como «un novio agarra a la novia al cruzar el umbral». Después se tumbó encima de él.

«Mi recuerdo era… ‘bueno, todos se han ido. Debería volver a casa’», explicó Rapp a la publicación. Sin embargo, Spacey «se interpuso en la puerta mientras se tambaleaba. Mi impresión es que estaba borracho. Trataba de seducirme. No sé si hubiera utilizado ese lenguaje. Pero era consciente de que estaba tratando de tener sexo conmigo», aseguró Rapp.

Es una experiencia traumática con la que ha tenido que lidiar durante décadas. Ahora tiene 46 años y ha aprovechado la cadena de denuncias de más de 30 mujeres contra Weinstein para denunciar. «He dado un paso adelante con mi historia, apoyándome en los hombros de muchas mujeres y hombres valientes que han estado hablando», señaló en un comunicado.

También ha explicado que se le hizo duro contemplar el ascenso de uno de los hombres más venerados de la industria, sus múltiples premios –tiene dos Oscar–, sus actos públicos y su constante presencia en televisión. Es muy probable que su relato haya contribuido a rebajarle los galones.

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EN PERMANENTE ESTADO DE ESCÁNDALO

Además de Weinstein y Spacey, en la lista de los acusados por acoso sexual han aparecido nombres como Steven Seagal y el director James Toback. Especialmente crudo fue el relato de dos actrices que tuvieron encuentros con este último con la promesa de un papel en una de sus películas. Tanto Selma Blair como Rachel McAdams hablaron con la revista Vanity Fair para confirmar lo sucedido en sus encuentros con Toback, ambas con historias muy similares sobre la forma de proceder del realizador y guionista, conocido por su nominación a un Oscar por su trabajo en Bugsy. Toback las convocaba para reuniones en habitaciones de hotel, les hablaba sobre sus grandes dotes interpretativas y les prometía un papel en Harvard Man, una cinta de 2001 que acabó protagonizando Sarah Michelle Gellar. El cienasta neoyorquino construía todo un alegato sobre la exploración de zonas peligrosas, sobre las virtudes de sentirse incómodas de vez en cuando y después entraba en materia erótica, tratando de mantener relaciones con ellas. Pese a lo desagradable de la experiencia, ninguna de las dos quiso hablar del tema por miedo a represalias. A Blair la amenazó de muerte. A McAdams la citó por la noche y le dijo que se había masturbado pensando en ella varias veces. «Soy muy afortunada de que me pude ir y que no me asaltó físicamente», explicó.

02 Noviembre 2017

DUSTIN HOFFMAN, DE ÍDOLO DEL CINE A "VIEJO VERDE"

Pablo Scarpellini

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Está siendo una semana dura para los ídolos. El domingo, que debería haber sido una plácida tarde para disfrutar de los Dodgers y las series mundiales del béisbol americano, terminó salpicando a Kevin Spacey en el fuerte oleaje de acusaciones por abuso sexual que domina la escena en Hollywood estos días. Su reputación intachable de tipo cool, reservado con sus asuntos privados y brillante en la ejecución, saltó por los aires tras conocerse el relato de un menor de 14 años, el actor Anthony Rapp, del que trató de abusar en una fiesta en su casa en 1986.

Ahora le ha acompañado en el escándalo otro gigante del séptimo arte, Dustin Hoffman, que parece que andaba en las mismas que su colega un año antes. La denuncia proviene de la escritora Anna Graham Hunter, entonces becaria durante el rodaje de La muerte de un viajante, un filme para televisión. La chica con la que Hoffman se extralimitó tenía 17 años.

Ha contado Hunter en una entrevista concedida a The Hollywood Reporter que el protagonista de Tootsie, ganador de dos Oscar y leyenda indiscutible en Hollywood, le pidió a la joven un desayuno a base de «huevo duro» y «clítoris hervido», haciendo un juego de palabras en inglés que a ella no le hizo ni puñetera gracia. Esto después de haberle pedido, un día antes, que le hiciera un masaje en los pies, de agarrarle el culo y de tontear con ella hasta la extenuación.

Tan asustada estaba que ni se le pasó por la imaginación abrir la boca. Sí lo escribió en un diario que después envió a su hermana como prueba de lo sucedido. «Hoy, cuando estaba acompañando a Dustin a su limusina, me tocó el culo cuatro veces», escribió. «Le pegué cada vez, con dureza, y le dije que era un viejo verde». Ahora lo ve como un depredador sexual.

Uno más en el castillo de naipes que está derrumbando carreras y que empezó con Harvey Weinstein, el poderoso productor de Hollywood que fue acusado sin descanso por grandes estrellas del cine de abuso y violación durante días. Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Rose McGowan no han dejado títere con cabeza.

A falta de un castigo más severo, en el condado de Kent, en Reino Unido, ya han anunciado que quemarán la efigie de Weinstein en la tradicional noche de Bonfire, que cada año escoge a una celebridad para alimentar la hoguera. La Edenbridge Bonfire Society explicó que esta vez no hubo duda sobre el personaje a elegir, aclarando que no hay «nada divertido» en las acusaciones contra el productor, un gigante de lo suyo hasta que se descubrió su lamentable actitud con las mujeres. Arderá el viejo Harvey.

07 Noviembre 2017

‘House of Cards’ mejor sin Kevin Spacey

Eneko Ruiz Jiménez

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La televisión es de las mujeres. Allí se cuentan sus historias. Las series les dan los mejores trabajos. The Handmaid’s Tale, Big Little Lies o Feud demuestran que con ficción feminista, ganamos todos. Pero entre bambalinas todo sigue igual. Hollywood no ha cambiado tanto como quiere demostrar en la pantalla.

Tras destapar los casos de abusos sexuales de Harvey Weinstein, la semana pasada fue el turno de alguien todavía más público: el actor Kevin Spacey, a quien Anthony Rapp (Star Trek: Discovery) acusó de haberse propasado con él cuando solo tenía 14 años. Spacey no solo empeoró la situación con su salida del armario, donde justificaba sus actos por su identidad sexual, sino que siguieron acusaciones del hijo de Richard Dreyfuss y de varios trabajadores de House of Cards. El caso no era cosa del pasado. Si un depredador (que siempre es hombre) salía impune por su conducta, simplemente repetía.

A Netflix le ha costado reaccionar (¿alguien cree que no conocía este aparente secreto a voces?), pero al final tomó la única decisión posible: despedir al actor. Y paradójicamente puede ser lo mejor para la serie. Spacey había convertido al presidente Frank Underwood en una parodia sobreactuada, dejando espacio a la inconmensurable Robin Wright, a su vez una de las luchadoras por la igualdad salarial en la televisión. La quinta temporada dejaba a su esposa como protagonista absoluta. Una muerte a tiempo o un viaje de negocios haría el resto. La explicación ni siquiera será complicada. Es hora de que Claire brinde sola con un copazo de vino. Si no, Netflix puede sacarse de la manga un spin-off como el del fiel Stamper (interpretado por Michael Kelly) que ya escribe Eric Roth, para que los trabajadores no se queden en la estacada tras romper su silencio. House of Cards será sin Spacey o no será.

‘House of Cards’ mejor sin Kevin Spacey
Nada importante. Solo una serie trivial, en sus peores horas. Lo relevante es que la actitud frente a Spacey demuestra que estos actos deplorables por fin reciben respuesta. ¿Pequeña? Posiblemente, pero hasta ahora todo era silencio, ninguna consecuencia. Si que un grupo de valientes destape por fin las vejaciones sistemáticas de la industria es solo moda, yo quiero todos los trajes.

Con Spacey dejamos atrás a un gran actor al que admirar por su habilidad, pero esto no va de separar entre profesional y personal. Va de dignidad. De lo injustificable. Si la justicia no puede, al menos saquémoslos de los altares donde los coloca su celebridad. Por pura vergüenza torera.