7 septiembre 2013

Catarata de burlas en torno al discurso en el COI de la alcaldesa de Madrid Ana Botella

El Comité Olímpico Internacional elige a Tokio para las olimpiadas del año 2020 provocando la tercera derrota consecutiva de Madrid

Hechos

El 7.09.2013 el Comité Olímpico Internacional escogió a Tokyo como sede olímpica frente a Madrid y Estambul.

Lecturas

El 7 de septiembre de 2013 la candidatura de Madrid fue derrotada en la votación del Comité Olímpico Internacional para la celebración de los Juegos Olímpicos. El miércoles 4 El Mundo había anunciado en portada que a España le votarían 50 de los 98 miembros, lo que lleva a ABC a reproducir una nota en la que se responsabiliza a El Mundo de la derrota por haber molestado con esa portada a los miembros del COI.

El lunes 9 discutían al respecto Ramírez Codina (El Mundo) y Jaime Manuel González Martínez “Jaime González” (ABC) en la Cadena COPE sobre la responsabilidad del periódico El Mundo en esa derrota. En Telecinco, en ‘El Programa de Ana Rosa’, el secretario general del PSOE, D. Alfredo Pérez Rubalcaba, comentaba irónicamente que al que dijo que votarían a España ’50 de los 98 miembros’, “deberían cortarle la lengua”.

BURLAS EN TORNO AL DISCURSO DE ANA BOTELLA

La derrota de Madrid causó una oleada de críticas a los responsables políticos madrileños, en especial se centraron en la alcaldesa de Madrid, Dña. Ana Botella, por la efusividad escénica durante su presentación en inglés..

EL MUNDO PUBLICÓ EN PORTADA QUE MÁS DE LA MITAD DE LOS DELEGADOS IBA A VOTAR A MADRID

NUEVO EPISODIO DE LA GUERRA DEL DIARIO ABC CONTRA EL MUNDO

El director del diario ABC, D. Bieito Rubido, publicó el 8.09.2013 íntegro el artículo del diario argentino LA NACIÓN en el que se culpaba al diario EL MUNDO de haber influido negativamente en la candidatura de Madrid al dar por seguro en su portada su triunfo.

04 Septiembre 2013

50 de los 98 miembros del COI han prometido votar a Madrid

Orfeo Suárez

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El sueño olímpico de Madrid es cuantificable: 50 votos. Es el número de miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que se ha mostrado favorable a la candidatura española durante la campaña que prosigue en Buenos Aires. De esas 50 adhesiones, sin embargo, habría que descontar aproximadamente un 20%, el porcentaje de miembros que, según experiencias anteriores, suelen mostrarse proclives a más de una candidatura. La cuenta deja un suelo para Madrid en torno a los 40 votos, el punto de partida de la candidatura.

Nunca antes Madrid llegó al Congreso del COI con una bolsa tan alta. De hecho, en los intentos para los Juegos de 2012 y 2016 alcanzó 32 y 31, respectivamente. En este escenario, la candidatura española sólo debería sumar nueve adhesiones más para ganar en una hipotética final.

El deporte internacional y la Iglesia tienen muchas cosas en común, a partir de estructuras piramidales, refractarias a la injerencia exterior, especialmente a la política, y con muchos cuadros intermedios captados por cooptación, no siempre por votación. Analizar sus decisiones es, pues, muy complejo, y más desde el exterior. Pocos ejemplos existen sobre los que haya más incertidumbre que los procesos de elección de una ciudad olímpica o un nuevo Papa. Por ello, Madrid es cauto ante este cónclave del Olimpismo en Buenos Aires pese a haber recibido inclinaciones favorables de la mitad de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).

Madrid nunca tuvo tantos votos en sus dos últimas tentativas. En Singapur obtuvo 32 en primera ronda y 31 en la segunda, por el error del griego Lambis Nikolau. En Copenhague pasó la primera con 28, la segunda con 29 y cayó en la final frente a Río de Janeiro, con 31 votos. Para algunos analistas, ese cupo correspondía a los fieles que conservaba el patriarca del Olimpismo, Juan Antonio Samaranch, presente en los dos Congresos. Se trataba de un suelo muy sólido, pero que a la vez impedía crecer a Madrid en una Asamblea que Jacques Rogge renovaba con rapidez para dar forma a su ciclo, al que pondrá fin en Buenos Aires. En la actualidad, prácticamente la mitad ingresaron después de 2001. A pesar de que entre ambos dirigentes se produjo una sucesión pactada, el presidente de Honor sintió un distanciamiento en años posteriores que de alguna forma también lastró a Madrid. Para Rogge, hubiera sido una victoria del pasado sobre el presente. En 2016, Río era su apuesta.

Sin Samaranch padre, fallecido en 2010, su hijo consiguió entrar en el Comité Ejecutivo, algo que no había logrado con anterioridad, a propuesta del propio Rogge. Ingresaron en la Asamblea del COI, además, Marisol Casado, en una tendencia por aumentar el número de mujeres, y Patxi Perurena, presidentes de las federaciones internacionales de triatlón y piragüismo, respectivamente. Una ventaja considerable frente a Tokio y Estambul, que únicamente tienen un miembro cada una. Ninguno de ellos, además, está en la Ejecutiva. Los tres miembros españoles han sido grandes captadores de votos entre sus compañeros, en paralelo a Alejandro Blanco, presidente del COE, y el Príncipe Felipe, entregado en Buenos Aires al puerta a puerta desde su llegada. A las pocas horas de aterrizar, Blanco y el Príncipe se reunieron ya con el argentino Gerardo Werthein, inicialmente favorable. «Hay que remachar los claves», dijo el enviado de la Casa Real, muy implicado con la candidatura. No es causal que a la mañana siguiente, ayer, Messi posara con la camiseta de Madrid 2020 después de que no pudiera aparecer en los vídeos.

Entre todos han conseguido esas inclinaciones favorables a Madrid de aproximadamente 50 votos sobre un censo de 98. La Asamblea la forman en la actualidad 103 miembros, por la baja reciente y voluntaria del Rey Guillermo de Holanda, de los cuales no pueden votar los cinco que pertenecen a países con candidaturas en liza. De esos 98, hay que descontar generalmente al presidente Rogge, que se ha abstenido siempre. También lo ha hecho en anteriores votaciones la Princesa de Inglaterra y es más que posible que se produzcan bajas, como la ya adelantada del miembro egipcio Mounir Sabet, que era favorable a Madrid. El censo no se cerrará hasta la apertura del Congreso, el viernes.

De esas 50 voluntades (ver gráfico), sin embargo, los personajes implicados en su captación, tanto como los del aparatchik del Movimiento Olímpico, consideran que hay que descontar entre el 20 y el 25%, porque es habitual que muchos miembros se muestren favorables a más de una candidatura. Incluso pueden cambiar y por ello es indispensable volver a abordarlos en las últimas horas. Además, una candidatura que se considera que ha perdido posibilidades, como es el caso de Estambul a raíz de las revueltas en la plaza Taksim y los casos de dopaje, mendigan votos para no verse ridiculizadas y mantener los proyectos vivos de cara al futuro. De esa forma, algunos miembros se debaten entre votarlas en primera ronda y después, una vez eliminadas, volver a su opción inicial. El desaparecido Carlos Ferrer-Salat utilizó esa estrategia con Jaca, aspirante a los Juegos de Invierno, y pasó la primera ronda.

Al descontar ese 20%, la cifra quedaría en torno a los 40 votos, en una horquilla entre 35 y 43. Una garantía para pasar la primera ronda y llegar a la final, pero no para ganar, por lo que el trabajo de lobby y el efecto de la presentación en Buenos Aires buscan también consolidar las segundas opciones. Marisol Casado, por ejemplo, está entre las más optimistas, al creer que Madrid podría ganar en primera ronda. «Es un pálpito», dice. La hipótesis no la comparten otros personajes implicados, que esperan una final apretada, previsiblemente contra Tokio. Si Estambul cayera en exceso, las posibilidades de un ganador en primera votación aumentarían. La baza turca es, por ahora, el sentido ecuménico del COI que inspira la Carta Olímpica, algo que no se debe infravalorar.

Entre los aspectos positivos está el hecho de que los miembros que han dicho no abiertamente a Madrid no alcanzan la veintena (ver gráfico). Son 14, mientras que 33 forman el grupo que no se ha comprometido. En las tres grandes bolsas de la Asamblea, observamos que entre los inicialmente favorables a la ciudad española se encuentra el mayor número de miembros de la Ejecutiva (nueve de 15). Es decir, el aparato. También cuatro de los seis candidatos a la sucesión de Rogge, que en clave olímpica es la gran decisión del Congreso de Buenos Aires. Se trata del alemán Thomas Bach; Richard Carrión, de Puerto Rico; Seng Miang, de Singapur; Ching-Kuo Wu, de Taipei; el ex pertiguista ucraniano Sergei Bubka y el suizo Denis Oswald. Bach, el favorito, se encuentra en el bloque de indecisos, pero las manifestaciones que ha realizado siempre han sido muy favorables a la solvencia de Madrid.

Lo mismo ha pasado con Rogge, que en una entrevista a este periódico dijo que la crisis económica no afectaba a Madrid porque lo tenía todo construido, pero es evidente que la influencia de un presidente saliente es menor. Además, su débil salud ha retraído algo su actividad. Es difícil determinar cómo puede afectar la elección de un nuevo presidente a la designación de la sede de 2020. Existen observadores que creen complicado dos decisiones a favor de Europa, como serían las elecciones de Bach y Madrid, pero, en cualquier caso, la del presidente, el día 10, será posterior a la de la sede.

A los miembros, pues, los han sometido a un acoso incesante no sólo los enviados de las tres ciudades aspirantes, sino los de los presidenciables y los miembros de las federaciones que aspiran a una plaza en los deportes oficiales, la lucha, el squash y el béisbol/softbol. Muchos intereses. Como las ciudades llegan avaladas por un informe técnico, en el que Madrid es la mejor calificada, cualquiera de las tres tiene las garantías, el sello COI, para organizar los Juegos. Los personalismos, pues, entran en juego hacia la primera meta: 40 votos.

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Messi juega para Madrid

RESPALDO. Nada más dejar la terminal del aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, puede observarse un gran anuncio de Turkish Airlines, protagonizado por Messi. Lo observó el jugador y lo observaron los miembros de la candidatura de Madrid que se desplazaron casi de madrugada para esperarlo, porque ya sabían que el mejor jugador de fútbol del planeta iba a apoyar finalmente a Madrid. Hasta entonces no lo había hecho. El apoyo exprés llegó poco después de la llegada del Príncipe Felipe, casi horas, en las que lo primero que hizo fue reunirse con el presidente del Comité Olímpico Argentino y, a su vez, miembro del COI, Gerardo Werthein, y Alejandro Blanco. «Creo que la candidatura tiene muchas posibilidades por lo que significa para Madrid y por las secciones que tiene España en todos los deportes», dijo el jugador. «Leo jamás se negó a apoyar la candidatura de Madrid. Hubo un problema de tiempos, porque él estaba entrenando», precisó Blanco, que también ha recibido el apoyo de Sandro Rosell, presidente del Barcelona.

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Casas reales, compromiso y diplomacia

INFLUENCIA. En el grupo de los indecisos con respecto al voto (ver gráfico) es donde se encuentra la mayor parte de miembros de casas reales, que prefieren abstenerse, como es el caso de la Princesa Ana de Inglaterra y, antes de su baja, el príncipe Guillermo Alejandro de Holanda, o no revelar su compromiso por cuestiones diplomáticas. Entre ellos, se encuentran los representantes de las familias reales de Arabia Saudí, Jordania y los Emiratos Árabes, con los que el Rey Juan Carlos ha procurado mantener siempre excelentes relaciones. Los contactos de su hijo, el Príncipe Felipe, ya en Buenos Aires, se antojan clave.

Un representante del Golfo Pérsico, inicialmente proclive a Madrid, es el hermano del emir de Kuwait y presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO), un verdadero lobby. Se trata de Sheikh Al-Sabah, clave, porque preside, asimismo, el Consejo Olímpico Asiático. Pese a que personajes con larga experiencia en la arena olímpica, como su antecesor, el méxicano Mario Vázquez Raña, recelan de sus compromisos, si el kuwaití es fiel a las conversaciones mantenidas, las opciones de Madrid serán mucho más sólidas en la carrera por cumplir su sueño olímpico en 2020.

04 Septiembre 2012

La gran apuesta de España y de Felipe de Borbón

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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SI SE confirman las expectativas de voto de la delegación española, Madrid será elegida en Buenos Aires el próximo sábado como sede de los Juegos Olímpicos de 2020.

Según publica hoy EL MUNDO, nuestros representantes estiman que la capital de España cuenta ya con el aval de 50 miembros de los 98 del Comité Olímpico que van a votar. Como la experiencia demuestra que siempre hay alrededor de un 20% que incumple su compromiso verbal, calculan que Madrid podría tener unos 40 votos en la primera vuelta. Ello sería suficiente para pasar a la ronda definitiva y ganar con el apoyo de nueve simpatizantes de la candidatura eliminada. Si es Estambul, es muy probable que buena parte de sus votos pasaran a Madrid.

A pesar de estas perspectivas favorables, los miembros del Comité Olímpico Español se están moviendo en estos últimos días para arañar alguna adhesión más a la candidatura que podría resultar decisiva en un final apretado como el que se produjo hace ocho años cuando fue elegida Londres tras caer Madrid en la ronda definitiva.

Don Felipe de Borbón llegó el lunes pasado a Buenos Aires para participar activamente en este último esfuerzo y para dejar constancia de su implicación personal, igual que la de Don Juan Carlos, en la consecución de unos Juegos para Madrid, que es la única gran capital europea que no los ha podido acoger jamás.

Si nuestra capital es elegida, Don Felipe sería el mejor símbolo de una nueva España proyectada hacia el futuro, fuera o no el monarca cuando se celebre esta cita dentro de siete años. Pero suceda lo que suceda, el Príncipe, abanderado y participante en Barcelona, se ha volcado en la candidatura de Madrid y ha hecho todo lo humanamente posible para lograr la organización de los Juegos.

No hay duda de que este evento deportivo sería una gran ocasión para proyectar una imagen renovada de España en el mundo, como lo fueron los Juegos de Barcelona en 1992 en los que se vivieron grandes momentos de euforia nacional. Tras cinco años de crisis, a nuestro país le vendría muy bien la organización de unas Olimpiadas para volver a recuperar una ilusión y una confianza en el futuro que se han perdido.

Creemos que la candidatura de Madrid, que se presenta por tercera vez consecutiva, ha hecho un buen trabajo. Y ello incluye un proyecto que supone un coste económico asumible para la ciudad, dado que la mayoría de las instalaciones deportivas ya están construidas y que cuenta con unas infraestructuras que no desmerecen de las de Tokio, el gran rival con el que se enfrenta.

Faltan ya sólo tres días para esta elección que algunos han comparado con el cónclave para elegir Papa. La gran diferencia es que aquí sólo hay tres opciones posibles, aunque, al igual que sucede en el Vaticano, el voto es secreto y, por tanto, pueden producirse sorpresas. Lo que queda ahora es seguir trabajando hasta el último minuto para lograr que ese sueño de la gran mayoría de ciudadanos y de Don Felipe se haga por fin realidad.

07 Septiembre 2013

La decepción de Madrid y las razones de una sorpresiva derrota olímpica

Director: Bartolomé Mitre

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El diario argentino LA NACIÓN asegura que la portada de EL MUNDO dando por seguro el triunfo de España fue mal recibida por los delegados del COI

La inesperada eliminación en primera ronda llegó tras 72 horas de tensión sin límites para Madrid 2020. Sus máximos responsables llegaron a Buenos Aires convencidos de que estaban por delante de Tokio y, horas antes del triunfo de hoy, ya no sabían que creer. El final fue cruel: una eliminación en primera ronda ante Estambul y en una votación de desempate. En los días previos había pasado de todo, y nada demasiado bueno.

«Juan, ¿qué es ese artículo?». La voz del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) sonó en el auricular del teléfono móvil de Juan Antonio Samaranch (hijo), dando forma a los peores pronósticos de Madrid 2020.

Rogge quería saber si Madrid había tenido algo que ver con lo publicado por el periódico español EL MUNDO, que el miércoles sacudió al COI con un titular en primera plana y a cuatro columnas: «50 de los 98 miembros del COI han prometido votar a Madrid».

Samaranch le juró que no, porque en Madrid se asegura que nadie filtró ninguna lista con nombres al periodista autor del artículo. Y Rogge le creyó a tal punto que en su rueda de prensa de ese mismo día fue gentil con la capital española.

«¿Si esto va a afectar a Madrid? Mi respuesta es no. Mis colegas tampoco creen en estas listas de votos para una candidatura, así que definitivamente no».

Pero el daño ya estaba hecho y los demonios desatados. Algunos de los asesores olímpicos de Madrid 2020 comenzaron a aterrorizar a sus jefes, al punto de asegurar que el artículo publicado ofendía a los miembros del COI y que su aparición le costaría diez, o incluso 20 votos a la candidatura.

Desde entonces, el ambiente en Madrid 2020 cambió radicalmente. Pese a que un asesor les envió un memorandum sugiriéndoles sonreír y transmitir naturalidad, los gestos tensos entre sus integrantes eran visibles en el mismísimo «lobby» del hotel Hilton, y la desesperación por los supuestos votos perdidos crecía.

Estambul y Tokio, positivamente sorprendidas por la inesperada novedad, seguían expectantes la evolución de los hechos.

El mal ambiente se profundizó cuando uno de los asesores especiales de Madrid 2020, hombre de larga experiencia en candidaturas olímpicas, cometió un error. Deseoso de recuperar el supuesto terreno perdido, encaró personalmente a la carta ganadora del equipo: el príncipe Felipe.

El asesor le pidió que ofreciera una entrevista en profundidad a un importante medio anglosajón, pero la idea no tuvo recorrido. Uno de los asistentes del heredero de la corona española le advirtió molesto a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) y jefe de la candidatura, que no era forma de abordar al príncipe.

Y Blanco estalló, enzarzándose en una acalorada discusión con el asesor estratégico, al que prohibió volver a acercarse al príncipe. Horas antes, el asesor en cuestión había llevado a cabo minuciosos y secos interrogatorios a miembros de la candidatura, obsesionado con saber el origen de la supuesta «filtración».

Blanco estaba convencido, pese a todo, de que el artículo de EL MUNDO no tendría influencia alguna, aunque no podía abstraerse de la tensión reinante.

«Me molestó que apareciera mi nombre atribuyéndome un voto», dijo a dpa un influyente miembro del COI, que sin embargo aseguró que no cambiaría su elección. «Ni me ofende, ni me afecta», añadió Richard Peterkin, miembro del COI por la diminuta isla caribeña de Santa Lucía, antes de añadir una broma: le gustaría ser capaz de leer el pensamiento de sus compañeros en el COI, tal como sugiere que hizo el autor del artículo.

Agotados, los integrantes de Madrid 2020 cenaron en la noche del viernes en «Kalima», una sala en la que se habían reunido más de una vez en los últimos días. Llovía intensamente sobre Buenos Aires, aunque mucho menos que hoy, cuando el diluvio universal pareció apoderarse de la capital argentina. Era un verdadero apocalípsis acuático.

Faltaba el último mal trago: la tormenta afectó el servicio de Internet desde el hotel y durante casi diez minutos la presentación de Madrid 2020 se fundió en negro en las pantallas. El basquetbolista Pau Gasol, protagonista de un emotivo discurso, sólo fue visto por los miembros del COI reunidos en Buenos Aires. El resto del mundo se lo perdió.

Al final no importó: la presentación de Madrid había sido muy superior a la de Estambul y mejor que la de Tokio, pero el COI tiene razones y vericuetos que los mortales no entienden: con 49 votos sobre 94 sufragios, Estambul echó a Madrid mucho antes de lo que los españoles esperaban.

09 Septiembre 2013

Una derrota que debe ayudar a regenerar España

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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DE LA GRAN DECEPCIÓN que supuso la decisión del COI hay que pasar hoy a la reflexión. La primera observación es que carece de sentido decir simplezas del estilo de que la candidatura de Madrid lo hizo todo bien porque el resultado evidencia que por lo menos Tokio lo hizo mucho mejor.

Toda la prensa internacional ponía ayer el acento de una manera u otra en lo que ha pesado la mala situación económica de España. Según ha trascendido, algunos miembros del COI expresaron sus dudas sobre si tiene lógica que un país con seis millones de parados aspirara a organizar unos Juegos. En este sentido, la delegación de Estambul enfatizó el mensaje de que su proyecto suponía un impulso a una economía que ya tiene un fuerte crecimiento, mientras Japón hacía referencia a su solvencia financiera y su credibilidad con el eslogan de unos Juegos «en manos seguras» que el propio Rogge respaldó expresamente.

Ha pesado también probablemente la mala imagen exterior de España a causa de la corrupción política y el separatismo, a lo que se suma la debilidad diplomática de nuestro país, que carece hoy de la fuerza con la que contaba en los primeros años 80 o a finales de los 90 cuando por razones distintas era un ejemplo para el mundo.

Otro factor importante ha sido el del dopaje. El desenlace de la Operación Puerto –con la destrucción de las bolsas de sangre manipulada– ha sido muy perjudicial. Así lo manifestaban ayer el presidente de la AMA y un miembro australiano del COI, que coincidían en que España no ha mostrado firme determinación para combatir esta lacra. La respuesta de Alejandro Blanco en la sesión final fue más evasiva que convincente.

Surgen también serias dudas sobre si la estrategia de austeridad de Madrid era la correcta, máxime teniendo en cuenta la mentalidad de los integrantes del COI. Madrid ofrecía una inversión de 1.500 millones de euros y Tokio de 3.400 millones con unas instalaciones dotadas de la más avanzada tecnología y un gran despliegue de patrocinadores. Ha podido dar la impresión de que Madrid volvía a presentar el proyecto de hace cuatro años y eso nos ha perjudicado.

Otro error ha sido el exceso de confianza. Marisol Casado, miembro del COI, había anticipado que España contaba con el apoyo suficiente para ganar por mayoría absoluta en la primera vuelta. Y tras la derrota, la propia Theresa Zabell, receptora habitual de las promesas de los integrantes del COI, reconoció que sus estimaciones de voto habían quedado defraudadas, precisando que, de haber sabido lo que iba a suceder, el Comité no hubiera implicado al Príncipe ni a Rajoy.

Pero no todo ha sido fair play. Tokio ha contado también con la inestimable ayuda del jeque kuwaití y ex ministro del Petróleo Al Sabah, que preside la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales, un lobby dentro del COI, y maneja un fondo de 438 millones de dólares para ayudas a los deportistas de los países en vías de desarrollo. Este jeque ha vulnerado los requisitos de neutralidad del COI al apoyar al candidato alemán que aspira a sustituir a Rogge y aparece calificado en los cables de Wikileaks como un «corrupto». Significativamente Japón es el primer comprador de crudo de Kuwait y su primer ministro acaba de firmar allí un ambicioso acuerdo de inversiones conjuntas.

Es verdad que siempre es fácil hacer la crítica a posteriori, pero sería una frivolidad no extraer las conclusiones de esta dolorosa e inesperada derrota. La principal es que no podemos seguir siendo tan indulgentes con la mala gestión de nuestra economía y con prácticas que serían intolerables en una sociedad democrática. Mientras que en España nadie asume responsabilidades políticas por nada, en Japón dimitió el ministro de Exteriores hace dos años por haber recibido una donación ilegal de 430 euros.

Que no nos hayan dado los Juegos es una frustración, pero precisamente por ello hay que aprovechar el fracaso para impulsar las muchas reformas que hay que acometer en nuestro país. Resulta preferible no organizar los Juegos y regenerar España que haberlos conseguido y dejar las cosas como están. No es la hora de la docilidad y el servilismo sino de la lucidez y el racionalismo crítico.

09 Septiembre 2013

La noche triste

Santiago González

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Fue otra mala noche la del sábado. La Puerta de Alcalá no vio pasar el tiempo y el personal desfiló con la frente marchita. La 1, que había programado un especial para transmitir el espectáculo de un pueblo que iba a encontrar por segunda vez un motivo para dejar de despreciarse, después de aquella tarde en que la bota de Iniesta nos dio el Mundial de fútbol de 2010, también abandonó su programación prevista en cuanto cayó Madrid y adelantó la película de aquella noche: Desde que amanece, apetece, pertinente polisemia, vive Dios.

Hablaré por mí. Habría aceptado resignadamente la derrota tras una lucha agónica con Tokio, pero caer en el primer compás después de haber creído que ya teníamos asegurados 50 votos de 98 no es decoroso. Ser derrotados por Estambul es una sensación tan humillante como la de dos primos míos cuando mi padre se compró un 600 allá por los años 60 y los llevó a dar una vuelta: «¡Tío, que nos adelantan las bicicletas!».

Por otra parte, los argumentos por Madrid sonaban bien: era la única gran capital que no ha organizado nunca unos Juegos, el gasto estaba casi hecho, el deporte español pasa por un momento excelente and so on. También es verdad que desde hace algunos años nuestra imagen exterior ha desmerecido mucho, pero los de 2016 se fueron a Brasil, donde la corrupción no tiene nada que envidiar a la nuestra. Otro error fue la creencia de que Tokio iba a pagar con la derrota lo de Fukushima. No había motivo; los desastres nucleares siempre le han ido bien a la causa olímpica japonesa.

Recuerden los juegos de 1964. Tokio se los ganó a Detroit por 34 votos a 10. En rigor, la capital japonesa había sido designada para organizar los juegos de 1940, pero no pudo ser por la guerra. Casi un cuarto de siglo después se le compensó por ello by también por los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la contienda en Asia. El atleta que encendió el pebetero fue Yoshinari Sakai, llamado el bebé de Hiroshima por haber nacido en aquella ciudad aquel 6 de agosto de 1945.

Dábamos por sentado que Fukushima iba a ser un factor negativo para ellos y no ha sido así, sin que los nuestros fueran capaces de exponer a favor de nuestra candidatura la gesta de Palomares.

La deprimida delegación española sostiene que ha habido juego sucio, intereses bastardos, algo que nuestro acendrado sentido de la ética se niega a comprender. Puede ser. Uno también comprende que en el momento en que la alcaldesa ponderó las virtudes de «a relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor» a los miembros del COI que ya nos habían prometido el voto –joder qué tropa, Romanones–, se les bajara el punto. En todo caso, y después de tres fracasos, vale más dejarlo correr y no arriesgarse al cuarto, como sugería mi primo Enric el viernes en estas mismas páginas. Ah, y a los linces del COE que tan finamente calibraron las intenciones de sus interlocutores que les regalen la colección de El Ala Oeste de la Casa Blanca para que aprendan a negociar votos. Y a asegurarlos.

El Análisis

¿Los verdaderos motivos del voto de los del COI?

JF Lamata

La derrota de Madrid era una derrota verdaderamente humillante por ser la tercera derrota consecutiva. La primera derrota fue frente a Londres, que parecía ser un rival imbatible. La segunda derrota era frente a Brasil, que tenía la excusa de ser una apuesta por el continente latinoamericano. Pero la tercera era la gran esperanza española, en especial porque en esta ocasión Madrid si partía como favorito según los informes preliminares y, sin embargo, los del COI no votaron por España dejándola casi la última, lo que llevaba a preguntarse si los criterios por los que cada uno de los delegados votados era por instalaciones o sistema y si influían ‘otro tipo’ de factores, otro tipo de factores que Japón cumplía más que España y que podían tener algo más que ver con la influencia del país que en su preparación.

J. F. Lamata