22 junio 1985

La gestora del partido estará presidida por Pablo Ortega

El diario EL ALCÁZAR promueve ‘Las Juntas Españolas’ un nuevo partido que ocupe el hueco dejado por Fuerza Nueva

Hechos

El 21.06.1985 se celebró en Madrid el congreso constituyente de las Juntas Españolas.

Lecturas

El 21 de junio de 1985 se constituye la nueva formación política Las Juntas Españolas. El presidente de su Gestora es D. Pablo Ortega, su portavoz es el Dr. Ernesto García Martínez y su secretario general D. Antonio Izquierdo Ferigüela, director del periódico El Alcázar, que ha instigado la creación de este partido político.

Como primer paso el 11 de octubre de 1984 el periódico El Alcázar publica el ideario de la nueva plataforma política con el título «Al pueblo español: Documento base para una movilización popular al servicio de España».

LA DIRECCIÓN DE JUNTAS ESPAÑOLAS

El 7 de noviembre de 1984 se presenta la primera dirección de Juntas Españolas en forma de Comisión Gestora con los siguientes cargos:

Presidente: D. Pablo Ortega Rosales (Economista)

Secretario General y Portavoz: D. Antonio Izquierdo Ferigüela (Periodista)

Tesorero: D. Antonio González Sáez.

Vocales:

  • D. Luis Suárez Fernández.
  • D. Antonio Gullón Walker.
  • D. José Luis Gómez Tello.
  • D. Juan Blanco Ortega.
  • D. José Ignacio Pedrera Jiménez.
  • D. Emilio García-Meras.
  • D. Alfonso Barrera Arjona.
  • D. Eduardo García García.
  • D. José María Alonso Collar.
  • D. Álvaro Fernández Pacho.
  • D. Ernesto García.
  • D. Jorge Cutillas.
  • D. Eustaquio Galán y Gutiérrez.
  • D. Jaime Alonso García.

08 Noviembre 1984

Contamos con el pueblo español

Antonio Izquierdo

Leer

La noticia se instala hoy transitoriamente en esta Casa. Eso sucede en pocas ocasiones, porque los periódicos están para dar noticias y no para protagonizarlas. Lo que sucede es que en excepcionales circunstancias no acontece así por la propia dinámica que desarrolla la existencia humana. Hace años, en un debate de televisión, un colega [Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS] acusó a EL ALCÁZAR de ser una bandera. Lo hacía con ánimo peyorativo, como si no existiesen en la historia del periodismo universal sobrados ejemplos de la participación decisiva de un periódico en la transformación de un pueblo, de una sociedad, de una comunidad de hombres y mujeres. EL ALCÁZAR, órgano de la Confederación Nacional de Excombatientes, se ha convertido no sólo en bandera, sino en lámpara votiva en medio de la noche y el caos.

EL ALCÁZAR es un periódico que en orden profesional ha demostrado su capacidad de información con un permanente y estricto servicio a la verdad – cosa que, en la actualidad, no pueden decir la inmensa mayoría de los medios de comunicación de España – con su óptica ideológica que está clara desde su natural origen, en la fortaleza toledana, durante el asedio marxista. Sea tal vez este origen, esa predestinación, lo que ha llevado en un momento en el que el asedio extiende sus límites, no en torno a una fortaleza, sino en torno al cuerpo físico de la Patria, a su alma metafísica, a su religión, a su cultura, a su propio orgullo nacional ¡tan mal parado! el que le haya hecho comparecer en medio del desconcierto circundante como una limpia y honrada bandera izada como punto de referencia para todos los españoles que no desean renunciar a la condición de ser hijos de una de la más gloriosas naciones del mundo.

En nuestras ediciones anteriores dimos a conocer la composición de la comisión gestora que, tras la publicación del Documento Ideológico, tiene por misión ineludible organizar una movilización popular que empieza gracias a Dios bajo el augurio prometedor de millares y millares de adhesiones llegadas en 25 días – ¡y aún no hemos empezado! – con la sola publicación del recitado documento. No podemos predecir por qué número se multiplicará esta inicial y formidable comparecencia, porque el periódico permanecerá en su posición de siempre y son unos hombres ya elegidos los que saltarán a la cancha política para poner en marcha este vasto movimiento, esas juntas que con una fe irrenunciable en el futuro, en un futuro inmediato, en una nueva frontera, saquen a España de la postración.

Esta tarea es ardua y prometedora, pero como todas las empresas, requiere la movilización de todos los recursos posibles humanos, intelectuales, económicos y sociales. Hace unos días, se me preguntó en la conferencia de prensa celebrada en el Casino de Madrid que con qué dinero contaba esa inicial formación, y yo me limité a responder con la clara sinceridad que ha caracterizado mi vida periodística. «Contamos con la buena voluntad de los españoles y la ayuda de la Providencia Divina, a la que no somos quiénes para poner límites…». Traduzco hoy aquella frase en formal petición de ayuda económica a todos los sectores de España: poderosos y humildes. Se ha dicho con harto desconocimiento de las virtudes de este pueblo noble y augusto, que aquí todo el mundo está dispuesto a dar la vida por la Patria, pero que nadie es capaz de dar un puñado de pesetas por ella. ¡Mal conocen a los españoles quienes así hablan!: bastaría con recordarle como tras el expolio del Tesoro Público, España pudo hacerlo con alianzas matrimoniales, con pulseras de pedida, con modestas joyas familiares heredadas de generación en generación. Nosotros no pedimos eso. Nosotros solicitamos la ayuda de todos los españoles, quizá para que, ofreciendo unas pesetas hoy, no tengan jamás que verse en el trance de ofrecer sus vidas. Desde la más humilde aportación a la más generosa, todas quedan entendidas con el mismo espíritu con que nuestros padres y nuestros abuelos repusieron el Tesoro Nacional cuando fue robado de las arcas del Banco de España y conducido a la URSS, donde aún permanece.

Antonio Izquierdo