29 julio 1927

Por la oposición de ambos periódicos al monopolio del petróleo planificado por el Gobierno del General Primo de Rivera

El diario LA NACIÓN acusa a los periódicos EL LIBERAL y HERALDO DE MADRID de estar al servicio de sus propietarios, los Busquets

Hechos

El 29.07.1927 el diario EL LIBERAL publicó en su portada un editorial sobre sus accionistas en respuesta a LA NACIÓN.

Lecturas

El periódico La Nación de D. Manuel Delgado Barreto acusa a la Sociedad Editora Universal de D. Manuel Busquets George y D. Juan Busquets George de estar atacando en sus periódicos El Liberal y El Heraldo de Madrid al gobierno de la dictadura de D. Miguel Primo de Rivera Orbaneja por haber perjudicado sus intereses económicos en el sector petrolífero con el decreto de estatalización del petróleo a través de CAMPSA del ministro D. José Calvo Sotelo. El Liberal dirigido por D. Francisco Villanueva Oñate replicará esas acusaciones aunque reconocerá por primera vez en sus páginas la vinculación del periódico con los hermanos Sres. Busquets George.

29 Julio 1927

Los Sres. Busquets en EL LIBERAL

EL LIBERAL (Director: Francisco Villanueva)

Leer

El órgano oficioso del Gobierno ha contestado a nuestro requerimiento en términos que dejan expedito el camino que hemos de recorrer continuando nuestra campaña para esclarecer las posibilidades de un monopolio del petróleo en España. LA NACIÓN declara que no hay nada inconfesable, que ‘no se trata de una situación inconfesable que haya que sustraer al conocimiento del público’.

¿De qué se trata entonces?

LA NACIÓN lo dice a continuación:

EL LIBERAL y HERALDO DE MADRID los dos periódicos que con más brío y persistencia sostienen la campaña contra el proyecto del Gobierno son propiedad de los señores Busquets. También es público – añade – y no hay motivo para silenciarlo, que los Sres. Busquets se dedican preferentemente, en uso de un perfecto derecho y con licitud que no hemos puesto en duda, a negocios relacionados con el petróleo. De igual manera – sigue diciendo – sabe todo el mundo que por esa razón los Sres. Busquets han mantenido siempre relaciones muy importantes con una de las grandes Compañías – la Standard – de que tanto se habla en este pleito.’ Y deduce de ello el órgano oficioso del Gobierno que nuestra actitud contra el monopolio tiene que ser irreductible.

Vamos por partes.

Nuestro requerimiento a LA NACIÓN obedeció a las frecuentes intimidaciones, a la amenaza repetida de descubrirnos la verdad para que todo el artificio de nuestra campaña se venga a tierra con estrépito.

Y la verdad descubierta es la que nadie tuvo interés en ocultar, puesto que LA NACIÓN reconoce que ‘todo el mundo lo sabe’, que los Sres. Busquets pertenecen a la Sociedad Editora de EL LIBERAL y HERALDO DE MADRID. ¿Cómo podíamos nosotros sospechar que fuera esa la verdad, la terrible verdad que nos iba a descubrir para confundir nuestra campaña? Si eso es ‘público y notorio’, si eso ‘lo sabe todo el mundo’, ¿qué es lo que descubre con ello LA NACIÓN? Y si todo ello es una licitud que no ha puesto en duda el órgano oficioso del Gobierno, ¿qué artificio es el que se viene a tierra con estrépito?

Los Sres. Busquets son unos excelentes amigos nuestros que tienen en el comercio y en la industria firma de indiscutible solvencia: pero que en el negocio de los petróleos no tienen con la Standard más relación que la de comprador. La Standard vende los productos que los señores Busquets necesitan para su industria, y los Sres. Busquets compran y pagan, teniendo allí, como en todas partes, el crédito y las consideraciones a que son acreedores por su honradez y por su formalidad en los negocios.

Los Sres. Busquets forman parte de la Sociedad que edita estos periódicos; son los gestores de la Empresa: pero estos periódicos tienen sus redactores y sus directores, y estos son exclusivamente los responsables de las campañas que se hacen en HERALDO y en EL LIBERAL. ¿Considera lícito LA NACIÓN que publicáramos la lista de sus accionistas y que hiciéramos deducciones arbitrarias para incapacitarle en la función que tiene a su cargo después de leer sus editoriales?

La Sociedad Editora Universal está constituida por un capital en acciones, repartida entre industriales, comerciantes, médicos, abogados, escritores y menestrales. Será muy difícil que no afecten las resoluciones del Gobierno a intereses de los accionistas de la Empresa editora de nuestros periódicos. Pero todos estos intereses están subordinados, repetimos, a los generales del país, que son los de EL LIBERAL.

En esta campaña contra el monopolio de los petróleos los intereses particulares de los Sres. Busquets como importadora de inbrificantes coinciden con los intereses generales del país, amenazados por el nuevo régimen que se quiere implantar pero en EL LIBERAL están subordinados al bien público los intereses particulares de su director, de sus redactores, de sus consejeros y de sus accionistas. Y ahí está la colección del periódico para demostrarlo. ¿Qué nuestra campaña es irreductible contra el monopolio? ¿Pero es que no lo sería también aunque no tuviéramos a nuestro lado colaboradores tan excelentes como los Sres. Busquets para editar los periódicos? ¿Cuando no fueron irreductibles las campañas de EL LIBERAL contra los monopolios?

¡Ahí es donde duele! La campaña de EL LIBERAL, perfectamente documentada, es irreductible, y es ridículo pretender reducirla con descubrir una verdad que es ‘pública y notoria’ que ‘todo el mundo conoce’, para dar en tierra estrepitosamente con el artificio de la campaña.

Podemos continuarla, si nos dejan donde tienen la medida de las posibilidades. Y más con los Sres. Busquets a nuestro lado, que conocen perfectamente el negocio de los petróleos.

EL LIBERAL, en fin, es un periódico de solvencia indiscutible, por el buen nombre de los que lo escriben y por la honradez sin tacha de los que lo administran. Con los Señores Busquets no ha disminuido, sino que acrece día por día la mayor capacidad del periódico en todos los órgenes a que alcanzara su función.

No teníamos por qué esconderlos y nos enorgullecemos

Al constituir la Sociedad Editora Universal, como sucesión a la Editorial de España, como sucesión en la Editorial de España, hicieron frente a una situación difícil que no hubiera tenido sin ellos solución. Y a la vista está la solución que tuvo. Los periódicos de la Editora Universal están hoy como en sus mejores tiempos. Es notorio su progreso en publicidad y tirada. Lo es también su consecuencia política; su reverencia a la significación de EL LIBERAL, es verdaderamente ejemplar, y su inhibición en funciones reservadas a la dirección es absoluta.

Con los Sres. Busquets tienen estos periódicos la mayor garantía de vida independiente y libre.

No habíamos tenido ocasión de decirlo, y no sería justo no aprovechar la ocasión que se nos ofrece.