25 diciembre 1999

El veterano periodista franquista asegura que ha sido la defenestración que más le ha dolido

El director de LAS PROVINCIAS, Francisco Pérez Puche, despide a Fernando Vizcaino Casas como columnista después de 55 años escribiendo para el periódico valenciano

Hechos

En diciembre de 1999 finalizaron las colaboraciones de D. Fernando Vizcaino Casas en el periódico LAS PROVINCIAS de Valencia.

Lecturas

LA VERSIÓN DEL ESCRITOR FRANQUISTA SOBRE SU SALIDA:

«Bastantes injusticias y demasiadas ingratitudes he padecido a lo largo de mi vida. Ninguna me afectó tanto como esta. Me sentía absolutamente identificado con LAS PROVINCIAS al cabo de más de medio siglo de escribir en sus páginas que llegué a creerme aquello de que era parte imprescindible de la casa. Todas mis ilusiones, todos mis afectos, todas mis creencias, se fueron al traste de repente. Tardaré en curarme de un dolor que me llegó muy hondo.

Porque además me dieron la patada de forma grosera, cobarde, falaz, sin aducir un motivo, una razón, una mínima justificación. Echaron por delante al pobre Putxe, que desempeñó la misma penosa función de verdugo con otros varios colaboradores y que al final, hecha la purga, y según suele ocurrir a quienes se prestan a desempeñar tan innobles papeles, fue asimismo cesado como director del periódico.

He relatado como estos señores del Grupo Correo me echaron también del Suplemento Semanal utilizando las mismas abyectas formas, es decir, suprimiendo mis colaboraciones sin ninguna explicación y encomendado al director de la revista que me notificara mi cese; también aquel fue despedido poco después. Por lo visto es norma de actuación de la empresa.

Los nuevos propietarios nombraron director al hasta entonces subdirector, Francisco Pérez Puche. A mi protocolaria felicitación por el ascenso contestó con un tarjetón manuscrito que no tiene desperdicio:

«Querido maestro: Muchas gracias por tus palabras de aliento. Tendremos tiempo de comentar lo ocurrido. Espero contar con tu experiencia, consejo y crítica, porque tú eres parte imprescindible de esta casa. Un abrazo».

Verdaderamente conmovedor. Pues bien: tres meses después al maestro imprescindible le suprimían las colaboraciones. Me ponían en la calle sin que a los señores vascos del Grupo Correo les importara un bledo mis 55 años en el periódico».

(Los Pasos Contados).