12 diciembre 2008

El director del 20 MINUTOS, Arsenio Escolar, acusa a EL PAÍS y EL MUNDO de manipular los datos del EGM para ocultar a su medio

Hechos

El 12.12.2008 el 20 MINUTOS publicó un artículo de su director contra EL PAÍS y EL MUNDO.

12 Diciembre 2008

El País y El Mundo, pinochos del mes

Arsenio Escolar

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Lección de periodismo manipulador y mentiroso la que han dado hoy algunos diarios de pago al informar del EGM, el Estudio General de Medios.

El EGM investiga desde hace 40 años cuánta gente lee qué diarios o revistas, o cuántos escuchan qué emisoras de radio y qué programas. En el caso de los diarios, los encuestadores del EGM preguntan por todos, gratuitos y de pago. Hay una sola encuesta, y en ella interrogan a los encuestados (unos 80.000 al año) sobre qué leyeron el día anterior, no si compraron o no compraron un diario. Los resultados de ayer son muy contundentes. El diario más leído en España, según EGM, es 20 minutos (2.889.000 lectores de media al día), seguido de Marca, con casi 300.000 menos; de Qué, con 634.000 menos; de El País, con 671.000 menos; de Metro y Adn, con más de un millón de lectores menos que nosotros; y de El Mundo, con millón y medio de lectores menos que 20 minutos.

Si hoy habéis leído El País o El Mundo, no os habréis enterado de nada. El País no dice que ha perdido 56.000 lectores respecto a la medición anterior y tampoco dice que le acaba de superar Qué. A los gratuitos directamente nos borra de sus tablas. La información que hace hoy El País incumple las normas de medio Libro de Estilo del propio diario, habría que darle el premio Pinocho del Mes, o el Pinocho del Trimestre, porque contar verdades a medias es directamente mentir.

El País tendría en El Mundo un duro competidor por el Pinocho del Mes (o del Trimestre). La información de El Mundo es un completo delirio, todo un florilegio de la mentira. Alardea en el primer párrafo de ser el segundo diario más leído de España, cuando en realidad es el séptimo; habla de su “liderazgo” respecto a los que están detrás (curioso liderazgo, quitas a los primeros y así eres líder. ¡Que lo haga el Numancia en Primera!), y de los gratutios dice esto: “Tampoco los gratuitos se libran de los efectos de la crisis. Todos caen en audiencia, especialmente 20 minutos (22.000 lectores menos) y Adn que resta 25.000″, pero no dice, claro, cuántos lectores tenemos, oculta que 20 minutos más que duplica en lectores a El Mundo, que les sacamos más de millón y medio de lectores de ventaja. Tampoco dicen que Adn les supera en más de 400.000.

Con la manipulación que muestran El País y El Mundo y lo sectarios que son ambos, ¿serán igual de fiables cuando hablan de política, o de eléctricas, o del paro? ¿La tabla que publican los lunes de la clasificación de la Liga de fútbol estará completa o habrán quitado a los equipos que les caigan mal a sus directores?

¿Y ésta era la prensa de calidad? ¡De calidad ínfima!

03 Diciembre 2014

‘El País’ y ‘El Mundo’ manipulan el EGM

Arsenio Escolar

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Nuevos directores… y viejos vicios. Ayer se hicieron públicos los datos del Estudio General de Medios (EGM), la macroencuesta que desde hace más de 40 años mide cuántos lectores tiene cada diario o revista o cuántos oyentes reúne cada programa y cada cadena de radio.

La encuesta para los diarios impresos es solo una, es única. No hay una para los de pago y otra para los gratuitos. Y le pregunta al encuestado qué diario leyó ayer, mostrándole juntas todas la cabeceras -gratuitas, mixtas o de pago-. El EGM no investiga qué diarios se compran o se dejan de comprar sino qué diarios se leen. De hecho, muchísimos de los lectores de los diarios de pago no han pagado por el periódico, lo han tomado prestado de alguien en su trabajo o en su lugar de estudios, o en un bar, o directamente se lo ha regalado el editor, pues cada día distribuyen gratuitamente más ejemplares los llamados diarios de pago. Hay una prueba infalible de lo que digo: las audiencias de los diarios de pago multiplican por 5 o por 6 las tiradas, luego sólo ha pagado el periódico uno de cada 5 o 6 lectores. El resto lo ha recibido gratis, luego son lectores de lo que para ellos es un gratuito.
Los datos que se hicieron públicos ayer eran muy claros: entre los diarios de información general, El País es el más leído, con 1.612.000 lectores de media diaria (cae un 4,3% respeto a la medición anterior), 20minutos es el segundo, con 1.066.000 (-1,6%); y El Mundo es el tercero, con 1.006.000 lectores (-2,5%).
Pues bien. Hoy, en sus ediciones impresas, tanto El País como El Mundo (muchos otros más pequeños también lo hacen, esto de mentir en lo nuestro está muy extendido en nuestra vieja prensa) borran de la tabla a 20minutos. Lo he denunciado esta mañana en Twitter, mostrando las páginas.

Con sus antiguos directores, Javier Moreno y Pedro J. Ramírez, ya lo hacían. Yo protestaba aquí y les llamaba a ellos por teléfono o les mandaba algunas veces cartas, correos, sms… para decirles, cariñosamente -tengo una buena vieja relación personal y profesional con ambos, hemos coincidido en proyectos anteriores-, que lo que hacían era mentir, era engañar a los lectores. Pedro J., tan amante de la verdad para otras cosas, no me hizo ningún caso. Javier, un poquito: le envié en una ocasión un correo enumerándole los artículos del Libro de Estilo de El País que incumplía su información, y su reacción fue poner, a partir de entonces, una nota mínima a cuerpo pequeño en la tabla del EGM diciendo que se refería a los diarios de pago.
Hoy, hasta esa minúscula nota ha desaparecido de la tabla de El País.
También con Antonio Caño -director de El País desde hace medio año- y con Casimiro García Abadillo -director de El Mundo desde hace 10 meses- tengo una buena relación personal, y hemos estado juntos en algún proyecto profesional.
Queridos Antonio y Casimiro: Enmendad ese error reiteradísimo de vuestros respectivos antecesores. En el mundo actual de la información, tan abierto todo, tan contrastable, tan comprobable, estas cosas ya no cuelan. El lector pesca muy rápido cualquier sesgo o manipulación. Si el lector nos ve poco fiables cuando hablamos de nosotros mismos, ¿se preguntará si somos fiables cuando informemos de cualquier otro asunto? Si pedimos -con razón- transparencia y ética a todos los agentes de la vida pública, ¿no debemos empezar por nosotros mismos? Si estamos tan preocupados -también con razón- de la crisis del periodismo, ¿no debemos dejar de hacernos trampas?