18 enero 2006

El director del 20 MINUTOS, Arsenio Escolar, reprocha a Pedro J. Ramírez que haya pasado de intentar prohibir la prensa gratuita a entrar en el sector

Hechos

El 18.01.2006 el 20 MINUTOS publicó una carta de su director al director de EL MUNDO.

03 Diciembre 2001

Pasividad municipal ante un negocio alegal en la vía pública

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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En Madrid, la nueva prensa gratuita publicaciones de contenido sobre todo publicitario con páginas de información compite hoy en injusta ventaja frente al resto de la prensa. Por eso, José Sanclemente, consejero delegado del Grupo Zeta y nuevo presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), ha advertido del grave daño competitivo que la distribución alegal en la vía pública de la prensa gratuita causa a los diarios de pago, y exigido que se regule ese reparto según normas equiparables a las que rigen para el resto de la prensa, con licencias municipales y limitación física de la ubicación de los puntos de reparto.Recuerda Sanclemente que en Barcelona ya existe esa reglamentación que en la capital sigue sin entrar en vigor, de lo que se benefician las empresas (noruega y sueca) de los gratuitos. Si los diarios de pago sólo pueden distribuirse desde puntos de venta reglamentados, que pagan las consabidas tasas municipales, y si lo mismo sucede con cualquier otro producto, no hay razón de que el Ayuntamiento siga cediendo un espacio de dominio público, las calles, para que estas publicaciones invadan intrusivamente la vida de los viandantes. Los diarios, de pago y gratuitos, pertenecen a empresas mercantiles que compiten por los mismos lectores, y ni unas ni otras deben gozar de ventaja indebida. Ahora se asegura que este mes se aprobará un reglamento de los puntos de reparto de gratuitos, con una tasa comparable con la que pagan los quioscos. Serían entre 50 y 75, adjudicados por las juntas de distrito, a una distancia determinada de los quioscos y fuera de las zonas de aglomeración esto es lo más esencial . Su adopción se convierte hoy en todo un test para el alcalde Alvarez del Manzano y la teniente de alcalde Mercedes de la Merced.

20 Febrero 2002

Verdaderos falsos diarios

Serge July

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Dado que los escandinavos son los campeones de los impuestos, sus empresarios intentan escapar a la presión del fisco invirtiendo sus beneficios en el extranjero. Entre sus hallazgos, la prensa gratuita, de la que son los auténticos especialistas mundiales.¿Su modelo económico? Periódicos sin redacción y burlando la regulación de este sector en todos los mercados.

Es el sueño de gobernantes y de financieros obtusos. En efecto, lo que cuesta caro en la prensa son precisamente los periodistas.Suprimir los periodistas, insertar despachos de agencia y añadir algo de color: esto es lo que suele llamarse un periódico gratuito.La diferencia entre Libération (o cualquier otro diario de pago) y uno gratuito es una relación de 250 periodistas frente a 10.

Los periódicos, especialmente los periódicos nacionales, son máquinas de producir información, de tratarla, de verificarla y de analizarla. Pero los equipos profesionales de estos diarios, con sus oficinas y sus enviados especiales, sus reporteros y sus investigadores, tienen un precio. Es el precio que usted paga cuando compra su periódico. Por eso, cuando compra su periódico, está comprando experiencia, inteligencia, referencias, descodificación y determinadas opciones en función de los valores propios de cada diario.

Los gratuitos parecen diarios de información, tienen el olor y el aspecto del papel de periódico, pero ahí se queda todo su parecido con los periódicos informativos. El recurso al papel de periódico no basta para hacer un periódico de información.El desembarco de los gratuitos se produce en un mercado regulado, dado que la impresión, la distribución y la publicidad están regidas por leyes.

Esta reglamentación tiene sus ventajas y sus obligaciones, al tiempo que se traduce siempre en costes más altos, lo que explica el elevado precio de los diarios franceses en relación con los de nuestros vecinos.

Los gratuitos, en cambio, trabajan como los filibusteros. Impresos, a veces, en el extranjero, distribuidos fuera de las redes normales de distribución y practicando el dumping en materia de publicidad, crean una desigualdad económica básica entre los auténticos diarios y el papel de periódico. El respeto de las leyes obliga a todos.Una de las atribuciones de los poderes públicos es hacerlas respetar, al menos hasta que no se considere oportuno cambiarlas.

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Serge July es director de Publicación del diario Libération.

18 Enero 2006

Bienvenido al club, Pedro J.

Arsenio Escolar

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Hace algo más de cuatro años, un grupo de responsables de diarios de pago, encabezados por el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, intentaron que el Ayuntamiento de Madrid prohibiera de hecho el reparto de los diarios gratuitos mediante una normativa en la que trataron de incluir, entre otras perlas, que no pudiéramos distribuir a menos de 200 metros de los pasos de peatones. Era una manera de echarnos de la ciudad, porque prácticamente no había en ella punto alguno que no tuviera un paso de peatones a menos de 200 metros.

Al tiempo que presionaba a las autoridades municipales, El Mundo emprendió en sus páginas una campaña contra los gratuitos, a los que nos calificaba de “negocio alegal en la vía pública”. En un comentario editorial instó incluso al Ayuntamiento a que alejara nuestros puntos de distribución “fuera de las zonas de aglomeración, esto es lo más esencial”. La cita es literal.

Logramos desactivar aquella persecución. Lo contamos en las páginas de 20 minutos, revelamos además que El Mundo había intentado sin éxito comprar nuestro diario apenas tres meses antes y dimos la dirección electrónica del entonces alcalde madrileño, José María Álvarez del Manzano, para que le comentaran los lectores dónde querían que repartiéramos nuestros ejemplares. La normativa municipal fue reconducida a disposiciones más sensatas, y desde entonces hay licencias de reparto, horarios, tasas, condiciones regladas…

Esta semana, El Mundo ha lanzado un gratuito semanal, dirigido por Pedro J. Ramírez, dedicado al sector inmobiliario y repartido de modo alegal, sin licencia municipal.

Bienvenido al club, Pedro. No seré yo quien pida a la Policía Municipal que te requisen los ejemplares.