El Gobierno Rajoy salva a LA SEXTA de la quiebra al suprimir las restricciones de la CNC para su adquisición por ANTENA 3 TV

Durante los seis primeros meses de este año, la inversión publicitaria en televisión en España ha caído un 16%. Desde que empezó la crisis, el desplome es superior al 50%, lo que significa que las cadenas cuentan con la mitad de recursos para financiar su actividad que hace cuatro años. En 2008, esta actividad generaba 2.000 millones de euros al semestre. Ahora, apenas llega a los 1.000 millones. En estos casos, las puras matemáticas sugieren que, si un negocio se queda en la mitad, o todos sus actores reducen un 50% sus gastos para mantener el mismo nivel de rentabilidad o el número de competidores también se reduce a la mitad. O los números no salen.

Las grandes cadenas optaron, hace ya un par de años, por la segunda alternativa. Como, lógicamente, ninguna estaba dispuesta a liquidar su negocio para que el mercado se adaptara a la nueva situación, se lanzaron a la consolidación. Y aquí entra en juego la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), el supervisor que garantiza que este tipo de operaciones no expulse al resto de actores del mercado.

Telecinco y Antena 3, las dos mayores televisiones, han negociado largamente la compra de Cuatro y de La Sexta, respectivamente. La primera de estas operaciones se cerró en diciembre de 2010 y Mediaset lleva más de un año explotando los canales de Telecinco y Cuatro. Antena 3 también cerró el pasado año un acuerdo con los socios de La Sexta para comprarles la cadena, pero aún no ha comenzado a explotar los canales de su aún rival.

La CNC entendió que la primera operación no ponía en peligro la libre competencia en el sector si Mediaset se comprometía a vender por separado la publicidad de sus canales y a no hacer compras conjuntas de programas. La filial española del gigante audiovisual italiano dijo que sí y hoy controla más del 45,4% del mercado publicitario de televisión en España.

Un año después, en una operación calcada, la que proponían Antena 3 y La Sexta, Competencia multiplica las exigencias a estas dos cadenas frente a las solicitadas a Mediaset hasta hacer inviable la operación, al prohibir todas y cada una de las posibles sinergias que podían obtener las compañías. Desde la CNC justifican que el mercado ha cambiado, porque es más reducido que hace un año por la caída de facturación y porque hay un actor menos, debido a la fusión de Telecinco y Cuatro. Precisamente la misma operación que aprobó la misma CNC apenas un año antes.

La lógica empresarial dicta que, en un mercado menguante, el riesgo de expulsión de los competidores más pequeños aumenta. Antena 3 controla un 33% del mercado y La Sexta, un 9%. Con o sin fusión, el duopolio en televisión parece garantizado. La diferencia estriba en que, sin fusión, el duopolio puede producirse a costa de la desaparición del actor más pequeño. Y esto es lo contrario de lo que busca la últimamente hiperactiva CNC. Al menos, si atendemos a una curiosa campaña de propaganda que ha puesto en marcha, con formato de prospecto medicinal, donde dice que «Competencia alivia los síntomas de congestión del sistema económico, eliminado los monopolios y las barreras de entrada». Es verdad que de duopolios no habla.

El Consejo de Ministros rescató ayer a la televisión de Zapatero. El Gobierno del PP concedió una segunda vida a La Sexta al corregir a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y modificar las restricciones impuestas a su compra por parte de Antena 3 y que hacían «inviable» la operación a juicio de las dos cadenas. Es la primera vez que el Gobierno hace uso del resquicio legal que le permite contradecir las limitaciones impuestas por el regulador a una operación de concentración.

«Antena 3 hubiera tenido ciertas desventajas, pero La Sexta lo habría pasado muy mal porque atraviesa graves problemas», diagnostican fuentes del mercado sobre la posibilidad de que el Gobierno no hubiera tomado cartas en la fusión. «Su situación es delicada. Habría aguantado a corto plazo, pero su economía era delicada». La cadena cerró 2011 con 61,6 millones de pérdidas, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil de Madrid. Desde 2005 acumula pérdidas por un total de 524,8 millones y a 31 de diciembre tenía compromisos adquiridos por valor de 202 millones.

Antena 3 quería y necesitaba esta fusión para competir de tú a tú con Telecinco-Cuatro, pero para La Sexta era vital para asegurar su futuro. Sin embargo, las restricciones impuestas por la CNC a la operación estuvieron a punto de dar al traste con ella. Ambas cadenas alegaban «trato discriminatorio» en relación a la fusión Telecinco-Cuatro. Sus quejas han sido escuchadas por el Gobierno que ha modificado las limitaciones relativas a la comercialización de la publicidad, uno de los caballos de batalla de Antena 3 y La Sexta.

Mientras una única empresa, Publiespaña, comercializa la publicidad de Telecinco y Cuatro, la CNC obligaba al nuevo grupo Antena 3-La Sexta a venderla a través de sociedades diferentes. Restricción eliminada. Mientras la audiencia conjunta de los canales de Telecinco-Cuatro que se podían incluir en cada paquete comercial no podía superar el 22%; en el caso de Antena 3-La Sexta era del 18%. Restricción modificada. Mientras el plazo de las condiciones de Telecinco-Cuatro era de tres años prorrogables por otros dos; en el caso de Antena 3-La Sexta era de cinco años. Restricción modificada.

Asimismo, el Ejecutivo elimina las condiciones sobre el proceso de negociación con anunciantes y agencias de medios y modifica la prohibición de vinculación en la comercialización de espacios publicitarios, entre otros puntos.

Según detalló la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la situación actual ha aconsejado modificar las condiciones impuestas «en simetría con las que vienen operando en el sector», en alusión a las dictaminadas en su momento por la CNC a la fusión entre Telecinco y Cuatro. Asimismo, justificó la intervención del Ejecutivo «por razones de interés general y el mantenimiento del pluralismo informativo».

Las fuentes consultadas por este periódico dan por hecho que la decisión del Gobierno desbloquea la operación. El hecho de equiparar las condiciones de Antena 3-La Sexta a las de Telecinco-Cuatro reactiva la compra, que podría firmarse en octubre. Los plazos pasan porque en la cadena de Planeta estudien a conciencia el acuerdo sellado en el Consejo de Ministros y comunique oficialmente su decisión en los próximos días. «Antena 3 y La Sexta están interesadas en que esto se concrete con la máxima celeridad posible. Ahora viene una época complicada. Las integraciones no son sencillas. Telecinco y Cuatro son el ejemplo», señalan en el mercado. Toca desempolvar los planes de negocio e ideas guardadas en cajones.