24 diciembre 1976

La irrupción de 'la Comisión de los Nueve' entierra definitivamente el experimento de la Platajunta

El Gobierno Suárez reconoce oficialmente a la oposición y negociará con ‘La Comisión de los Nueve’ de la Platajunta

Hechos

  • El 23 de diciembre de 1976 D. Adolfo Suárez se reunió por primera vez en la sede de la presidencia del Gobierno con representantes de la ‘comisión de los nueve’. Los primeros fueron los Sres. Tierno Galván, Felipe González, Pujol, Ordoñez y Canyellas.

Lecturas

El 7 de diciembre de 1976 Coordinación Democrática, la plataforma de los partidos políticos que aún no han sido registrados legalmente, hace públicos los miembros de la Comisión designada para negociar con el gobierno la convocatoria de las primeras elecciones.

Estos interlocutores de la llamada ‘Comisión de los 9’:

  • D. Felipe González Márquez (Partido Socialista Obrero Español).
  • D. Enrique Tierno Galván (Partido Socialista Popular).
  • D. Simón Sánchez Montero (Partido Comunista de España).
  • D. Antón Canyellas (Equipo Demócrata Cristiano).
  • D. Francisco Fernández Ordóñez (Federación Socialdemócrata).
  • D. Joaquín Satrústegui Fernández (Alianza Liberal)
  • D. Jordi Pujol Soley (Convergencia Democrática de Catalunya).
  • D. Julio Jáuregui Lasanta (Partido Nacionalista Vasco).
  • D. Valentín Paz Andrade (Nacionalismo Gallego).

En la comisión no figuran, por tanto, ni D. Antonio García-Trevijano Forte ni D. Rafael Calvo Serer, que perdieron gran parte de su influencia en el organismo a partir de fracasar en su intento de enrolar en la causa de la ‘Platajunta’ a Don Juan de Borbón Battenberg, el padre del Rey. Además, el Sr. García-Trevijano Forte fue declarado por parte del PSOE y el PSP como alguien ‘incompatible’ a ellos por haber sido asesor del dictador de Guinea Ecuatorial Sr. Francisco Macías Nguema.

LOS MIEMBROS DE LA ‘COMISIÓN DE LOS NUEVE’

Felipe_gonzalez_joven D. Felipe González, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (sector renovado)

tierno_galvan_PSP D. Enrique Tierno Galván, presidente del Partido Socialista Popular.

sanchez_montero01 D. Simón Sánchez Montero, del Partido Comunista de España (en representación de D. Santiago Carrillo, que sigue siendo un prófugo de la justicia).

AntonCanyellas D. Antón Canyellas representa a la Democracia Cristiana, que ha sido la principal oposición al franquismo desde la derecha a través de dos grupos la Federación Popular Democrática del veterano D. José María Gil Robles Quiñones y la Izquierda Democrática (democristiana a pesar de su denominación) del ex ministro franquista reciclado en opositor D. Joaquín Ruiz Giménez.

FernandezOrdonez_2 D. Francisco Fernández Ordoñez, antiguo franquista ahora pasado a la oposición, él representación en la comisión a la corriente social-demócrata de la oposición.

Satrustegui D. Joaquín Satrústegui, antiguo franquista, después pasado a la oposición, él representara en la comisión a la corriente liberal de la oposición.

pujol_yogurin D. Jordi Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) representará en la comisión de los nueve al nacionalismo catalán.

JulioJauregui D. Julio Jáuregui del Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV) representará en la comisión de los nueve al nacionalismo vasco.

pazAndrade D. Valentín Paz Andrade representará en la comisión de los nueve al nacionalismo gallego. A pesar de su prestigio por haber participado en los intentos de crear la autonomía de Galicia en la II República, su presencia fue la más criticada ya que sectores de la extrema izquierda gallega se negaron a reconocerle como interlocutor por considerarle ligado a la burguesía.

EL FRACASO DE COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA

trevijano

La ‘comisión de los 9’ supone un éxito para los partidos de la oposición aún no legales, puesto que al fin son reconocidos con carácter institucional por el Gobierno Suárez. Pero supone un fracaso para el intento de ‘la Platajunta’, la marca Coordinación Democrática, que pretendía erigirse como interlocutor de toda la oposición política bajo el liderazgo de D. Antonio García-Trevijano ha sido abandonado por todos los partidos que nutrían su arca, todos ellos han decidido negociar directamente con el Gobierno prescindiendo de Trevijano como interlocutor que, al carecer de partido que le respalde, carece de peso para imponer protagonismo alguno en la Transición.

28 Diciembre 1976

Una partida difícil

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

Leer

EL PASADO 23 de diciembre el presidente Suárez recibió, al fin, a los señores Pujol y Tierno, que le hicieron entrega de la carta de la «Comisión de los Nueve», en la que formalmente se propone al Gobierno la apertura de negociaciones con la Oposición sobre un temario concreto. No se ha dado ningún comunicado de la entrevista, y hoy, al parecer, se reúne la citada comisión para conocer la respuesta del presidente, sin que por el momento se sepa cuál va a ser su reacción ante la ausencia forzosa de los comunistas (en la cárcel de Carabanchel).Entre la redacción y aprobación de la carta y su entrega transcurrieron casi quince días. El retraso se explica por la carga de acontecimientos de esas dos semanas: secuestro del señor Oriol, victoria gubernamental en el referéndum, manifestación de guardias civiles y policías armados, aparición ante la prensa y posterior detención, procesamiento y encarcelamiento del secretario general del Partido Comunista. Pero sólo este último suceso incide de manera directa e inmediata en el desarrollo de las negociaciones. ¿Cómo se concilia la participación comunista en la comisión negociadora con el procesamiento y encarcelamiento de sus representantes?

La inclusión del Partido Comunista en la comisión no necesita justificación. Futuro competidor del PSOE en la búsqueda de votos, la organización marxista-leninista de mayor fuerza y veteranía. Ahora bien, el PCE no se ha conformado con tener en la comisión un representante presumiblemente tolerable para el Gobierno, sino que ha exigido que su delegado sea Santiago Carrillo, si bien aceptando provisionalmente la fórmula de la suplencia en la persona de Simón Sánchez Montero. En principio, la razón no puede ser mantenerse en pie de igualdad con los demás partidos, ya que tampoco figuran en la comisión los hombres más significados de la democracia cristiana. De otro lado, era de prever que esa decisión aumentaría la crispación del Gobierno, para el que la presencia de los comunistas era ya un desafío.

Cada fuerza política tiene derecho a elaborar y aplicar su propia estrategia y a hacer las apuestas que considere convenientes. Ahora bien, en la partida hay varios jugadores, cada uno con sus propios objetivos y estrategia. Todos tienen igual derecho a tratar de imponer sus criterios y a esforzarse por conseguir ventajas. Lo que hay que exigir, a unos y a otros, es que en ningún momento olviden que lo que se halla en juego es la suerte del país entero. Ningún demócrata puede aceptar que se deje fuera de combate o en inferioridad de condiciones a las organizaciones comunistas que acepten formalmente el pluralismo político: y en este sentido, parece difícil concebir que las negociaciones de la «Comisión de los Nueve» con el Gobierno puedan reanudarse mientras Carrillo, Sánchez Montero y sus compañeros sigan en prisión. Pero tampoco los dirigentes del Partido Comunista deben tratar de imponer al resto de las fuerzas democráticas pretensiones hegemónicas o de vanguardia. Si el presidente Suárez, al parecer, ha dicho que en ningún caso aceptará como interlocutor directo a un representante comunista, el PCE no debe insistir en forzar la marcha y ha de abandonar cualquier tentación de protagonismo.

La democratización del país sigue en peligro. Sólo cabe desear que los envites demasiado audaces, vengan de donde vengan, y el achantamiento o ventajismo de los demás jugadores, no nos lleven a la bancarrota.