19 diciembre 2002

Reemplaza en el cargo a Jesús Maraña que, de momento, seguirá trabajando para el mismo grupo editorial

El Grupo Zeta nombra a Teresa Viejo directora de la revista INTERVIÚ, siendo la primera mujer que accede a ese cargo

Hechos

En diciembre de 2002 la revista INTERVIÚ anunció el nombramiento de Dña. Teresa Viejo como su nueva directora por decisión del Consejo de Administración del Grupo Zeta.

22 Diciembre 2002

UNA MUJER PARA ELLOS

Flora Sáez

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Ha observado alguna vez cómo hojea Interviú una mujer? Los ojos no se suelen posar en la portada más allá de tres segundos. Cuando llega a esas páginas que tienen por todo contenido a señoras prominentes, la velocidad del paso de página se acelera. Sólo si la señora en cuestión es lo suficientemente popular -la presentadora Anne Igartiburu, pongamos por caso, que ha sido la protagonista del calendario 2003 de la publicación- esta regla se rompe. Porque entonces se pone en marcha la curiosidad: ¿será Igartiburu tan esbelta como parece?, ¿se le adivina algún rastro de celulitis?

En fin: ¿es que a las mujeres les molesta la exhibición de otras mujeres desnudas? Puede que sí, aunque quizá no sea tanto como eso. Algo hay seguro: saben que esas páginas no son para ellas y obran en consecuencia. Dicen en Zeta que el 70% de la audiencia de Interviú es masculina. Otros, que rondaría el 85%.

Son éstas, entre otras razones, las que han hecho que el nombramiento de Teresa Viejo al frente de la dirección de la revista sea uno de los asuntos más comentados -en los medios, todo hay que decirlo- de los últimos días. ¿Quién iba a decir que una periodista de 39 años crecida profesionalmente en los platós de televisión (El Primijuego, La mañana, Pasa la Vida o Saber Vivir) se convertiría en la primera mujer que dirige en España un semanario de información general y que ese semanario iba a ser, precisamente, el más masculino de cuantos hay en el mercado, el que tiene como seña de identidad las mujeres desnudas en la portada?

«Estamos con lo de siempre. La eterna cuestión de los sexos», masculla Viejo. «Entiendo que todo el mundo quiera hablar conmigo de desnudos, pero da pena que sólo se hable de eso y no de otras cosas que hacemos, como la campaña que empezamos el lunes, «Un euro con Galicia»», se lamenta la periodista. «¿Que por qué yo? Porque quienes me ofrecen esta oportunidad me conocen, al fin y al cabo estaba como articulista en la casa. Y de un tiempo a esta parte he tenido cierto hábito de tratar temas masculinos no desde la perspectiva de un feminismo que se ha quedado obsoleto sino desde un punto de vista más vanguardista, desde el feminismo de la diferencia. Quien ha madurado este cambio, Jesús Maraña, director de coordinación de revistas, cree que había que evolucionar y darle a la revista una vuelta de tuerca, apostar por una visión más femenina».

No todos han entendido esta pretendida apuesta por el universo de las mujeres. Un ejemplo. En la Asociación de Mujeres Españolas de Medios de Comunicación tienen una costumbre: envían un telegrama de apoyo y felicitación a cuanta mujer accede a un puesto de dirección en un medio (no hay más del 3%). El gesto forma parte de las rutinas de la asociación. En este caso, su presidenta no se ha atrevido a mandarle una felicitación a Teresa. «Tendría que hablarlo con las otras compañeras. A mí personalmente algunos contenidos de esa revista me parecen reprobables», argumenta Cristina Fraga. Los famosos desnudos vuelven a salir a la palestra.

¿No es mojigato ponerle tantos peros a este asunto? «La exhibición de desnudos ya no es tabú ni tiene el significado que tuvo en otros tiempos. Hoy creo que podemos valorarlos de otro modo, como algo que puede ser visualmente placentero y gráficamente interesante. Pero los de Interviú no han evolucionado. Son cutres, antiguos y ofrecen una imagen totalmente estereotipada de la mujer. Además, ¿por qué en la portada? ¿por qué siguen siendo el principal gancho? ¿por qué sólo mujeres?», reflexiona Justa Montero, de la Asamblea Feminista de Madrid.