11 julio 1942

Ejercía como corresponsal doble de los diarios ABC de España y La Nación de Argentina

El periodista español Luis Calvo Andaluz es encarcelado en Gran Bretaña acusado de realizar espionaje en favor de la Alemania nazi

Hechos

El periodista español D. Luis Calvo Andaluz en una entrevista para D. Manuel Vicent publicada el 11.07.1981 habló por primera vez de su detención en Londres durante la Segunda Guerra Mundia.

Lecturas

LA VERSIÓN DE LUIS CALVO:

«En 1942 estaba ,o en Londres de corresponsal de – ABC y de la Nación,de Buenos Aires, y llegó un sapo, una cucaracha aldeana de parte del ministro de Asuntos Exteriores Serrano Súñer con el encargo de que debía volver a Madrid para hacerme cargo de un servicio secreto. Me negué, pero ellos insistieron, hasta que Ultano Kindelán, hijo del general, que era agregado de la Embajada española en Londres, me dijo que no había otro remedio, que se trataba de algo necesario y urgente. Fui a Madrid. Me entrevisté con dos alemanes en un piso de la calle de Caracas y estos me dieron unos polvos blancos para fabricar una tinta invisible con la que tenía que mandar cierta clase de información. Pero yo esa misma noche tiré esos polvos en un retrete del hotel Ritz, donde me hospedaba. Al regresar a Inglaterra, apenas había puesto el pie en Londres, me trincó el servicio de contraespionaje inglés. Estaba enterado de todo. Me sacaron los forros del traje buscando los polvos. Al no encontrarlos comenzaron a confiar en mis protestas de inocencia, pero me llevaron a un cuartel de Chelsea y desde allí en el borde de un periódico mandé una nota a Viturro, primer secretario de nuestra embajada, donde le decía que los ingleses desconfiaban de todo el personal, hasta del mismo duque de Alba. También esta vez interceptaron la nota. Y entonces ya me llevaron a un campo de concentración en West Ham. Los ingleses me trataron bien y esto hacía sospechar al resto de los españoles presos, diez o doce, que había allí, porque yo era bibliotecario y además tenía acceso a la cocina y les daba pasteles. Al final de la guerra me liberaron. Nos llevaron hasta Gibraltar, a todos esposados menos a mí, pese a mis protestas. Pero había una orden del coronel de que yo llevara las manos libres. Todo esto va a salir en un libró de Nigel West que trata de espionaje en los dos sectores, uno civil y otro militar, en España».

Luis Calvo Andaluz (11.07.1981)