11 octubre 1990

El poeta y ensayista Octavio Paz gana el Premio Nobel de Literatura siendo el segundo año consecutivo que lo gana un escritor en lengua española

Hechos

El 11 de octubre de 1990 se hizo pública la concesión del premio Nobel a D. Octavio Paz.

12 Octubre 1990

Constancia del talento

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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NO SE puede comprender México sin haber leído El laberinto de la soledad y El ogro filantrópico, obras, las dos, del nuevo premio Nobel de Literatura, Octavio Paz. Tampoco puede concebirse un reconocimiento más intenso al talento de un autor que el de resultar imprescindible para aproximarse a la realidad de su país.Octavio Paz representa el concepto de intelectual en su forma más completa: investigador, creador, divulgador y hombre comprometido públicamente con su tiempo y país. Es significativo que la concesión del premio la recibiera en Nueva York, en donde acababa de participar en la inauguración de la exposición México, esplendor de 30 siglos. Pocas semanas antes, convocaba y presidía en México, DF, un coloquio internacional bajo el lema El siglo XX y la experiencia de la libertad, en el que la polémica saltó tras la intervención de Mario Vargas Llosa. A ello hay que añadir su ejemplar labor de patrocinio y divulgación a través de la revista Vuelta, una de las más prestigiosas del continente latinoamericano.

Su creación poética, que comprende desde poemas del más sólido legado de la lírica castellana hasta poemas en prosa y de vanguardia, conforma con la ensayística una rara unidad que denota una fidelidad a la literatura frente a la aparente dispersión de sus múltiples escritos. Uno de los más recientes textos del galardonado, escrito hace un año y titulado Estrofas para unjardín imaginario (Ejercicio de memoria), quizá sea, además de una impecable muestra de estilo, un escrito curioso por sus referencias biográficas. El que fue su mundo le narece en la actualidad irremediablemente ajeno. Sin duda el distanciamiento que manifiesta con respecto a sus recuerdos explica en buena medida el alejamiento y posterior evolución de sus iniciales concepciones políticas. Paz fue uno de los primeros intelectuales latinoamericanos en distanciarse críticamente de regímenes políticos como el cubano, en tiempos en los que sus reproches eran difícilmente entendidos. El paso de los años, y de los acontecimientos, permitió confirmar la lucidez de sus críticas. La capacidad de análisis y el talento literario han sido las constantes que ahora se premian.

12 Octubre 1990

El castellano, premiado de nuevo

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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La lengua de Cervantes está de moda. Por segundo año consecutivo, la Academia Sueca ha otorgado el máximo galardón literario del mundo, el Premio Nobel, a un autor en castellano. El año pasado fue Camilo José Cela, esta vez el escritor mexicano Octavio Paz. Un reconocimiento más del prestigio, la vitalidad y la influencia que tiene nuestra lengua. Nacido en México hace 76 años, hijo de un abogado que fue representante de Emiliano Zapata, Octavio Paz pertenece a esa fértil generación de intelectuales iberoamericanos, que vieron la luz en el primer tercio de siglo, caracterizados por sus dotes literarias y la curiosidad por los temas políticos y sociales. Escritor de raza, el autor de «Libertad bajo palabra», posee un perfil de autor completo y ha tocado diversos registros y géneros aportando a cada uno de ellos la originalidad de sus enfoques y la calidad de su pluma. Poeta de gran hondura, maestro de la prosa y brillante autor teatral, ha sido además un prolífico ensayista que ha escrito sobre lo divino y lo humano, siempre con éxito. Sin duda que el nuevo Premio Nobel será recibido por otros autores latinoamericanos con recelo y que alimentará la polémica, en razón de la abierta beligerancia dialéctica que ha puesto en la defensa de sus tesis ideológicas.