17 septiembre 2012

Es una decisión del nuevo Director del CANAL 24 HORAS de TVE

El PP coloca a Ana Ibáñez Llorente al frente de ‘La Noche en 24 Horas’ en sustitución de Xabier Fortes, que liderará la oposición a la nueva dirección de TVE desde el Consejo de Informativos

Hechos

El 17.09.2012 Dña. Ana Ibáñez Llorente se estrenó como presentadora del programa ‘La Noche en 24 Horas’ de TVE.

Lecturas


La nueva dirección de RTVE nombrada por el PP ha designado a D. Sergio Martín nuevo director del CANAL 24 HORAS de TVE. Su primera decisión ha sido relevar a D. Xabier Fortes como Presentador del programa estrella ‘La Noche en 24 Horas’ y reemplazarlo por Dña. Ana Ibáñez Llorente.

NUEVOS TERTULIANOS:

D. Julio César Herrero será uno de los nuevos fichajes puestos.

TERTULIANOS DE CUOTA LIBERAL-CONSERVADORA.

D. Graciano Palomo. Tras ser colocado por el PP en la Agencia EFE también ha sido introducido en ‘La Noche en 24 Horas’.

D. Alfonso Rojo (PERIODISTA DIGITAL), que ya participaba en tertulias del sector privado, ahora se suma también a tertulias de la televisión pública como en su etapa de RNE.

D. Justino Sinova (ex de EL MUNDO).

D. Víctor Arribas, tras ser despedido de TELEMADRID ha fichado por TVE en esta nueva etapa del CANAL 24 HORAS.

D. Antonio Pérez Henares (Grupo Promecal).

Dña. Carmen Morodo (LA RAZÓN).

Dña. Mayte Alcaraz (ABC).

D. Manuel Cerdán.

Dña. Charo Zarzalejos.

TERTULIANOS DE CUOTA PROGRESISTA.

D. Luis R. Aizpeolea (Grupo PRISA).

Dña. Esther Jáen. Acostumbrada a ser la ‘cuota progresista’ en INTERECONOMÍA, ahora lo será en TVE.

D. Raúl del Pozo (EL MUNDO).

D. Javier Ruiz, tras perder su puesto de director de Noticias CUATRO, ahora colaborará en la televisión pública.

D. José María Brunet, que ya estaba en la etapa anterior, seguirá en esta.

D. Antonio Casado que ya estaba en la etapa anterior, volverá a hacerlo en esta.

D. Antonio Papell, que ya estaba en la etapa anterior se mantiene en esta.

TERTULIANOS QUE SALEN ESTA TEMPORADA:

D. Ignacio Escolar anunció que rechazaba volver a participar en tertulias de TVE en solidaridad con el equipo directivo del PSOE despedido por el nuevo Gobierno del PP (aunque era poco probable que se siguiera contando con él tras el cierre del diario impreso PÚBLICO al que representaba, tampoco estará D. Marco Schwartz, que estuvo en la temporada anterior representado al desaparecido medio zapaterista).

05 Agosto 2012

Fortes en 24 horas

Manuel Jabois

Leer

De regreso a Madrid tras un fin de semana en Pontevedra, Xabier Fortes enfiló el pasillo de su avión, clase turista, y encontró su asiento ocupado por el ministro de Fomento, José Blanco. El socialista, asediado por el ‘caso Campeón’, no hacía declaraciones. Un día antes lo había intentado yo sin éxito: «Ministro, podríamos…». «Muy bien, muy bien». De tanto evitar a los periodistas, Blanco acabó sentado en el asiento de uno de ellos. «Ministro, creo que está usted en mi sitio», le dijo Fortes. «Eso no puede ser». Los dos comprobaron los billetes: les habían vendido la misma plaza. Blanco hizo ademán de levantarse, pero Fortes lo interrumpió: «Me voy yo. Y sé que no es el momento, pero al final del vuelo me gustaría hablar con usted». Blanco lo esperó en Barajas al final de la escalerilla.

-Señor ministro, no nos conocemos… – empezó Fortes.

-Sí que nos conocemos. Usted sabe quién soy yo y yo sé quién es usted.

-Bueno, pues me gustaría invitarle a mi programa.

-Llámeme cuando acabe la campaña.

¿Qué hacer cuando uno se dirige a su asiento en el avión y se encuentra sentado en él a un ministro? Un buen periodista saca de la anécdota un artículo. Un periodista extraordinario, una exclusiva. Fortes hizo las dos cosas. El todopoderoso Blanco anunció su retirada de la primera fila política en TVE. La anécdota ilustra el instinto de Fortes, tan alejado del figura que un día vino presumiendo de haber comido con el presidente de la Xunta, y al preguntarle yo por qué no había apalabrado una entrevista, contestó: «Hay que pasar muchos filtros»; también sé de estrellas que tratarían al ministro de tú a tú, sin rebajarse a trabajar, que es cosa de becarios.

Unas semanas después, el presentador de ‘La Noche en 24 Horas’ contaría la anécdota en una sección que montamos él y yo a propuesta suya en ‘Diario de Pontevedra’: un cruce de cartas en el que desgranaba sus historias en Madrid, como cuando sus hijos montaron en casa tal follón que un vecino creyó que la bronca era violencia de género y llamó a la Policía; se presentaron los agentes allí y, a pesar de que la esposa les dijo que su marido no estaba, los agentes abrieron hasta los armarios. «Díganos de una vez dónde está». «Trabajando». «¿A estas horas?». «Sí, mire: es ése», y señaló la televisión, donde Fortes moderaba la tertulia. Casi acaba la pobre mujer en comisaría.

Así fuimos carteándonos un tiempo. Llevo trece años escribiendo en el ‘Diario’ y nunca me pararon tanto por la calle para felicitarme por algo: las cartas que me enviaba Xabier Fortes.

El presentador aceptó el reto de sustituir a Vicente Vallés en ‘La Noche’ con humor, moderación y exquisitez. Llevó a políticos y periodistas de todos los colores, y probablemente fue ese desparpajo, como el de Ana Pastor por las mañanas, el que los ha puesto a los dos fuera. Al fin y al cabo el Gobierno todavía se frota los ojos pensando a qué extremos se habrá llegado en la España de ZP para que en la televisión pública se hagan preguntas incisivas por igual a una política del PP que a una del PSOE. Y algo aún peor: que el PSOE, en el poder, no lo hubiese evitado.

El problema de quienes dan voz a todo el mundo y tratan por igual a los entrevistados es que son tachados automáticamente de manipuladores gubernamentales y perfectos astutos. La teoría tiene su gracia: TVE se da aires de neutralidad llevando a unos y a otros para colar su mensaje subliminal, que nadie ha visto pero debe de ser terrible. Para entendernos, y tras ver los antecedentes, para ser rojo en Torrespaña basta con no llamar guapo a Aznar. O sea que Ana Pastor deja en evidencia a socialistas para poder así luego presentarse como adalid de la imparcialidad y hacer lo que realmente quiere, que es dejar en evidencia al PP; finalmente señala las contradicciones de ambos, pero que nadie les engañe a ustedes: es una falsa pluralidad. Ella y Fortes son periodistas imparciales, o sea no existen. Listillos, en el argot. Habría que verlos en su casa, cuando no hay cámaras.

-¿Usted qué quiere?

-Quiero un medio sibilinamente gubernamental, maquiavélicamente izquierdista.

-Pues invite a periodistas y políticos de la derecha, deje que digan lo que les dé la gana, y nadie se dará cuenta de lo que es.

-Es una idea estupenda.

Al ser medios públicos no son neutrales por naturaleza. La objetividad era Jenaro Castro publicando Zapaterismo rubalcaniano, San Zapatero de León, El tardozapaterismo («Del zetasocialismo al tardozapaterismo va una etapa de talante con zeta de decretazo, pensionazo e impuestazo»), El Mundial de ZP y, en fin, La chiZpa de la vida. Probablemente lo hagan bien los nuevos, no les queda más remedio: el listón de Fran Llorente es asequible, no así el de Urdaci.

De momento la purga sigue en marcha con una efectividad tan asombrosa que se pregunta uno qué hubiera sido de este país si la limpieza llevada a cabo en TVE y RNE se hubiese realizado con la misma diligencia en las cajas de ahorros. Y no deja de tener gracia que en un ejercicio artístico casi perfecto el Gobierno haya conseguido romper lo que venía estropeado y cargarse lo único que funcionaba con una perfección demoledora. Si el Constitucional liquida el matrimonio gay deberíamos los españoles salir a la calle a levantar un 10 que haga temblar a Nadia Comaneci.

Xabi Fortes anda estos días escribiendo el pregón de las fiestas de Pontevedra. Se va de su programa con un micrófono de oro conseguido en apenas unos meses y el respeto de la audiencia y de todos los partidos. Busquen dentro y fuera de TVE a una sola persona que deslice una mala palabra sobre él, que lleva ahí más de veinte años. Yo he tenido el privilegio de hacer algo aún más insólito: no escucharle jamás una mala palabra dirigida a nadie. Tampoco hacia quienes han traicionado, una vez más, a la televisión pública española.