28 enero 1992

Acusa al serbio de no dar suficiente espectáculo

El presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, destituye a su entrenador Radomir Antic después de que este ganara la liga

Hechos

El 28.01.1992 El presidente del Real Madrid anunció la destitución de D. Radomir Antic como entrenador del club.

Lecturas

1992_Antic

PUYA DEL AS AL PERIODISTA ENRIQUE MARTÍN «VOZ DE MENDOZA»

enriquemartin00 El diario AS, el periódico deportivo del grupo Semana de la familia Montiel, publicó un recuadro al periodista D. Enrique Martín, en nómina de D. Ramón Mendoza, por ocultarles que el Sr. Antic había sido destuido. El diario AS se preguntaba si la labor del Sr. Martín era informar a la prensa de noticias sobre el Real Madrid, o informar al Real Madrid de los tejemanejes de la prensa.

29 Enero 1992

Lo nunca visto

AS (Director: Rafael Rienzi)

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El cese de Antic tiene antecedentes, aunque en ningún caso fueron tan llamativos como los del entrenador yugoslavo. Leo Beenhakker, hoy sucesor de aquel, fue relevado tras haber ganado tres títulos de Liga, uno de Copa y una Supercopa en tres temporadas consecutivas. Toshack, que le sustituyó, fue también fulminado tras conquistar un torneo liguero, con un récord impresionante de goles, y ser finalista de Copa. Si todo aquello sorprendió en su momento, la destitución de Antic ha dejado a toda la familia futbolística del Real Madrid con la boca abierta. Se sabía que Mendoza no estaba muy conforme con la forma de trabajar del balcánico, que fue un repuesto buscado urgentemente por Pedro Zapata cuando ejercía de presidente en funciones durante el periodo electoral que ratificó en la presidencia a Mendoza en su pugna con el otro candidato, Alfonso Ussía.

La brillante campaña de Radomir Antic impidió que el presidente madridista consumara el trato con Maturana, pero, en sus propósitos siempre latentes de prescindir de Antic, volvió a sorprender a todos arrancándole al Ajax por una cantidad desproporcionada de dinero a su técnico, Leo Beenhaker. Hasta el domingo pasado el presidente madridista no había encontrado ninguna excusa para cesar a Radomir Antic. Pero ante el Tenerife, las propuestas de un amplio sector del público madridista contra el equipo y el palco presidencial fueron el resorte que ha permitido el inesperado relevo, cuando el club aún mantiene una respetable ventaja sobre su inmediato seguir, el Barcelona.

De ninguna forma, para cualquier espectador imparcial está justificado el cambio. Ni la más mínima norma de ética ‘empresarial’ aconsejaba el relevo, pero una vez consumado éste, con la alta carga de responsabilidad y los enormes riesgos que entraña para un futuro próximo, hay que esperar que Leo Beenhakker no oscurezca el horizonte madridista en la Liga y las Copas del Rey y UEFA, donde se ha llegado, de momento, al máximo posible. El holandés recibe de Antic una rica herencia, incluido ese título de campeón de invierno. No mantener esta línea triunfal llevaría a la Junta Directiva al más estrepitoso de los fracasos. Algo que difícilmente le perdonaría una afición que hasta el pasado domingo estuvo volcada con el equipo y con el entrenador.

Pero, paradójicamente, a su vez, Antic acepta el cargo de manager. Con lo cual, el yugoslavo podría ser incluso el recambio del holandés si vienen mal dadas. Es decir, lo nunca visto.

29 Enero 1992

El adiós de Antic

José Vicente Hernáez

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El cese de Radomir Antic comenzó a gestarse cuando Ramón Mendoza leyó en MARCA las declaraciones de Butragueño. El presidente del Real Madrid se llevó después otro disgusto tras ver la exhibición y frescura futbolística de los barcelonistas en San Mamés, pese al cansancio por el partido copero de apenas tres días antes el Valencia… El 0-2 del Barcelona ante el Athletic de Bilbao costaba digerirlo. No era sino la confirmación de las teorías expuestas pocos días antes por su buque-insignia.

Antic cesó definitivamente en sus funciones cuando a escasos minutos del final del encuentro contra el Tenerife dio entrada en el equipo a Maqueda en lugar de Milla. Aquello sí que no lo podía soportar. Mendoza estaba comprobando con sus propios ojos cómo el entrenador trataba de defender un resultado en el mismísimo Bernabeu ante un equipo modesto como el Tenerife. Era la otra cara del Barcelona. La antítesis del fútbol. Para colmo, la hinchaba blanca prorrumpió en silbidos.

Antic estaba cesado el domingo por la noche. Mendoza pensaba que con el yugoslavo en el banquillo el Real Madrid era muy capaz de caer derrotado ante el Sigma Olomouc en la Copa de la UEFA y con el Valencia en la Copa del Rey.

Y así sucedió. En realidad, el cese de Antic era una cuestión de tiempo. Leo Beenhakker estaba preparado desde hace un par de semanas. No se le dejó viajar a la Copa de Africa porque Mendoza tenía previsto destituir a Antic si el equipo perdía en el Luis Casanova. Al final no se produjo el cambio porque el presidente consideró un accidente la derrota ante el Valencia.

Y ahora, la situación se ha normalizado. Cada cual está en el sitio que le corresponde. Antic sigue por pura lógica. Quiere cobrar los veinticinco millones de pesetas estipulados en su contrato por cada título que conquiste el Real Madrid.

Leo Beenhakker puede ponerle setenta y cinco millones en el bolsillo si gana la Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA. De haber seguido él, posiblemente no hubiese visto un duro…

José Vicente Hernaez