El PSOE seguirá en el accionariado del periódico cántabro ALERTA: acude a su ampliación de capital con el apoyo de Caja Cantabria

El PSOE, Jaime Blanco y Eduardo García Ortiz han cubierto la ampliación de capital de ALERTA aportando la nada despreciable cantidad de 46,6 millones de pesetas, que según ha podido saber este medio han sido aportados a través de la entidad de ahorro Caja Cantabria, que le ha concedido un préstamos con la garantía de las propias acciones que poseía en el periódico. Recientemente el Secretario General Técnico de Caja Cantabria se interesaba, a través del Director de la oficina principal José Luis Pérez, por la situación en que se encontraban dichas acciones en la empresa editora de ALERTA. AL parecer el accionista Eduardo García, cuñado de Blanco y miembro de la Comisión de Control de Caja Cantabria, no ha asistido a las últimas sesiones de dicho órgano de gobierno por haberse tratado en ellas diversos créditos a favor de Jaime Blanco, del propio Eduardo García Ortiz, del PSOE, de MZ Comunicación S. A. y de Ediciones Cabarga S. A. Estas últimas empresas vinculadas al PSOE y gestionadas por destacados militantes de dicho partido.

LA crisis de Alerta ha sido constante desde la entrada del PSOE cántabro en su capital -tras su privatización en procedencia de la vieja cadena del Movimiento, y llegó a enfrentar a sectores del socialismo regional. Hoy Díaz Porras, presidente y principal accionista de la editorial Canpresa, tiene por enemigos a sus otrora amigos socialistas. Desde mayo, Díaz Porras cuenta con el apoyo de Juan Hormaechea, presidente de la Diputación Regional frente al PSOE cántabro y a su secretario general, Jaime Blanco. Canpresa está participada en cerca de un 54% por Díaz Porras, cercano al PSOE hasta hace tres años; en un 29% por el propio Partido Socialista de Cantabria; el resto de las participaciones están en manos de socialistas de la zona, como el propio Blanco y sus familiares o Juan González Bedoya. A finales de junio Díaz Porras convocó una junta general ordinaria con un orden del día suculento: disolución del consejo de administración (antes presidido por Bedoya), nombramiento de un administrador único -el propio Díaz Porras- y una ampliación de capital de 137,5 millones de pesetas, cantidad cercana al actual capital social global de la editora. El PSOE se personó en la junta y la impugnó, cuestionando que Díaz Porras representase el 54% de las acciones del diario. Pidió al juez que paralizase la ampliación. Fuentes periodísticas santanderinas afirman que ese 54% de las acciones, vendido por José A. Fernández de Bobadilla -con el que este periódico ha intentado en vano comunicarse- a Díaz Porras podría estar pignorado por alguna falta de pago, lo que reforzaría los argumentos del PSOE. F. Bobadilla podría romper con Díaz Porras y traspasar sus acciones al PSOE cántabro. En cualquier caso, la ampliación se ha cubierto en su totalidad, sin que el juez haya intervenido. A ella han acudido Díaz Porras, que aporta 75 millones de pesetas, el PSOE de Cantabria, 40 millones, y el propio Blanco, con cinco millones. Los demás accionistas minoritarios y afines al PSOE cubren su parte. Alerta celebró el cierre de la ampliación con una gran información en la que declaraba que había sido «el propio Felipe González, quien ha dado orden de invertir los 40 millones del PSOE en el rotativo, ya que a su juicio la buena administración de los fondos se debe demostrar en estas ocasiones». (Ver foto).

Díaz Porras ilustraba la página con fotografías suya y de González, con este pie de foto: «Ciriaco Díaz Porras y el secretario general del PSOE, Felipe González, responsables de los dos principales paquetes de acciones de Alerta. Hace una semana, Alerta ha informado de que la aportación del propio PSOE y de sus dirigentes se ha hecho gracias a un crédito de Cajacantabria, con la garantía de las acciones. Eduardo García, cuñado de Jaime Blanco y accionista de Alerta, es también miembro de la comisión de control de la entidad crediticia. La propia Caja ha concedido anteriormente créditos a un rotativo con apenas cuatro meses de vida, El Norte, aunque acaba de denegarle uno de 30 millones avalado con una finca. Paralelamente a la ampliación de capital, el propio Hormaechea protagonizó otra curiosa operación al pretender conceder un aval de 200 millones de pesetas a Alerta, arriesgando dinero público con el fin de apoyar a Díaz Porras. Finalmente, con el voto en contra del PSOE, PP y el Partido Regionalista de Cantabria, se paralizó el aval y fue modificada la ley de Finanzas con el fm de regular al máximo plantear este tipo de financiaciones «especiales». Desde hace cuatro meses el PSOE de Cantabria había perdido el control efectivo de Alerta, por lo que ideó poner en la calle, a través de personas interpuestas, el diario El Norte, controlado por el industrial Miguel Mirones Díez, que ha avalado varios créditos para el rotativo, pero que según fuentes del sector se está replanteando su continuidad en el periódico. Este rotativo se imprime en las instalaciones de La Voz de Asturias, de Zeta. El PSOE de Cantabria ha tenido modificar que sus planes e inyectar dinero en Alerta a través de la ampliación para no perder participación, y ello a pesar de controlar El Norte, cuya difusión -como sucedió con la edición cántabra de Diario 16- no pasa de ser testimonial. La gestión de Díaz Porras al frente de Alerta es más que cuestionable. En 1990 el periódico tenía una ventas cercanas a los 20.000 ejemplares y declaraba beneficios después de impuestos de 180 millones. Dos años después declara 8 millones,