13 noviembre 1986

Ocupa el cargo desde finales del régimen franquista

Elecciones al Colegio de Abogados de Madrid 1986 – Antonio Pedrol Rius reelegido sin dificultades

Hechos

El 13.11.1986 D. Antonio Pedrol Rius fue reelegido Decano del Colegio de Abogados de Madrid

21 Noviembre 1986

Un catalán triunfa en Madrid

Manuel Jiménez de Parga

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Pedro Rius, reelegido el pasado día 13 decano del Colegio de Abogados de Madrid, cargo que ostenta desde 1974, cuenta con la confianza de sectores de la izquierda y de la derecha, circunstancia poco frecuente en un país con tantas tensiones como el nuestro.

Antonio Pedrol Rius ha roto lo que era práctica repetida en el Colegio de Abogados de Madrid. Frente a la costumbre de celebrar elecciones a decanos cada cuatro o cinco años, en las que se presentaba una media docena de candidatos con aspiraciones fundadas de obtener la victoria, este 13 de noviembre los letrados han participado, más que en una elección competitiva, en un verdadero plebiscito. Se ha renovado la confianza en Pedrol al 95% de los que acudieron al Palacio de Las Salesas. No había precedentes en los últimos tiempos de nada parecido en la corporación madrileña. (El caso de don Manuel Cortina, que fue decano durante treinta años, pertenece a otra época histórica)

La singularidad del hecho se acentúa si tenemos en cuenta que Antonio Pedrol ganó las primeras elecciones en noviembre de 1974, bajo el régimen político anterior. Consiguió la reelección en enero de 1978, en plena transición siendo confirmado en el cargo en noviembre de 1981, ya bajo el imperio de la Constitución, y ahora otra vez. Ciertamente algún poder oculto ha de poseer este catalán de setenta y seis años, nacido en Reus y conocedor como pocos de la vida y la obra del general Prim, su ilustre paisano (aunque este último dato, el lugar de nacimiento de Prim, sea objeto de polémicas entre los especialistas).

Y digo relativamente bien porque las últimas confrontaciones antes de la primera victoria de Antonio Pedrol fueron un aviso para los que defendían ‘después de Franco, las instituciones’ o aquello otro de ‘la Monarquía del 18 de Julio’. Se comprobó que había demócratas en el Colegio de Abogados y que éstos resultaban ya los vencedores morales, pues obtenían muchos votos a pesar de todas las dificultades. Las juntas generales eran allí como el Colegio de Abogados de Barcelona, unos foros de interés profesional y de interés político. Un sector amplio de asistentes callaban: constituían la mayoría silenciosa. Pero no protestaban en los delitos que estaban tipificados en el Código Penal a la sazón vigente (verbigracia, los crímenes de propaganda ilegal) Formaban la mayoría entonces silenciosa que pronto se demostraría que era, en realidad, la mayoría silenciosa.

Estas elecciones-enfrentamiento, con unos marginados convertidos en perdedores y derrotados por escaso número de sufragios han sido erradicadas del Colegio de Abogados de Madrid por obra y gracia de Antonio Pedrol. Justo es reconocerlo.