3 septiembre 1976

El periódico público BALEARES acusó al periódico privado ÚLTIMA HORA de manipular un reportaje sobre supuestos terroristas del IRA en Palma de Mallorca

El enfrentamiento entre los periódicos BALEARES y ÚLTIMA HORA (de Pedro Serra) deriva en denuncias mutuas de amenazas e injurias

Hechos

El 3.09.1976 el periódico ÚLTIMA HORA anunció en portada que su director D. Pedro Serra presentaba una querella criminal por injurias y calumnias contra el director en funciones del diario BALEARES, D. Juan Bonet.

Lecturas

El 28 de agosto de 1976 el periódico público Baleares (de la prensa del Movimiento) publica un reportaje de D. Joan Pla García contra el periódico privado Última Hora por confundir a unos turistas con terroristas del IRA en una información de sus páginas.

Esto llevará a Última Hora, cuyo director-Propietario es D. Pedro Serra Bauzá a publicar en su portada el 30 de agosto de 1976 un editorial en portada ridiculizando a Baleares y asegurando que actúa así porque está perdiendo lectores.

El Baleares publicará tres artículos de réplica: un editorial, una tribuna de D. Joan Pla García y una carta del subdirector del periódico D. Juan Bonet Gelabert, denunciando haber sido amenazado telefónicamente por el Sr. Serra Bauza.

El Sr. Serra Bauza desmentirá esa acusación con una carta publicada el 3 de septiembre de 1976, aunque el enfrentamiento entre Baleares y Última Hora derivará a los tribunales (el 2 de septiembre Última Hora anuncia en su portada que su director presentaba una querella contra el Sr. Bonet Gelabert).

30 Agosto 1976

A BALEARES CON UN POCO DE IRA Y UN MUCHO DE ESTUPOR

ÚLTIMA HORA (Director: Pedro Serra)

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Los lectores del matutino BALEARES – no entramos a esclarecer si muchos o pocos, aunque ya nos hace sospechar que el número se halla en la fase de cuarto mengüante – viéronse sorprendidos el pasado sábado con un trabajo de su colaborador Juan Pla en el que se atacaba frontalmente otro artículo publicado con anterioridad en ÚLTIMA HORA firmado por nuestro compañero Toni Torres, y en el que se ponía al descubierto la presencia de presuntos miembros del IRA en nuestra isla. La realidad, decir que los lectores de BALEARES quedaron sorprendidos puede resultar – lo comprendemos – una exageración. Hay que suponer que los inasequibles al desaliento que siguen los trabajos del señor Pla son gente con una capacidad ya muy reducida por la sorpresa. Aún así, la cosa merecía una respuesta, de cara para todos aquellos que, sin ser acedores previos del modo de escribir rigurosamente inimitable, inimitable quiere decir que no hay imitación posible: no es peyorativo – del barroquísimo suerralista Juan Pla, habían léido el artículo de marras por capricho.

Pues bien: la respuesta se la da Toni Torres, puso los puntos sobre las ies, expulso palmariamente las fuentes solventes en que había bebido a la hora de confeccionar su información y, con un remate seco, propio de un delanterro centro nato como él, acabó con los driblings dialécticos a los que tan aficionado es – y en los que tanta frecuencia se enreda – el susodicho colaborador de BALEARES.

Podría pensarse que aquí acaba el asunto. Pero no. Cual herido por unas banderilla de castigo, BALEARES, en su número del domingo, reaccionó por otro lado. Con el morrillo quemándole, lanzó unas andanada tan imprevista como desconcertante contra ÚLTIMA HORA. La segunda, esta vez, acusando a nuestro diario poco menos que de traidor a su patria, sacando a colación otros excelentes trabajos – ¡oh, casualidad! – también de Toni Torres, en los que se trataba de la presencia de una importante mafia extranjera operando en Mallorca. Según los doctores de BALEARES, esto constituye una felona e inadmisible propaganda destructiva. Pues que sea en buena hora. Si en los años triunfales en que BALEARES era el diario de mayor influencia en nuestra provincia se hubieran aireado asuntos tan malolientes como éste, no hubiera hecho falta que ahora, los que veníamos empujando desde abajo, nos viéramos en la obligación ética de sacar al descubierto las vergüenzas que nos han envenenado como colectividad desde hace años. Si los colegas del diario falangista tienen vocación de ‘blanqueadores de sepulcros”, cubriendo con el siempre diplomático manto del silencio la pobredumbre que se acumula entre nuestros muros, allá ellos. Nosotros no vamos por ese camino.

“Amamos a España porque no nos gusta”. Suponemos que la frase debe resultar familiar a nuestros vecinos de la otra ribera de la Sra. Riera. Más modestos, nosotros nos limitamos a sentenciar que ‘amamos a Mallorca porque tampoco nos gusta”. Y obramos en consecuencia. Día a día. Sin dar plazo a ‘revoluciones pendientes” que penden por lustros y más lustros. Intentando, en la medida de nuestras posibilidades, poner en cada instante el dedo en la llaga, antes de que esta se extienda y nos devore a todos.

Toda esta polémica no pasaría de ser una más de las miles que engendramos los periodistas, si no pusiera el acento en el ‘por ser vos quien sois’. Por ser y representar lo que BALEARES es y representa. BALEARES pertenece a la Prensa del Movimiento. Una Prensa que pagamos entre todos, que fabrican unos pocos y que no lee casi nadie. Bellísimo panorama que permite, entre otras cosas, que un colaborador como Jua Pla cobre emolumentos capaces de poner los dientes largos a todo un ejército de profesionales que, por lo que sea, no han querido o no han podido apuntarse al banderín de enganche de la Cadena. Personalmente no vamos a discutirle ni a Juan Pla ni a nadie de BALEARES las pesetas o céntimos que proporciona ante, han sido trasvasadas desde nuestros bolsillos – bolsillos de periodistas – a las arcas del matutinos colega. Pero de ahí a consentir que encima estos señores – alimentados por nuestro trabajo y el de todos los españoles – se erijan en nuestros inquisidores, media un abismo.

Comprendemos los nervios. Nervios porque los buenos tiempos estén ya en periodo de canción. Nervios porque a BALEARES – otrora dueño y señor – le haya salido un grano por la mañana y otro – más joven, pero muy ufano – por la tarde. Dos granos dan ya para mucho. Pues a rascarse toan, colegas. Que, en el fondo, aquí todos nos conocemos.

31 Agosto 1976

A ÚLTIMA HORA se le ha subido el calor a la cabeza

BALEARES (Director: Antonio Piza)

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Con nula precisión, sin añadir nuevos datos contándonos la bien sabida historia de la IRA, ÚLTIMA HORA arremete contra nuestro diario, a propósito del mentís dado, en estas páginas, a un reportaje sobre supuestos elementos de aquella agrupación terrorista irlandesa de vacaciones en Mallorca. En nuestro reportaje, en versión directa con los propios afectados, con sus propias imágenes y palabras, no se quiso más que poner la verdad en su punto, sin fantasías baratas ni especulaciones impropias del verdadero profesional.

No estaba en nuestro ánimo iniciar una polémica con nuestro colega, ‘que tantos favores nos debe’ – que diría y esta vez con palabra exacta, con realismo, su director. Es decir, que debe a la Prensa del Movimiento.

Si recordaremos a ÚLTIMA HORA que, según el más reciente Control de la OJD, BALEARES dobla la tirada del vespertino. Por lo tanto, cada vez que nombramos al colega éste debiera pasar por la administración y pagar la publicidad. Una vez más seremos generosos. Podemos serlo. BALEARES – es decir Prensa del Movimiento – vive de sus lectores, de sus anunciantes, y, justamente, en un momento difícil para la prensa, BALEARES no sólo mantiene, también aumenta su difusión.

Sigamos. En su gratuita andanada ÚLTIMA HORA mezcla todo, con exagerada ira y hasta una inesperada bilis – fea combinación – y se arma un buen taco, barajando nóminas, sueldos y toda la pesca. Por favor, colegas, sin desbarrar. Los bolsillos de los periodistas se llenan sin atiborrarse, del propio trabajo, y el trabajo, en este oficio, lo es de cara al público. Las cuentas son claras, sin tapujos ni, naturalmente, sin enjuagues ni tampoco limosnas. ÚLTIMA HORA sabrá como paga a sus redactores y colaboradores, allá su administración.

BALEARES es el diario que es, en una línea de constante apertura, sin inmovilismo, pero sin demagogia barata y charlatanesca, gracias al esfuerzo de sus equipos, los hoy veteranos que lo lanzaron a la calle y lo valoraron y los jóvenes que lo proyectan en el futuro, gracias al eco y la estima que tiene en las islas. Ni pretendemos ser los mejores ni nos creemos poseedores de ninguna verdad definitiva. Pretendemos mejorarnos para servir a nuestros lectores, sirviendo, esto sí, la verdad de cada día.

Sin ira y sin rencor le decimos a nuestro colega que (y esto no es una opinión, es periodismo vivo) no se hace camino llenando papel con fantasmas – de todos los colores – rumores y noticias de insegura fuente. Informar es mucho más sencillo. Contar lo que pasa. Lo que en este momento te pase por la cabeza a la rectoría de ÚLTIMA HORA ni lo sabemos ni tampoco nos interesa. Creemos que a nuestros lectores, tampoco. Y punto final, definitivo.

31 Agosto 1976

A la Asociación de la Prensa por amenazas

Juan Bonet Gelabert

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Sr. Director, estimado compañero:

Por una vez le ruego un poco de espacio, antes de poner en marcha una posible acción legal para referir un incidente en el que acabo de convertirse en uno de los protagonistas. Esta carta la envío a la Asociación de la Prensa para que ella tome nota y sus letrados me aconsejen, puesto que si un miembro de la Asociación recibe amenazas ‘por triplicado’ y las amenazas provienen de otro asociado doblado de director de un rotativo local, tal vez sea justa la inmediata intervención de nuestros directivos. Mi inventario-denuncia es el siguiente:

Primero – El pasado sábado día 28 con intención de aclararle y manifestarle mis puntos de vista sobre un reportaje en nuestro diario llamé por teléfono a don Pedro Serra, director de ÚLTIMA HORA. Naturalmente también manifesté mi natural disgusto por las palabras, a mi delicadas y que tuvo que escuchar el administrador de mi periódico. Palabras, naturalmente, agresivas y tronitonantes.

Segundo – El señor Serra, director de ÚLTIMA HORA, Diario Independiente, además de recordarme que ‘le debía cincuenta mil favores’ – (muchos favores son, para haber perdido la memoria de todos – lejos de escucharme y dialogar, me repitió los insultos y tuvo bien soltar de nuevo las amenazas. Los insultos (uno también ejerce de cristiano en sus mejores momentos), se los perdono, pero ¿qué hacer con las amenazas?

Tercero – El señor Serra, director de ÚLTIMA HORA, Diario Independiente, me hizo saber que, a partir de hoy mismo (Sábado día 28 de agosto de 1976), cuando tuviera que aparecer mi nombre en su diario sería «con el único objeto de denigrarme, que sentía la absoluta necesidad de hundirme». Palabras textuales, que me repitió varias veces, palabras-rolo-agresivo que ya había hecho sonar el administrador general de BALEARES y, con renvoados gritos, destinadas a mi estimado compañero Juan Pla. A éste último, en conversación directa y personal, le había anunciado de pasada, su también inaplazable ‘hundimiento’ a base de utilizar SUS AMISTADES EN MADRID, MUCHAS E IMPORTANTES.

Y Cuarto. – Uno es un LETRUDO (y que me perdone la Santa de Ávila, a la que robo el delicioso voquible), pero no un letrado y así yo pregunto a la Asociación de la Prensa, que sí tiene sus letrados: ¿Qué se puede hacer con ese paquete? ¿A dónde acudir con las del todo energúmenas y neuróticas amenazas de don Pedro Serra director de un diario que se llama a sí mismo ‘independiente’, como ha quedado muy claro en este escrito? ¿Qué hacer con quién amenaza con apocalípticos anuncios de persecución personal desde sus particulares columnas y que cuenta, para perpetrar tales delirios, además de con su offset, el primero de España, con sus amigos, supongo también que los primeros de Madrid? ¿Dónde queda la independencia en un hombre incapaz de controlar sus nervios ni sus palabras y que confiesa, tan ingenua como perversamente que usará sus amigos de MADRID – hombre, ¡Madrid! – para caer sobre nosotros, dos pobrecitos provincianos, el Pla y el Bonet, que se ganan la vida escribiendo y, se la ganan bien, esto sí, sin necesidad de depender de amistades algunas del todo particulares (¡Ay, mosnieur Gide de ciertos antiguos pecados que ya no lo son!) y únicamente a base de su portátil, fabricado en España? ¿También perdió la memoria y el humor, Pedro Serra, de sus alegres años de redactor en la Redacción de BALEARES y el espíritu liberal que siempre reinó allí?

Y, para terminar, uno no pide gorilas para que guarden nuestras espaldas, ante las amenazas del señor Serra. Pedimos consejo, consejo de letrado. ¿Podrá uno ir al Señor Juez de Guardia, incluso antes de contárselo a la Asamblea General, ya anunciada? ¿No será mucha molestia para el Señor Juez de Guardia este paquete, en nuestro tiempo de crisis, embargos y tanta cosa protestada?

Uno espera el consejo de la Asociación de la Prensa, y, si hay que ir al Juez, algo se tendrá ya adelantado con este escrito – confesión – pública sobre los excesos y amenazas dictatoriales de aire neo-fascista, del señor Serra, director de ÚLTIMA HORA. Y no va más.

Juan Bonet Gelabert

Subdirector de BALEARES

31 Agosto 1976

Pedro Serra

Joan Pla

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El periodista Pedro Serra, cuyo carnet no implica escolaridad de años, y por supuesto, ninguna suerte de estudios o experiencias serias, ha querido cargar sobre mi persona venenosamente. Es muy posible que sea yo el que pierda en esta lid. Yo no he pasteleado jamás con la Administración ni he concedido ‘soles de oro’ a ningún preboste. Por una vez que fuí hnrado con una condecoración oficial y me hicieron excelentísimo de la Orden de Isabel la Católica, me olvidé de rellenar los impresos y ni siquiera le contesté el telegrama al ministro que me acupó, así que, nada de nada. Yo no soy nadie. Pedro Serra, en cambio, se nos dispara ayer, haciéndose el rojillo, diciendo que este periódico ha chupado de la teta del Régimen y que nuestros sueldos salen de sus bolsillo. No es así. Los escritos quedan. Recurro nuevamente a lo escrito. Pero el fallo mental, dialéctico de Pedro Serra es este, mirad qué claro: Trata de ganarse simpatías, llamando falangistas y triunfales a los de esta banda de Sa Reira. Torpe astucia comercial. Serra quiere vender periódicos, a costa de los demás. Así n se puede hacer. Se trataba de algo muy sencillo: De un reportaje falso.

Se dio la otra cara de la verdad. ¿A qué vienen, pues, las consideraciones políticas?

Bien, todo es política. De acuerdo. ¿Cuál es la mejor política: la de los veraces o la de los embusteros? Hagamos un país real, sin fantasmas, sin disfrazados. El tema de hoy es un tema enteramente profesional. Pero importante: Se trata de edificar sobre las ruinas que todos hemos parido, una dignidad nacional. Jugar a la oposición no significa jugar limpio, si los materiales y las razones están sucias. Vamos a ir de frente y sin ambigüedades. ¿A qué viene esta pequeña guerra? Decía, me decía Serra que íbamos a perder nosotros. Ojalá, si no tuvieramos razón. Lo juro por mis muertos. Ojalá pierda el que juega con mentiras o con verdades supuestas. Ayer estuve en su casa y a poco me echa a la calle. ¡Qué gran falta de dignidad profesional! ¡Qué tristeza de gente, Dios y que racanaría la de esgrimir el argumento de que uno no es ni siquiera alumno de la Facultad de Ciencias de la Información! Uno será delantero centro de su región, si le empujan a serlo los cretinos.

Juan Pla

03 Septiembre 1976

Presentada querella criminal contra el Subdirector del Diario del Movimiento

ÚLTIMA HORA (Portada)

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Esta mañana ha sido interpuesta ante el Juzgado de Guardia la demanda de conciliación por nuestro director Pedro Serra, previa a la interposición de querella criminal por delitos de calumnia y injurias contra el subdirector del diario del Movimiento BALEARES, Juan Bonet.

Tal acción judicial ha sido emprendido por nuestro director a raíz de la publicación de una carta firmada por Juan Bonet en BALEARES en la que se Vertían conceptos que ha originado el que Pedro haya solicitado el veredicto de la Justicia

03 Septiembre 1976

D. Pedro Serra y la pequeña historia de BALEARES

Pedro Serra

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Querido Director:

He leído la carta que con fecha de ayer publica Juan Bonet dirigida a la Asociación de la Prensa y que constituye un ataque directo a mi persona.

Para que nuestra profesión no siga ofreciendo un lamentable espectáculo cara al público, al que nos debemos, y por mi propio respeto, ruego encarecidamente al señor Bonet que eleve el asunto ante la Ley que, en mi opinión, es la que debería ocuparse de lo que Bonet califica de ‘amenazas’ por parte de mí, en lugar de ofrecer una pobre impresión de la clase periodística ante nuestros lectores. Yo sí pienso ejercer todas las acciones legales que la Ley me permite contra el Sr. Bonet.

Por lo escrito en el párrafo anterior queda demostrado mi convencimiento de que las afirmaciones del Sr. Bonet son falsas.

De todas formas hay un punto que el que tú, desde tu cargo de Director de BALEARES deberías esclarecer públicamente a la mayor brevedad posible: Nunca he pertenecido a la Redacción de BALEARES; nunca he cobrado en nómina. Mis únicos contactos, hace veinte años o más fueron, como colaborador, pese a que si podía hacerlo como redactor ya que estaba en posesión del carnet de prensa .

Nada más. Con respecto a todos los otros puntos, la Ley dirá la última palabra, con la seguridad de que su veredicto, sea cual fuere, no me hará avergonzar de mi profesión como si me está sucediendo desde el sábado día 28 de agosto.

Gracias por tu atención

Pedro Serra (Director de ÚLTIMA HORA).

03 Septiembre 1976

Negar lo evidente

BALEARES

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Es curioso el empecinamiento del Sr. Serra en negar la propia historia de BALEARES, donde curiosamente, casi siempre estuvo un miembro de su familia. D. Pedro Serra Pastor, tío carnal suyo, figuró entre los estusiantas pioneros fundadores del diario FALANGE, después convertido en BALEARES. Más tarde, entre nuestros colaboradores literarios contamos asimismo con su madre, don Miguel Serra Pastor, primer traductor de C. José Cela al mallorquín. Y, por fin, sobre los años cincuenta, entro él, Pedro Serra Bauzá, a trabajar con nosotros, como elemento auxiliar de la redacción. No sabemos si cobraba su sueldo por nómina o por recibo, pero era la administración de BALEARES quien se lo pagaba. Más aún, del diario BALEARES, avalados por el director, saldrían los certificados de profesionalidad para que don Pedro Serra pudiera tener derecho a participar en un curso de 4 meses en Barcelona, para la obtención del carnet profesional de periodista. Evidentemente su profesionalidad había nacido en la redacción de este diario, en BALEARES, en el que trabajó años de auxilia, pues todavía no tenía el mencionado carnet.

Por lo que atañe a las amenazas a nuestro querido compañero Juan Bonet, subdirector, que en aquel momento estaba en funciones de director, es a la asesoría jurídica de la Asociación de la Prensa de Baleares a quien se pedía consejo legal.

Esperamos, con esta aclaración, poner definitivo punto final a esta polémica que nos divierte poco y que, lógicamente, no puede continuar abierta por respeto a nuestros lectores y por nuestra propia estimación.