6 octubre 2012

El columnista expresa su rechazo total a los despidos en EL PAÍS y pasará a escribir para el diario EL MUNDO

Enric González Torralba rompe definitivamente con EL PAÍS con un fuerte ataque al Presidente del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián

Hechos

El 19 de octubre de 2012 el periodista D. Enric González anunció su abandono del diario EL PAÍS con un artículo en Jot Down.

Lecturas

Después del ERE de EL PAÍS que despidió a 129 periodistas el descontento había inundado la redacción del periódico de PRISA y pronto iban a empezar a hacerlo notar alguna de sus estrellas. El primero fue D. Enric González anunciando que abandonaba el periódico en Jot Down.

CON TODOS MIS RESPETOS

ENRIC GONZÁLEZ

JOT DOWN, 19-10-2012

El nacimiento de mi hija fue complicado. Clara y Lola, su madre, tuvieron que permanecer un cierto tiempo en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Dexeus. Resultó que la Seguridad Social sólo cubría el parto y el resto me correspondía a mí. La factura ascendió a 12 millones de pesetas, lo que entonces costaba un piso. Me era imposible pagar. El diario EL PAÍS, que entonces dirigía Juan Luis Cebrián, se hizo cargo del asunto. El mismo diario, con el mismo director, me pagó cursos en Esade y me procuró una beca en Estados Unidos.

No quiero olvidar esas cosas.

Incluso teniéndolas presentes, ahora comparto la opinión universal sobre Cebrián. A mí también me causa horror y una cierta repulsión. Pero prefiero pensar que está enfermo y que la cura a su enfermedad no puede pagarse con dinero. No debe ser, como pensé hace unos años, un simple caso de ludopatía bursátil. Si fuera así, habría recuperado ya la lucidez. Dudo que lo suyo tenga remedio. Es una lástima.

Después de 27 años en EL PAÍS, creo que debo irme. La decisión de despedir a un tercio de la redacción me permite acogerme, sin negociaciones particulares, a la indemnización que se establezca para el colectivo. EL PAÍS ha hecho por mí mucho más que yo por él y hasta no hace mucho confiaba en que pese a la crisis, la general y la del sector, lograría superar sus disfunciones. Ya no confío. Conviene, sin embargo, subrayar algo: en 1976 trabajaba en la Hoja del Lunes de Barcelona y cuando llegó a mis manos el primer ejemplar de EL PAÍS pronuncié una frase lapidaria: “Esto no dura seis meses”. Como se ve, carezco de dotes proféticas.

Desconozco quién figura conmigo en la lista de los que se van. Solo sé que son compañeros y amigos. Igual que casi todos los que se quedan. Por eso quiero suponer que me equivoco de nuevo y que EL PAÍS, que seguirá contando tras los despidos con bastantes de los mejores periodistas de España (e, inevitablemente, con unos cuantos personajes lamentables), aún valdrá la pena.

He escrito estas líneas con vergüenza. Que yo deje un empleo carece de interés. Que más de diez docenas de periodistas sean despedidos de un periódico que baña en oro a sus directivos y derrocha el dinero en estupideces es bastante grave. Que en España haya millones de personas sin trabajo y con muchísimas dificultades para llevar una vida digna, mientras algunos se enriquecen a costa de la miseria ajena, es una tragedia.

Perdonen el desahogo. No volverá a ocurrir

Enric González

La marcha del Sr. González no sería la única, tras él saldrían D. Santos Juliá o Dña. Maruja Torres.

05 Mayo 2009

La columna que El País no publicó a Enric González

Enric González

Escolar.net

Leer
Esta columna de Enric González debía haber salido el jueves, pero la dirección de El País decidió no publicarla porque consideraba que hablar, aunque fuese en genérico, de la “ludopatía bursátil de los dueños” era un insulto a los propietarios del diario. Ese mismo día, la asamblea de trabajadores de El País se había mostrado en contra de bajarse el sueldo, una de las medidas que está discutiendo la empresa ante la crisis.

Hoy tampoco hay columna de Enric, ni tampoco saldrá su artículo en el suplemento de este domingo. Pero, según informan fuentes de este diario, Enric González volverá el lunes a su columna. Espero que por mucho tiempo.

No he visto aún el arranque de Operación Triunfo, en Telecinco. En realidad, a la hora de escribir estas líneas (19.30 del miércoles), el cuerpo me pide que me abstenga. Pero cuando el hipotético lector tenga este periódico en las manos, o en la pantalla, las cosas habrán empeorado. Y yo, con toda probabilidad, me habré autolesionado con un electrodoméstico, con un televisor, concretamente. O sea, habré visto OT. Y habré asistido a la presentación de Ramoncín, paladín de la propiedad intelectual y de los derechos de autor, como miembro del ilustre jurado. Es de suponer que para entonces, mi mañana y su hoy, andaré aún peor de ánimo. Quién iba a decirle a uno que acabaría añorando a Risto Mejide.

Lo que puede ir mal, va mal. Eso ya lo sabíamos. Aun así, resulta difícil no apenarse ante el presunto fichaje de Francisco Rivera, también conocido como Kiko o como Paquirrín, por parte de Sé lo que hicisteis (La Sexta). La gracia de ese programa solía consistir en la aparente distancia con que se abordaban las monstruosidades televisivas: emitían trocitos de basura, pero era basura ajena, fenómenos frikis de otros espacios, de otras cadenas, y envolvían el producto con una ironía sarcástica. La incorporación del señor Rivera, como monologuista, aprendiz de monologuista o lo que sea, constituye un cambio cualitativo: Sé lo que hicisteis incorpora su propio monstruito. Si Ana Rosa Quintana tiene a Belén Esteban, ellos tienen al señor Rivera. Francamente, no creo que puedan reírse los unos de los otros. Si acaso, podrán comparar la magnitud de sus respectivas tragedias.Todo esto induce al pesimismo.

Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños. Ya sé que exagero, que esas cosas no pasan. Pero antes tampoco pasaban cosas como la de Ramoncín y Paquirrín, y ya ven. Como decía Manolo Vázquez Montalbán, estamos rodeados.