12 febrero 1992

Rubio, el ex ministro Boyer y sus respectivas esposas trataron de disimular ante la CNMV su condición de socios de Ibercorp

Estalla el caso Ibercorp: sospechas en torno al Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, acusado de ‘información privilegiada’

Hechos

El 12.02.1992 el diario EL MUNDO publicó el llamado ‘caso Ibercorp’, en el que se acusaba al Gobernador del Banco de España D. Mariano Rubio de haber ocultado a la CNMV que tanto él como el ex ministro D. Miguel Boyer, eran socios de Ibercorp.

Lecturas

D. Mariano Rubio Jiménez había sido nombrado Gobernador del Banco de España por el PSOE en 1983 a instancia de los ministros D. Carlos Solchaga y D. Miguel Boyer. D. Mariano Rubio Jiménez tenía una acreditada trayectoria liberal-progresista participando en revistas opositoras a la dictadura como Cambio16 e incluso llegando a ser encarcelado unos días. Uno de los amigos personales de D. Mariano Rubio era D. Manuel de la Concha, que durante la primera etapa de los años ochenta fue el máximo responsable de la Bolsa de Madrid. Después de abandonar la bolsa de Madrid D. Manuel de la Concha creó un banco privado, el Banco Ibercorp, especializado en inversiones.

mariano_rubio  D. Mariano Rubio, Gobernador del Banco de España.

ManuelDelaConcha  D. Manuel de la Concha, ex síndico de la bolsa y propietario de Ibercorp. Alteró los nombres al pasar los listados a la CNMV para intentar que no se detectara la vinculación de destacadas figuras del PSOE, sector ‘beautifule’.

Tanto Mariano Rubio, como Manuel de la Concha, como Miguel Boyer, abandonaron a sus respectivas esposas a finales de la década de los ochenta en pleno gobierno felipista para casarse con mujeres más jóvenes y glamurosas, habituales en las páginas de revistas de crónica social jet-set. Por todo ello este grupo de figuras del PSOE fue apodada como la ‘Beautifulle People’ del PSOE. Y siempre contaron con la hostilidad del sector ‘guerrista’ del PSOE. Quizá para defenderse, Manuel de la Concha optó por entrar en el sector de los medios de comunicación  comprando una participación minoritaria en el Grupo16 (Diario16 y Cambio16) y convirtiéndose en el hombre fuerte del grupo por los créditos que su Banco Ibercorp concedió a aquel conglomerado.

Los primeros indicios de corrupción en torno al Banco Ibercorp aparecieron en julio de 1991 cuando El Mundo desveló que Ibercorp había comprado acciones del Banco Hispanoamericano la semana previa al anuncio de la fusión de la entidad con el Banco Central. Entre el 6 y 10 de mayo de 1991 el Banco Ibercorp compró títulos del Banco Hispano por valor de 676 millones de pesetas. Una inversión que con el anuncio de fusión de los dos bancos para crear el nuevo Banco Central Hispano suponía para el banco de De la Concha poder duplicar su inversión. ¿Esa ‘oportuna inversión’ de Manuel de la Concha fue fruto de la casualidad, de buen olfato para los negocios? O había otra posibilidad: un chivatazo de la operación que se estaba gestando por parte de la máxima autoridad bancaria de España, es decir, del Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio Jiménez, su amigo personal. Esa era la insinuación que lanzaba el diario El Mundo. ¿Y por qué lo sabía el diario El Mundo? Quizá porque tenía entre sus periodistas a Jesús Cacho, que había trabajado para Manuel de la Concha en el pasado.

En el periódico de Unidad Editorial se recoge como desde su creación, en el año 1989, la Comisión Nacional de Valores había investigado diversas operaciones en las que presumiblemente se manejó información confidencial por parte de alguno de los intervinientes o allegados en beneficio propio. Sin embargo, hasta ahora, no ha podido demostrarse la existencia de este delito en ningún caso a pesar de haberse abierto distintos expedientes. La sofisticación de la operativa bursátil hace casi imposible ligar probadamente la compra o venta de acciones con importantes beneficios con una información previa facilitada por los artífices de la operación. La operativa normal de la Comisión es investigar todas las grandes compras y ventas que se producen días antes de una fusión. Posteriormente, si existen sospechas de que ha existido información confidencial, la Comisión pide a la persona o entidad de que se trate el nombre del destinatario final de la compra. En este punto están las investigaciones sobre Ibercorp. Si las indagaciones posteriores confirman las sospechas, la Comisión puede recurrir a solicitar la ayuda de las autoridades del país donde está domiciliada la entidad presuntamente compradora. En este caso, la sociedad «compradora» es el Royal Bank of Scotland.

Pero el verdadero escándalo Ibercorp iba a estallar el 12 de febrero de 1992. Ese día El Mundo y Jesús Cacho iban a dar el dato que iba a terminar de reventar a la Beautifulle People del PSOE. Al investigar al Banco Ibercorp la Comisión Nacional del Mercado de Valores solicitó a De la Concha que facilitara los nombres de los accionistas reales del banco. La principal entidad propietaria del Banco Ibercorp era la sociedad Sistemas Financieros. Pero cuando Manuel de la Concha facilitó la lista de propietarios de Sistemas Financieros ‘omitió’ algunos nombres al citar que entre los socios había un tal ‘M. Jiménez’. La realidad es que la persona que se escondía detrás de ese nombre era Mariano Rubio Jiménez, es decir el Gobernador del Banco de España. Y al igual que con este, Manuel de la Concha también había tratado de ocultar que en el listado de los accionistas también estaba Miguel Boyer, Isabel Preysler (esposa de Boyer) y Carmen Posadas (esposa de Rubio). Por lo que la conclusión es que De la Conche y Rubio, no eran sólo amigos, sino que resultaba que eran socios en el Banco Ibercorp. Por lo que podía deducirse que Mariano Rubio Jiménez que debía ser neutral como funcionario máximo responsable del Estado de la supervisión de todo el sistema bancario español, estaba contaminado si tenía intereses en una de las entidades financieras.

La primera demanda contra los gestores del Banco Ibercorp la llevó el abogado Emilio Rodríguez Menéndez al frente de una acusación popular por si Manuel de la Concha y Mariano Rubio habían podido cometer un delito de falsedad documental e información privilegiada.

La gestión comunicativa del Banco Ibercorp no pudo ser más nefasta. El 13 de febrero publicaban en su medio afín, Diario16, un desmentido a toda la información de El Mundo y 24 horas después, el mismo Banco Ibercorp reconocía que lo dicho por El Mundo era correcto pero que no había habido ninguna voluntad de manipulación, sino que se había producido un ‘descuido’. Ibercorp aseguraba completaría la lista correcta de accionistas de Sistemas Financieros, mandando una nueva versión y listado en el que ya sí se incluían.

A pesar de que era poco ético que Manuel de la Concha hubiera tratado de ocultar el nombre de Mariano Rubio Jiménez, el Gobernador del Banco de España, rechazó dimitir asegurando que su participación en Ibercorp había sido testimonial y en su gestión no había incurrido en ningún tipo de ilegalidad. El ministro de Economía, Carlos Solchaga Catalán, no sólo le creyó, sino que le defendió públicamente, así como puso en valor su gestión el frente del máximo órgano regulador del dinero en España. “Honradamente no parece coherente pedir la dimisión del Gobernador del Banco de España”, aseguró el propio Felipe González en sesión de control ante las peticiones del PP e Izquierda Unida de que solicitara la dimisión de este. Si en ese momento Felipe González hubiera realizado una concienzuda investigación de lo que ahí estaba pasando se hubiera evitado muchos disgustos. En su defensa, el argumenta que ‘se fio’ de la palabra de Mariano Rubio, aunque luego se acreditara que este no había dicho toda la verdad. El mismo argumento usaría Solchaga.

El Gobernador del Banco de España, Marano Rubio compareció entonces ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados donde fue respaldado por el portavoz del PSOE, Pedro Hernández Moltó, en el sentido de que Rubio no había cometido ningún tipo de ilegalidad.

Mariano Rubio denunció entonces que era víctima de una conspiración por parte de sectores financieros que querían tomar el control de la economía española y que para ello querían neutralizar al Banco de España como órgano regulador: señalaba directamente a Mario Conde y a Javier de la Rosa.

Aunque el caso Ibercorp produjo una batalla mediática muy fuerte entre los medios que defendían a la Beutifulle People del PSOE y los medios que la atacaban, y de igual modo ocurría en el mundo político con una original ‘coalición’ entre la derecha, los ‘guerristas’ del PSOE y los comunistas, Felipe González mantuvo tanto a Mariano Rubio como a Carlos Solchaga aquel año 1992.

12 Febrero 1992

De la Concha engañó a la Comisión de Valores para encubrir a Rubio y Boyer

Casimiro García Abadillo & Jesús Cacho

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Manuel de la Concha ordenó la falsificación de un listado de vendedores de acciones de Sistemas Financieros para ocultar a la Comisión del Mercado de Valores el nombre de los titulares reales. Figuraban él mismo, su socio Jaime Soto, el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y el ex ministro de Economía Miguel Boyer, entre otros. Sistemas Financieros es una sociedad controlada por el Grupo Financiero Ibercorp, cuyos propietarios principales son De la Concha, Soto y, en menor medida, Benito Tamayo. Sistemas Financieros fue el nombre con el que De la Concha y Soto rebautizaron a la empresa Sistemas AF, comprada por el Grupo Ibercorp en 1986 al Banco Urquijo en ventajosas condiciones, pocos meses después de que Soto dejara de ser consejero delegado de dicho banco.

Fue precisamente la de Sistemas Financieros una de las inversiones reiteradamente recomendadas por De la Concha a su influyente grupo de amigos de la llamada «beautiful people». Los hombres fuertes de Ibercorp manejan desde hace años los ahorros de Mariano Rubio y de Miguel Boyer, así como de Isabel Preysler y otros miembros de la «beautiful», como el también ex ministro de Economía Juan Antonio García Díez. A pesar del buen comportamiento de este valor desde 1987 hasta 1989, en 1990 las cosas empezaron a torcerse. Los títulos que provocaron la falsificación de Manuel de la Concha fueron comprados durante el mes de junio de 1990 por la propia Sistemas Financieros para su autocartera. Precisamente, en el mes de junio del 90 se realizaron en Bolsa las transacciones más voluminosas del año, con un total de 167.900 títulos negociados, a un precio medio del 958% (4.790 pesetas por acción).

Justo en ese mismo mes se produjo una ampliación de capital por aumento del nominal de las acciones, que pasaron de 500 a 600 pesetas. También en junio, Sistemas Financieros realizó una amortización de capital (reducción de capital por eliminación de autocartera) de 333.233 títulos. Una parte de los títulos amortizados corresponden a las acciones compradas con anterioridad a De la Concha y a sus socios y amigos. La Comisión de Valores pidió a la Sociedad de Valores y Bolsa Ibercorp, que fue la que intermedió la compra venta de títulos, la lista de ordenantes finales, ante lo extraño de una operación de compra masiva de títulos para autocartera. Carlos Sebastián, consejero delegado de la sociedad de valores y Bolsa Ibercorp, preparó la lista de ordenantes y redactó una carta adjunta, firmada de su puño y letra, en la que certificaba el correcto envío de los datos pedidos por la Comisión de Valores. Sin embargo, Manuel de la Concha ordenó personalmente a José Manuel Quesada, director administrativo de Ibercorp Bolsa, la confección de otra lista en la que ya no figuraban los nombres antes mencionados. La falsificación se produjo por una doble vía. Algunos titulares aparecen en la lista que se entregó a la Comisión de Valores con la inicial de su nombre y su segundo apellido. Otros nombres fueron sencillamente sustituidos por vendedores falsos. Este es el caso de Inversiones Padilla, propiedad de Jaime Soto, que fue sustituida por el banco sueco PK Banken, accionista del broker Carnagie, y que, en la actualidad, se encuentra fusionado con el Norbanken, una especie de Corporación Bancaria de carácter público. Al mes siguiente de la operación en la que están envueltos Manuel de la Concha, Jaime Soto, Mariano Rubio y Miguel Boyer, la negociación de acciones de Sistemas Financieros se redujo hasta 60.700 títulos. En agosto sólo se negociaron 16.300 títulos y la cotización se desplomó hasta el 720%. En septiembre, la acciones cayeron en picado y bajaron hasta el 440%.

Los esfuerzos de De la Concha y Soto por mantener el valor resultaron vanos. La creación de la sociedad instrumental RTS, que con 100.000 pesetas de capital social recibió créditos de 2.500 millones, con el fin exclusivo de comprar acciones de Sistemas Financieros se saldó con una pérdida para la sociedad de 1.800 millones, reconocida por la auditoría de Arthur Andersen. Es decir, que la mayoría de los accionistas no sólo no se beneficiaron como De la Concha, Soto, Rubio y Boyer, de la política de la compañía de comprar sus propias acciones en Bolsa, sino que sufrieron un fuerte quebranto. De hecho, algunas señoras de la «jet» madrileña perdieron buena parte de sus ahorros en el episodio, y alguna de ellas llegó incluso a poner el asunto en manos de un prestigioso abogado madrileño. Otros afectados, por el contrario, lograron resarcirse de las perdidas por la vía de la presión directa ante De la Concha y Soto. Es conocido a este respecto el episodio protagonizado por los antiguos propietarios de Volvo en España, Germán López y José Antonio Torrontegui (marido de Cuqui Fierro), que tras invertir 500 millones en Sistemas Financieros y perderlos, recuperaron su dinero, más los correspondientes intereses, después de que Torrontegui agarrase por las solapas de la chaqueta a Soto. EL MUNDO informó ayer a De la Concha con todo detalle del contenido de esta información. A través de un portavoz del grupo Ibercop, De la Concha manifestó que no tenía nada que decir al respecto.

13 Febrero 1992

El grupo Ibercorp, Boyer y Rubio desmienten a EL MUNDO y anuncian acciones judiciales

DIARIO16 (Director: Justino Sinova)

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Manuel de la Concha, presidente de Ibercorp, Miguel Boyer y Mariano Rubio anunciaron ayer que ejercerán acciones judiciales contra los responsables de una información divulgada por el diario EL MUNDO. En ella, se acusa a Ibercorp de ‘engañar’ a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para encubrir a Rubio y Boyer en una venta de acciones de Sistemas Financieros.

El grupo Ibercorp, que preside Manuel de la Concha, hizo público ayer un comunicado en el que niega las imputaciones vertidas en un artículo del diario EL MUNDO sobre supuestas manipulaciones en la compra/venta de títulos de Sistemas Financieros por parte de los responsables de la entidad financiera y personalidades como Mariano Rubio, gobernador del Banco de España; Miguel Boyer, ex ministro de Economía y Hacienda, y otros.

Tanto Mariano Rubio como Miguel Boyer, en sendas notas, negaron a su vez las acusaciones periodísticas y, de la misma manera que Ibercorp, anunciaron que ‘ejercerán de inmediato las acciones que en Derecho le corresponden’.

El comunicado de Ibercorp señala «que las operaciones a las que se refiere la información fueron completamente normales. Las compras realizadas para Sistemas Financieros se hicieron actuando en el mercado, en el que había pluralidad de vendedores y compradores de distintos orígenes y ordenantes y respondían a una estrategia financiera para comprar títulos ocn objeto de amortizarlos, en preparación de las operaciones de fusión, hoy en período de desarrollo’.

Ibercorp añade que las operaciones realizadas por las personas que menciona la información fueron correctamente comunicadas en su momento al Ministerio de Hacienda, con la exacta identificación de todos los compradores o vendedores intermediarios por esta Sociedad».

13 Febrero 1992

De la Rosa 'advirtió' a Rubio de un dossier que se preparaba contra él

CINCO DÍAS (Director: Ernesto Ekaizer)

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El financiero Javier de la Rosa envío durante dos meses mensajes diversos al gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, advirtiéndole sobre un dossier que se preparaba contra él. De la Rosa, según fuentes solventes, tuvo acceso al contenido de la presunta información y el jueves 5 de febrero, se lo dijo al gobernador cuando éste le llamó por teléfono para saber si los citados mensajes eran una amenaza o un chantaje. Fuentes financieras dijeron que, según De la Rosa, este tipo de dossiers suelen ofrecerse en el mercado y que él los compra precisamente para hacerlos llegar a sus amigos y advertirles.

14 Febrero 1992

Ibercorp, un termómetro moral

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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CUANDO el nombre del responsable de la máxima institución financiera y de una de las instancias más altas del Estado aparece bajo un alias, como si tuviera que ocultar algo vergonzoso, en la lista enviada por el Banco Ibercorp a la Comisión Nacional del Mercado de Valores… algo muy grave está sucediendo en el país. Cuando engrosan, además, la «embarazosa» relación los nombres de los dos últimos ex vicepresidentes económicos del Gobierno… es de temer que la salud ética de toda una clase dirigente esté bajo mínimos. Y todo ello para evitar que se filtrara a la prensa el «affaire» Ibercorp: un grupo de accionistas «elegidos», que podían gozar de información privilegiada, revendieron sus títulos a Sistemas Financieros, para eludir así la previsible caída del valor en Bolsa. Tal envergadura tiene el valor emblemático del escándalo que, a su lado, resulta casi una cuestión menor dilucidar si hubo además prácticas delictivas en algunas de las actuaciones de los principales propietarios de la entidad. De ahí que haya que lamentar el espeso silencio de medios informativos controlados por el Gobierno o las -por otro lado endebles- cortinas de humo echadas por otros que son afines al poder. La veracidad de la información de EL MUNDO, que destapó el escándalo, ha sido reconocida por los propios afectados. Con todo, cabe creer que la conducta de los administradores y algunos accionistas es perseguible judicialmente. Juristas consultados por EL MUNDO sostienen que pudo haber delitos de falsedad de documentos (al trucar los nombres) y de maquinación para alterar el precio de las cosas (al utilizar el patrimonio de la sociedad para la adquisición de acciones propias en condiciones perjudiciales para la misma). Quien debe juzgar ahora, además de los tribunales, es la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que tiene ante sí un envite para demostrar su grado de indepedencia y cuyo presidente Luis Carlos Croissier debería comparecer en el Congreso, tal como han pedido CDS e IU. Delito o no, constituye en cualquier caso una imprudencia que, por acción o por omisión, aparezca el nombre de Mariano Rubio en el «affaire». Si en cualquier cargo público es exigible la ejemplaridad, la de quien detenta la máxima autoridad monetaria debe estar a salvo de la menor sombra de duda cuando se habla de irregularidades financieras. Es lógica la indignación de Antonio Gutiérrez ante el hecho de que la misma persona que pide restricción a los españoles esté relacionada con una operación como la de Ibercorp. Y justo, el malestar de la Asociación de Defensa de los Accionistas cuando critica que el gobernador del Banco de España, «persona con mucha información privilegiada» tenga acciones en una sociedad. No estaría de más, en este sentido, una reforma del Estatuto de Organos Rectores del Banco de España que exija la declaración de bienes a cada gobernador y limite sus actividades bursátiles.

14 Febrero 1992

Ibercorp completará el listado de vendedores de Sistemas Financieros

CINCO DÍAS (Director: Ernesto Ekaizer)

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Ibercorp Bolsa entregará en las próximas horas – se prevé para hoy mismo – un nuevo informe a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre las ventas de acciones de Sistemas Financieros AF entre marzo y junio de 1990. Fuentes solventes dijearon que en ese listado se incluirá finalmente el nombre de Mariano Rubio, que no formaba parte del informe elevado el 21 de octubre de 1991.

El miércoles, el gobernador del Banco de España informó que había sido titular de acciones de Sistemas Financieros y que las operaciones de compraventa de acciones a las que era totalmente ajeno – Ibercorp administraba su cartera – se había saldado con pérdidas.

Ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, declaró que esperaba el informe de la CNMV para ver si en esto hay algún tipo de irregularidad formal o material.

24 Febrero 1992

La Transparencia difícil

Ernesto Ekaizer

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Una cosa es que la prensa no deba convertirse nunca en una cuarta sucursal del Estado, pero otra es cerrar los ojos al alto contenido desestabilizador que la prensa corre el riesgo de jugar – con la entrada activa de fuertes intereses financieros y extraperiodísticos en el sector.

Pero, como acabamos de decir, la evidencia moral ha sido determinante a la hora del pronunciamiento gubernamental. El presidente del Gobierno, Felipe González, ni siquiera necesitó reunir al gabinete para definirse sobre la continuidad o cese del gobierno. Este detalle también es revelador de la confianza: el consejo de ministros se enteró sólo unas pocas horas antes que el público de la decisión adoptada la víspera, es decir que Mariano Rubio continuaría en su cargo. La afirmación de Rosa Conde, en el sentido de que el caso Ibercorp no influirá e la decisión a la hora de la elección de un nuevo mandato, el próximo 24 de julio, carece de importancia. La portavoz dijo un viernes que era descabellada la dimisión de un ministro y cuarenta y ocho horas más tarde, dicho alto cargo dimitía. Nos referimos, claro, a García Valverde.

Sin duda, Mariano Rubio se ha ganado a pulso esa confianza a través de una carrera de civil servant. Y ésa ha sido su carta de triunfo a la hora señalada. La pregunta que ahora sí cabe hacerse, porque es necesario proyectar lecciones hacia el futuro más o menos inmediato, es ¿por qué Rubio, aún con una honestidad indiscutible, se enredó en una relación que, como mínimo, podemos llamar incompatible?

En su comparecencia en el Congreso, el gobernador, no sin candor, dio algunas claves. Al referirse a Manuel de la Concha, narró que fue su amigo de facultad en Económicas y que ni siquiera recordaba cuando le había confiado la administración de su cartera. Apuntó unas fechas seguramente equivocadas: en 1965 o 1977, dijo. Sin embargo, parece difícil que fuera en 1965. Lo más probable es que se trate de 1975 o 1977. Por tanto, el gobernador mantenía desde la época de subgobernador una cartera en manos de su amigo con la condición, explicó, de que no invirtiera en bancos ni le consultara nada al respecto.

En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal debe confiar ciegamente su cartera una vez que llega al banco central. No sabe ni quien se la administra ni en qué valores o activos son invertidos sus dólares. Sin embargo, al confiar la administración a una persona muy cercana, que a la sazón se había convertido también en un banquero nos referimos a De la Concha, el gobernador se deslizó en lo que, repetimos, podríamos llamar una ‘relación incompatible’.

La transparecia de Rubio llega a tal punto que nos da algunos elementos para saber, incluso, que siendo Manuel de la Concha síndico-presidente de la Bolsa de Madrid, éste, como informó el gobernador, le administraba una cartera. Es deicr que cuando estalló la crisis de presidencia en el Banco Hispano Americano, en enero de 1985, con la enfermedad de Alejandro Albert, el gobernador sugirió, entrevarios nombres, el de De la Concha para presidir el BHA. Este periódico, precisamente, dio cuenta de dicha información en su portada en aquellos días.

Rubio nunca debió haber confiado una cartera a Manuel de la Concha precisamente por la naturaleza de su amistad, que él mismo ha calificado de estrecha. Y si ello nunca debió haber ocurrido, incluso dicha relación se volvió más flagrantemente incompatible cuando De la Concha pasó a presidir una entidad que forma parte de nuestro sistema bancario. El hecho de que la Ley de órganos Rectores del Banco de España de 1980, simplemente omitiera la cuestión de la cartera, o inversiones de sus directivos no sirve para justificar las conductas. Precisamente la incompatibilidad de la que hemos hablado hubiese evitado ver el nombre de la máxima autoridad envuelto en ninguna absolutamente ninguna operación, sea Sistemas Financieros o cualquier otra.

No sabemos qué precio ha pagado o pagará el Gobernador por este error, que, insistimos, no parece influir evidencias que contradigan su honestidad personal. Pero un error se paga en política. Tenemos para nosotros que si se pone al contrario la afirmación de Rosa Conde, aún admitiendo que lo tenga difícil por los quince años que acumula en el banco emisor, parece hoy por hoy altamente improbable que Mariano Rubio vuelva a ser reelegido para un nuevo mandato de cuatro años. O simplemente por dos años más, por ejemplo. Y ése será, si la razón nos asiste, un precio ciertamente importante.

Dicho todo esto, hay que subrayar que Manuel de la Concha aún sigue moviéndose en el mercado financiero y de valores como el agente de cambio y bolsa que fue, en un circuito amañado y aquejado no ya por lo que llamaos la transparencia difícil sino por unas reglas que, precisamente, se intenta erradicar con la reforma. La operación de Sistemas Financieros tendrá que ser debidamente investigada pero sería de hipócritas escamotear que, con los elementos disponibles, las listas maquilladas, la discriminación, la existencia de accionistas que no sólo quisieron vender en junio de 1990 porque desconfiaban sino que, incluso, han visto cómo se les compraba acciones para sus cartera sin haberlo solicitado, las promesas de pelotazos (Sistemas Financieros, si el plan original se hubiese cumplido, debería haber duplicado, debería haber duplicado el valor de una emisión de convertibles que salió al 700%) y la ristra de amigos incluidos y otros dejados en la cuneta, seguramente con la idea de una compensación posterior. ¡Faltaría más!

En este contexto, también merecen un lugar en el fresco variopinto los tiburones que cazan en una mar agitada. En las Navidades de 1991, en Baqueira Beret, Javier de la Rosa, un financiero que siempre ha trabajado con informes comerciales o, como se llaman ahora, dossiers, invitó a su casa de La Pleta a algunas personalidades. A Juan Entrecanales, por ejemplo, le llevó en su avión privado. Allí, junto a su ‘embajador’ Manuel Guasch, se habló y se alardeó, como es costumbre, del poder, del as relaciones. También, mientras se descorchaba el champán, hubo referencias a Mariano Rubio. De la Rosa dijo, más tarde, que tendrían que defenderse del establishment ya que le estaban atacando. Otros banqueros han amenazado con enseñar papeles comprometedores para Rubio. Y finalmente después de mensajes a lo largo de dos meses, De la Rosa halo con Rubio sobre la circulación de dossiers que podrían afectar al gobernador.

La prensa ha entrado de lleno en la economía de mercado y la competencia más encarnizada. Las noticias, igualmente, constituyen un problema de este mercado. Una cosa es que la prensa no deba convertirse nunca en una cuarta sucursal del Estado, pero otra es cerrar los ojos al alto contenido desestabilizador que la prensa corre el riesgo de jugar – desestabilización del adversario, no nos referimos al Gobierno – con la entrada activa de fuertes intereses financieros y extraperiodísticos en el sector.

Ernesto Ekaizer

27 Febrero 1992

Javier de la Rosa: "Hay que acabar con Rubio"

CINCO DÍAS (Director: Ernesto Ekaizer)

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El financiero Javier de la Rosa invitó a la salida de misa, a cenar a su casa de La Pleta, en Baqueira Beret, las pasadas Navidades, al constructor Juan Entrecanales y su esposa. En dicha cena, De la Rosa declaró ante la sorpresa de Entrecanales: «Hay que acabar con Mariano Rubio». Junto al matrimonio Entrecanales estaban presentes además de los anfitriones – De la Rosa y su esposa – Manuel GUashc y su esposa. Guasch es el hombre – el embajador – que suele utilizar De la Rosa en sus contactos con autoridades oficiales. CINCO DÍAS ha podido reconstruir el diálogo fidedigno que precedió a los movimientos del financiero catalán, en los que exhibió un dossier sobre el gobernador.

En medio de la cena en un ambiente más bien relajado se pordujo el siguiente diálogo:

  • -Juan, ¿crees que Mariano va a seguir de gobernador? – preguntó Javier de la Rosa. Pese a que Guashc le pidió cautela, De la Rosa agregó: – Yo creo que hay que acabar con Mariano Rubio.
  • -Pues yo creo que Mariano lo ha hecho muy bien, que es un hombre de una gran honradez y que, además, si sigue o no dependerá del presidente del Gobierno – respondió, algo subido de tono, Entrecanales.
  • -Yo no conozco, no puedo hablar profesionalmente, pero me parece que Mariano Rubio es muy honraod…-reforzó Mercedes, esposa de Juan Entrecanales.
  • -Ahora que dices esto – dijo Juan Entrecanales dirigiéndose a De la Rosa – he oído decir que ciertas gentes ya están cansadas de las informaciones que aparecen en prensa y creen que hay que defenderse…
  • -Yo no tengo que ver con eso… Todo lo que aparece en el Grupo Zeta me lo atribuyen a mí pero mi relación con Asensio ha cambiado desde hace un año… – Se excusó Javier de la Rosa.

02 Marzo 1992

Manos limpias

Juan Tomás de Salas

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Al constatar que el periodista que dirige el ataque [Jesús Cacho] es pluma mercenaria, o lo fue, pues ha simultaneado trabajos de periodista con trabajos más discretos en una empresa de imagen de grandes grupos financieros, natural es sospechar...

El segundo o tercer asalto contra el gobernador del Banco de España, símbolo de una política económica ortodoxa y dura, ha llenado las páginas de la prensa y las ondas de radios y televisiones la última semana. Con una saña recrecida, toda la prensa fea, se lanzó a un ataque frontal contra Mariano Rubio y sus amigos, la mal llamada beautiful people.

Pocas veces se ha visto por aquí un ataque tan encarnizado contra una figura pública que ha desempeñado un papel capital en la historia de la transición política española. La violencia de los ataques no se explica por la gravedad de los hechos denunciados. Hay como un ensañamiento personal, una condena permanente de intención, un injustísimo afán de aniquilar al gobernador, a la persona de Mariano Rubio, a sus amigos y a todo lo que tiene de respetable su larga actuación pública, desde el anti-franquismo hasta aquí.

Al constatar que el periodista que dirige el ataque [Jesús Cacho] es pluma mercenaria, o lo fue, pues ha simultaneado trabajos de periodista con trabajos más discretos en una empresa de imagen de grandes grupos financieros, natural es sospechar que sigue a sueldo -y no sólo de los medios donde publica.

05 Marzo 1992

Juan Tomás de Salas vincula la suerte del Grupo16 a la de la mafia de Ibercorp

Editorial (Director: Pedro J. Ramírez)

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En su patético intento por levantar una cortina de humo tras otra, Juan Tomás de Salas está comprometiendo ante la opinión pública a los profesionales del Grupo 16 y contaminando la imagen de sus medios de comunicación.

En el último número del semanario CAMBIO16, su director y propietario Juan Tomás de Salas escribe: «Sabe usted lo que es difamación? Difamación es exactamente lo que está haciendo EL MUNDO desde hace dos semanas en su campaña contra el gobernador Rubio. Bajezas en vez de pruebas, y todos los datos ciertos torcidos para que destrocen la fama del gobernador. Me parece justo que estas conductas sé penen». La opinión pública tiene derecho a saber si profesionales destacados del Grupo 16, que desde hace semanas vienen ofreciendo una respuesta vigorosa contra la modificación del Código Penal, comparten tales puntos de vista. Todo indica que Juan Tomás de Salas ha perdido los nervios y la brújula después de . que se hiciera público que Ibercorp le ha concedido una línea de descuento de 1.500 millones de pesetas y que salieran a la luz todas las vinculaciones del Grupo16 -con el «Banco de la beautiful». Uno de los blancos de sus injustificables ataques es Jesús Cacho, al que el Consejo de Redacción de EL MUNDO ha expresado su solidaridad, así como su repulsa por las amenazas recibidas por él, y por Casimiro García-Abadillo, que «sólo pueden entenderse como una fórmula mafiosa de encubrir la realidad». En su patético intento por levantar una cortina de humo tras otra, Juan Tomás de Salas está comprometiendo ante la opinión pública a los profesionales del Grupo 16 y contaminando la imagen de sus medios de comunicación. Por el bien de nuestros colegas y el prestigio de esas cabeceras, sería deseable que culminaran cuanto antes las negociaciones en curso para la venta de algunas de esas publicaciones.

06 Marzo 1992

El Consejo de Unidad Editorial apoya la investigación sobre lbercorp

Alfonso de Salas

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El presidente de EL MUNDO defiende a su periódico y replica al grupo mediático de su hermano.

El llamado caso Ibercorp cuyas consecuencias pueden, desgraciadamente, dañar en cierta medida la credibilidad del sistema financiero español, está ocasionando diversas presiones, incluso amenazas físicas, contra los periodistas de EL MUNDO. Un grupo de prensa [Grupo16] está, además, injuriando gravemente a uno de los redactores responsables de la investigación con una crítica injustificada que llega a extender a la línea informativa general del periódico. Ante estos hechos, el Consejo de Administración de Unidad Editorial S.A., editora de EL MUNDO, en su última reunión acordó por unanimidad expresar el total apoyo de la empresa a la línea editorial y al tratamiento informativo dado a las irregularidades desveladas, considerando que la labor periodística se ha desarrollado con total profesionalidad, seriedad y rigor. Acordó también manifestar la expresa solidaridad de Unidad Editorial S.A., con los redactores Casimiro García-Abadilló y Jesús Cacho, que han llevado el peso fundamental de la investigación. Como entidad empresarial valdramos en su debida medida el daño al sistema financiero español que pueden suponer las irregularidades desveladas, pero queremos dejar patente que el verdadero problema no es la información sobre las mismas sino su propia existencia. Sólo una total transparencia y la rápida reacción de las instituciones económicas y políticas responsables, harán que el sistema democrático español no se limite a la esfera política, sino que se extienda también a la vida económica.

Alfonso de Salas

Memorias (Una página difícil de arrancar)

Alfonso Guerra

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Miembros del Gobierno presionaron a Felipe González para que procediera al cese de Galeote; destacó la exigencia de Carlos Solchaga y el equipo económico.

Empezó a gestarse así una fisura que dividía de manera artificial a los que estaban involucrados en las irregularidades (léase corrupción) y los garantes de la limpieza, que, cosa curiosa, coincidían con los social-liberales.

La primera perla de limpieza vino de la mano de los amigos economistas. Años atrás el Gobierno había concedido – a pesar de mi oposición – una ficha bancaria a Ibercorp, entidad pilotada por Manuel de la Concha y Javier Soto, que formaba parte del clan de amigos de Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, Miguel Boyer, ministro de Economía cuando se otorgó la autorización y Carlos Solchaga, ministro de Industria cuando se otorgó la autorización y de Economía cuando estalló el escándalo de las irregularidades del grupo financiero y se descubrió que estaba complicado el propio gobernador del Banco de España. Solchaga manifestó solemnemente que pondría la mano en el fugo por Mariano Rubio. El presidente aseveró lo dicho con palabras parecidas. El Banco de España acabó por intervenir Ibercorp después de múltiples intentos de que algún banco lo comprase y Mariano Rubio terminó dimitiendo del cargo. La investigación mostró que la inspección del Banco de España conocía con anterioridad las irregularidades del grupo. Fue el primer indicio claro de que las operaciones económicas turbias no estaban en el aparato, sino que más bien vivían de los conmilitones de sus acusadores.

Un asunto lateral que había de producir mucho ruido fue la intervención por el Banco de España del Banco Español de Crédito, cuyo presidente era Mario Conde. No se trata de que no hubiera razones para la intervención, pero tal parece que la iniciativa tuvo su motivación en la negativa de Conde a hacerse cargo de Ibercorp. Acudieron a Conde el clan de los amigos, Mariano Rubio y Carlos Solchaga, antes de que estallase el escándalo con objeto de taparlo. Él no aceptó y se vengaron con la intervención. Claro que encontraron razones, irregularidades – semejantes a las de Ibercorp – para hacerlo, pero la elección tuvo su origen en la operación de los puros en Ibercorp.

El Análisis

UN GOBERNADOR CON AMIGOS

JF Lamata

¿Era delito que el Gobernador del Banco de España figurara entre los socios de una sociedad? En principio no, vaya eso por delante, salvo que se acreditara que el Sr. Rubio hubiera utilizado información privilegiada del Banco de España para beneficiar los intereses en aquella sociedad. Pero  desvelado aquel febrero de 1992 (otra cosa es lo que saldría en 1994) aún no era nada ilegal, pero si algo no demasiado ético: su intento claro de ‘camuflar’ (por no decir ocultar) su presencia entre los socios de la aludida entidad, al igual que sus amigos el Sres. Boyer o la Sra. Preysler.

Los defensores del Sr. Rubio tenían una carta a su favor, presentar la revelación del ‘caso Ibercorp’ como una vendetta de los enemigos económicos del Sr. Rubio. Muchos pensaron que D. Mario Conde podía estar detrás, entre otras cosas porque, dada su condición de accionista de EL MUNDO, siempre se le pretendía responsabilizar de todo lo que publicaba el citado diario, y no cabe duda de que el presidente de Banesto era enemigo del presidente del Banco de España. Por otro lado tampoco se le escapaba a nadie que entre los firmantes de texto de EL MUNDO estaba D. Jesús Cacho, considerado alguien vinculado al financiero D. Javier de la Rosa desde su etapa en EL PAIS.

Y es que, al contrario que con D. Juan Guerra, con Ibercorp, la prensa no fue una piña, D. Mariano Rubio contó con la defensa de CINCO DÍAS (PRISA), pero, por encima de ningún con la de CAMBIO16, del Grupo16, que llegaría al extremo de difundir unas conversaciones privadas de D. Jesús Cacho para demostrar que el tema era un complot. El caso más complejo, el del grupo ANTENA 3 TV, mientras que el informativo corto de D. Luis Herrero cargaba contra el Gobernador, el informativo largo del Sr. González Urbaneja no informaba del tema. Y, casualidad o no, poco después ambos eran intercambiados.

J. F. Lamata