12 abril 1996

Hasta ahora Sogecable (Grupo PRISA) había sido el único canal privado que había rentabilizado el fútbol gracias al acuerdo con la Liga de 1990

Estalla la 1ra Guerra del Fútbol: Antonio Asensio (ANTENA 3 / Zeta) adquiere por su cuenta derechos de equipos para rivalizar con PRISA

Hechos

En abril de 1996 D. Antonio Asensio y D. Joaquín Martorell, representantes de ANTENA 3 TV y Grupo Zeta hicieron una oferta a los Equipo de Primera División para que les cedieran sus derechos de emisión de los partidos de fútbol.

Lecturas

LOS CONTENDIENTES DE LA PRIMERA GUERRA DEL FÚTBOL:

 D. Jesús Polanco, presidente del Grupo PRISA, propietario de el diario EL PAÍS y de la Cadena SER y titular de Sogecable (CANAL PLUS) la entidad que hasta ahora había explotado los derechos de emisión del fútbol desde 1990 negociando directamente con la Liga de Fútbol.

 D. Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta y presidente de ANTENA 3 TV. Ha iniciado una negociación directa con los clubs de fútbol de primera división para que una sociedad de su propiedad sea la explotadora de los derechos de emisión del fútbol.

 La cadena pública de Catalunya TV3 que controla el Gobierno autonómico catalán D. Jordi Pujol también puja por mantener los fundamentales derecho de emisión del Fútbol Club Barcelona.

 D. Jaume Roures, que fuera representante de Johan Cruyff, ha hecho también una oferta en nombre de su productora Mediapro a todos los equipos de primera división por sus derechos, aunque difícilmente podrá competir con las del Grupo PRISA o ANTENA 3 TV.

 

11 Marzo 1996

El pastel de la discordia

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Jesús Gil y José María Caneda escenificaron fielmente el pasado viernes el momento actual del fútbol español: un reflejo del lejano oeste, donde las disputas se resuelven a mamporros. Al igual que en el más puro y rancio westem el problema que late de fondo no es otro que un puñado de millones. Un multimillonario botín procedente de la televisión que amenaza con dinamitar el fútbol español. Un pastel que ha engordado considerablemente: en 1990 las autonómicas pagaron 54.000 millones por los derechos de la Liga durante ocho temporadas. Para 1998, cuando expire el contrato actual de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y las autonómicas, una empresa catalana ha ofrecido ya 150.000 millones por sólo seis temporadas.Los grandes -Madrid, Barça, Atlético, Athletic- se sienten agraviados. La pasada temporada el Compostela fue uno de los equipos menos televisados, pero recibió de la pantalla cerca de 201 millones de pesetas, el 25% de su presupuesto. El Barça fue, junto con el Madrid, el más difundido. Cobró 463 millones, el 5% de su presupuesto. Por eso, el grupo de élite se pregunta: ¿por qué si somos los que más audiencia captamos tenemos que repartir tanto? ¿pagaría lo que paga la televisión por una Liga sin nosotros? Su intención es negociar por libre con las distintas cadenas e imponer sus galones.

Los pequeños se defienden: «Sin nosotros no hay Liga». Su política es cristalina: admiten que los clubes de mayor rango cobren más, pero quieren una negociación en bloque.

La respuesta de los poderosos es elocuente. Con lo que reciban en 1998 del nuevo contrato televisivo están dispuestos a liquidar el plan de saneamiento suscrito con la Administración -vigente hasta el 2002 y que concede a la LFP la gestión del dinero televisivo- que para tener las manos libres y luego, si algunos no están de acuerdo, crear su propia Liga. «Qué le importa a la televisión o la quiniela, al Madrid o el Barça, que en Primera División esté el Compostela o Las Palmas», afirmaba recientemente un dirigente de los grandes. «Por tanto», agregaba, «constituyamos nuestra Liga, con diez de los más históricos, e invitemos a otros clubes de capitales importantes que en este momento no estén en la élite». Los grandes tienen otra carta en la manga. Menos drástica. Mantener la estructura actual de la Liga y negociar con una cadena televisiva un acuerdo que vincule exclusivamente a diez equipos, cuyos enfrentamientos serían televisados cada semana. ¿Quién televisaría entonces al Albacete, Racing, Mérida, Salamanca… ?

Algunas cadenas no han sido ajenas a esta guerra. Antena 3 Televisión, excluida del actual contrato entre autonómicas y la Liga, aprovechó el pasado verano la tormenta de la Liga de 22 para irrumpir en el fútbol. A cambió de un apoyo económico a clubes, la cadena de Antonio Asensio perfiló un estrategia para influir en varias entidades y prepararse el camino para la subasta de 1998.

Poco a poco, la operación de Antena 3 comenzó a tener cara y ojos. Joaquín Martorell, un ex comisario que se hizo popular por su intervención en la resolución del secuestro del padre de Julio Iglesias, se puso al frente de un departamento de contrataciones deportivas. Bartolomé Beltrán, accionista, fundador y presentador de la cadena, se adueñó del Mallorca. Y Francisco Escobar, asesor jurídico de la cadena, fue colocado en el Sevilla. Luego echó sus redes sobre Hércules, Valladolid, Salamanca, Mérida, Celta, Sporting y Racing. Sólo en estos dos últimos. casos no pudo echar raíces. En Gijón, la hinchada frustró el acuerdo. con un grupo extranjero, no asturiano». En Santander, a pesar de las visitas de varios emisarios de Antena 3 al despacho del presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, la cadena no tuvo éxito.

Los movimientos de Antena 3 han levantado sospechas. Algunos clubes (Valencia, Compostela) han demandado sin éxito ante la LFP y el Consejo Superior de Deportes una investigación. La Ley de Sociedades Anónimas Deportivas prohíbe a un mismo accionista poseer más de un 1% del capital en más de un club.

Antena 3 también echó el lazo sobre gente del fútbol. Y qué mejor que los intermediarios de jugadores para conocer las interioridades de los equipos. Beltrán dio la pista: «José María Minguella [uno de los agentes más fuertes del fútbol español y gran enemigo de Cruyff] tiene el cargo de asesor deportivo del Mallorca».

En el horizonte también está el cable. En vanas ciudades Antena 3 tiene una estrategia común con Multitel, empresa presidida de Eugenio, Galdón, consejero delegado de la cadena COPE y directivo de Santa Mónica Sports, una empresa de derechos de imagen.

Frente a la estrategia de Antena 3 para quedarse con el fútbol televisado, otras empresas ya han presentado sus ofertas. Curiosamente, la primera llegó de parte del representante y amigo de Johan Cruyff Jaume Roures, ex directivo de TV3 y Doma, que ha ofrecido 150.000 millones por seis años, alrededor de 1.000 millones anuales a cada club de Primera. Silvio Berlusconi ha puesto sobre la mesa de la LFP 17.000 millones por tres años. Mientras llegan más ofertas, Gil y Caneda dan a la televisión un esbozo del gran espectáculo por el que suspiran.

15 Abril 1996

ANTENA 3, PRISA y el fútbol

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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En las últimas horas ha habido mensajes contradictorios sobre la guerra de los derechos del fútbol en televisión. Mientras un portavoz de ANTENA 3 aseguraba haber firmado acuerdos con 15 clubes de primera, sus adversarios del Grupo PRISA difundían una encuesta de urgencia que lo desmentía. Asistimos a un duro pulso por controlar un lucrativo negocio, pero el trasfondo es mucho mayor se trata de dirimir el posicionamiento del poder mediático en el post-felipismo. Banqueros, políticos y el propio sector de la comunicación analizan estos días las alternativas que se derivan del control de ANTENA 3 por Antonio Asensio, presidente de un grupo periodístico en el que, junto con publicaciones del prestigio de la revista TIEMPO, existen otros medios cuya tendenciosidad y sensacionalismo reactivan los peores leyendas en torno a la casa. Nadie discute su meritoria gestión al frente de ANTENA 3 con goles de audacia como el del fútbol, pero la pregunta ha sido formulada en el sentido más literal de la palabra:

«¿Se puede confiar en este hombre?»

16 Abril 1996

El contrato que ofrece Antena 3 a los clubes no garantiza el pago del plan de saneamient

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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La confusión en la batalla por los derechos de televisión aumenta de grado. El contrato de Antena 3 Televisión que obra en poder de numerosos clubes no garantiza a éstos los 21.000 millones que restan del plan de saneamiento -como había anunciado-, sino que les presta un aval. Antena 3 reconoce que los clubes están «sometidos» a dicho plan, que les impide negociar individualmente. Por otro lado, tanto la Televisión de Galicia como TV-3 niegan haber formado una alianza con Antena 3. Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, manifestó que los «acuerdos individuales carecen de legalidad», interpretación que fue contestada por Antena 3.

Los clubes de fútbol que vendan individualmente sus derechos televisivos a Antena 3 Televisión tendrán que pagar de su bolsillo y, de forma inmediata, sus deudas con la Administración. El propio contrato ofrecido por Antena 3 TV a los equipos reconoce que éstos «están sometidos a la normativa y obligaciones que resultan del denominado plan de saneamiento».Pues bien, esa «normativa» aludida por Antena 3 TV se refiere al convenio suscrito en 1990, en virtud de la Ley del Deporte, entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD), que impedía a los clubes «ejercitar» sus derechos de televisión hasta finales del año 2002. Con el dinero de la televisión los equipos tenían que hacer frente al plan de saneamiento, del que hoy faltan por pagar alrededor de 21.000 millones de pesetas.

Antena 3 había anunciado a los clubes que estaba dispuesta a pagar esos 21.000 millones para liberar así a los equipos y que éstos pudieran vender individualmente sus derechos. Pero el contrato de esta cadena privada no menciona ningún pago: «La SOCIEDAD (Antena 3 TV) facilitará al club un aval bancario por cuantía de… millones de pesetas ( … ) para la recuperación inmediata por parte del club de su plena y pacífica capacidad de disposición sobre estos derechos».

Es decir, los equipos tendrán que pagar directamente sus deudas y, en caso de que fuera ejecutado el aval de Antena 3 TV, el contrato de esta cadena prevé una indemnización. La televisión cobraría el equivalente al aval.

Si algún club firma el contrato con Antena 3 Televisión y luego descubre que legalmente no podía haber vendido sus derechos, el canal privado «quedará liberado de cualquier obligación de pago y podrá resolver unilateralmente el con trato».

En este sentido, Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, indicó ayer que «los derechos pertenecen a la LFP y la negociación individual exige liquidar el plan de saneamiento y reformar la Ley». «Eso dependerá de que el próximo Gobierno quiera cambiar la Ley; pero actualmente no se puede hacer», agregó Cortés Elvira.

El contrato propuesto por Antena 3 TV a los clubes es una copia literal en tres cuartas partes del que en su día ofreció Jaume Roures, a través de la empresa Mediapro, y que fue difundido por el presidente del Valencia, Francisco Roig. La oferta de Antena 3 ha sido elaborada por Gestora de Medios Audiovisuales, S A. Esta es la empresa creada por Antena 3 para gestionar la compraventa de derechos audiovisuales y que el pasado 26 de enero pagó 1.500 millones de pesetas al Real Madrid. Gestora de Medios fichó, hace unas semanas al ex gerente del Barcelona Anton Parera.

El contrato que ofrece Antena 3, según la copia a la que ha tenido acceso este periódico, pone en entredicho la política de la cadena que preside Antonio Asensio en los últimos años. A principios de los noventa, Antena 3 y Tele 5 recurrieron al Tribunal de Defensa de la Competencia al considerar que el acuerdo actual de las autonómicas, Canal + y TVE sobre el fútbol televisado vulneraba la libre concurrencia. En 1991, este tribunal falló en primera instancia a favor de Antena 3 y Tele 5 con el siguiente razonamiento: «La cesión de todos los derechos en bloque (emisión en directo de partidos de Liga y Copa, diferidos y resúmenes) constituye una restricción de la competencia entre los operadores de los canales de televisión».

Antena 3, que aplaudió públicamente la decisión del tribunal, expone ahora en su contrato ofrecido a los clubes que éstos deben firmar la cesión en exclusiva y en bloque» de todos sus derechos audiovisuales. Curiosamente, también obliga a los clubes a abstenerse de «ceder o reconocer cualquier poder de mediación o disposición de los organismos deportivos o de cualquier otra naturaleza (Federación Española de Fútbol o LFP) respecto a los derechos objeto de este contrato». Así, no sólo suplanta buena parte del poder de’ los organismos oficiales sino que en otro punto del contrato se otorga la competencia exclusiva sobre los horarios de la competición.

Antena 3 no parece muy dispuesta a esperar la finalización del actual contrato del fútbol, que vence en 1998. En su actual oferta a los clubes intenta dejar una puerta abierta a la posibilidad de que los equipos rompan el contrato actual con. las autonómicas, Canal + y TVE. Pero los expertos jurídicos consultados por EL PAÍS aseguraron tajantemente la imposibilidad legal de romper ese con trato. Además, cadenas autonómicas como TVG y TV3 afirmaron ayer que no tienen ningún acuerdo de presente o futuro con Antena 3 y expresaron su disposición a cualquier tipo de pacto. Lluis Oliva, director de TV-3, apostilló: «Creo que al final habrá fútbol para todas las televisiones».

Ni avales ni anticipos…

«Es un contrato más leonino que el que nos presentó hace un par de meses Jaume Roures, en representación de la empresa Mediapro», dijo el presidente del Valencia, Francisco Roig, a sus compañeros el pasado viernes en la Liga Profesional. Ayer, más de un presidente de Primera División recordó la advertencia.Roig aprovechó la oportunidad para entregar formal y oficialmente el contrato en la Liga por si interesaba su negociación y, al mismo tiempo, avisó: «Como se puede comprobar es un contrato prácticamente idéntico en el contenido, pero con detalles muy importantes que no podemos pasar por alto».

«Básicamente el contrato de Antena 3 es igual que el de Roures, aunque empeora en los matices», aseguró el presidente de uno de los clubes incluido en el cupo de modestos por la cadena televisiva a la hora del reparto. «Por lo menos la oferta de Mediapro, además de garantías, avales y anticipos, me asegura 1.000 millones de pesetas por temporada. Ahora me prometen un mínimo de 800», explicó este directivo que prefirió ocultar su identidad ante el temor de posibles represalias. Varios presidentes de clubes, como los del Albacete, Salamanca, Valladolid, Mérida, Athletic, Sporting, Real Sociedad y Celta, entre otros, señalan que deben estudiar a fondo la decisión que adopten por las consecuencias jurídicas en que pueden incurrir. Sus dirigentes reconocieron ayer llamadas telefónicas de representantes de Antena 3 para urgir la firma de su contrato. «Antena 3 quiere ser Dorna [la empresa que ganó el concurso del actual contrato de televisión del fútbol y revendió a la semana siguiente con un beneficio de 500 millones] y para ello está jugando con los cromos del Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. Además, se está aprovechando de aquellos clubes en cuyas autonomías no existen cadenas propias para ejercer presión», dijo otro presidente.

La Federación de Fútbol, que prefirió la oferta de TVE sobre la de Antena 3 por los partidos de la selección, también está a la expectativa del desenlace sobre la venta de los derechos de televisión. «No vamos a pronunciarnos por ahora. Lo haremos cuando llegue el momento, cuando tengamos todos los datos sobre este asunto», declaró su secretario general, Gerardo González.

31 Julio 1996

Asensio intentó revender a Canal + los contratos del fútbol televisado de su cadena

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Antonio Asensio, presidente de Antena 3, gestiona la reventa de los derechos de televisión de los clubes con los que ha firmado contrato, según anunció la cadena SER. La emisora adelantó en la noche de ayer que hace 20 días Asensio ofreció vender esos derechos a Canal + a cambio de 31.800 millones y que hace una semana rebajó esa cantidad a 16.000 millones. La cadena radiofónica indicó también que los contactos para dicha reventa han sido encomendados a un bufete de abogados de Barcelona, uno de cuyos integrantes es el conocido político catalán Miquel Roca i Junyet.

Carlos Abad, director general de Canal +, aseguró ayer que conocía la noticia, pero que, al tratarse de una cuestión delicada, prefería no facilitar demasiados detalles. «En el pasado hubo ofertas en el sentido de que se ha hablado, y no sólo a nosotros», se limitó a decir el dirigente de Canal +.Antena 3, según los clubes que han firmado contratos con la cadena televisiva, cuenta con los derechos de ocho equipos de Primera División: Atlético de Madrid, Real Madrid, Sevilla, Betis, Sporting de Gijón, Valladolid, Hércules y Extremadura; y 11 de Segunda: Mérida, Mallorca, Ecija, Salamanca, Villarreal, Leganés, Almería, Toledo, Alavés, Badajoz y Levante. Los clubes de Segunda División han contratado un promedio de 150 millones de pesetas cada uno por temporada, mientras que en Primera División las cifras van desde los 3.000 millones de pesetas que ha conseguido el Real Madrid a los 700 tan sólo que logró el recién ascendido Extremadura.

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, uno de los clubes que ha vendido sus derechos televisivos a la empresa Gestora de Medios, de la que uno de sus accionistas es Antonio Asensio, manifestó con ironía en la SER: «Me suena a estafa o algo parecido. ¿no? Me suena a bonito». El propietario del Atlético señaló que conocía con anterioridad el comentario y la interpretó como que «se lleva vender una noticia como ésa para desestabilizar la situación». «Hoy [por ayer] he hablado con Asensio y me ha asegurado que sacará adelante el contraro que ha firmado con nosotros. Para Asensio, además, 15.000 millones, puede ser una propina».

Un consenso

Joan Gaspart, uno de los vicepresidentes del Barcelona, explicó que este asunto no afecta a su club. Y argumentó su afirmación en que los derechos televisivos del Barça no pertenecen a Antena 3 sino a un canal autonómico: «En su día firmamos el contrato con TV-3 y es esta cadena la que: tiene los derechos de televisión, de los partidos de nuestro equipo». «Como puede ver», añadió el vicepresidente del club azulgrana, «éste es un tema que no nos afecta».

Joan Gaspart, en cualquier caso, aprovechó la oportunidad para asegurar: «Pienso que este asunto va más allá del fútbol y no me gusta que pueda ser un negocio que exceda del ámbito futbolístico. Lo interesante sería que las cadenas de televisión se pusiesen de acuerdo para arreglar este problema». Abogó, pues, por el consenso entre las televisiones.

José María Arrate, presidente del Athletic de Bilbao, club que tiene vendidos sus derechos a Euskal Telebista -que a su vez llegó a un acuerdo de cooperación con Canal + -, insistió en que no le parece «lógica» la reventa de unos derechos de fútbol, «aunque Asensio pueda tener competencia para ello».

12 Agosto 1996

Liga sin principio

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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EL FÚTBOL español huye de la atonía, le gusta el ruido, se alimenta de la polémica, dentro y fuera de los terrenos de juego. La pasión que es capaz de despertar entre los millones de aficionados es su combustible, su fuente de riqueza. Cierto. Pero de esa necesidad ha hecho un vicio. Tanto que los clubes han ampliado la temporada y convertido agosto en un mes hábil. De un año a esta parte, éste es el mes propicio para las guerras del fútbol, en competencia con los tradicionales torneos de verano.Hace un año, los descensos administrativos del Celta y el Sevilla y los consecuentes ascensos del Albacete y el Valladolid pusieron en pie de guerra a ciudades, alcaldes y, finalmente, al Gobierno, Hoy, la mitad de los clubes de Primera División han anunciado su diposición a no aceptar trágalas imposibles ni a permitir que su libertad de acción perezca a manos de oscuras maniobras. El origen de este nuevo conflicto veraniego es la denominada guerra televisiva. Los derechos de retransmisión del fútbol han experimentado un espectacular incremento en toda Europa ante las nuevas posibilidades que brinda la televisión. Sin embargo, mientras en el resto de Europa la competencia entre las televisiones ha podido resolverse de forma ordenada, en España -donde el precio de los partidos televisados es el mayor del mundo en términos absolutos- ha surgido un modelo único y, por lo que se ve, disparatado.

El panorama es desconcertante. Existe un contrato en vigor que caduca en 1998, cuyos derechos pertenecen a las cadenas autonómicas (para un partido en abierto los sábados) y a Canal + (un partido codificado el domingo), y una ensalada de difícil digestión de contratos individuales durante los cinco años que van de 1998 al 2003. Unos clubes han firmado con Antena 3, otros con Canal +, y un tercer bloque, con determinadas autonómicas. Armonizar este complejo galimatías ya es difícil, pero el asunto se ha complicado al tratar unos clubes de imponer al resto la aplicación inmediata de esos acuerdos a cinco años a partir del próximo 31 de agosto, olvidando incluso los problemas legales subyacentes a la existencia de un contrato en vigor.

La mitad de los clubes de Primera División está dispuesta incluso a retrasar el comienzo de la Liga, dada la grave situación creada en el seno del organismo, sometido al diktat de instituciones que no forman parte del contrato vigente. La Liga Profesional ha perdido toda capacidad de poner orden. Las decisiones se toman al más puro estilo asambleario, sin orden ni concierto, sin atender siquiera sus consecuencias legales. Es el imperio de la mayoría simple ajena a cualquier ordenamiento legal. Se decide abrir un contrato sin consultar a las partes; se aprueba jugar un partido los lunes sin considerar que toda reforma del calendario necesita antes el referendo de la Federación de Fútbol, que ahora se muestra dispuesta a mediar. Es el fútbol en la frontera de la ley. Pero si el fútbol no sabe hacer buen uso de las emociones que es capaz de despertar, será necesario que la sociedad se proteja de ello.

La amenaza de que la Liga no comience el 31 de agosto pondrá a prueba el talante no intervencionista del Gobierno. El nuevo secretario de Estado para el Deporte, Pedro Antonio Martín, y la ministra del ramo, Esperanza Aguirre, consideran el fútbol profesional como una actividad entre empresas privadas y, por tanto, susceptible de que ellas mismas arreglen sus conflictos. ¿Podrá el Gobierno resistir sin pestañear que no comience la Liga de fútbol? ¿Será capaz de contemplar impávido cómo se vulnera la legalidad aplicando el rodillo de una mayoría impuesta desde fuera de la Liga?

Las cadenas de televisión no deben dictar la política futbolística. El fútbol profesional debe recuperar, urgentemente, su soberanía perdida. Son los clubes quienes han de tener la capacidad de decisión sobre su futuro, y las cadenas han de limitarse a lograr, sin imposiciones que no les corresponden, la obtención de los derechos que permitan su retransmisión. Unos y otros han de actuar con el obvio respeto alas leyes y a los contratos en vigor. Sólo así podrá conseguirse, un ordenamiento sensato del mundo del fútbol.