Eugenio Suárez utiliza su revista SÁBADO GRÁFICO para hacer campaña contra el hombre que le quitó a su esposa

El día 15 de junio, a las 10.30 de la mañana, declaraba el periodista Eugenio Suárez Gómez en el juzgado de instrucción número 11, de Madrid sobre las informaciones que ha publicado el semanario SÁBADO GRÁFICO acerca de un presunto fraude inmobiliario realizado por las empresas Covinosa, Itesa-Rioja e Itesa-Cantabria. Una vez evacuados los trámites procesales ante los abogados de estas sociedades y dentro del recinto judicial, Eugenio Suárez fue agredido por el presidente de las empresas periodísticamente denunciadas y por otras personas, entras las que se encontraba una mujer. La agresión fue presenciada por numerosas personas e incluso tuvo de ello conocimiento inmediato personal y directo, el propio magistrado titular don César Uriarte López, quien ordenó la detención de José Antonio Fernández Bobadilla y María Teresa Lázaro Núñer por escándalo público y lesiones, poniéndose a disposición del juez de guardia. La abogada María Luisa González G. Pando, el letrado Pedro Romero Requejo y las 25 o 30 personas que presenciaron la agresión han testimoniado ya o están dispuestos a testimoniar sobre los hechos referidos.

Las diligencias preliminares las llevó a cabo el propio magistrado-juez de instrucción, quien las pasó con los detenidos al juez de guardia, que tal día era el del número 7, don Epifanio Legido López.

El periodista Eugenio Suárez tuvo que ser atendido de sus lesiones por el médico forense, que se reservó el pronóstico.

La anunciada subasta de las cabeceras de EL CASO, ‘Velocidad’ y ‘Aire Libre’ se encuentra apelada y no tiene, en absoluto, relación con este tema, sino con pleito particular del periodista con la que fue su esposa. Son puramente fantásticos e imaginarios los supuestos derechos de esta señora sobre la propiedad de EL CASO, SÁBADO GRÁFICO, ‘Velocidad’… etc; Publicaciones que tiene treinta y dos años, veintisiete y veinticinco años de antigüedad, respectivamente, y por tanto, bienes privativos e indiscutibles de Eugenio Suárez. Todos estos extremos son de fácil comprobación en las fuentes judiciales citadas. Ante la Audiencia Provincial de Madrid y la Fiscalía General del Estado se encuentra pendiente la defintiiva definición delictuosa denunciada por el semanario SÁBADO GRÁFICO.

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Enredado como un manojo de cerezas, tuve pleitos con el que se convirtió en el segundo esposo [Fernández de Bobadilla] de la segunda mujer (tras largo concubinato, lo que parecía ser hábito empecinado). Los hubiera habido, de todas maneras, pues las iniciales tropelías por estafa y fraude eran denunciadas con imparcialidad por SÁBADO GRÁFICO. Este individuo, que ha arrasado y destruido cuanto tenía delante, fue uno de los peones colaboradores del tipo que se haría famoso después: Luis Roldán, el primer director general paisano de la Guardia Civil. Denunciamos, entre muchas otras cosas, el incumplimiento y abandono de las obras de la casa-cuartel de Ampuero (Santander), sin que se sobresaltaran un juez ni un político, se llegó a formar una asociación de afectados por un continuado fraude inmobiliario con ramificaciones en la Rioja natal del sujeto y en Cantabria. Quizá pro contagio venéreo de la esposa siguiente, entró a saco en el mundo editorial y acabó con un periódico de tanta solera como LA GACETA DEL NORTE de Bilbao y hundió uno de los diarios más prósperos que tuvo la prensa del Movimiento: ALERTA, de Santander. Al parecer pasó, con otros miembros de su familia política, de cómplice a denunciante y confidente.

En fin, como se ve, mis experiencias no fueron precisamente gratas, ni siquiera justas, salvo algunos pleitos, generalmente ganados por Stampa Braun.