4 septiembre 2020

Fin definitivo de Bankia: Será absorbida por CaixaBank

Hechos

  • El 4 de septiembre de 2020 la Comisión Nacional del Mercado de Valores anunció oficialmente el inicio del proceso de fusión por absorción de Bankia por Caixabank que será autorizado por sus consejos de administración el 17 de septiembre de 2020.

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El 4 de septiembre de 2020 la Comisión Nacional del Mercado de Valores anunció oficialmente el inicio del proceso de fusión por absorción de Bankia por Caixabank que será autorizado por los reguladores el 17 de septiembre de 2020.

Este proceso pondrá fin definitivo a la marca ‘Bankia’ y también echa por tierra el deseo de Unidas Podemos y el vicepresidente D. Pablo Iglesias Turrión de la creación de una banca pública.

D. José Ignacio Goirigolzarri Tellaeche, hasta ahora presidente de Bankia, pasa a ser el presidente de CaixaBank.

Los poderes ejecutivos se concentrarán en la figura de D. Gonzalo Gortázar Roteche, consejero delegado de CaixaBank y también presidente del comité de dirección de CaixaBank.

El primer accionista de CaixaBank es la Fundación Bancaria La Caixa que, bajo la presidencia de D. Isidro Fainé Casas, controla el 40% del capital. El segundo accionista, a gran distancia es el fondo de inversión BlackRock con un 3,2%, al que sigue el fondo de inversión Norges Bank.

05 Septiembre 2020

Fusión ventajosa

EL PAÍS (Director: Javier Moreno Barber)

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Bankia y CaixaBank aportan al unirse más solidez al sistema financiero español

Sopesadas ventajas e inconvenientes, cabe concluir que la fusión que CaixaBank y Bankia están explorando resulta favorable para la economía española. Con independencia de los resultados para los accionistas de ambas empresas y con la información hoy disponible, la hipotética desventaja en función de reducción de la competencia de una operación tan singular se ve superada por la ganancia partiendo de la estabilidad del conjunto del sistema financiero.

Las economías de escala y sinergias de diversa naturaleza son las que han motivado a ambos bancos a contemplar una operación que ya fue intentada en 2012, pero que quizás ahora encuentra un entorno más propicio. Ambas entidades disponen de una clara tradición de banca al por menor, de atención a familias y pequeñas y medianas empresas y, si las negociaciones prosperan, además de conformar el mayor banco en España, conseguirán una implantación geográfica que también será la más amplia del sistema. No será fácil ni poco costosa la reducción del número de oficinas y de trabajadores que la racionalidad de la fusión exigirá.

Las operaciones de integración bancaria venían siendo sugeridas por los supervisores como una de las condiciones necesarias, pero de ningún modo suficientes, para mejorar la rentabilidad de esa actividad de intermediación. El problema es el mismo en el conjunto de la eurozona y se refleja desde hace tiempo en unas cotizaciones bursátiles históricamente bajas, significativamente inferiores al valor contable de los bancos. En esas cotizaciones se ve no solo la rentabilidad declinante por unos tipos de interés históricamente bajos o el ascenso de la morosidad consecuente con la recesión en curso, sino también factores estructurales como la competencia de operadores más intensivos en tecnología digital, sin las restricciones regulatorias de los bancos convencionales.

En esta operación, los intereses de los accionistas pueden coincidir con los de la ciudadanía en general si las autoridades toman en consideración algunos aspectos esenciales. La preservación de la competencia es el más importante, para no caer en situaciones propias de poder de mercado. De ello, en todo caso, tendrán que velar de forma continua los supervisores, así como por la provisión suficiente de servicios financieros en toda la geografía española. Otro de los aspectos que habrán de atender las autoridades es la defensa de esa condición de accionista de Bankia que tiene el Estado, donde mantiene a través del FROB el 62% del capital. Con la fusión, las probabilidades de recuperación de los 21.000 millones de euros de aportación neta a su rescate son algo mayores que antes. La mera reacción de los mercados de acciones al anuncio ha elevado ese valor. El interés general también podría quedar satisfecho desde el punto de vista de una mayor solidez de conjunto del sistema financiero, de reducción de las probabilidades de tensiones en un contexto económico y financiero global ciertamente complicado.

Una ventaja no menor para el conjunto de la economía española es también la contribución a una mayor cohesión territorial y al fortalecimiento del propio mercado interior. Barcelona, Madrid y Valencia, donde ambas entidades tienen su sede social, podrán conformar un eje de importancia esencial, también en la industria de servicios financieros, del que se beneficiaría el conjunto de la economía española.

18 Septiembre 2020

Una fusión a la medida de España y Europa

ABC (Director: Julián Quirós)

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La fusión por absorción de Caixabank a Bankia lanza al exterior un mensaje de sensatez financiera, alejado del sectarismo que Unidas Podemos trata de introducir en los planes del Gobierno

A la espera de que los nuevos presupuestos del Estado -o al menos su borrador, aún inédito- revelen y documenten las verdaderas intenciones económicas del Gobierno, la fusión por absorción de Caixabank a Bankia, alentada desde el interior del Ejecutivo, juez y parte de esta operación, lanza al exterior un mensaje de sensatez financiera, alejado del sectarismo que Unidas Podemos trata de introducir en los planes del Gobierno. Pendiente de recibir los fondos europeos acordados en la cumbre del pasado julio, España se adelanta a sus socios comunitarios al asumir las recomendaciones del BCE, que desde hace años insiste en acelerar y completar el proceso de concentración bancaria como salvavidas de un sector herido por los bajos tipos de interés, la crisis de su modelo tradicional de negocio y los excesos regulatorios.

La entidad surgida de la fusión de Caixabank y Bankia, la mayor de España por activos, se sitúa en una clara posición de ventaja para canalizar los recursos que el Estado tendrá que administrar y repartir cuando lleguen las ayudas comunitarias. Frente a la injerencia pública y la contrarreforma, cualquier gesto liberalizador va a favorecer el flujo económico que necesita España.

Como primer inversor de Bankia, a través del FROB, el Estado diluye su presencia en la nueva entidad financiera, de cuya participación, ya marginal, tendrá que deshacerse. Lo hará con notables pérdidas y para dejar atrás la anomalía que representaba, como consecuencia del rescate de Bankia, su presencia mayoritaria en un banco cuya letra pequeña aún revela su naturaleza pública. Pierde Unidas Podemos, cuyo intervencionismo queda neutralizado, y gana España, con un sector financiero, aún sometido a un traumático proceso de mudanza, que sale fortalecido y que resulta más presentable ante los socios de la UE.

19 Septiembre 2020

CaixaBank y Bankia: una fusión exitosa

EL MUNDO (Director: Francisco Rosell)

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EL ACUERDO definitivo con el que se ha sellado la compra de Bankia por parte de CaixaBank supone la rúbrica de una operación pertinente, bien consensuada y pergeñada, ante las urgencias de un sector que no es ajeno a la crisis económica y que necesita buscar estrategias que le permitan llevar a cabo ajustes financieros de calado. La adquisición reponde a este objetivo. Y dará lugar a un gigante bancario de primerísimo nivel en España que estará en condiciones de marcar a otros el camino a seguir para lograr la mayor rentabilidad posible en un contexto difícil. Ahí está ahora la principal meta del ente resultante, en el que la Fundación La Caixa se mantendrá como el accionista de referencia, controlando el 30% del capital del nuevo banco, y el Estado el 16% a través del FROB, cuyo objetivo debería ser completar su salida a medio plazo.

La operación ha sido, desde el punto de vista bancario, un éxito muy bien fraguado por el grupo de origen catalán, que pasa así en pocos años de un intento de fusión casi entre iguales en 2011 a absorber Bankia para poder afrontar la crisis. Compras, integraciones entre entidades, colaboraciones nacionales o buscando más allá de nuestras fronteras son movimientos guiados por el pragmatismo a la hora de afrontar un escenario económico peliagudos. Se avecinan picos de morosidad que están todavía por llegar a lo más alto, un parón en la demanda de crédito, cierre masivo de empresas.

La operación deja también alguna consecuencia amarga. Está el previsible ajuste laboral. Y también el hecho de que, en su día, el Estado tuviera que lanzar un enorme salvavidas para salvar los depósitos de esas cajas hundidas por la gestión de políticos corruptos. La venta de Bankia es casi el último intento de recuperar parte de lo entonces destinado. Y aunque cualquier otra solución hoy habría sido peor, lo que vuelve a las arcas públicas es ínfimo comparado con lo que salió.

21 Septiembre 2020

Isidro Fainé

Luis María Anson

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HIJO de campesinos iletrados, Isidro Fainé creció en una casa sin agua ni electricidad. A los 13 años trabajaba en una tienda de reparación de bicicletas. Hoy, tras la magistral operación financiera de todos conocida, que ha realizado en silencio sin un aspaviento ni la menor presunción, está ya al frente del mayor Banco de España. Tobías Buck escribió en el Financial Times que «es el silencioso motor de España».

Ojos de centinela, trabajador sagaz e incansable, Isidro Fainé supo evadirse siempre de las zahúrdas políticas y de las entumecidas palabras de tantos pavos reales que exhiben sus colas en nuestra sociedad. Catalán hasta la médula y, por eso mismo, español de corazón, heredó de sus padres la honradez y la devoción por el trabajo bien hecho. Para mi forma de entender la vida, la mejor obra de Isidro Fainé es la Fundación La Caixa, que se dedica a la atención social y al estímulo de la cultura. La ha convertido en la tercera institución del mundo en su género, tras la Gate Foundation estadounidense y la británica Well-come Trust. Dispone de unos activos que superan con creces los 20.000 millones de euros y de un presupuesto anual para sus objetivos asistenciales y culturales por encima de los 500 millones. Solo en 2018, la Fundación impulsó más de 50.000 actividades con 15 millones de beneficiarios. Es, además, y con diferencia, el primer programador cultural privado de España.

La milmillonaria Isabel dos Santos, hija del dictador de Angola, pretendió cegar la entrada en Portugal de Isidro Fainé, símbolo de la libertad y la solidaridad en el mundo empresarial. Fue derrotada y recuerdo que en una cena con mi inolvidado amigo José Saramago, el Premio Nobel me dijo: «Gana La Caixa, gana Cataluña, gana Portugal, gana España». Durante la «crisis bancaria», que fue en realidad la crisis de las Cajas, administradas la mayoría por políticos ineptos, Isidro Fainé integró a ocho de ellas y ha coronado su gran obra incorporando ahora a Bankia, la antigua Caja de Madrid.

El autor de La balsa de piedra soñaba con una Península Ibérica que navegara siempre hacia América, destino histórico de España y Portugal. Isidro Fainé, en fin, está al timón de esa nave, puente entre Europa y el mundo iberoamericano, bien asistido por sus alfiles Gonzalo Gortázar y José Ignacio Goirigolzarri al frente del nuevo Banco; y por Antonio Vila en la dirección de la Fundación La Caixa.

 

Luis María Anson