18 julio 2000

Arrebatar al jugador Figo al Barça, principal baza de campaña del ganador Figo

Elecciones Real Madrid 2000: Florentino Pérez desbanca a Lorenzo Sanz de la Presidencia gracias al voto por correo

Hechos

D. Florentino Pérez ganó las elecciones para la Presidencia del Real Madrid celebradas el 16.07.2000

Lecturas

D. Lorenzo Sanz ocupaba la presidencia del Real Madrid desde la dimisión de D. Ramón Mendoza en noviembre de 1995. En 1996 fue ratificado como presidente del Real Madrid al no presentarse ningún rival.

En el año 2000 D. Lorenzo Sanz se sometió a un proceso electoral confiando en su victoria después del triunfo internacional del club blanco. Su principal rival fue el empresario D. Florentino Pérez, que ya había sido candidato en las elecciones anteriores, en febrero de 1995, en las que fue derrotado por el Sr. Mendoza.

Ahora el resultado ha sido favorable para él:

CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA DEL REAL MADRID:

1995FlorentinoPerez D. Florentino Pérez – 16.469 votos (55%)

lorenzo_sanz D. Lorenzo Sanz – 13.302 votos (44%)

RAMÓN MENDOZA CELEBRA EL TRIUNFO DE FLORENTINO PÉREZ

Mendoza_Florentino Entre los que más felicitó efusivamente a D. Florentino Pérez tras su victoria fue el ex presidente del Real Madrid D. Ramón Mendoza (que fuera enemigo del Sr. Pérez en las elecciones de 1995), pero que ahora estaba con él por la animadversión que le despertaba su sucesor, D. Lorenzo Sanz, al que el Sr. Mendoza acusó de ser ‘un traidor y una mala persona’.

Florentino2000

LA GRAN BAZA  DE FLORENTINO: EL FICHAJE DE FIGO

PortadaFigo2000_2 D. Florentino Pérez prometió durante su campaña que si ganaba las elecciones a la presidencia del Real Madrid ficharía a D. Luis Figo, que por aquel momento era el jugador estrella del Fútbol Club Barcelona, promesa que causó un gran revuelo y que D. Florentino hizo efectiva tras ganar la contienda electoral.

LAS SIGUIENTES ELECCIONES: 2004.

Las siguientes elecciones a la presidencia del Real Madrid se celebrarían en 2004 con los mismos candidatos: D. Florentino Pérez y D. Lorenzo Sanz.

12 Julio 2000

"Estoy seguro de que Florentino no ganará las elecciones"

Paco González

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Sr. Paco González: No, no lo creo, no porque no crea a Florentino, sino porque estoy seguro de que no va a ganar las elecciones, y no ganando las elecciones esa promesa se puede entender de dos maneras: como un brindis al sol o como una sana declaración de intenciones. Creo sinceramente que Florentino lo haría, pero también creo que lo dice desde la desesperada posición del que siente que va a perder de manera irremediable.Por eso, Tomás [Guasch], hazme caso, Pérez no podrá cumpir con su palabra y los socios pagarán como que tú te apellidas Guasch y como que Figo le va a sacar a Joan Gaspart el Miniestadi y parte del Palau de Hielo. Por cierto, ya prometo uqe si soy presidente del Madrid el próximo lunes rejuvenezco a Maradona. Dime, Guasch ¿estoy mintiendo o no?

17 Julio 2000

El hombre que aprendió de sus errores

Santiago Segurola

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Durante los primeros días que sucedieron a la convocatoria de elecciones, Lorenzo Sanz estaba convencido de que nadie se presentaría a disputarle la presidencia. Creía que la octava Copa de Europa tendría un efecto disuasorio sobre la oposición. Todas las miradas se dirigieron a Florentino Pérez, ingeniero de Caminos, antiguo concejal del ayuntamiento de Madrid, presidente de la constructora ACS y rival de Ramón Mendoza en las elecciones de 1995. En aquella ocasión, perdió su oportunidad por apenas 600 votos. Su derrota se produjo en el voto por correo, donde fue superado con una claridad aplastante por Mendoza. Florentino Pérez no olvidó el detalle. Tampoco olvidó la importancia del populismo en el fútbol. Se había presentado con un programa en el que censuraba la actuación económica del Madrid y la degradación institucional. Los socios mostraron su hastío por la situación del club y evidenciaron su rechazo a un modelo que agonizaba.Pero Mendoza resistió el acoso y se aprovechó de la excelente temporada de aquel Madrid de Valdano -con un 5-0 al Barça por el camino- para mantenerse en el poder. Florentino aprendió en aquella campaña electoral que el programa no es suficiente. El fútbol es un territorio bastante refractario a las grandes palabras, pero muy agradecido con las pasiones, las cábalas, el material de tertulia, la letra pequeña que Florentino Pérez no había descubierto en aquellas elecciones.Durante cinco años, atendió minuciosamente a todas las señales que le llegaban de un club en estado permanente de crisis. Lo hizo discretamente. Se sabía que estaba a la cabeza de la oposición, pero nunca salió de la sombra. No era suficiente que le reclamara una buena parte del madridismo. Si alguna vez se presentaba, lo haría para ganar. Y esto no sucedería con un ejercicio impetuoso. No va con el estilo de un hombre al que se acusaba de falta de carisma. Moderado en sus apariciones públicas, hasta monocorde, sin el nervio de los presidentes al uso en el fútbol español, Florentino decidió no actuar hasta que estuviera convencido de su triunfo.

Después de la conquista de la octava Copa de Europa, no parecía el momento propicio para enfrentarse a Lorenzo Sanz. Los sectores más contrarios al presidente urgieron a Florentino Pérez a presentarse. Durante dos semanas no dijo nada. «Soy un pecho frío. No me dejo llevar por las emociones», confesó a sus íntimos. Mientras tanto, hizo sondeos y echó cuentas. Los resultados le cuadraban. La victoria era posible, siempre y cuando no repitiera los errores. Contra las previsiones de Sanz, Florentino Pérez se presentó. Con un programa, con Figo, con su populista propuesta de pagar las cuotas en caso de que no llegara el portugués, y con un mazo de votos por correo. Había aprendido de sus errores. Y ha ganado.

17 Julio 2000

Los socios quieren algo más que resultados

MARCA (Director: Manuel Saucedo)

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Florentino Pérez, bienvenido. Usted hace el decimocuarto presidente en la historia del Real Madrid, sí finalmente los datos oficiosos se confirman como oficiales. Así lo han querido los socios, nos da igual el margen de diferencia y para nosotros es suficiente. Esta bienvenida de momento, no lleva implícito el reclamo de sus promesas electorales que estamos seguro intentará cumplir, pero sí nos invita a todos a hacer una reflexión profunda de lo que ahora quien y necesitan los socios de un presidente.

Si fuera por los resultados deportivos, Lorenzo Sanz hubiera sido invencible en las urnas en muchísimos años. Ahí están sus dos Ligas de Campeones, su intercontinental, la Liga… un brillante historial dificilísimo de igualar, pero el socio, si tenemos en cuenta sus votaciones, ha hecho una lectura distinta y, aunque ha agradecido a Sanz sus éxitos deportivos , no le ha apoyado mayoritariamente porque entiende que el Real Madrid, además de títulos necesita mejorar otra muchas cosas: económicas, sociales, organizativas.

El día de ayer se recordará no sólo por la fecha en la que ganó Florentino Pérez,l a presidencia del Madrid, sino por la que el socio de un club de fútbol no dio prioridad, a la hora de tomar una decisión electoral, el que entre o no entre la bolita. Los títulos deportivos, que han sido importantísimos, no han pesado lo suficiente y esto quiere decir algo. Se produce un antes y un después con esta decisión electoral. Ganar títulos ya no es suficiente para que un presidente sea aceptado, ahora se pide mucho más. Y eso sí es una sorpresa, porque hasta ahora seguía vigente aquello de que mientras se gane vale todos. Pues bien, desde hoy ya no. No se le pueden pedir más éxitos deportivos a Lorenzo Sanz de los que ha conseguido pero ayer los socios, ésos que han disfrutado con la séptima y la octava, han dicho que prefieren otro presidente. ¿Qué está pasando en el fútbol? …qué los aficionados necesitan algo más que sumar tres puntos todos los domingos y esto, aunque piensen que no va a con ellos, también debe poner en alerta a los presidentes propietarios. Es decir a los que son los dueños de las S. A. D. Las aficiones no entienden de acciones ni de consejos de administración, pero sí de un club organizado, serio, que sabe ganar y perder, con un plan de futuro, que no gasta dinero inútil en jugadores y entrenadores, que todos sudan la camiseta… en fin, esos valores que, además de ganar, entendemos todos, y nos sumamos, debe tener un club de fútbol. Este deporte tiene mucho de negocio, pero que no se le olvide a nadie: es algo mucho más importante para nuestra sociedad que un negocio. Es toda una filosofía que ya no pasa sólo por meter goles.

Desde MARCA el 5 de marzo de 1999, pedimos la regeneración del madridismo. Y le pedíamos a Lorenzo Sanz como presidente que se pusiera a la cabeza. Ya había ganado una Liga, la primera Copa de Europa y la intercontinental, pero detectábamos en la masa social madridista un inconformismo absoluto. Las muestras de protesta en las gradas, la pérdida de imagen en el campo y en los despachos, añadido a la poca asistencia media a los partidos, hacía pensar que el madridismo estaba cansado y en crisis. Lorenzo Sanz y su equipo dio pasos de mejora en este sentido, pero absolutamente insuficientes.  Prueba de ello es que los socios no le han votado mayoritariamente. MARCA entiende como un acto de madurez del madridismo – de su masa social que es la que tenía derecho a voto – el haber mantenido sus ganas de cambio pese a la última Liga de Campeones.

Los socios han puesto a Florentino como presidente buscando en él algo más que títulos, aunque también se los van a exigir. Necesitan recibir otras sensaciones desde el palco. Hoy Florentino Pérez vive uno de sus ´dias más felices y tampoco es el día de repasar los deberes, pero lo que tiene que tener claro es que el socio no olvidará sus promesas y que solo ganando, no podrá seguir al frente después de los cuatro años de mandato. O impone un nuevo estilo desde el primer día o habrá fracasado porque el madridismo, insistimos

Señor Pérez, le deseamos mucha suerte que, en este del fútbol, también es necesaria.

17 Julio 2000

Florentino tiene alto el listón

Alfredo Relaño

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Ganó Florentino y hay que felicitarle. Aunque encuentro muchos reproches que hacer a su campaña (y se los he hecho), lo cierto es que el socio le ha votado. Han sido unas elecciones extrañas, con un uso desproprocionado del voto por correo, y que mueven a alguna reflexión para el futuro. Pero eran unas elecciones en julio por decisión de Sanz y Florentino las encaró desde la estrategia del voto por correo, y en eso ha hecho bien. Pese a que su campaña deja cierto tufillo a el fin justifica los medios, es una victoria indiscutible, y como tal hay que saludarla.

Y ahora cabe esperar que sea un buen presidente del Madrid. Desde luego, tiene el listón muy alto, porque sucede a un hombre que, se quiera reconocer o no, devolvió por fin al Madrid al primer plano europeo, con el que había estado soñando el madridismo durante toda una generación. Además, Florentino tiene el listón de sus propias promesas. Desde ya mismo van a empezar a preguntarle por Figo o por la condonación de las cuotas. Y luego por Zidane. Y luego por Beckham. Y luego por la Ciudad Deportiva. Y luego por las escuelas de fútbol en Suramérica. Y luego por el nuevo organigrama técnico. Y por la deuda, que se supone que saneará en cuatro años.

En cuanto a Sanz, hay que decirle adiós con simpatía. Si ha perdido las elecciones pese a tener tan reciente la Copa de Europa, ha sido porque la fuerza que tenía enfrente era descomunal. Pero puede irse tranquilo. Pese a su estilo desordenado, deja atrás lo que deja. Su periodo no será recordado por la heterodoxia financiera ni por el baile de entrenadores. Será recordado por la reconquista efectiva de Europa.

Alfredo Relaño

18 Julio 2000

Real Madrid: La información vence al forofismo cutre

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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La victoria de Florentino Pérez, o más bien la derrota de Lorenzo Sanz, no deja de tener cierto paralelismo con hechos de mayor significado acaecidos en estos últimos años en nuestro país. No en balde el estilo mafioso y caciquil del ya ex presidente blanco ha contado con el interesado apoyo del mismo grupo de comunicación que apuntalaba la corrupción política del pasado. El negocio de los derechos del fútbol en televisión ha supuesto una rentable venda que tapaba los desmanes y la mala administración de Sanz. Paradójicamente, antiguos adalides de la transparencia en el deporte, tal vez cómodos con un forofismo chusco tan próximo a Gil, han compartido este descarado sesgo en favor del hoy derrotado.

Pero ni esos apoyos ni el rédito de las dos Copas de Europa han bastado para contrarrestar la honda impresión que en una masa social articulada y consciente del legado deportivo y extradeportivo del club han ido causando las informaciones publicadas a lo largo de los últimos meses por EL MUNDO y otros diarios independientes. Los socios madridistas se han apoyado en esa información para decir basta a un estado de cosas que incluía la compra del silencio de Fernández Trigo, el meter la mano en la caja para una timba de amigotes, la colocación de los propios hijos del presidente o el continuo falseamiento de la contabilidad del club.

La imagen de seriedad y eficacia de Florentino Pérez, su deseo de profesionalizar la gestión del club, así como su ilusionante golpe de efecto en torno al fichaje de Figo, también han influido, pero la rebelión de las urnas blancas contra todo lo que significaba Sanz hay que interpretarlo en primer lugar como un viento de regeneración sobre una gestión podrida. El nuevo presidente tiene que levantar la alfombra sin ningún temor; tiene que encargar, a la menor brevedad, una completa auditoría para saber el verdadero estado económico del club; tiene que poner fin al pago irregular del finiquito de Fernández Trigo. El que tenga algo que contar, que lo haga.

El bochornoso espectáculo del interminable recuento de votos, propio de un país bananero, ha sido el último estertor de una directiva que olía a muerto incluso antes de abrirse las mesas electorales. El Madrid merecía otra cosa. Ahora puede tenerla.

18 Julio 2000

Así ganó Florentino Pérez

J. J. Santos

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La única duda es saber por cuánto gana Florentino. Tan contundente aseveración es de hace un mes y salió de la boca de un íntimo. Me costaba trabajo creerle, pero sirvió para que barruntara una posible victoria de Florentino. Creí más a mi amigo cuando comprobé que la candidatura de Sanz se dormía en los laureles y dejaba el mando de las operaciones a un Juan Onieva beligerante y soberbio, que afrontaba la campaña del mismo modo que lo hizo cinco años antes, cuando estaba con Gómez Pintado: descalificar al rival, jugar a la contra y presumir con soberbia de solvencia en la oratoria. Malo para el Madrid y peor para Sanz haya cometido los mismos errores que Florentino en los anteriores comicios: malos asesores, inferioridad en el cuerpo a cuerpo, descuido en el voto por coreo y ausencia de propuesta atractivas.

Al final, lo de la carpa frente al Bernabéu no era una broma, el populismo y las promesas de grandes fichajes no cayeron en saco roto. Para ganar no son suficientes dos Copas de Eurocopa y un chiste irónico cada vez que el rival anuncia algo. La alternancia es buena y más cuando surgen dudas de corrupción. El socio releva a una directiva que no había ganado su posición en las urnas. Se salva Sanz, baluarte de Mendoza para vencer a Florentino hace cinco años. Pero al cobijo de su sombra se fueron colocando los que no pintaron nada en aquellas elecciones. Creo que el nuevo presidente nos va a sorprender gratamente. Le ha costado mucho llegar cómo para derrochar el respaldo popular.

J. J. Santos