21 junio 1984

Guerra en la prensa de Galicia: FARO DE VIGO contra LA VOZ DE GALICIA

Hechos

El 22 de junio de 1984 el periódico FARO DE VIGO publicó un editorial contra LA VOZ DE GALICIA.

Lecturas

La publicación por parte de La Voz de Galicia de un reportaje sobre la dependencia de medios de comunicación gallegos de la Xunta de Galicia el 21 de junio de 1984 lleva a El Faro de Vigo a publicar un editorial acusando de cinismo a este periódico por considerar que el diario presidido por D. Emilio Rey Romero es quien ha tenido más beneficios de la administración.

21 Junio 1984

LA XUNTA CONTROLA CASI LA MITAD DEL CAPITAL SOCIAL DE UNA AGENCIA DE PRENSA, CON CARGO AL PLAN DE FOMENTO DEL EMPLEO

José Luis Gómez

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El control directo de los medios de comunicación y otros afines constituye una del as principales preocupaciones de la Xunta de Galicia. Así lo revelan sus últimas actuaciones, amparadas incluso en los planes de fomento de empleo para conseguir el objetivo final de hacerse con medios informativos propios o debidamente controlados. Insatisfecha con la siete emisoras institucionales que conformarán la red radiofónica de la Comunidad Autónoma, un canal de televisión, una unidad de vídeo y una editora nacional, la Xunta de Galicia habilitó fondos de la lucha contra el paro para tener en sus manos el 50% del capital social de una cadena privada de radio, a la que sumará en breve una agencia de información escrita y gráfica, en la que participará con fondos que representan el 48% de su capital. Sólo la publicidad queda, por ahora, fuera del alcance directo del Gobierno gallego para completar una redonda influencia sobre el mundo de la comunicación.

En la agencia de prensa constituida sobre el papel por Luis Rivas Villanueva, delegado de RADIAL PRESS en Galicia, la Xunta participa con 4.800.000 pesetas. El capital social de la empresa que revista forma de sociedad anónima es de 10.000.000 pesetas, por lo que la aportación dineraria del Gobierno autónomo se eleva al 48%.

La participación en esta agencia informativa se canaliza por la misma vía que ya le permitiera a la Xunta hacerse con el 50% de capital social de Noroeste de Radiodifusión, cadena privada de radio, a la que previamente le concedió emisoras de frecuencia modulada (véase LA VOZ DE GALICIA de 3-6-1984).

Este desenfreno del Gobierno gallego por controlar muy directamente los medios de comunicación será objeto de debate en el Parlamento Autónomo, tras solicitar el grupo socialista la comparecencia del conselleíro de Trabajo, Juan Corral Pérez, para explicar la política de fomento de empleo, por ser éste el canal que utiliza la Xunta para tal menester, en el caso de empresas privadas. Asimismo, la Xunta tiene pendiente de respuesta la interpelación presentada por el parlamentario Santos Oujo, de Coalición Galega, a propósito de la participación con 15 millones de pesetas en una cadena de radio privada.

El último de los intentos conocidos de la Xunta por controlar el mundo de la información se centra en una agencia de prensa, a la que también podrí añadirse una revista. En la certificación que firma el vicepresidente de la Xunta, José Luis Barreiro Rivas, dando cuenta del acuerdo tomado por el Consello del 24 de mayo pasado, se recoge que la actividad de la empresa en cuestión será de información escrita y gráfica, a desarrollar en Santiago (La Coruña) con una inversión de 18.800.000 pesetas y la creación de 10 puestos de trabajo, siendo la participación no dineraria del resto de los socios de 0 pesetas y la dineraria de 5.200.000 pesetas’.

La mencionada agencia de prensa que promueve Luis Rivas Villanueva se acoge a los beneficios que contempla el decreto de 27 de julio del pasado año sobre fomento de empleo, mediante la creación de nuevas empresas en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia. La participación de la Xunta en la empresa fue tramitada por la Consellería de Trabajo, Seguridad Social y Emigración, cuyo responsable es Juan Corral Pérez.

Luis Rivas Villanueva manifestó a este periódico que la agencia que promueve no tiene nada que ver con RADIAL PRES, sino que se trata de una nueva iniciativa. Preguntado si su puesta en marcha supondría la desaparición de la delegación gallega de RADIAL PRESS, señaló que ‘en principio no ten por qué ser así”.

La nueva agencia carece por ahora de nombre, si bien podrían adquirirse los derechos de una ya registrada, que se denomina GALICIA PRESS. Tampoco se conoce la fecha de entrada en servicio de la agencia, pero Luis Rivas sostiene que ‘ten que ser pronto’. El promotor de la sociedad aclaró que la Xunta ‘da diñeiro a fondo perdido a cambio de la creación de postos de traballo” y comentó por otra parte, que no tardará en publicarse una nueva revista.

Mayores dificultades parecen existir para la puesta en marcha de la cooperativa Ceibe, de La Coruña, en la que la Xunta decidió participar con 2.333.000 pesetas el pasado 23 de marzo.

En una carta dirigida al presidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor los cooperativistas se definen como ‘un grupo de traballadores, que entusiasmdaso polo decreto (…) de promoción de emprego da Xunta de Galicia, decidimos facer una cooperatia”.

Aprobada la participación de la Xunta en la empresa, los trabajadores dicen que desembolsaron los siete millones de pesetas que les corresponden mientras advierten que temor o negocio nuha situación de ilegalidade, dado que no podemos ocnstituir a cooperativa hasta que nos sexa indicado pola Xunta’. Asimismo le comunican al presidente que ‘por outra banda, fáltanos a aportación económica da Xunta e daod que iste itpo de comercio vende artículos de temporada – se trata de moda primavera – verano – prodúcesenos graves quebrantos na nosa economía, xa bastante precaria, pola tardanza en legalizar ista situación desde que foi aprobada”.

En otra carta que le dirigieron al conselleiro Juan Corral recuerdan que algunos de los cooperativistas han optado por solicitar algún crédito personal, a la espera de que la Consellería que usted preside ´de por temrinado los rámites necesarios para la redacción y constitución de nuestra cooperativa y poder librar por parte de la Consellería la ayuda económica que en su día se nos aprobó.

AL presidente de la Xunta le solicitaron una entrevista personal ‘para darlle conta do sufrido por nos e de ver o xeito de darlle un final feliz a nosa ventura”.

José Luis Gómez

22 Junio 1984

UN PROBLEMA ÉTICO Y ESTÉTICO

EL FARO DE VIGO

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EL DIARIO coruñés LA VOZ DE GALICIA parece haberse convertido en los últimos tiempos, en administrador del bien y del mal. De manera muy particular en los días que corren dedica todos sus esfuerzos en colocar etiquetas al resto de sus colegas. No le importa tergiversar datos y falsearlos. Y lo hace con tal descaro, con tal desfachatez, que el suyo ya no es sólo un problema ético, sino estético.

El caso del diario coruñés es similar a ciertos comportamientos humanos que los psiquiatras han estudiado detenidamente. En alguna ocasión quizá sea el momento de extendernos en tales tesis, por si sirven en alguna medida para remediar los padecimientos del colega. No obstante somos pocos optimistas sobre el particular, ya que su mal se nos presenta como irremediable. En esta ocasión preferimos recurrir a un viejo dicho, tan certero como viejo, que dice más o menos: “Dime de qué presumes y te diré lo que no eres”.

El diario coruñés trata de ‘pintar’ a sus colegas de entreguismo a la Xunta de Galicia por el mero hecho de acogerse a unos beneficios que nada tienen de ocultos, sino que quienes los consiguen – y de igual manera, quien los da – cumplen escrupulosamente la letra legal. Sin embargo, lo que no dice LA VOZ DE GALICIA es que ella obtiene pingües beneficios de la edición del Diario Oficial de Galicia, que es publicación, como todos saben, de la Xunta. Lo que no aireó suficientemente el diario coruñés es que allí también se imprimió una multicolor propaganda turística de Galicia, realizada por una de las consellerias de la Xunta. Lo que no saben muchos – porque el citado diario no lo ha dicho y nosotros, por elegancia, tampoco hasta ahora – es que con todas esas publicaciones la empresa editora de dicho rotativo evita ciertos apuros económicos.

Si LA VOZ DE GALICIA contase a sus lectores la verdadera historia de la adquisición del viejo Cine Finisterre, aquellos fruncirían el ceño y se mostrarían más que molestos por el destino que se le da a su dinero: no el que pagan por el correspondiente ejemplar, sino el que proporcionan, como contribuyentes que son, al Ayuntamiento coruñés. Pero esto no lo cuenta porque su editor, don Santiago Rey, fue el gran beneficiado por la absurda adquisición, por parte del Ayuntamiento de La Coruña, de la citada sala cinematográfica, destartalada, incómoda y deficitaria. Ni más ni menos que veintitantos millones de los bolsillos coruñeses se han ido para don Snatiago y los suyos, poco tiempo antes de que el ayuntamiento, al que al parecer sobran locales, cede uno, el de La Terraza, a TVE, haciéndose cargo, incluso, de los correspondientes arreglos.

Debería explicar el periódico coruñés las maniobras que se llevan a cabo para conducir a las cuerdas de la más absoluta de las intransigencias al partido Alianza Popular. Debería decir que el camino emprendido hacia un mayor aperturismo en el partido que lidera Fraga Iribarne encuentra, a diario, entorpecimientos, maniobras algunas exentas de toda ortodoxia. Pero esas tintas de carquismo que quieren darse con intensidad al partido político en cuestión no conviene airearlas – no le conviene al colega – porque esas tintas tienen por propietarios a quienes lo son de LA VOZ DE GALICIA, en donde habitan, a nivel de consejo, los seres más reaccionarios.

Si LA VOZ DE GALICIA respondiese a esos hábitos de objetividad y tolerancia de los que tanta gala hace, explicaría a sus lectores el por qué de la no salida a la calle del estudio que encargó a una ilustre personalidad sobre el periódico que fundó Fernández Latorre. Tendría que decir, en defintiiva, que todavía hay personas con la suficiente diginidad y competencia para no permitir que saliese con us nombre un libro que deseaban sacar, como si de un régimen dictatorial se tratase, tachando por la censura: por la censura, en este caso, de la mismísima LA VOZ DE GALICIA.

Quizá estos y otros hechos – porque es todavía mucho lo que queda por contar – atormenten al diario coruñés. Quizá, por esto mismo, cometa pecados, nos lo confiese y, para colmo, se los atribuya a sus colegas.