10 septiembre 1998

Será sustituido por José Antonio Camacho

Javier Clemente dimite como Seleccionador Nacional de España tras una fuerte campaña mediática por la derrota ante Chipre

Hechos

El 10.09.1998 dimitió D. Javier Clemente como Seleccionador Nacional de Fútbol de España. Fue reemplazado por D. José Antonio Camacho

Lecturas

TODA LA PRENSA DEPORTIVA CONTRA CLEMENTE

prensa_clemente Portadas que publicaron los directores del MARCA, D. Manuel Saucedo, del AS, D. Aldredo Relaño y del MUNDO DEPORTIVO, D. Santi Nolla pidiendo la dimisión del Sr. Clemente. Era llamativo en el caso de MARCA porque durante la mayor parte de su mandato el periódico deportivo de Recoletos había sido diario de apoyo total a toda la gestión del seleccionador.

En el caso del AS (diario deportivo del Grupo PRISA) también pedían la cabeza del presidente de la Federación D. Ángel María Villar con el que PRISA mantenía una fuerte campaña, en especial desde la SER, desde hacía cinco años, de igual modo AS mantenía una línea crítica desde hacía un lustro contra el Sr. Clemente..

JOSÉ MARÍA GARCÍA (COPE) RETIRÓ SU APOYO A CLEMENTE

garcia_cope El principal locutor deportivo de la COPE, D. José María García, había sido el principal defensor de D. Javier Clemente durante la guerra de este con el Grupo PRISA. Pero tras el partido frente a Chipre, el comunicador le retiró el apoyo con las siguientes palabras:

«La selección nunca ha dado una imagen tan desastrosa. Jugaron pésimamente. Ha sido una tomadura de pelo tanto los dos minutos que no ha añadido el árbitro como la actuación de la selección. Ha sido un error táctico gravísimo de Clemente. Javi, tras el Mundial, tenía que haberse marchado. Ha entregado la toalla a sus propios enemigos, porque ha renunciado a sus principios. Este no es mi Javier Clemente. Todo tiene un principio y un final. Creo que ha terminado un ciclo. La selección fracasó estrepitosamente en el Mundial de Francia y Clemente debería haber dicho adiós entonces» (D. José María García en ‘Súper García’ de la COPE el 5.09.1998)

JOSÉ ANTONIO CAMACHO NUEVO SELECCIONADOR

jose_antonio_camacho El 15.09.1998 la Federación Española de Fútbol presentó a D. José Antonio Camacho como nuevo Seleccionador Nacional. En el programa ‘SúperGarcía’ de la COPE, D. José María García puso al Sr. Camacho en antena con el Sr. Clemente, para que dialogaran en antena :

Sr. Clemente: Quiero felicitarte y desearte lo mejor. Estoy a tu disposición si algún día necesitas algo de mi. Además, espero que lo que no he conseguido yo, ser campeon de nada, lo puedas conseguir tú, logrando los triunfos que yo no he podido ganar’
Sr. Camacho: Espero que pueda estar a la altura del recuerdo que has dejado al frente de la selección.

11 Septiembre 1998

NI HA DIMITIDO NI LE HAN ECHAO, NO SABEMOS LO QUE HA PASAO

Alfredo Relaño

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El caso es que ya no está. Ya no es sino un mal recuerdo. El patético forcejeo de este singular personaje terminó ayer en la Federación Española de Fútbol. Terminó con ese acertijo grotesco con el que pretendió apurar sus últimos minutos de protagonismo. No me voy ni me echan. No os doy la satisfacción de deciros que dimito ni os doy la satisfacción de deciros que me echan. No la pretendíamos, Javi, nos basta con que te vayas.

Ni te echan ni te vas, pero el caso es que ya no estás. Es volatización, es transmutación, es abducción, es viaje astral. Es el carro de fuego que arrebató a Elías y que ha hecho otro viaje a la Tierra para llevarse a Javi a las alturas. O es que todo ha sido una pesadilla de la uqe nos hemos despertado seis años y un día después (siniestra coincidencia). Me da igual. El caso es que al frente del equipo nacional no esté por más tiempo este declinante entrenador y extravagante ciudadano.

La relaidad es que sus defensores han ido cayendo uno a uno en la certeza de que es indefendible, de que es impresentable. La presión de la evidencia no era suficiente para ellos, pero la presión política sí lo ha sido. Quizá hubiera bastado con que Clemente no se hubier revuelto contra la ministra, pero es incapaz de eso. Cuando quiso recoger carrete era tarde, porque ya había inflado una cochambrosa polémica en la que Anasagasti y Leguina se enfangaron enseguida y que ya resultaba el colmo del esperpento.

Y el mundo de conveniencias en el que, sin saberlo, se mueve Javi (tan seguro él desde su ignorancia de su mundo imaginario de lealtades y odios inquebrantables) le ha dejado a los pies de los caballos. Han entregado la cabeza del Bautista, y si en esa tarea SúperGarcía al menos se ha tomado la molestia de asomarse al escenario disfrazado de no sé qué, Villar ha dado una muestra de indignidad y cobardía que me resulta lo más repugnante de esta historia.

Tanto que le gusta a Javie el tema de los amigos y los enemigos y resulta que no sabe lo más esencial sobre el tema. Para él y sus amigos hay una estrofa de Martín Fierro que les viene al pelo:

Al que es amigo jamás
Lo dejen en la estacada
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de él
Siempre el amigo más fiel
Es una conducta honrada

TANTA GLORIA LLEVES COMO PAZ DEJAS.

11 Septiembre 1998

'Se va el malo de la película'

Tomás Roncero

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Todo un país pendiente de su atormentada mirada. Clemente en plena ebullición. Las cinco y un minuto. Lleno hasta la bandera en Alberto Bosch 13. El ex seleccionador tuvo, en el esperado día de su adiós, más poder de atracción que Raúl, cuando el madridista reunió hace seis meses a la prensa de todos los colores (rosa, amarillista…) para decir que empezaba una nueva era en su acelerada vida.

Más de 200 informadores dejaron en evidencia las reducidas dimensiones de la coqueta sala de prensa de la Federación Española. Pero la figura de Clemente se agrandó por momentos en su anhelada despedida. Sólo necesitó 34 minutos para hacer público su testamento deportivo. Y, para variar, Clemente fue más Clemente que nunca. Empezó frío y reflexivo, para terminar crecido y desafiante. En su línea. Nos dejó estas frases para el recuerdo.

Prensa.- «Ustedes han generado un clima tan violento que estaban en peligro el futuro de la selección y el del fútbol nacional…»; «Que sepáis que me voy por el bien de los jugadores, pero si fuera por vosotros me hubiera quedado y hubiera soportado la presión. No me habéis dado miedo nunca…»; «Esta decisión también es buena para ustedes, pero espero que se lleven mejor con el nuevo seleccionador de como se han llevado conmigo…»; «He sufrido una persecución de cuchillos largos acojonante…»; «En estos últimos días sólo he recibido puñaladas de gente en la que yo confiaba…»; «No les tengo miedo a uno solo de ustedes y, además, en dos o tres días tendré cicatrizadas las llagas porque me voy a ir a pescar y dicen que el salitre lo cura todo…»; «Si de bien nacido es ser agradecido, alguno no merecería haber nacido…»; «Ya soy ex seleccionador y de eso se libran, pero después de haber llamado peseteros a los jugadores se iban a enterar si yo siguiera. Tienen suerte porque les iba a hacer trabajar para dejarles en el sitio que les corresponde…».

Argumentos. «Me voy porque la violencia generada hubiera perjudicado al equipo, y el fútbol español es más importante que mi persona…»; «Han hecho pintadas en mi casa, he recibido pedradas, se ha creado una campaña salvaje, he sido linchado ante la opinión pública y hoy mismo la Federación ha recibido una amenaza de bomba. Quédense tranquilos, se va el malo de la película…»; «He hablado con mi familia, con mis hijos y mis asesores. He sopesado todo para tomar esta determinación…»

Futuro.- «Está claro que de esta película el que peor sale soy yo, pero como yo tengo un culo inquieto, el año que viene volveré a entrenar a un club. Ahora no puedo porque me falta documentación. En estos años he seguido mucho a los jugadores españoles pero me falta información sobre los sistemas de juego de muchos equipos. No soy sedentario y me gusta el fútbol. Además, tengo una oferta de una televisión…».

Jugadores.- «Me han defendido estos días y mira que les dije que es mejor que no den la cara para apoyarme porque luego les crucificaréis, como ya he visto que ha pasado con algunos…»; «Es lo que más me duele, dejar la selección porque voy a echarles de menos…»; «Estos días me han llamado algunos jugadores para darme ánimos personalmente. Son buena gente y sólo les pido que traten al próximo seleccionador tan bien como ellos han estado conmigo…».

«Clementadas».- «Yo no he fracasado nunca…»; «Aquí no ha perdido nadie. No ha habido vencedores ni vencidos. Ha ganado la Federación, ha ganado Clemente…»; «No les guardo rencor pese a todo; pero voy a hacer borrón y cuenta nueva. Ustedes hagan su vida que yo haré la mía…»; «Yo he ganado mucho dinero con la Federación, que me ha pagado muy bien»; «Será muy difícil que el que venga para sustituirme supere lo que yo he hecho…».

11 Septiembre 1998

Respeto a los luchadores

Jorge Valdano

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Pienso distinto a Clemente en casi todo, pero el abandono de su cargo me parece una nueva derrota de los entrenadores. En el fútbol actual los entrenadores nos hemos convertido en responsables de la mala suerte, de los malos botes, de los errores arbitrales, de los errores de los jugadores y de los errores que, por supuesto, cometemos los entrenadores. Se gana o se pierde, sólo existe eso. Si se gana la vida es bella y si se pierde que Dios te ayude. La pasión, la incertidumbre, los intereses, el presente rabioso, el periódico de mañana visto siempre como una amenaza…

Nada ayuda a pensar. El día que fui cesado por el Real Madrid Javier Clemente declaró, con un sentido de la oportunidad que me pareció cobarde, que ‘en el fútbol ya no hay lugar para románticos’. Este artículo no pretende de volverse a Clemente aquel recado, pero sí recordar que el fútbol actual no hace distinciones ideológicas. Se ‘resultadista’ significa creer sólo en el resultado, no obtenerlos. Como nadie encontró aún la fórmula del triunfo a veces nos toca ganar y otras perder. No son las ideas, es el fútbol.

Creo que a Javier Clemente le tocó vivir un periodo muy interesante al frente del equipo nacional en el que logró cosas valiosas. Reunió tres generaciones de grandes jugadores (la de Hierro, la de Guardiola y la de Raúl, para decirlo con nombres propios) y les transmitió un espíritu de club. Desde la identificación personal con el entrenador, el equipo nacional mostró una gran tensión competitiva y ese espíritu les llevó hasta el primer nivel internacional. Conviene no olvidar que también una parte importante del público (por identificación), del periodismo (por convicción, amistad o interés) y de la clase política (por las dudas) se pasaron todo este tiempo repartiendo abrazos arriba del tren. Muchos de ellos son los mismos que llevan tres meses tirándole piedras al tren.

La complicidad que Clemente siempre tuvo con los jugadores de la selección le hizo merecer apoyo incondicional de sus hombres. Salvo en la extraña sensación de apatía que dio el equipo frente a Chipre, se puede decir que los únicos que no traicionaron al entrenador fueron sus jugadores y ahí también hay mérito. Sin embargo, creo que ese agradecimiento lo justifica más el plano personal que el futbolística porque el tipo de jugadores que dio España desde la Quinta del Buitre hasta aquí, es de un corte distinto al gusto de Clemente y hubieran respondido mejor a otro tipo de idea.

Los entrenadores siempre creemos merecer otra oportunidad, pero los ciclos terminan y en el fútbol los plazos son muy cortos. Clemente se hubiera ahorrado tensión y un buen número de nuevos enemigos si no hubiera alargado su tiempo más de lo razonable, pero prefirió la lucha y yo respeto a los luchadores.

Jorge Valdano

16 Septiembre 1998

Empieza una nueva era

Michel

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Camacho fue el elegido. Por fortuna en este caso para la Federación, los posibles sustitutos de Clemente eran de mucha entidad y capacidad para llevar la selección. La elección ha sido Camacho, aunque tampoco hubiese disgustado a nadie Luis Aragonés. Son dos de los mejores, que tampoco hay mucho donde elegir.

Se presenta un camino apasionante para quien es un fiel reflejo del estilo del futbol español: mezcla de talento y raza. La célebre furia, pero llevada por la calidad de nuestros jugadores. Camacho tendrá que poner en marcha sus dotes de entrenador y darle la importancia deportiva y social que tiene el cargo de seleccionador.

Su método de trabajo será de vital importancia para sacar de esta situación de contradicción y casi rechazo hasta hace una semana. Sus resultados serán definitivos, pero también será necesario que su discurso llegue a la afición. Se acabaron las luchas de poderes por algo que es de todos los españoles.

Queda tiempo y el fútbol español seguro que estará representado en la próxima Eurocopa, pero sería bueno que todos ayudásemos. De todos depende esta clasificación. No debería ser un examen diario en cada partido, mejor un examen final. La elección de jugadores y estilo de esta nueva era comienza el viernes y Camacho buscará un equipo con toda la calidad posible y que esté mentalizado.

Si hay algo definitivo es que se acabaron los problemas que no sean futbolísticos. A partir de ahora los protagonistas serán los jugadores y se hablará del fútbol. Siempre.

Michel

11 Septiembre 1998

El final de un ciclo ruidoso y poco productivo

Santiago Segurola

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Ni rescisión, ni dimisión, ni destitución. Digamos que capitulación, porque en esos términos debe interpretarse la postura de Javier Clemente después de su obstinada negativa a renunciar como seleccionador español. Pero no tenía otra salida. El agotamiento de su largo ciclo era notorio, aunque Clemente se ha negado hasta más allá de lo sensato a aceptar la realidad, con el consiguiente deterioro que se ha producido alrededor de su persona, de la federación y de los jugadores. Conviene no olvidar que la selección es en gran medida un depósito sentimental de los aficionados, que desde el Mundial han dado la espalda a Clemente y lo que representaba. Porque Clemente ha sido algo más que un seleccionador. A su alrededor se han movido pasiones excesivas relacionadas con su carácter, con su afán de protagonismo, con un espíritu sectario que está peleado con el grado de concordia que debe presidir el equipo nacional.Seis años atrás, Clemente decidió dar un perfil personalista a la selección. A nadie ha resultado indiferente su figura, cuestionada desde unas trincheras y elogiada desde otras. A su alrededor se ha escuchado tanto ruido que ha resultado imposible discernir lo objetivo, aquello que no es cuestionable desde la polémica.

No hay duda que Clemente consiguió trasladar un interés novedoso al ámbito de la selección. España es un país fragmentario en lo futbolístico, más apasionado por los clubes que por el equipo nacional. En este sentido, Clemente hizo un club de la selección, en el mejor y en el peor sentido de la palabra. La atención ha sido notable, pero demasiadas veces se ha visto desvirtuada por la tendencia al conflicto de un hombre incapaz de contenerse, de establecer sus límites. Como le había ocurrido en etapas anteriores como entrenador, se atribuyó cuotas de poder que no le correspondían. Era el técnico, el jefe de prensa, el presidente de la federación, la conciencia de los periodistas. Y cuanto más ha avanzado en su extravío mayor ha sido el disloque. «¿Y quién va a defender a los humildes?», contestó en una de las últimas entrevistas. Sintomático de un hombre que había perdido la percepción de la realidad y había entrado en el disparate.

Por encima y por debajo de la pasiones que ha levantado, hay datos indiscutibles, casi todos decisivos para conducir a su capitulación. Sobre los resultados: intachables en una primera mirada, decepcionantes en realidad. España nunca ha superado los cuartos de final de una gran competición y en las fases finales no ha conseguido el 50% de los puntos. Pésima lectura para un entrenador que se proclama adherido al efecto de los resultados. En lo futbolístico: la selección ha sido un híbrido estragante en la mayoría de las ocasiones. Un fútbol primario, sin vuelo, que ha rebajado el prestigio de nuestros futbolistas, aunque ellos no lo sepan, tan alienados como están en el cómodo mundo que les ha proporcionado Clemente. A través de la adhesión inquebrantable a su persona, a veces desde una especie de compraventa de voluntades, el seleccionador ha alimentado un tipo de jugador de perfil bajo, incapaz de asumir las grandes responsabilidades dentro y fuera del campo. La endogamia en torno a Clemente ha terminado por resultar asfixiante. Se hizo evidente que el Mundial supuso el final de un ciclo, el agotamiento de un modelo incapaz de generar verdadera ilusión en los jugadores y en los aficionados. La derrota en Chipre fue la consecuencia de la esterilidad en la que derivó la selección y su entorno. Clemente debió dimitir entonces, y la federación tuvo que hacérselo comprender. Pero el grado de parálisis de la federación ha sido superlativo en todo este proceso y obliga a extender las responsabilidades a su círculo. Pero la responsabilidad no parece una cualidad visible entre los federativos. Ni tan siquiera cuando se trata de apoyar al hombre que decían defender. Villar no apareció ayer para explicar la capitulación de Clemente. Un ejemplo de insolidaridad, desidia, falta de tacto y sentido de la autoridad.

El Análisis

EL SELECCIONADOR AL QUE ECHÓ UNA MINISTRA

JF Lamata

Dña. Esperanza Aguirre que como ministra de Cultura era de quien dependía el deporte fue una de las primeras autoridades en pedir la cabeza del seleccionador tras su derrota ante Chipre. Era un golpe trascendental, la Sra. Aguirre había sido de las pocas voces que le había defendido tras el desastre en el Mundial. Tras una resistencia numantina de cuatro días tiró la toalla y aceptó irse (porque oficialmente fue una ‘dimisión’, aunque pueda considerarse que fue una forma de evitar el mal trago de destituirle a su amigo D. Ángel María Villar).

La portada del MARCA con el pulgar hacia abajo (que luego al dimitir se repitió con el pulgar hacia arriba) y la voz del Sr. García diciendo que su etapa había acabado era la mejor forma de acreditar que su etapa había finalizado.

D. José María García supo mover bien sus fichas y sus contactos en la federación al ser el primero no sólo en entrevistar en su programa al nuevo seleccionador sino en permitir un cruce de palabras entre el nuevo y el viejo, el saliente y el entrante ante todos los oyentes de la COPE. Aún era ‘SúperGarcía’.

Y la ministra (que aún tenía imagen de ‘dulzona’, una imagen que sería totalmente antagónica una década después) tenía una primera cabeza que colgar en su mural.

J. F. Lamata