2 mayo 1997

El director de EL PERIÓDICO de Catalunya reprocha al director de EL MUNDO el artículo en una tertulia en TELECINCO

Jesús Cacho publica en EL MUNDO que el Banco Central Hispano debería vender su parte de ANTENA 3 TV, causando al ira de Zeta

Hechos

El 2 de mayo de 1997 el columnista del diario EL MUNDO, D. Jesús Cacho, publicó un artículo en el que hacía referencia a la posibilidad de que el Banco Central Hispano, vendiera sus acciones en ANTENA 3 TV.

Lecturas

Escribía D. Jesús Cacho en EL MUNDO el 2.5.1997:

«Amusátegui, muy presionado ahora mismo, ha pagado el precio de la pérdida del pulmón Endesa por su aventura de ANTENA 3, pero sigue siendo un peón clave para resolver algunas de las cuestiones de más candente actualidad, lo que le otorga bazas suficientes para tornar ventajosa su posición. En un hipotético canje, el banquero estaría dispuesto -encantado desde el punto de vista del riesgo- a rebajar su condición de accionista de referencia de la cadena privada, vendiendo parte de su paquete en la misma.

A cambio, podría resolver el envite Retevisión de manera satisfactoria para los intereses del BCH, porque es difícil imaginar que la opción en la que está embarcado, soportando en solitario la carga del 50% de ese consorcio, vaya a conseguir algo positivo. La solución, en suma, podría consistir en invitar al Banco Central Hispano a sumarse a la oferta ganadora una vez celebrado el sorteo. En esa onda parecen estar trabajando».

02 Mayo 1997

AZNAR; EL REY Y LA BODA QUE ECLIPSÓ UNA EFEMÉRIDE

Jesús Cacho

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Aznar en Nueva York. Poeta de la mediocridad (Del Pozo dixit), gerente de lo posible, el presidente ha viajado a la capital del Imperio para vender la nueva realidad de España y su economía en finas lonchas de jamón serrano, pregonar el buen comportamiento de las magnitudes macro, y ese clima de país con peso y paso firme, con mayoría parlamentaria y paz social, un cuadro casi idílico que oculta el tronar de la fusilería que día tras día se escucha por la ribera del Manzanares procedente de las trincheras socialistas, del coche del conductor atascado y sus aliados mediáticos.

Un panorama alejado de la realidad de este Madrid de balasera, acanallado y cainita, en el que dos visiones de España pugnan por abrirse paso hacia el siglo XXI. La una se aferra al pasado; la otra mira al futuro. Pasado y futuro. Todos los grandes pleitos que hoy dividen a las clases ilustradas tienen que ver con el pasado reciente. Todas las cuestiones judiciales que van a ocupar el tiempo de la Justicia hasta bien entrado el siglo tienen que ver con la corrupción del felipismo.

Carnaza ininterrumpida semana tras semana. La última, la amnistía fiscal de la Hacienda socialista a una serie de amiguetes: el IVIMA del inefable Leguina o el Huarte de los Roldán y Urralburu; o aquel gran sueño textil andaluz que iba a ser el Intelhorce del airado Carlos Sanjuán, o el caso KIO. Cada día que pasa es más certera la sospecha de que durante el treceañismo felipista no hubo una sola operación política, económica y/o financiera que no estuviese macerada, sazonada o engrasada con la mordida, la corruptela, el trato de favor, o la violación de la Ley en sus distintas vertientes y códigos.

Esa corrupción ha generado mucho millonario, mucha gente rica con escasa capacitación técnica subida en el machito de un estilo de vida insostenible, que haría (y hará) cualquier cosa por volver hacia atrás la moviola de la historia para, si no seguir dragando dinero bobo de la misma fuente, impedir al menos que los jueces aireen las vergüenzas de sus repentinas riquezas.

El caso KIO es ejemplar. La juez Teresa Palacios y el fiscal Viada parecen decididos a tirar del carro del que sin duda es paradigma de corrupción de toda una época, porque el caso KIO afecta a los currículos de la mayor parte de la clase política española (catalana, por supuesto), a derecha e izquierda, hacia arriba y hacia abajo, a buena parte de la clase empresarial y a no poca de esa abogacía madrileña y barcelonesa acostumbrada a pasar al moro Muza minutas de 20 millones de pesetas por un dictamen de folio y medio, como fue el caso.

¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la juez Palacios en este asunto? ¿Cuál es su capacidad de aguante? ¿Y su voluntad de resistir presiones, hasta las más altas? La confianza que los ricos de KIO tienen de seguir en la sombra radica en la peculiar personalidad de Javier de la Rosa, el hombre que con la manguera de los dólares kuwaitíes en sus manos se dedicó a «engrasar» a toda una elite, y la escasa credibilidad que, a falta de esas pruebas que dice atesorar en varias notarías, incluso extranjeras, se concede a su palabra.

Hace días tuvo ocasión de aclarar en este periódico el famoso episodio de los 14 americanos de FG y prefirió salirse por la tangente de un inverosímil encontronazo con un Enrique Sarasola que, cual Pablo de Tarso, se le cruzó a lomos de Helissio en el camino de Damasco para revelarle la verdad de lo ocurrido con los terrenos de la operación Plaza de Castilla.

El asunto KIO preocupa a mucho notable

Y es que Javier de la Rosa sigue confiando (alertando, insinuando, empujando) en que la clase política -derecha, izquierda y pujolistas, todos juntos y revueltos-, le resuelvan su complicada situación procesal. El se niega, y no le falta razón, a ser el único pagano de una juerga pilotada de principio a fin por el ministro Solchaga a través de su jefe de gabinete, Luis Sempere, en la que han desaparecido al menos 500 millones de dólares, más de 72.000 millones de pesetas al cambio actual, 100 millones de los cuales ya sabemos dónde fueron a parar: a las manos de Manuel Prado y Colón de Carvajal y aquí no ha pasado nada.

Pero volvamos a Estados Unidos, a donde han viajado muchos ilustres hispanos en las últimas fechas, algunos para doctorarse, caso de Jesús Polanco, en la Universidad de Brown. ¿Doctorarse en qué? En lo único que don Jesús es doctor, qué digo, eximio cátedro, es en la forma de hacer negocios en un marco de economía protegida y con el favor de un Gobierno amigo. A partir de la próxima semana, nuestro particular ciudadano Kane empezará a comerse el marrón de Sogecable lejos del lujo de Brown.

Por la costa este anduvo también, ya digo, José María Aznar, vendiendo entre los inversores yanquis las realizaciones de su primer año de Gobierno, casi festejando su primer año en Moncloa, un aniversario que pasará si no desapercibido sí muy eclipsado por el bombazo informativo de la boda entre la bella princesa y el apuesto balonmanista, y digo yo, ¿es que Zarzuela no podía haber esperado unos días más para realizar el anuncio? ¿Ha sido un problema de coordinación entre palacios o, como sugieren otros, es éste un episodio que revela el pobre nivel de relación entre el actual Presidente y un Monarca que añora la grasia andaluza y las tragaderas de un Felipe González?

Como introductor de Aznar en Wall Street estuvo Emilio Ybarra, presidente del BBV, un hombre cogido en el cruce de caminos del Gobierno popular y los compromisos adquiridos con el polanquismo, cogido también en la encrucijada, más estructural, más profunda, del nacionalismo vasco y un resto peninsular donde el banco hace la mayor parte de su negocio, y en ambas situaciones podría hacer bastante más, o al menos algo más, de lo que hace.

Con Aznar en Nueva York ha estado también el flamante presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, y su segundo de a bordo, Rafael Miranda, enfrascados ambos en una de las peleas más interesantes, a la par que silenciosas, de estas semanas: la denuncia del pacto suscrito en su día entre la Endesa de Fuster y el BCH de José María Amusátegui.

Endesa-BCH: denuncia de un pacto leonino

Pacto leonino, piensan en la eléctrica, que no se puede entender si no es en clave política. Ambas partes mantienen participaciones conjuntas en Unión Fenosa, Cepsa, y Antena 3, entre otras, a través de una pirámide de sociedades instrumentales -verdadera filigrana de la llamada ingeniería financiera-, al final de la cual se encuentra siempre el BCH con la mayoría de control.

Martín Villa se ha limitado a certificar el final de una extraña situación de desventaja en la que la eléctrica ponía a disposición del banco sus enormes recursos financieros, sin que se sepa muy bien lo que el banco ponía a cambio. ¿Cómo pudo un hombre como Fuster firmar un acuerdo de esta clase? Porque se lo ordenaron. Se trata de una operación similar a la de Cablevisión, que permitió a PRISA hacerse con la red de cable de Telefónica bajo la presidencia de Velázquez («no hice más que cumplir las órdenes de Pérez Rubalcaba»), una muestra más de la pertinaz confusión socialista entre lo público y lo privado.

Martín Villa también ha recibido órdenes. La clave de la ruptura del pacto BCH-Endesa no está en el hecho de que ambas partes se presenten en ofertas separadas a la privatización de Retevisión, que también, sino en la doble realidad del cambio de Gobierno tras el 3-M y la condición de Amusátegui como financiador de las aventuras polanquiles de un Antonio Asensio más contra las cuerdas que nunca.

Amusátegui, muy presionado ahora mismo, ha pagado el precio de la pérdida del pulmón Endesa por su aventura de ANTENA 3, pero sigue siendo un peón clave para resolver algunas de las cuestiones de más candente actualidad, lo que le otorga bazas suficientes para tornar ventajosa su posición. En un hipotético canje, el banquero estaría dispuesto -encantado desde el punto de vista del riesgo- a rebajar su condición de accionista de referencia de la cadena privada, vendiendo parte de su paquete en la misma.

A cambio, podría resolver el envite Retevisión de manera satisfactoria para los intereses del BCH, porque es difícil imaginar que la opción en la que está embarcado, soportando en solitario la carga del 50% de ese consorcio, vaya a conseguir algo positivo. La solución, en suma, podría consistir en invitar al Banco Central Hispano a sumarse a la oferta ganadora una vez celebrado el sorteo. En esa onda parecen estar trabajando.

Jesús Cacho

El Análisis

GOLPEAR DONDE MÁS DUELE

JF Lamata

El hecho de que tanto el Grupo Zeta en un duro comunicado contra EL MUNDO como el director de EL PERIÓDICO de Catalunya en un programa de televisión aludieran al citado artículo demuestra lo sensible que era para ANTENA 3 TV / Grupo Zeta que se tocara un pelo al Banco Central Hispano. No era para menos, el banco presidido por D. José María Amusátegui era el principal apoyo del Sr. Asensio, puesto que permitía a un grupo tan débil como Zeta, mantener el control de ANTENA 3 TV, tras perder a su otro preciado aliado: el banco Banesto de D. Mario Conde. No es un hecho menor que cuando el Sr. Asensio venda el control de ANTENA 3 a la Telefónica de D. Juan Villalonga, ese operación se haga de común acuerdo con el Banco Central Hispano.

J. F. Lamata