2 agosto 2018

El mismo comentarista denunció algo similar y también sobre inmigración en ANTENA 3 TV

Jorge Verstrynge denuncia que EL DIARIO.ES ha rechazado publicarle un artículo contra la inmigración y culpa a Soros de estar detrás

Hechos

El 2.08.2018 D. Fernando Sánchez Dragó publicó en ELMUNDO.ES un texto de D. Jorge Verstrynge rechazado antes por EL DIARIO.ES.

Lecturas

El 2 de agosto de 2018 el expolítico y profesor universitario D. Jorge Verstrynge Rojas denunció a través del blog de D. Fernando Sánchez Dragó que una tribuna suya contra la inmigración en Francia había sido censurada por el digital ElDiario.es de D. Ignacio Escolar García. El Sr. Vestrynge Rojas vincula esta decisión a la vinculación de ElDiario.es con el Sr. George Soros, que lo financiaría através de subvenciones, donaciones y becas. En opinión del Sr. Sánchez Dragó el apoyo del Sr. Soros a la inmigración es porque “a Soros le interesa la importación masiva de mano de obra barata”.

D. Ignacio Escolar García explicara en una comunicación con los lectores de ElDiario.es el 11 de agosto de 2018 en la que desvinculaba la decisión de rechazar el texto del Sr. Verstrynge Rojas en nada relativo al Sr. Soros y lo vinculaba a que en él había bulos como negar que la esclavitud fuese culpa de los blancos.

El nombre del Sr. Soros ya fue vinculado a ElDiario.es cuando en septiembre de 2016 el digital reconoció que recibía dinero en forma de becas de la fundación del Sr. George Soros y que su subdirector, D. Juan Luis Sánchez Ramírez ‘Juanlu’, figuraba como asesor de dicha fundación.

¿LA SOMBRA DE SOROS SOBRE EL DIARIO.ES?

 No era la primera vez que la sombra del magnate y multimillonario judío aparecía sobre el digital progresista de D. Ignacio Escolar, ya en 2016 el Sr. Escolar negó que estuviesen al servicio del Sr. Soros en Twitter y al día siguiente de afirmar eso, Rafapal publicó los vínculos entre EL DIARIO.ES y el Sr. Soros.

02 Agosto 2018

Así las gasta la izquierda

Fernando Sánchez Dragó

Leer

 Sí, ésa que tanto presume de pluralismo, tolerancia y libertad de expresión.

     Mi blog es hoy una correa de transmisión entre mi viejo amigo, a mucha honra, Jorge Verstrynge, y los lectores, si los hay, de Dragolandia. En este territorio libre y exento de jurisdicción, sin más fronteras ni leyes que las derivadas de mi albedrío, el buen gusto y la buena educación, siempre se concede derecho de asilo a quien, solicitado o no, lo necesita.

      Anoche me llamó Jorge, visiblemente divertido y algo soliviantado, por no decir indignado, para informarme de que en diario.es, cabecera digital aquejada de crónica cojera del pie izquierdo, le habían encargado una serie de artículos y de que, una vez enviado el primero, había recibido la sorprendente (o no)  noticia de que la censura ideológica se había abatido sobre él y de que no lo publicarían porque los lectores habituales del periódico no soportarían (sic) su contenido.

      Esto es exactamente lo que Jorge me dijo, a lo que yo, de bote pronto, le ofrecí la posibilidad de colgar ese artículo en mi blog. Accedió, le pedí que me lo enviara y aquí lo tienen. Sobra añadir que suscribo plenamente lo que en él se dice, pero que si no fuera así y disintiera yo de la opinión que su autor expresa, también lo publicaría.

     Et voilà, mon cher George…

HIPOCRITAS SON….

1. Los franceses, que, habiéndose comprometido a acoger 30.000 migrantes procedentes de Italia y Grecia, cerraron sus puertos ante los barcos cargados de personas y a la deriva…

2. Los que ocultan la verdad («ongs», tertulianos, «periodistas»…) que saben, pero no lo cuentan, que subirse a una barcaza le cuesta a cada migrante un mínimo de 3.000€. Ese dinero al sur del Sáhara, es una cantidad más que suficiente para montar una empresa o hacerse con una explotación agraria o ganadera…teniendo en cuenta que aquí no vienen cabreros, sino gente emprendedora, valiente, y con formación profesional como mínimo. Se trata de una gran sangría injusta para el país emisor.

3. Los que miran para otro lado, cuando saben que las  personas dedicadas a la nueva trata de negros son las mismas que controlan el tráfico de armas hacia el sur y  hacia el norte.

4. Los que ocultan que estamos ante unos traficantes que «trabajan con todas las garantías». Sólo beneficios: una vez subidos a las barcazas y llevados a cierta distancia de la costa, a los migrantes se les abandona, y se les confía a las fuerzas de la marina europea, llamadas al rescate, vía llamada de móvil (muy barato); si llegan a tiempo, bien y si no… Desembarcados en las costas europeas, si no se les da asilo, tampoco (o muy difícilmente) se les puede echar.

5. Y ahora Alemania ofrece (porque Grecia e Italia ya no pueden más) erigirnos en nuevos campos de concentración a cambio de plata (cuando la magnitud del nuevo fenómeno migratorio para los europea, es ya una cuestión de identidad, mucho más que de dinero). Y por cierto, a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia habría que darles medios suficientes, para que controlen sus costas y las nuestras.

6. Nuestra responsabilidad como blancos descendientes de negreros (cuando eran los propios negros los que vendían negros a los árabes con fines de esclavitud): ¡nula! Ninguna responsabilidad. Nuestros antepasados hicieron la revolución francesa, ahora les toca a los «subsaharianos» (que vocablo más púdico); no debería ser tan difícil, en un continente (el africano) ahora mismo en la cresta del crecimiento económico.

7. Afirmar que acoger a estos a estas personas masivamente no creará efecto llamada es, sencillamente, insultar la inteligencia humana.

Fdo. Jorge Vestrynge.

(Addendum: me dice también Verstrynge que el multimillonario Soros –horresco referens– ayuda con subvenciones, donaciones, becas y cosas así al diario de marras. Le pregunto si ha verificado esa información y me dice que es el propio diario quien lo reconoce. Todo cuadra. A Soros, Sumo Hacedor de la decadencia del mundo occidental y de la Europa buenista, entreguista y oligárquica, le interesa, como a todos los de su casta y los de su cuerda, la importación masiva de mano de obra barata).

11 Agosto 2018

Los bulos sobre los inmigrantes

Ignacio Escolar

Leer

Hola Luis. Es falso que hayamos censurado un artículo a Jorge Vestrynge. Lo ocurrido es bastante diferente a lo que se ha contado en varios medios.

Hace unas semanas, Verstrynge se ofreció a publicar una serie de artículos en ELDIARIO.ES y mandó ese texto como primera propuesta. Lo recibimos en la redacción y, después de leerlo, decidimos no publicarlo, igual que hacemos todos los meses con decenas de artículos que rechazamos de distintos autores que se ofrecen a colaborar.

Optamos por no publicarlo porque nos pareció un texto demagógico y de baja calidad porque incluía datos falsos, usando parte de los bulos habituales en los movimientos xenófobos europeos. Entre otras cosas más que discutibles, en ese artículo se asegura lo siguiente:

«Nuestra responsabilidad como blancos descendientes de negreros (cuando eran los propios negros los que vendían negros a los árabes con fines de esclavitud): ¡nula! Ninguna responsabilidad».

Y esto es una falacia porque, más allá de que hubiera esclavistas negros, o esclavos blancos, la esclavitud sistemática de la población africana creció y se desarrolló por culpa de los países europeos y sus colonias, que se beneficiaron de ella. Los barcos en los que millones de africanos fueron trasladados forzosamente a América no fueron fletados por ningún «negrero» negro; tampoco por ningún árabe. Por no hablar de los siglos en los que las potencias europeas han estado esquilmando las riquezas de África, incluyendo la ocupación del continente. Negar la parte de responsabilidad europea en la situación actual de África es negar la historia.

Todos los periódicos del mundo, también eldiario.es, se reservan el derecho a rechazar tribunas de opinión; no hay ninguno que publique absolutamente todas las propuestas de colaboraciones que recibe de forma acrítica, como si fuera un simple tablón de anuncios.

Creo que en ELDIARIO.ES acertamos con esta decisión porque nuestra responsabilidad nos obliga precisamente a no difundir bulos, tampoco en las tribunas de opinión que publicamos.