18 diciembre 1991

El periodista acusó al político socialista de censor por pedir un debate sobre los excesos de la prensa contra el Gobierno

José Félix Tezanos (PSOE) responde a los insultos del columnista comunista Raúl del Pozo desde DIARIO16 «me sorprende su capacidad para el insulto y la infamia»

Hechos

El 18.12.1991 D. Raúl del Pozo publicó en DIARIO16 un artículo contra D. José Félix Tezanos, secretario de Formación del PSOE.

18 Diciembre 1991

Mordaza a Pasquino

Raúl del Pozo

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Pasquín procede del italiano pasquino, nombre de una estatua de Roma en la que se fijaban los libelos y escritos satíricos contra el poder. A los autores de textos infamantes se les azotaba, se les deportaba. Calígola les cortaba la lengua. César Borgia los envenenaba. Antes y después de descubrirse la imprenta, sin embargo, los Gobiernos fracasaron en su intento de exterminar a los libelistas. Los libros de las bibliotecas se forran con el pescuezo de Sócrates, el escroto de Sade, el rostro de Lorca o las tetillas de San Juan de la Cruz. Pero siguen los canallas aderezando epigramas. Y aunque los libelistas de hoy sean los clásicos de mañana como ocurrió en los casos de Aristófanes, Quevedo, Rouseau, Marx, Genet, Brecht, resultan dañinos a los contemporáneos. La Iglesia para protegerse de los escritos contra la fe invento el ‘Index’, que duró hasta poco antes del Concilio Vaticano II; Franco, para protegernos de las hidras exteriores, organizó la censura. En democracia, no hay quien se ocupe de controlar a los libelistas.

Un político con pinta de fraile negro que se llama José Félix Tezanos, una especie de Suslov de Ferraz, sociólogo gris, que no cerebro gris, editor de la revista SISTEMA, integrante de la Fundación Largo Caballero, preceptor del guerrismo, se ha lanzado a la arena, donde le esperamos justamente las hienas de la Prensa. Aquel rompehuelgas, aquel que no dejó pasar por el arnero del Programa 2000 a nadie que adoptara otras posturas que las oficiales, nos prepara un bozal, sin saber que somos guiñosos. Seguramente el ideólogo de guardia está furioso porque hace dos meses EL INDEPENDIENTE denunció que el PSOE de Cantabria favoreció empresas a su nombre y posteriormente al de su mujer. El Gobierno cántabro en la época de Jaime Blanco adjudicó a dedo cuatro estudios sociológicos valorados en casi cuarenta millones, a éste o a la esposa de éste. Recuerdo que Tezanos llamaba al presidente del citado diario para desmentir el libelo, pero el libelo parece de sustancia tan verdadera como que todos tenemos que morir.

Cuando nos rodean los que llevan en la punta de la lanza la mordaza nos hacemos fuertes, pero son muchos y están organizados. Vuelven como los apaches y aunque nos escondemos debajo de las ruedas de la diligencia, se saldrán con la suya.

Se empieza pegando una patada a la puerta y se acaba mirando por encima del hombre a los que escriben. Después de la Ley Corcuera siempre llega la Ley Tezanos.

El Gobierno ha repartido las cadenas de televisión a sus amigos, sin saber que la verdad carece de amigos e intenta controlar los medios, ignorando que el material de trabajo de un periodista no es otro que la libertad.

Raúl del Pozo

23 Diciembre 1991

La Prensa y los profesionales

José Félix Tezanos

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En el ejemplar del DIARIO16 del 18 de diciembre he leído con sorpresa un escrito firmado por Raúl del Pozo en el que se vierten contra mí insultos, descalificaciones personales y falsedades impropias de un comportamiento civilizado y mínimamente respetuoso con la dignidad de las personas.

Todo el mundo puede entender perfectamente que Raúl del Pozo pueda tener ideas diferentes a las de los socialistas, sentir mayores o menores simpatías por unas u otras personas y discrepar de las opiniones que algunos de los miembros del PSOE hayamos podido manifestar en alguna ocasión.

Sin embargo, creo que Raúl del Pozo parte o bien de un error o de una tergiversación malintencionada de mis opiniones sobre la Prensa y sobre los profesionales de la comunicación. En ningún momento he pensado que deba ponerse mordaza alguna de la libertad de expresión. Los socialistas españoles siempre hemos creído que la libertad y la democracia constituyen elementos irrenunciables de nuestro proyecto político. Por ello estamos convencidos de que la libertad de Prensa y expresión es una de las conquistas más importantes de la democracia, aun con todos los costes políticos o personales que pueda implicar para algunos en determinados momentos.

Por lo tanto quiero dejar bien claro que en ningún momento he pronunciado ninguna frase, ni he vertido ninguna opinión tendente a limitar ese irrenunciable derecho a la libertad de expresión, sino todo lo contrario. He defendido el derecho de los profesionales de la comunicación a poder escribir con veracidad y libertad, sin que nadie manipule o mediatice su trabajo sin tener que someterse sesgadamente al dictado caprichoso o a las manías personales de un grupo muy reducido de ‘señoritos’, que generalmente no son profesionales de la información. Por ello he ejercido el legítimo derecho de réplica en un conocido diario que me atribuyó una declaración de esta naturaleza.

En realidad, la hipótesis es, en sí misma, tan absurda, que parece mentira que haya que molestarse en desmentirla.

¿Por qué unos pocos se han puesto de acuerdo en insultar y descalificar al mismo tiempo a quien sólo ha planteado la oportunidad de abrir un debate sobre las garantías de una comunicación abierta, veraz, pluralista y democrática en las sociedades industriales avanzadas? ¿Por qué tanta preocupación en tergiversar y reducir el absurdo? ¿Quiénes pueden estar más interesados en que no haya un debate de este tipo? ¿Quiénes son, en realidad los censores?

Lo que me parece más sorprendente del artículo de Raúl del Pozo es su capacidad para el insulto, la descalificación personal y la infamia. Lo que estamos comprometidos en un trabajo político basado en la defensa de ideas y de proyectos, y que nunca hemos faltado al respeto de las personas, no podemos entender cómo algunos personajes no son capaces de discrepar legítimamente de nuestras ideas o de nuestros proyectos con argumentos y con ideas alternativas. El recurso al insulto y a la difamación, ¿acaso no será un simple reflejo de las inquinas personales y de la rabia y del malestar que algunos sienten contra una ideología y un partido como el PSOE?

Finalmente, me parece un absoluto contrasentido mezclar en este asunto la imputación de haber tenido la adjudicación a dedo varios estudios sociológicos por parte del Gobierno cántabro. Supongo que Raúl del Pozo sabe que soy catedrático de Sociología y que durante bastantes años he ejercido mi profesión como sociólogo sin que en este momento tenga ningún motivo de incompatibilidad para continuar ejerciéndola. ¡A no ser que Raúl del Pozo crea que, a los socialistas, por el hecho de serlo, se nos debe negar el derecho a ejercer nuestras profesiones! Pero la verdad es que todos los que me conocen saben que desde mi incorporación a la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista he abandonado mi actividad profesional para dedicarme a las tareas para las que he sido elegido en los dos últimos congresos del Partido Socialista. Si he procedido de esta manera no ha sido por problemas de incompatibilidad, sino simple y sencillamente para poder dedicarme mejor a aquellas actividades que me han sido encomendadas por los compañeros que han depositado su confianza en mí.

Cualquiera podrá darse cuenta que cuando los críticos recurren al insulto y a la falsedad es que han perdido completamente cualquier otra razón. ¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir ocupándonos de estos asuntos? ¿Por qué no hablamos en serio de POLÍTICA?

José Félix Tezanos