29 julio 1997

Por tercera vez Nuñez tuvo que enfrentarse a un rival, Ángel Fernández, al que batió ampliamente

Josep Lluis Núñez reelegido Presidente del Barça por sexta vez frente a Ángel Fernández por un 76% frente a un 16%

Hechos

Las elecciones a la presidencia del Fútbol Club Barcelona celebradas en julio de 1997 supusieron la reelección de D. Josep Lluis Núñez.

Lecturas

El 27 de julio de 1997 se celebran elecciones a la presidencia del Fútbol Club Barcelona, D. Josep Lluís Núñez Clemente, que preside el club azulgrana desde 1979.

El resultado de las elecciones es el siguiente:

  • Josep Lluís Núñez Clemente – 24.025 votos.
  • Ángel Fernández – 5.209 votos.

Esta ha sido la tercera vez que el Sr. Núñez Clemente se enfrenta a unas elecciones con rivales (tras las de 1979 y las de 1989).

28 Julio 1997

Núñez se hace centenario

José María Sirvent

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Y así hasta la eternidad. Josep Lluís Núñez lleva camino de perpetuarse en el cargo de presidente de la primera entidad cívica de Cataluña. Tras 19 años como máximo dirigente del Barcelona, fue reelegido ayer por cinco más. Barrió en las urnas a su oponente Angel Fernández, que ya salía como perdedor en todos los sondeos, y podrá presidir los actos del centenario del club. Los resultados -24.025 votos para Núñez frente a 5.209 de Angel Fernández- legitiman la continuidad de Núñez hasta el año 2002, pero dado que la participación de socios no fue masiva -31.485 socios votaron (34,38%) sobre un censo de 91.675-, el presidente no podrá sacudirse de encima algunos estigmas.

Cuando Núñez convocó las elecciones, casi con nocturnidad y alevosía, muchos confundieron sus deseos con la realidad y pensaron que en el panorama barcelonista podría aparecer un Lionel Jospin que rompiera todos los pronósticos. A los pocos días de la precampaña quedaron despejadas las dudas. La oposición pura y dura, la de toda la vida, la de la burguesía que se considera con pedigrí, fue incapaz de articular una candidatura con la pobre excusa de la premura de tiempo. Los Carles Tusquets, Evarist Murtra y compañía no se atrevieron a afrontar el reto. Se quedó solo ante el peligro Fernández, un peso pluma que se metió en el ring electoral sin la preparación suficiente.

Fernández siempre supo que no tenía opción y por eso se puso el casco protector para atenuar los golpes, mientras se perdía en una campaña sosa, sin gancho, repleta de descalificaciones personales que gustan muy poco a cualquier tipo de electorado.

Después de 19 años en el cargo, nadie ha sido capaz de levantar la alfombra a Núñez. Los supuesto trapos sucios de su gestión no han salido a la luz pública y la intención de voto no ha variado a lo largo de todo el proceso electoral. Ni siquiera los temas estrictamente deportivos han sabido utilizarse como arma arrojadiza contra el constructor, que hábilmente ha capitalizado todos los fichajes y la resolución de su contencioso con Guardiola.

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Estrategia

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En definitiva, que Núñez se ha salido con la suya. Su estrategia ha funcionado a la perfección. Lo tenía todo atado y bien atado y su fiel electorado, el denominado voto cautivo de las mimadas peñas, no le falló ni en un día de pleno estío que invitaba al chapuzón playero.

Ni siquiera Johan Cruyff, un personaje nada anónimo que forma parte de la cabeza del pelotón de los críticos al nuñismo, dio su voto a Fernández. El holandés tenía previsto depositar su papeleta y también prefirió quedarse en casa porque siempre ha sido un tipo muy pragmático y quizá consideró que iba a perder su precioso tiempo.

Aunque cosas más extrañas se han visto en el Barça, es difícil que Núñez convenza en su nueva etapa como dirigente a Cruyff. Lo mismo puede decirse de esa población flotante de barcelonistas que tiene aversión al presidente desde que accedió al cargo en el año 1978 casi por la gatera de unas elecciones polémicas.

El Barça, a pesar de ser considerado como más que un club, también vive pendiente de un objeto redondo llamado balón. Si el cuero se niega a entrar en la meta del rival, no se descarta que las gradas del Camp Nou vuelvan a teñirse de blanco. Aunque a Núñez siempre le quedará el recurso de echar mano de un chivo expiatorio llamado Louis Van Gaal. De eso sabe mucho el veterano Bobby Robson, integrado con calzador en un inflado organigrama técnico que no deja ni sitio a los futbolistas suplentes en el banquillo.

Los demás es, poco más o menos, pura anécdota. Ayer quedó demostrado con creces que el papel de los socios del Barça se limita a votar y pagar. Y algunos simplemente se contentan con rascarse el bolsillo.

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APOYO

Pujol: «Hoy no es mi día, sino el del Barça»

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó ayer tras depositar su voto que «hoy no es mi día, sino el de los candidatos y el Barcelona». Añadió que «sólo soy el socio 4.533» y quiso pasar lo más desapercibido posible. Estrechó, eso sí, la mano de los dos candidatos. También saludó a Josep Antoni Duran Lleida, dirigente de Unió, y Jorge Fernández Díaz, del PP, que cumplieron su deber como socios.

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El perro no vota.- Uno de los socios del Barcelona se mostró empecinado en que su perro pudiera votar en las elecciones. Logró pasar los primeros controles de acceso al Miniestadi, pero una vez ante la urna le hicieron saber que el animal no podía depositar su voto. Otro de los socios no quiso perderse la cita y acudió incluso con la botella de suero y en camilla.

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Adhesivos polémicos.- Llegaron los interventores de la candidatura de Núñez a las mesas electorales con unos adhesivos identificadores. La famosa estrella que decidió tener como imagen la candidatura del aspirante a la reelección. Los interventores de la lista de Angel Fernández se vieron sorprendidos y rectificaron de forma rápida. Buscaron unos adhesivos para no perder otra batalla.