La empresa de EL IMPARCIAL de Julio Merino toma el control del periódico DIARIO REGIONAL de Valladolid y lo vuelve ‘ultra’

Hoy inicia DIARIO REGIONAL una nueva etapa. No sólo porque los tiempos exigen cambio, y más aún en nuestra España democrática, sino porque la empresa bien lo merece. Un periódico es siempre un ente vivo que rechaza el inmovilismo, el anquilosamiento. Y nos lanzamos a esta tarea por múltiples motivos, uno de los más importantes es porque tenemos fe en la empresa que emprendemos. Porque es una empresa que exige, sí, nuestro máximo sacrificio, pero que responde a aquellas palabras del Cid Campeador. ¡Dios, que buen vasallo, si hubiera buen señor! Y nuestra empresa es Castilla y nuestra empresa es España. Y a ellas queremos servir porque sabemos, nos consta, que no pasará jamás lo que obligó a San Francisco de Borja, cuando era duque de Gandía, a exclamar aquella frase: ‘No quiero servir a señor que se me pueda morir’.

Nuestro lema será ni ruptura, ni inmovilismo. Ni queremos romper con un pasado que desde siglos consideramos glorioso, ni queremos estancarnos en la historia de los tiempos. Rechazamos cualquier tipo de centralismo, pero defenderemos a toda costa la sagrada unidad de la Patria. Porque defender a España es defender a esta Castilla que paga ahora, seguramente, las culpas de su extremada generosidad. Mucho se ha hablado del centralismo de Castilla. Mucho se habla ahora, echando toda clase de improperios sobre la vieja Castilla. Pero nadie reconoce que todo cuanto otras regiones tienen los disfrutan gracias a Castilla. Porque a Castilla se la ha esquilmado en beneficio de otras regiones más aparatosas, más vociferantes. No nos arrepentimos de ello, ni mucho menos. Lo que hemos dado, bien todo está. Nos honra más a nosotros que a nadie. Pero puede que haya llegado la hora de ocupar cada uno el sitio que la historia le tiene reservado.

A lo largo de los días, el lector sabrá perfectamente cuáles son nuestros fines, cuáles nuestros medios, cuáles son nuestras metas. Pero una de ellas, que hoy ya queremos dejar bien patente. Es que queremos que este diario sea un periódico de todos los castellanos. Nuestra empresa será inútil si no llegamos al último rincón de Castilla y León. Queremos un periódico de participación, en el que nuestros lectores sean los que marquen nuestra guía, que ellos sean nuestra brújula. Cualquier sugerencia, cualquier colaboración, será eternamente agradecida. Lo demás, las críticas que recibamos, las zancadillas, no nos importan. Queremos recordando siempre a nuestros Comuneros, rememorar su famosa frase. Aquella frase que Padilla, recriminando a Juan Bravo, pero con una proyección de futuro. Hoy, queremos luchar como caballeros para poder morir mañana como cristiano.

Un día, el Gobierno de UCD abrió la boca de todos los españoles. ¡Habla, pueblo, habla! gritó. El pueblo respondió con su voto en el referéndum de diciembre de 1976 y con las elecciones legislativas de junio del pasado año. Pero nadie hizo caso al pueblo. Su voto, en aquella ocasión, ha servido de bien poco. EL DIARIO REGIONAL en esta nueva etapa, cree firmemente que en la democracia es el pueblo el que tiene que hablar. Es la voz del pueblo la que los representantes elegidos tienen que escuchar y no es sólo al Parlamento al que deben dar cuenta los representantes, sino que deben dársela de una manera prioritaria, al pueblo que les eligió. Por eso EL DIARIO REGIONAL invita a todos los hombres y mujeres de Castilla y León a que expresen libremente sus opiniones en nuestras páginas. Nada pondrá una mordaza en la boca del pueblo castellano y leonés. Solamente rogamos neustros lectores que quieran escribirnos se atengan a dos normas elementales:

Respeto a las personas y a la vida privada de los hombres públicos, y que, junto a sus firmas nos envíen el número del Documento Nacional de Identidad. No valen los anónimos. Es la hora de dar la cara… Es el momento de dejar a un lado la cobardía, exponer libremente, con gallardía, lo que piensan los españoles. Así pues, aquí están nuestras páginas. Las lamentaciones serán, si no se denuncian las cosas, inútiles y cobardes. A partir de hoy, EL DIARIO REGIONAL no será nuestro diario, sino el Diario de todos, el de ‘vosotros’, el de Valladolid.